Su Wan se tumbó y cerró los ojos para comprender mejor la memoria de la anterior propietaria. Giraba el cuchillo en su mano y se daba cuenta de que, aunque no era lo suficientemente afilado para cortar huesos, todavía era capaz de asustar a esos adorables y preciosos miembros de la familia que habían atrapado a la dueña original. Justo cuando pensaba en esos familiares, sonidos de pisadas y risas alegres venían desde el lado opuesto de su puerta. Su Wan sonrió y escondió el cuchillo en la manga de su vestido de novia y observó cómo se abría la cerradura y se apartaba la puerta, mientras los miembros de la familia de la dueña anterior entraban en fila.
La primera era una anciana, la abuela de la original Su Wan, que era una arpía por naturaleza y gustaba de intimidar a la Su Wan original. Detrás de ella estaba el pobre pretexto de su padre Su Bai, quien sedujo a la rica madre de Su Wan y se casó con ella por el bien de su dote, a su lado estaba su segunda esposa, Chu Yanyu y su hija Su Lan.
La dueña original también tenía un medio hermano, pero actualmente estaba en la academia.
Su Wan miró las caras ávidas y tuvo el repentino impulso de escupir en cada una de ellas, realmente desvergonzados. ¿Toda la familia vivía de la dote de la madre de Su Wan y trataba a Su Wan como una sirvienta? ¡Pei! ¿Cómo se atreven?
—Wan Wan, vamos, tus novios están aquí —dijo la abuela Su con una sonrisa desagradable acercándose a ella.
Su Wan, que notó la 's' en novios, arqueó una ceja y repitió:
—¿Novios? ¿Qué significa eso, abuela?
—¡Ay! ¿No estabas preocupada de que el hermano Lin mayor era un pobre? Así que la abuela arregló tu matrimonio con los cinco hermanos Lin, ahora no tendrás que preocuparte por la comida y la vestimenta —dijo la abuela Su.
Su Wan, al escuchar la justificación de la abuela Su, casi vomita, maldita vieja. ¿Acaso quieres que esta vieja tía sea aplastada por cinco hombres? ¿Qué, acaso tomaste en serio mis palabras dichas en estado de ebriedad? ¿Quieres que esta anciana muera por sobreuso de su cuerpo o qué? ¿Cinco hombres? ¡Cinco hombres!
—Si este matrimonio es tan bueno, ¿por qué no dejas que Su Lan se case con esos hermanos Lin? Después de todo, aparte de comer y dormir, Su Lan no hace nada, no sería una gran pérdida si se casara con esos hermanos —se burló Su Wan.
—¡Qué tonterías! Tú eres la que tuvo el horóscopo intercambiado, ¿cómo podríamos dejar que Su Lan tome tu lugar? —dijo la abuela Su mientras avanzaba para agarrarla de la muñeca—. ¡Hoy, aunque mueras, morirás como la esposa de los hermanos Lin!
Su Wan, cuya muñeca fue sujetada bruscamente por la anciana, se enfureció y extendiendo su mano derecha colocó el cuchillo de fruta justo en el cuello de la anciana.
La abuela Su sintió un metal frío seguido de un dolor agudo en su cuello, miró hacia abajo sorprendida por lo que había sucedido solo para encontrar un frío brillo de cuchillo burlándose de ella. La abuela Su que se encontró bajo la amenaza del cuchillo estaba muerta de miedo, quería moverse pero, ¿cómo iba a permitirlo Su Wan? Si perdía esta ventaja, ¡no le quedaría nada! Así que, hundió el cuchillo más profundamente en el cuello de la abuela Su y la otra se quedó inmóvil como una codorniz asustada. —Te aconsejaría que no te muevas, vieja bruja, si te mueves mi mano podría resbalar y te encontrarás frente al rey Yama en el próximo segundo.
—¡Auxilio!
—¡No grites! —gritó Su Wan cuando Su Lan intentó gritar—. ¡Juro que si cualquiera de ustedes intenta hacer algo, mataré a esta vieja bruja y luego a todos ustedes! Ya no tengo nada que perder, ustedes bastardos ya arruinaron mi reputación, no me importa si rompo más el cántaro.
—Hermana, ¿cómo puedes ser tan deshonrosa?
—¿Deshonrosa? —rió Su Wan y hundió más el cuchillo en el cuello de la abuela Su, aunque se aseguró de no lastimar ninguna arteria o vena importante—. Trabajé como esclava en esta casa y ¿qué obtuve a cambio? Un matrimonio desvergonzado con cinco hombres, con un gran escándalo como si temieran que nadie supiera de la vergüenza que enfrentaré en los próximos días, ¿cómo te atreves a usar la palabra deshonrosa? En lugar de eso, deberían preocuparse por cómo van a responder al rey Yama si algo le pasa a esta vieja bruja.
—¡Ah Bai, sálvame, sálvame! —La abuela Su vio la sangre caer en su ropa ceremonial y estaba tan asustada que casi se orina—. ¡Esta chica me matará!
