—¡Hombre sinvergüenza! —una mujer corpulenta que llevaba un cubo goteando tinta rugió furiosamente, su rugido fue tan fuerte que todos en el restaurante temblaron y retrocedieron varios pasos. Frente a ella había una pareja con tinta escurriéndoles por el cuerpo y dos jóvenes, uno con gafas y un ceño fruncido mientras que el otro parecía un poco sorprendido por lo que acababa de suceder.
Liu WenChen invitó a su hermano, el conocido crítico gastronómico Liu Yanwang a este restaurante, ya que el sabor de la comida aquí era inolvidable. Pero cuando probó sus últimos platos encontró que el sabor apetitoso original se había ido, Liu WenChen se avergonzó de haber llamado a su hermano frío como el hielo para tener una buena cena aquí, ¿pero quién iba a saber que el sabor degradaría tanto en tan solo tres meses?
Mientras reflexionaba sobre esto, una mujer gorda y regordeta irrumpió y lanzó tinta sobre la pareja que era dueña de este restaurante. Estaba tan impactado que incluso se olvidó de detener su transmisión en vivo.
—¡Chang Rui, te estás pasando! —dijo Wang Tao, el dueño del restaurante, limpiándose la cara.
—¡Pf! ¿Me estoy pasando yo? El que se está pasando eres tú y esta pequeña zorra —escupió Chang Rui en el suelo, luego se giró hacia los comensales que vinieron a cenar y habló con voz alta como si tuviera miedo de que nadie en el restaurante o fuera pudiera oír, señaló a la pareja y comenzó:
— Este Wang Tao no es el dueño de este restaurante, ni lo es esa golfilla que se esconde detrás de él, ninguno de los dos ha ganado un solo penique en su vida. ¡Este restaurante es el trabajo arduo de mi amiga Su Wan! Ella se casó con este hombre cuando no tenía nada y fue expulsado de su casa, Su Wan trabajó día y noche, incluso vendía carne a la barbacoa en un carro y en bicicleta y ahorró suficiente dinero para comprar este edificio, pero este hombre usó su confianza y puso la escritura del restaurante a su nombre y luego la engañó con esta zorra que es la media hermana de Su Wan y echó a Su Wan.
—¡Chang Rui, nos estás calumniando! ¡Te demandaré! —respondió Wang Tao.
—¡Entonces adelante y demándame! ¡Veremos quién se atreve a demandarme! ¡Hijo de perra! ¿Calumnia? ¡El hecho de que la comida aquí se haya vuelto desagradable desde los últimos tres meses es suficiente prueba de que la columna vertebral de este restaurante se ha ido! ¿Qué calumnia? ¿Por qué no le dices a esta madre? ¡Qué calumnia! —gritó Chang Rui.
—Chang Rui, yo y Su Wan nos separamos en buenos términos. Estás creando un drama innecesario, ¿no temes traer vergüenza al buen nombre de Su Wan? —Wang Tao intentó el enfoque suave cuando el duro no funcionó, realmente necesitaba hacer que Chang Rui se fuera o su restaurante ya no podrá sobrevivir con esta mala publicidad. Miró a Liu WenChen, que todavía estaba transmitiendo, y maldijo, sabía quién era Liu WenChen de un vistazo y pensó que obtendría publicidad gratuita hoy, ¡pero quién hubiera pensado que Chang Rui vendría a causar problemas!
—¿Buen nombre? ¿De qué sirve un buen nombre cuando su marido le engañó a usted y tú... —exclamó señalando a Su Lan que se escondía detrás de él— tu madre le causaba problemas a Su Wan cada fin de mes por tus tasas universitarias, tu madre incluso llegó tan lejos como empujar la cara y el cuerpo de Su Wan por las escaleras para robar dinero para tus estudios, ¿es eso lo que te enseñó tu buena universidad? ¿Robar el hombre de tu hermana? ¿Meterte en la cama de un hombre casado y abrir las piernas? Si es así, me aseguraré de que mi hija no elija esa universidad o también podría convertirse en una perdida.
