Capítulo 4: Mis hijastros (3)
Cuando Feng Xue abrió sus ojitos, lo primero que noto fue que definitivamente no estaba en su habitación. Su hermano estaba ahí como siempre, pero nada más le era familiar. Solo recordó lo que había sucedido cuando enterró su cabeza en la almohada. Ese olor tan dulce.
Anoche durmió con su mamá.
La cara de la niña era todas sonrisas, y solo siguió rodando de un lado al otro llena de emoción, terminando golpeando el cuello de su hermano.
"¡¿Qué te pasa?!" el niño lloriqueo con la garganta adolorida y mucha ira.
"¡Cállate y mira!" Feng Xue tomo su cabeza y lo hizo mirar a su alrededor.
Sabanas color durazno, muebles altos, tapizado blanco, cortinas feas, rosas aquí y allá.
"¿En dónde estamos, hermana?"
"¡Idiota, ya despierta!" la niña sabía que a primera hora del día el cerebro de su hermano no funcionaba bien "¡Es la habitación de mamá!"
Entonces el niño recordó lo sucedido. Su mamá sonriendo, su mamá comiendo con ellos, su mamá acariciando su cabeza, su mamá jugando con ellos, su mamá abrazándolo hasta quedarse dormido. Todo había sido tan perfecto que había pensado por un segundo que había sido un sueño, pero si su hermana y él estaban ahí, entonces fue real.
"¿Y dónde está mamá?" definitivamente había dormido con ellos dos en sus brazos, ¿Por qué no la sintieron salir?
"Ya son las nueve" Feng Xue se volvió a enterrar en las cobijas "Hace mucho tiempo que no dormía tan bien"
"Cierto..." ambos se volvieron a recostar en la cama. Ni siquiera querían bajar a desayunar, solo querían disfrutar el momento "Hermana mayor, ¿por qué mamá fue tan amorosa ayer? Ella se solía deprimir cuando papá no estaba en casa, pero ahora que se irá por dos meses, no pareció importarle. Incluso quiere salir con nosotros"
"... Estoy tan confundida como tú, pero me hace feliz. Quiero que sea así siempre" solo ellos y su mamá. No necesitaban a ese hombre que siempre era frío con todos.
"Yo también. Espero que mamá siga amándonos como ayer" en ese momento, la expresión de ambos no reflejaba la inocencia y ternura que debería tener un niño, era sólo vacía y distante.
En ese momento, eran la viva imagen de su padre.
A diferencia de otros niños, Feng Xue y Feng Yang nunca fueron tratados con amor paternal. No tenían madre. Su padre les daba todo lo que necesitaran, comida, educación, lujos y protección. Jamás fueron abusados y los empleados los trataban como el mayor tesoro del mundo, y tenían a la tía Lan que era lo más parecido a una familia. Pero todo era tan falto de color. Lo tenían todo y más, pero a la vez les faltaba mucho más.
Las únicas ocasiones que hablaban con su padre era cuando él quería revisar su estado. Además de darles lecciones: Debían ser inteligentes, no confiaran en nadie, tenían que aprender a leer a la gente, no debían mostrar debilidad, sean astutos, estudien hasta estar más preparados que cualquiera. Eran las únicas palabras que les ofrecía. Su relación se podría percibir más como de estudiantes y maestro. Todo esto llevó a que los gemelos crecieran mal, sin ese amor tan profundo, se sellaron en sí mismos, sólo abriéndose el uno con el otro.
Ni siquiera podían odiar a su padre, y sin ese desahogo, las cosas solo fueron peor.
La gente intentó compensarlos con juguetes y costosos objetos. A veces funcionaba, después de todo aún eran niños, pero también eran más listos que un niño común. Su pequeña alegría duraba poco, se volvía plana y sin vida.
Fue así hasta que la conocieron, Hu Bai Ling.
Ambos niños se habían logrado escapar de sus clases. Idearon un plan para ir al parque y disfrutar de la tarde y después regresar a casa tarde, todo con el fin de molestar a su padre. El plan fue bien hasta cierto punto, se habían confundido y perdido. Estaban solos a la merced del mundo.
"¿También se están escapando?" era un hermoso ángel .
Si Feng Xue y Feng Yang hubieran tenido una madre, creían que debía ser como ella. Ojos brillantes sin malicia, una sonrisa dulce que podría hacer sonrojar a cualquiera, y una vivacidad más parecida a la de una niña. Era hermosa.
Ese momento duró poco, sus guardaespaldas los hallaron y los alejaron de ella. Solo regresaron a esa vida gris. Encerrándose de nuevo en si mismos.
Al final la única persona que pudo encontrar una solución fue su mismo padre, el origen de su infelicidad.
Les ofreció elegir una madre, alguien a quien querer y en quien desbordar sus debilidades. Ella sería su soporte, su todo. Podía ser cualquiera de las mujeres que él les monstro en una carpeta, y Hu Bai Ling estaba allí. Ninguno dudo y la eligieron.
Esperaron ansiosos por su madre y cuando la obtuvieron esperaban que desde ese momento todo fuera perfecto. Pero entonces lo vieron, su madre solo veía a su padre, y el brillo puro de sus ojos que tanto los conmovió, ya no estaba.
