Cuando comenzamos a leer un nuevo libro, en este caso una novela, algo se mueve en nuestro interior. No es una emoción simple, sino una amalgama de sensaciones que componen ese mágico estado de ánimo que nos predispone y nos invita a iniciar la lectura: la curiosidad, las expectativas sobre el argumento o sobre el desempeño del propio autor, la necesidad de vivir otras vidas distintas de la nuestra, aunque solo sea mientras dura la lectura. Mantener en los lectores ese estado de ánimo a lo largo de todo el libro no es una tarea fácil. Solo los buenos narradores consiguen mantener nuestro interés por la lectura a lo largo de toda la obra y engancharnos capítulo tras capítulo. En este relato, nuestro querido Juanjo nos lleva en volandas con su ya probada maestría literaria desde la primera página, aumentando en cada una de ellas nuestro interés por seguir leyendo. Nos encontramos con una narración que excita nuestra imaginación adentrándonos en los entresijos de un argumento bien construido alrededor de unos personajes muy creíbles y magistralmente perfilados y una estructura justificada que nos hace seguir atrapados hasta el final.Esta es una historia que va más allá de la intimidad sexual de los personajes. Es la historia de distintas almas que se han forjado con el acaecer de los acontecimientos. En esta novela, Juanjo abandona el privilegiado punto de vista del narrador omnisciente para meterse en la piel de María, una narradora protagonista que poco a poco va mostrando ante nosotros su compleja personalidad, desnudando sin tapujos su cuerpo y su alma en cada página. Sin duda, el hecho de que un escritor varón se plantee una narración en primera persona, cuando la protagonista es una mujer, requiere una especial sensibilidad, pero sobre todo una gran valentía literaria y madurez narrativa. Juanjo demuestra en esta obra que es capaz de adentrarse en la personalidad femenina de su protagonista para construir un personaje poliédrico, complejo, con múltiples aristas, que camina sobre una cuerda floja en la que intenta mantener un difícil equilibrio entre amor, sexo, familia, amistad, profesión, pasión, pasado, presente y futuro.CatalinaPérez Agüera