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La villana leyó la novela

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Synopsis
Hu Bai Ling era la esposa carne de cañón de Feng Dingbang, elegida para criar a sus hijos de 6 años. Una mujer tan hermosa como estúpida, que fue fácilmente manipulada por los verdaderos villanos de la novela, de esa manera, termina siendo echada a la calle por el protagonista, mientras la protagonista femenina, Xia Xiaozhi, toma su lugar como la esposa de Feng Dingbang. Después de ser echada, es secuestrada por unos misteriosos hombres que la obligan a trabajar como esclava sexual, así, termina muriendo trágicamente. Pero al despertar había reencarnado en un mundo igual al suyo, esperando tener una vida diferente, es golpeada con la realidad, su nueva familia abusa de ella y la obliga a trabajar y estudiar hasta desmayarse. Su único consuelo, son las novelas románticas que suele leer para soñar ser feliz, así un día se encuentra con una novela titulada "El heredero sangriento" dándose cuenta que en su anterior vida fue una patética y estúpida villana, llora hasta quedarse dormida, pero al despertar, ¡¿Ha regresado a su vida en la novela?! Debería aprovechar para cambiar la historia o solo divorciarme de Feng Dingbang, pero en su lugar me quedaré a su lado, seré una buena esposa, no esperare nada de él y esta vez si seré una buena madre para mis hijastros. Y tú te preguntaras porqué soy tan estúpida como para quedarme, tú no lo sabes, nadie lo sabe, solo yo sé... que la novela original no se había detenido en el "Y vivieron felices por siempre..."
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Chapter 1 - Capítulo 1: ¿Qué debería hacer?

Capítulo 1: ¿Qué debería hacer?

"¿Feng Dingbang?"

No podía creerlo.

¿Por qué estaba él aquí? ¿Es este un sueño? ¿Llore tanto hasta quedarme dormida y soñé con él para calmar mi dolor? Pero nunca había tenido un sueño tan vivido. Quiero decir, había tenido sueños muy vividos, pero fueron pesadillas horribles. Esto era... Dios, solo esperaba el momento en el que se convirtiera en pesadilla, sería más fácil manejarlo.

"¿No te había dicho ya que no quería compartir la habitación? ¿Por qué estas de nuevo aquí cuando tienes una habitación propia?" su voz. Hace tanto que no la escuchaba, la última vez que la había escuchado estaba tan enferma que no distinguí demasiado de lo que me hablo, pero fue tan dulce. Escucharla de nuevo fue como recordar una memoria perdida, pero que extrañaba.

Estaba tan desconcertada que no le respondí, solo podía verlo.

"¿Me estas escuchando?" frunció sus gruesas cejas. Siempre me había fascinado su rostro, su frente amplia, su cabello negro, una vez llegue a tocarlo, era grueso y suave. Sus labios rosa pálido, una nariz respingada y recta. Solía observarlo de cerca, por lo que pude notar sus largas pestañas que hacían más penetrante su mirada, esa mirada distante y sin perturbaciones, que doloroso fue cuando me miraba sin esa chispa de cariño que solo tenía para sus hijos.

"¡Hu Bai Ling!"

"¡Ah, si...!" hable por acto reflejo, aun cuando habían pasado una vida desde que me llamaban por ese nombre.

"Yo... lo siento..." seguía confundida. Aun creía que esto era un sueño, debía ser, pero me incomodaba su mirada, por lo que intente alejarme. Pero al salir de la cama mi cabeza sintió como si el mundo se desplomara, pero en realidad era yo cayendo al suelo.

Aunque sabía que nada me detendría de la caída, no pude evitar estirar mis brazos por ayuda, pero mi cuerpo no cayó al suelo. En su lugar sentí el calor de otro cuerpo.

Por alguna razón me sentía mareada, hasta el punto en el que quería vomitar. Así no es como se supone que son los sueños, mis pesadillas tampoco eran así.

"¿Cómo te sientes?" en un pasado me hubiese emocionado porque Feng Dingbang me sostuviera tan cerca de su cuerpo, pero el malestar era tal que solo podía pensar en eso.