—Chang Rui, exprésate adecuadamente —cuando Su Lan vio que todos, incluyendo al famoso streamer y crítico gastronómico cambiaban de expresión, ya no pudo permanecer en silencio.
—¿Adecuadamente? ¿Te atreves a hacer tal acto desvergonzado pero no te atreves a aceptarlo? ¡Pf! Alguien lo dijo bien, de tal madre, tal hija. Tu madre le quitó el marido a su mejor amiga y tú le quitaste a tu hermana. ¡Me condenaría si dejo que tu restaurante prospere bajo falsas pretensiones! —dijo Chang Rui una vez más escupiendo en el suelo y luego arrojó el cubo, derramando la tinta en el suelo de madera limpio y se fue.
—todos, por favor no crean sus palabras, ella solo está enojada porque es amiga de mi ex esposa —dijo Wang Tao dirigiéndose a la multitud que negaban con la cabeza y huían del restaurante. Uno o dos de ellos lanzaron insultos casuales a Wang Tao y Su Lan por ser sinvergüenzas.
—Vamos —dijo Liu Yanwang empujando sus gafas—. Necesito hacerme un chequeo completo ahora, me siento realmente mal después de haber comido en el lugar de esta pareja despreciable.
—Sí hermano, vámonos —estuvo de acuerdo Liu WenChen, ignorando lo pálidos que se habían puesto Wang Tao y Su Lan.
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En un pequeño apartamento.
—¡Jajaja! ¡Te lo mereces, bastardo! —una mujer con cejas como espadas, una barbilla puntiaguda y ojos ardientes como los de un guerrero golpeó su lata de cerveza sobre la mesa y rió—. ¿Pensaste que te dejaría a ti y a esa zorra vivir una vida fácil así como así? ¿Eh? ¡Hombre sinvergüenza! ¡Pui pui!
Ella tomó un gran trago de su cerveza y se limpió la barbilla —¡De ninguna manera! ¡Vivirás como el gusano de tierra que eres y me aseguraré de que así sea! ¡Pf! Pensar que dejaste ir a esta madre y conseguiste a esa debilucha como esposa. ¡Wang Tao! ¡Esta mamá se asegurará de encontrar un hombre, no! ¡Todavía soy joven! Encontraré a cinco hombres y rodaré con ellos justo frente a ti! ¡Jajajaja! ¡Esta anciana hará que tú y tu esposa rueden incluso en sus tumbas!
¡Bang!
Su Wan, que había bebido demasiado, sintió que su cuerpo se deslizaba y luego la inconsciencia se apoderó de su mente sumiéndola en la oscuridad.
—Ay ay ay, hijo de puta —maldecía Su Wan mientras se despertaba—. ¿Me golpeé la cabeza o qué? ¡Me duele la cabeza como una mierda!
Ella cuidaba su cabeza, pero luego de repente, se enderezó y miró hacia abajo, su mano: ¡sus manos estaban libres de callos! ¡De ninguna manera! ¿Pasó por la legendaria reencarnación? ¡Si es así, echará a esa zorra y a su hija ahora mismo!
Su Wan se apresuró a mirar alrededor de la habitación y su felicidad se fue volando. La habitación estaba completamente diferente y se veía un poco desgastada, cerca de ella había un cuchillo para frutas y un tazón sin frutas... Su Wan frunció el ceño y deslizó el cuchillo en su manga mientras los recuerdos del anterior dueño llegaban a su mente.
Esta chica tenía dieciséis años y su nombre también era Su Wan, era la hija de la difunta esposa oficial cuya dote estaba bajo el control de la esposa actual. La esposa actual le había quitado todo a Su Wan y lo guardó para su hija Su Lan encima de eso, incluso le arregló un matrimonio con un pobre a Su Wan.
—Igual que yo, eh —se burló Su Wan y se recostó en la cama con la espalda—. Esto... tú estúpida, si te arrebatan tu dote ¡tómatela de vuelta! ¿Por qué te moriste?