Su Jian ignoró lo que pasaba a sus espaldas y miró al cielo. El sol del medio día no era demasiado fuerte en esa época del año, por lo que los jardines exteriores de la universidad se sentían frescos e iluminados.
Al entrar en la universidad, ¿cuántas eran las probabilidades de encontrarse con un conocido entre miles de personas? ¿cuántas, siendo que ambos pertenecían a facultades distintas y carreras distintas? Los enemigos estaban destinados a encontrarse.
—¡Claro que fue tu culpa, lo hiciste a propósito! —Aquella joven, Che XuDan, levantó una mano y trató de golpear a Qu Yuan, casi mandando a volar su gorro.
El joven que estaba siendo regañado fue capaz de esquivarla, retrocediendo hasta pararse junto a Su Jian.
—¿Por qué lo haría a propósito? Ya no estamos en la escuela, hemos crecido. —Qu Yuan miró a quien estaba de pie tras Che XuDan, un joven de apariencia educada y brillante—. Li Yan, de verdad lo siento. No fue mi intención.
La expresión de Li Yan era desinteresada, era obvio que estaba pensando en otras cosas. Sin embargo, asintió al escuchar a Qu Yuan:
—No hay problema. —Miró la mancha de café en su camisa, pero no cambió de opinión—. No importa.
Su Jian miró hacia atrás por encima del hombro, y mostró una sonrisa burlona al mirar a Li Yan con ojos fríos.
—¿Hay algo que te importe en este mundo, loto verde*?
—¡¿A quien llamas loto verde, pedazo de basura?! —Che XuDan fue la primera en levantar su voz, incluso lucía más agraviada que Li Yan—. El perro puede haber crecido, pero el amo no.
—¿Cómo que perro? —Qu Yuan estaba siendo insultado sin siquiera estar metido en problemas.
Ignorando los gritos de la chica y la frialdad de Li Yan, Su Jian retomó su camino al exterior. No tenía ni el tiempo, ni el animo para quedarse a discutir. Aunque, le hubiera gustado ver la cara de ese idiota por más tiempo; pero seguir con esa 'conversación' implicaba distraer a Li Yan de tomar su medicina, y Su Jian nunca se permitiría hacer eso.
—No soy el perro de nadie, absolutamente no lo soy. —La fiel mascota del joven Su, Qu Yuan, se fue tras su amo y dejó atrás a la gritona XuDan.
Li Yan suspiró mientras veía a ambos irse. Su vista estuvo puesta en la espalda de Su Jian hasta que su amiga se colocó en medio.
—¿Es en serio?
—No sé de que hablas. —Sin mirarla a los ojos, Li Yan salió del edificio rumbo al estacionamiento.
—Es un perdedor*. No sé que le has visto todos estos años.
—Su Jian no es bajo ni feo.
—Pero es un patán, ¡no tiene educación! Además, es tonto por no darse cuenta. —Che XuDan estaba irritada.
—No es maleducado. Y no tiene nada de lo que enterarse.
—¡Oh, ¿no sabías que la gente esconde su amor*?! No pudiste escoger un poema menos directo, pero él ni siquiera lo notó. Su cerebro tiene que haber sido pateado por un burro.
—No es tonto… No tanto como tú lo dices. —Li Yan miró a su amiga, el rostro de Che XuDan estaba tan arrugado por la frustración que lucía horrible—. No hagas esa cara, ¿qué harás si tu cara se queda así? ¿no tienes un lugar donde ir esta noche?
—Lo tengo, tú también lo tienes. A-Cheng dijo que podíamos asistir los dos.
—No me gustan los bares ni las discotecas, me quedaré en casa. Haré el trabajo de los dos.
—Yan-di, Yan-di, como adoro a mi querido Yan-di. —Che XuDan incluso cambió su tono de voz a uno más agudo—. Te estaré escribiendo toda la noche entonces, esta Jiejie no te dejara solo. Ahora, llévame a casa.