"Mi cabeza..." estaba sudando frio por lo increíblemente mal que estaba, realmente temía morir en ese momento, de nuevo.

"Quédate aquí un momento, llamare a alguien..." Lo sujete de sus hombros. No lo deje ir, estaba tan asustada que solo quería aferrarme a él hasta que todo pasara. Solo quería un momento de consuelo.

"Ayuda... por favor..." sentía mis lágrimas caer una por una, pero no hacían nada para calmar mi dolor.

Volví a caer en la oscura profundidad.

Me sentida cómoda. Gracias a mi vida original aprendí a apreciar estos momentos de calma y quietud. Era la única ocasión en la que nadie me hacía daño, no sufría, todo era tan tierno y suave.

Ah, entonces si resulto siendo un sueño.

Todo se sintió tan real, pero estaba agradecida de soñar con él. Siempre fue mi único soporte, mi apoyo constante.

Mañana tenía que levantarme temprano para hacer el desayuno, limpiar un poco, y después iría a clases. Era mi turno de preparar la sala de química. Al fin el maestro había vuelto a confiar en mi lo suficiente después de haber roto esos tubos de ensayo... Estaba feliz de volver a ser incluida. No ser dejada dejada de lado.

"Mamá"

¿Una niña?

"¡Mamá!"

Un niño...

"¿Por qué no despierta mamá?"

"Cállate. Está enferma"

Un niño y una niña.

"¡Pero quiero jugar con mamá!"

"¡Mocoso! ¡Ya cállate!"

"¡Quiero jugar con mamá!"

Su pelea era ruidosa, ¿Pero por qué esas voces me sonaban tan familiares?

Abrí mis ojos, ya no sintiendo dolor, pero ahora me sentía exhausta y con la garganta reseca.

"Agua..." susurre agotada. Aunque no era una sensación a la que no estuviera acostumbrada, aun así no pude evitar querer quejarme.

"¡Ah, mamá despertó! ¡Vamos a jugar, mamá!"

"¡Cállate!"

Mire a los dos niños frente a mi desconcertada. Eran dos lindos pequeños vestidos con un vestido y un traje de marinerito correspondientemente, ambos se veían idénticos al aun ser tan jóvenes, pero sus expresiones, cabello y posturas hacían fácil distinguirlos.

Eran de ojos grandes y boquitas pequeñas, con las mejillas rosadas y redondas.

"¿Feng Yang y... Feng Xue?" ¿Mis hijastros? ¿Por qué soñaría con ellos? Era cierto que me sentí culpable por haberlos descuidado e inclusive no haber sido lo suficientemente inteligente como para no darme cuenta del peligro en el que los había metido, pero aun así

"¿Estás bien, mamá? ¿Quieres algo?" Feng Xue me hablo preocupada.

"¡Vamos a jugar!" Feng Yang era tan enérgico y despreocupado como lo recordaba. No pude evitar querer sonreír.

¿Esto no era un sueño, verdad?

"Yo... ¿Qué ha pasado?" ya que de todos modos no sabía lo que pasaba, decidí solo seguir la corriente. El ser humano era así, solo seguía adelante mientras intentaba entender su entorno.

"La tía Lan dijo que te desmayaste porque se te bajo la tensión, llamaron al doctor pero no tenías nada grave, así que te dejaron descansando en tu habitación" me respondió Feng Xue intentando verse madura, pero teniendo una cara tan tierna su intento de verse responsable solo te daba ganas de apretar sus mejillas.

¿Tia Lan? ¿Así no es como llamaban los niños a la ama de llaves? pero si era así...

"¿Me podrían recordar que día es hoy?" intente verme lo más natural posible.

¿Cómo se actuaba natural?

"¿Mmm? viernes" respondió inocentemente Feng Xue.

"... Quise decir, mes y año"

"Ah, cierto..." reacciono como si hubiera recordado algo "¿No ha sido un mes desde que te casaste con papá? Mamá, feliz aniversario de un mes, ¡Hurra!"

"¡Hurra!" aunque Feng Yang se veía que no había captado nada, de todos modos celebro con su hermana.

