La llovizna no duró demasiado, por lo que Su WuLi pudo comenzar con su trabajo sin muchas complicaciones.
Su Jian podía ser ignorante en cuanto a historia, pero había aprendido a trabajar en el campo gracias a su abuelo. Eran solo ellos dos en su familia, y no tenían mucho dinero, así que Su Jian sabía lo que era trabajar día y noche sin descanso.
Su WuLi original tampoco tenía mucha familia, no obstante, aun tenía un par de primos lejanos que le ayudaban a recoger las cosechas, sino, Su Jian estaba seguro de que el infeliz habría obligado a Li Huan a dejar de estudiar.
Aunque trabajar bajo el sol era duro y agotador, le traía recuerdos agradables de su niñez y le permitía pensar en asuntos necesarios. Por ejemplo, pudo llegar a la conclusión de que, para lograr que Li Yan aceptara su amor, debía volverse obvio y, si era necesario, 'ponerse físico'.
Ya una vez había confesado sus sentimientos a Li Yan, y eso había resultado en una gran humillación, según él recordaba. Pero los años pasaron y era tiempo de intentar una segunda vez, lo peor que podía pasar era que su divorcio llegara pronto.
O que fuera humillado otra vez, después de todo, Li Yan no era tan sincero como parecía. Esa era una idea que estaba grabada en la mente de Su Jian.
Mientras araba la tierra, con el sol del medio día sobre su espalda, Su Jian pensó que debía ir al templo de Jiang Shui con su familia; la fe en los dioses era parte de la época, y la gente del condado podría encontrar extraño que Li BaoGui y él no hicieran parte de ello.
De un momento a otro, sus primos lo vieron mover la azada con una sonrisa estúpida. Ellos no lo entendieron, no sabía lo mucho que significaba ese solo pensamiento para Su Jian.
Debo ir al templo de Jiang Shui con mi familia. Con mi esposo y mi hijo.
Esas palabras siempre fueron un sueño para él cuando era niño.
—¡Debo ir al templo de Jiang Shui con mi familia! —exclamó sin darse cuenta.
Uno de sus primos, que tenía tan mal carácter como el Su WuLi original, le respondió:
—¿Acaso es mi culpa?
—Mejor cállate, y trabaja. Hablar no cocina arroz. —dijo su otro primo.
Aun cuando fue regañado y tratado de esa manera, Su WuLi no respondió ni se quejó; trabajó aún más rápido con la idea de caminar por las calles con su esposo y su hijo. Eso resultó raro para sus primos también, pero lo tomaron como si él finalmente hubiera enloquecido.
Ese solo pensamiento en su mente y corazón hicieron que las horas pasaran rápido para Su Jian, y, tras terminar de arar, llegó el momento para ir a casa. Sin pensarlo demasiado, dejó a sus primos atrás sin despedirse.
Ese día, todos los vecinos vieron a Su WuLi correr de regreso a la residencia Li a la hora del mono*.
Su Jian no se sintió satisfecho hasta atravesar la abertura en la pared, y entrar al patio en el que vivía con Li Yan. La risa de su hijo y el balar de una cabra eran el único sonido. Al principio, Su Jian pensaba llevar a BaiBai de regreso ese día, pero Li Huan estaba muy feliz con ella y decidió dejarla en su patio por un tiempo.
Li BaoGui estaba sentado fuera de la cocina, bordando lo que parecía ser un pañuelo, mientras su hijo corría en círculos junto con el grosero animal.
Li Huan fue el primero en notar la llegada de su padre:
—¡Yifu!
Su exclamación hizo que Li BaoGui levantara la cabeza, la sonrisa que se dibujó en su rostro fue genuina y brillante. Li Huan se acercó a su padre con mucha emoción.
—Yimu está preparando qiutang*. —Li Huan imitó una voz más gruesa y recitó—. Bebe la sopa para limpiar el hígado y los intestinos, así toda la familia estará segura y sana. Eso dijo laoye.
Su WuLi caminó junto con el niño hasta la entrada de la cocina, donde Li BaoGui seguía sentado.
—El viejo es sabio, es bueno que escuches lo que dice. —Su Jian le palmeó la cabeza a su hijo. Entonces miró a su esposo-némesis.
—Bienvenido a casa. —Li Yan era un otaku sin remedió, por lo que no le resultó sorprendente escucharlo decir eso en japonés.
Li Huan no comprendió, sin embargo, Su Jian sonrió mientras suspiraba.
Ama la casa y su cuervo.*
BaiBai no quería quedarse fuera, así que se paró tras Su WuLi y masticó la esquina de sus túnicas embarradas.
—¿Estás demasiado cansado? Hay algo que debo pedirte. —Li BaoGui ceso su bordado.
—Haré cualquier cosa por ti. —Su Jian trató de sonar lo más dulce posible, pero la mente de Li Yan a veces era como una piedra.