—Por este camino, Su Excelencia. —Con una sonrisa divertida en su rostro, Li Yan señaló la entrada al estacionamiento.
Su Jian recorrió el lugar con la mirada, apenas viendo algo gracias a la oscuridad y a las luces destellantes. La música tampoco le permitía oír demasiado, y la irritación no tardó mucho en hacerse presente. Con razón Li Yan odiaba esos lugares.
Se puso de pie, tambaleándose un poco. Ya había pasado la media noche, faltaban unos cuantos minutos para que fueran las dos de la madrugada, así que Su Jian ya había bebido y bailado suficiente.
Caminó hacia la salida buscando a Qu Yuan, pero no lo vio por ningún lado. Al salir vio a varios de sus conocidos afuera, sentados sobre sus autos mientras bebían y charlaban.
Mirando alrededor encontró algo extraño, incluso pensó que era solo su borrachera, sin embargo, era real; Che XuDan y Qu Yuan estaban hablando civilizadamente. Al lado de ese par estaban el responsable de la reunión y un par de idiotas borrachos.
—Que bonita pareja. —Su Jian comentó al acercarse—. Me iré ya.
—¿Tan pronto? —Qu Yuan miró a su amigo y luego a Che XuDan, ella se limitó a ver su celular e ignorar al recién llegado.
—¿Pronto? Son las dos de la mañana, aun tengo lugares a los que ir en la tarde. Y dijiste que iríamos de regreso.
Ciertamente, Su Jian había asistido a ese lugar solo porque Qu Yuan estaría allí, y habían prometido que irían juntos y volverían juntos.
—Dame un momento entonces. Vi a mi primo aquí, iré a pedirle dinero para un taxi.
—Pero yo te di el dinero extra para eso.
—Uh, ocurrió un problema y tuve que usarlo. No te preocupes, lo conseguiré. —Qu Yuan desapareció tan rápido como pudo, aunque Su Jian ya había visto la lata de cerveza que Che XuDan sostenía en una mano.
Era una cerveza costosa. Su Jian se cruzó de brazos y maldijo pateando el suelo.
Por su lado, XuDan se esforzó por no prestarle atención. Le dio un sorbo a su bebida y envió un '666*' a Li Yan a través de WeChat, en respuesta a las imágenes de la exposición que ambos debían presentar la semana siguiente.
Concentrada en su conversación, rápidamente olvidó que Su Jian estaba frente a ella. Ni siquiera pudo notar cuando él desapareció, junto a uno de los idiotas borrachos que antes estaban con su A-Cheng.
Fue un rato después, cuando Qu Yuan regresó y se acercó a ella un poco confundido, que Che XuDan se dio cuenta de que el otro ya no estaba. Ella preguntó:
—¿No dijo que iba a esperarte?
—Él lo dijo, y Su Jian no es del tipo que me dejaría aquí solo.
—Bueno, está un poco borracho. —Che XuDan se encogió de hombros.
—¿Borracho?
—¡Incluso se estaba tambaleando, ¿dónde están ese par de ojos tuyos?!
—Simplemente no lo noté. Quizás se haya ido con alguien más. —Qu Yuan volvió a mirar a su alrededor—. El único que falta aquí es Wang Lu, ni siquiera esta su auto.
—Él estaba con A-Cheng, lo sacaron porque estaba demasiado ebrio.
Tras unos segundos de pensar, ambos se miraron. Qu Yuan se rio nervioso.
—No es posible, ¿verdad? Su Jian no sería tan imprudente, ¿verdad?
Sin embargo, Su Jian si era bastante imprudente una vez estaba atontado por el alcohol. Conocía a Wang Lu, más no eran amigos, pero eso no había evitado que se subiera a su auto para conseguir un viaje gratis a su casa.