Quisieron odiar a su padre por eso, pero sabían que no tenía sentido. Feng Dingbang ni siquiera se molestaba en mirarla más allá de lo necesario, palabras educadas y una distancia cortes. En su mundo, ella solo era la madre de sus hijos, jamás su esposa.
Pero eran niños sedientos de atención. Ya la habían idealizado como su única mamá, esperando que su padre no la alejara aún más de ellos, solo podían aceptarlo así.
"¡Niños! ¿Adivinen qué?" la puerta se abrió por completo y una hermosa mujer entraba con una bandeja repleta "¡Tenemos luz verde para salir hoy! ¡Así que apurémonos para salir temprano!" Hu Bai Ling se acercó expulsando flores en su camino a los gemelos, acomodando la bandeja en medio de los dos "¿Sí?"
Ah... los dos se quedaron sin palabras. Todo era diferente ahora. Su madre los miraba de nuevo con esos ojos tan brillantes.
Daba miedo creer que podría volver a dejarlos, pero eran niños aun, no podían evitar creer en que hubiera esperanza.
"¡Sí!" hoy sería un día especial para todos, uno de muchos más por venir.
¡No podían esperar!
Hu Bai Ling se despertó muy temprano hoy. Todo para esperar la respuesta que vendría por parte del padre de los niños. Y ya que no se atrevía a contactar por cuenta propia a Feng Dingbang, solo le quedo esperar cerca de la tía Lan, incomodando gran parte de la mañana a la pobre mujer que solo quería hacer bien su trabajo.
"Los niños ya durmieron demasiado hoy. Estoy de acuerdo con de vez en cuando dejarlos romper su horario matutino, en especial ahora que están de vacaciones, pero..." la mujer mayor de mirada estricta le entrego una bandeja amplia con dos platillos iguales, tanto en proporción como en calidad de ingredientes "No hay que dejarlos propasarse"
"Entiendo, tía Lan" Bai Ling se veía realmente seria. Se había creado la meta de aprender todo lo necesario para la educación de sus hijastros.
Justo cuando se estaba por ir a llevar el desayuno a los pequeños, el celular personal de la tía Lan sonó dos veces, fue un mensaje.
Hu Bai Ling se detuvo al acto. Solo había una persona a la que la tía Lan nunca le silenciaba sus mensajes aun en sus horas de trabajo, además del mismo Feng Dingbang: el asistente de Feng Dingbang.
"El señor" parecía que el mensaje era más largo de lo esperado, y al terminar de leerlo, la tía Lan se veía en conflicto para decir algo "... Básicamente ha dado su autorización. En una hora los guardaespaldas estarán listos, después tendrán la libertad que desee"
"¡¿En serio?!" no le importó todo lo demás después del Ha dado su autorización, y de inmediato salió corriendo escaleras arriba.
Tía Lan quedo desconcertada. Realmente estaba actuando diferente, pero no sabía si era un cambio para mejor.
Hu Bai Ling estaba tan emocionada.
Entro a su habitación como si fuera navidad, tomando por completo desprevenidos a los gemelos. Miro a ambos niños y les dio las buenas nuevas con las mejillas sonrojadas de la emoción.
Así mientras los pequeños terminaban su desayuno, Bai Ling entro a su gigantesco armario. Estaba de buen humor, por lo que deseaba que su vestimenta de hoy reflejara eso. Eligiendo un hermoso vestido blanco recto con un corte de pez debajo de la rodilla. Era algo ceñido al cuerpo, pero se nivelaba con una tela de malla que cubría su pecho y cuello, también siendo el mismo material de las mangas, dándole una apariencia elegante pero juvenil.
Solía vestirme con estilos más tiernos y coloridos, no podía hacerlo más, porque ahora era la prominente esposa de la familia Feng y tenía a mi cargo a los dos futuros herederos de la familia. Si había algo que tenía que hacer, era como mínimo vestirse a la altura. Pero aún era joven, si elegía un estilo demasiado maduro me vería más como un payaso.
Era muy complicado tener que mantener una imagen, pero vale la pena, si lo vale.
La tía Lan vino poco después y se llevó a los niños para vestirlos, mientras que Hu Bai Ling buscaba el primer regalo de bodas que le dio Feng Dingbang, así es, ¡La maravillosa tarjeta negra de la familia Feng!
Hace tanto que no tenía tanto dinero en sus manos, y todo gracias a este pequeño pedazo de plástico. Realmente se esforzaría mucho para merecer esto.
"¡Mamá, estamos listos!"
"¡Mamá, mira! ¡Estamos vestidos igual!" Feng Xue y Feng Yang usaban unos lindos trajes con el color rojo a juego. Un pantalón rojo y camisa blanca limpia, y un vestido rojo con medias iguales y un abrigo blanco corto. Se veían adorables.
"¡Que lindos!" era la magia de ser niños y tener un gemelo "Me gustaría tener uno" Pero era ridículo. No solo ya no era una niña, nunca tuvo ese tipo de relación con sus hermanos, y dudaba mucho que fuera a mejorar con su hermano mayor en este mundo. Además de que era la prominente señora de la familia Feng, sería el hazmerreír de las señoras y señoritas que les encantaba cotillear.
Lo que no noto fueron los brillantes ojos de los dos pequeños frente suyo.
Su mamá y ellos usando la misma ropa, ¿Cómo la ropa de pareja? ¡Tantas posibilidades!