—Wan Wan, suelta a tu abuela y podemos discutir... —dijo Su Bai tratando de apaciguar la situación.
—No hay nada que discutir, la familia Su me ha tratado de esta manera, al principio pensé que todavía tenían algo de humanidad pero jejé —bufó Su Wan—. ¿Pero quién iba a saber que solo eran mis pensamientos tontos?, no solo me obligaron a casarme con un pobre, ahora me fuerzan a convertirme en la novia de cinco hombres, di, ¿cuánto dinero recibisteis de ellos? ¿Querido padre?
Cuando Su Bai escuchó la pregunta de Su Wan mirándolo con esos ojos como uvas sin emoción sintió un poco de miedo. Chu Yanyu, al ver esto, se apresuró a tirar de su esposo, sacudió la cabeza intentando decirle a Su Bai con la mirada que Su Wan solo les estaba asustando y no haría nada, solo entonces Su Bai finalmente se compuso —¡Deja de decir tonterías y suelta a tu abuela! Con eso, Su Bai intentó entrar al cuarto de Su Wan, pero Su Wan no se asustó, retrocedió dos pasos y obligó a la anciana a seguirla.
—Si te mueves más, esta vieja bruja muere —amenazó Su Wan mientras despellejaba un poco de carne de la cara de la abuela Su. La abuela Su, cuya piel fue arrancada como la de un animal, gritó como un cerdo sangriento siendo sacrificado.
Su Bai se detuvo y Chu Yanyu también quedó estupefacta, no pensó que Su Wan realmente se atrevería a sacar sangre de su propia abuela.
—¡Su Wan!
—No grites, sé cómo me llamo —dijo Su Wan casualmente lanzando la carne despellejada justo a los pies de Su Bai, quien retrocedió apresuradamente—. No piensen que estoy blufeando, en serio mataré a esta vieja bruja si se atreven a moverse como les plazca.
—Wan Wan, vamos a discutirlo amablemente, ¿qué quieres? Ya tenemos a los aldeanos sentados en el patio y tus novios también están aquí —dijo Su Bai tratando de convencer a Su Wan como a un niño.
Su Wan se burló y casualmente deslizó el cuchillo alrededor de la mandíbula de la abuela Su. —Quiero la dote de mi madre, toda, y el dinero que obtuvisteis de los hermanos Lin por venderme, sacadlo todo.
—¡Imposible! ¿Qué dote? No queda nada, ¡nada! —Chu Yanyu habló apresuradamente.
—No me engañes Chu Yanyu, sé que todas esas tiendas pertenecen a mi madre y vosotros solo vivíais del dinero de ellas, incluso el restaurante pertenece a mi madre —dijo Su Wan hundiendo más el cuchillo en la carne de la abuela Su—. Si queréis proteger vuestro dinero sobre la vida de vuestra suegra, sois libres de hacerlo, yo solo...
Se movió la mano pero la abuela Su, que finalmente estaba muerta de miedo hasta que la sangre y la orina goteaban juntas de su cuerpo, gritó:
—¡Tú zorra trae todos esos títulos ahora mismo! Quieres que me muera! ¡Si me dejas morir hoy te mataré en tus sueños! ¡Y tú Su Bai controla a tu esposa! ¿Es el dinero más importante o tu madre?
—¡Tú estúpida trae todos los títulos! —gruñó Su Bai abofeteando a Chu Yanyu, quien finalmente se dio cuenta de que Su Wan no estaba bromeando cuando amenazó con matarlos a todos. Su Bai amaba el dinero pero temía a la muerte ¿y qué pasa con el dinero? ¡Su hijo todavía estaba en la academia y con él aquí todavía podría vivir bien!
Chu Yanyu nunca había sido tratada de esa manera y estaba profundamente consternada, sin embargo, al ver la burla fría de Su Wan realmente se preocupó, quería llevarse a Su Lan pero ¿cómo iba a permitir Su Wan que tuviera la oportunidad de cambiar las cosas?
—Dejad a Su Lan aquí, si oigo a alguien venir a ayudaros —Su Lan será la próxima en morir una vez que termine con esta vieja bruja —advirtió Su Wan.
Su Lan era la vida de Chu Yanyu ¿cómo podría permitir que su hija fuera maltratada? Así que honestamente se apresuró y trajo todos los títulos y los colocó frente a Su Wan.
—Llevaos estos también y dadme el dinero —dijo Su Wan, que no quería que los diez taels de plata desaparecieran mágicamente cuando llegara al patio exterior. Mantuvo su agarre en la anciana abuela Su, que no se atrevía a decir pío, mientras Chu Yanyu y Su Bai la ayudaban a llevar todas las joyas y títulos.
Detrás de ella podía sentir la mirada intensa de Su Lan, que había desgarrado su pañuelo en pedazos y sonreía.
En esta vida ella sería la ganadora.