¿Un mes desde que nos casamos? ¿Podría ser que hubiera regresado a mi vida original? ¿Regrese a la novela? ¿Cómo? no recuerdo haber muerto...

¿Qué debería hacer ahora?

"Niños..." llame su atención de una manera muy tímida "¿Me podrían traer un vaso de agua? Prometo que luego jugare con ustedes"

"¿En serio?" Feng Yang se apuró a hablar, completamente emocionado, y aunque Feng Xue intentaba mostrarse madura no lograba ocultar sus ojos iluminados.

"Lo prometo" les sonreí.

"¡Ya lo has prometido, no te puedes retractar!" dijo emocionado "¡Vamos, hermana mayor!" Feng Xue lo siguió con la cabeza gacha y una sonrisita feliz.

Los despedí desde mi cama, manteniendo mi sonrisa hasta que los vi cerrar la puerta, inmediatamente después me levante. Tenía que confirmarlo.

Fui hasta el baño y me pare en el espejo, observando sin palabras mi rostro.

Piel blanca, tersa y limpia, bonitos ojos brillantes, cabello largo liso, tan lindo como el de una princesa, mis labios gruesos y rosados, y mi nariz perfecta, era yo otra vez.

Mire mi cuerpo, notando los pechos copa C de los que tanto me enorgullecí alguna vez, mis caderas amplias pero no demasiado, y mis piernas largas y esbeltas. Recuerdo lo mucho que ejercitaba para mantener esta figura, también los tratamientos y dietas. Mi belleza era mi único atributo, por lo que me esforzaba en cuidarlo, pero después de tantas cosas, simplemente no volví a molestarme.

"¿Qué debería hacer?" era obvio que había regresado. El solo hecho de haber muerto antes y reencarnar conservando mis recuerdos anteriores era más que suficiente para creerlo, inclusive sin haber leído tantas novelas.

Es solo que yo no tenía una forma de cambiar la trama como esas heroínas, no solo porque no era lo suficientemente inteligente para enfrentarme a la heroína o algún otro objetivo, tampoco sabía cómo cautivar el corazón frio de mi esposo. Lo único que tengo a mi favor es que solo ha pasado un mes desde mi boda, por lo que aún no me había involucrado con los jefes finales, y mi relación con los niños apenas había empezado.

Lo malo es que también era demasiado tarde para detener la trama, según la novela, Feng Dingbang en este punto ya estaba cautivado por la heroína, y ella ya sabía que lo amaba. No soy rival para la heroína, no soy valiente y astuta como ella, no soy capaz de manejar un coche en medio de una persecución mientras me disparan sin salir herida, y mucho menos de entender los planes malvados de otros.

incluso le temo a los insectos, aun cuando mi madre me obligaba a matarlos, eso solo sirvió para hacerme sentir más asco...

¿Entonces que debería hacer?

¿Tan siquiera quería cambiar el rumbo de la historia y egoístamente detener la felicidad de Feng Dingbang?

A este paso, lo único que puedo hacer es mantenerme alejada de los que me usaron en el pasado, y centrarme en mi trabajo como madre de los gemelos, y así quizás y no obtenga el mismo final... Esperaba eso más que nada.

Pero según mis recuerdos y la novela, Feng Dingbang solo se divorció de mí por fallar en mi rol como madre, él quería a la heroína pero aun así no dejaría ni engañaría a su esposa, era del tipo de hombre recto que sería capaz de vivir como un santo. Podíamos llegar a un tipo de acuerdo después, ser su esposa solo de nombre, no, ser la madre de sus hijos. Mientras que él podía estar con la heroína... Si quisiera.

En ese caso, ¿Me puedo quedar a su lado? ¿Aun si no obtengo su amor, por lo menos me protegerá?

"Hu Bai Ling, lo siento de verdad, te falle..."

Ah, aún recuerdo su mano sobre la mía mientras me acompañaba en mis últimos momentos, me hace querer llorar.

Mi cara no podía dejar de sonreír dulcemente.

Realmente, espero que al menos esta vez, pueda lograr ser feliz.