Dado que Qu Yuan había ido a pedir dinero, seguro podría regresar a casa por su cuenta. Además, Qu Yuan era cobarde, seguro se asustaría por la forma extraña en la que Wang Lu estaba conduciendo.
Sí, era una forma extraña. En zigzag, ignorando semáforos, excediendo la velocidad, incapaz de esquivar el camión que estaba frente a ellos…
Su Jian vio el metal romper el parabrisas como si todo estuviera en cámara lenta y pensó, quizá no fue una buena idea.
Al día siguiente, después de haber dormido casi hasta el atardecer, Li Yan despertó en su habitación. Hizo su rutina común de cada mañana, yendo al baño para limpiar su rostro y luego bajando a la cocina para desayunar.
Tras tomar su desayuno, Li Yan finalmente se sentó en la sala de su hogar, y revisó su celular de una vez por todas.
Revisó los mensajes que Che XuDan le había enviado hace apenas una hora.
«Yan-di, lo siento. Lo siento.»
Desconcertado, respondió con un simple '¿?'. Mientras esperaba por una respuesta recibió un golpe en la pierna de parte de su abuela, la adorable abuela Li.
—Desde el anochecer hasta el amanecer has estado mirando esa pantalla, al menos ve a darte un baño primero.
—Estoy esperando noticias de XuDan. Laolao*, lo haré en un rato.
La abuela Li no tenía razones para no creer en las palabras de su nieto, así que siguió su camino hacia el pasillo.
La puerta principal se abrió y la anciana abuela Li vio entrar a su hija con una expresión preocupada.
—Madre. —La mujer se acercó a ella hablando en voz baja, sus pasos igualmente fueron silenciosos—. ¿Yan'er está bien?
—Está tan bien como siempre. Incluso esta jugando una vez más, y apenas despertó. —No podía desperdiciar la oportunidad de regañar a su nieto, un niño adicto a la tecnología y los juegos, pero luego preguntó entre susurros—. ¿Sucedió algo?
—¿Recuerdas a ese amigo que Li Yan tuvo cuando era niño? Su Jian. El niño que a veces venía dormir, y se quedaba días enteros.
—Lo recuerdo, a Yan'er le gustaba mucho ese niño. —La abuela Li solo recordaba lo mucho que su nieto parloteaba sobre ese niño.
—Bueno, creo que él aun no lo sabe, pero…
Dentro de la sala, Li Yan aun era ignorante de las palabras de su madre y su abuela. Vio como el símbolo de 'escribiendo' aparecía y desaparecía una y otra vez en su chat; eso lo llenó de curiosidad, sin embargo, le dio a Che XuDan todo el tiempo del mundo.
Casi pasó media hora, incluso su madre y su abuela habían entrado a la sala y tomaron asiento justo frente a él. Ambas tenían miradas llenas de inseguridad. Li Yan sintió que su corazón palpitaba y dolía, ¿qué le estaban escondiendo?
El mensaje de Che XuDan llegó al mismo tiempo que su madre abrió la boca.
—Yan'er…
«Yan-di. Lo siento.»
—Algo muy malo ha sucedido esta madrugada, no sabía cómo decírtelo. Tu amigo, Su Jian… Él tuvo un accidente.
«Su Jian murió.»
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1. Loto verde.
(Bilian). Un homófono para (bīliǎn), literalmente, cara forzada. Una persona despreciable y desvergonzada.
2. Un perdedor.
Lo que Che XuDan dijo fue (Ai cuo qiong). Jerga china. Literalmente significa bajo, feo y pobre, pero hace referencia a un perdedor (masculino).
3. No sabías que la gente esconde su amor.
Un antiguo poema del Emperador Wu de Han, de donde proviene el título de esta historia. A Hundred and Seventy Chinese Poems.
4. 666.
Una jerga de internet china. Se podría traducir como, 'lo estás haciendo increíble, cariño'. Normalmente se utilizaría dentro de los videojuegos.
5. Laolao.
Abuela materna.