—Hace falta leña. Soy demasiado blando para este trabajo, y no creo que mis padres estén dispuestos a compartir su leña cortada conmigo.
Cortar leña era algo que los sirvientes de la familia Li hacían, y después se encargaban de entregar una parte a cada patio. Excepto al de Li BaoGui.
Li Huan ayudó a su padre a llevar algunos troncos de la leñera al patio y, por órdenes de Su WuLi, se alejó hasta pararse junto a su 'madre'.
Debido al trabajo de campo, las túnicas de Su WuLi estaban cubiertas de salpicaduras de barro y sudor, lo que hacía que tenerlas puestas se volviera incómodo. Aprovechando que el clima aun se mantenía estable en las tardes, Su Jian aflojo la parte de superior de sus túnicas y las dejo colgar en su cintura.
El cuerpo estaba moldeado gracias al arduo trabajo del dueño original, y Su Jian consideraba que Su WuLi podría haber sido un modelo en la era moderna. Después de todo, existían personas a las que les gustaba la apariencia de 'chico malo'. Estaba mejor moldeado de lo que Su Jian en su cuerpo original, con músculos perfectamente justos para su cuerpo.
Posicionó el hacha y dio inicio a su tarea, cortando tronco por tronco. Los músculos de sus brazos y su espalda se estiraban con cada movimiento, y brillaban cubiertos de sudor bajo los rayos restantes del sol.
A Li Yan se le hizo agua la boca. Sintió que los veintidós años vividos en su mundo original eran basura, tiempo perdido que podría haber pasado recostado sobre esos abdominales. ¿Cómo podría el Li BaoGui original haber vivido dos años de matrimonio sin tocarlos, sin verlos?
Li Yan quería poner sus manos ahí, quería dormir ahí, quería besarlos. ¡Quería ver esos abdominales entre sus piernas! Incluso su vientre hormigueó, su otra boca también se hizo agua.
Tenía una apariencia tranquila y un aspecto puro, pero Li Yan era muy diferente a Li BaoGui en un aspecto; era un virgen con mucha libido. Y, sin duda, era un maestro ocultando su ferviente calor de las personas que lo rodeaban. Sin embargo, ahora tenía un problema.
Con los recuerdos de Li BaoGui, Li Yan pudo hacerse una idea de como funcionaba el cuerpo de un hombre fértil. Su conclusión fue: No es muy complicado, tampoco es muy cómodo. Pero mojar mis túnicas…
No quería mojar sus túnicas, nadie en el mundo querría eso. Debía concentrarse en otra cosa y mirar a otro lado, no podía fijarse más en como los brazos de Su WuLi se flexionaban y su espalda…
—Yimu, yimu. —Li Huan tiró ligeramente de las mangas de Li BaoGui—. ¿La qiutang está lista?
—I-iré a ver. —Tomando la oportunidad, Li BaoGui entró a la cocina.
No fue una muy buena idea en realidad. El fuego que ardía en su mente, tan sucia como el fondo de una olla, convirtió el calor de la anticuada estufa en un infierno abrumador.
Pasar del frio al calor no iba a ser bueno para su salud, más no tenía ninguna forma de solucionarlo.
Trató de poner toda su mente en servir la comida y llevarla a la mesa y funcionó, al menos hasta que Su WuLi terminó con su tarea y entró a la cocina junto con Li Huan. Ambos habían acomodado la leña en su lugar, y se habían lavado las manos, pero Su WuLi seguía sin usar correctamente sus túnicas.
Li BaoGui mantuvo su mirada en el suelo, no quería volver a mirarlo y al mismo tiempo quería verlo por el resto de su vida. De esa manera iba a ser incapaz de comer.
—Es invierno, deberías… Cubrirte bien. —dijo mientras pretendía estar en calma.
—Me vestiré correctamente después de darme un baño. —Su Jian estaba feliz de que su amado-enemigo se preocupara por él así que, buscando agradecer y tranquilizar, abrió su horrible boca—. No te mezcles en mis asuntos.
Li Yan, como siempre, fue inmune a esas palabras. Y Li Huan ya estaba comiendo y se había excluido de toda conversación por cuenta propia.
Su WuLi se sentó a la mesa y esperó a que Li BaoGui se sentara, cosa que no sucedió.
Su WuLi se giró para verlo, y Li BaoGui cubrió su rostro como si los rayos del sol hubiesen sido lanzados sobre sus ojos. ¡Esos abdominales estaban tentándolo demasiado, debía batirse en retirada!
—Yo… Voy a prepararte ropa y un baño caliente. —Se excusó.
—No es necesario, deberías comer primero. Aun no estás curado y saltar comidas sería peligroso.
—¡Comeré después, disfruten la comida! —Simplemente se fue corriendo, dejando de lado toda posibilidad de 'disimulo'.
Su WuLi estaba en verdad confundido, y miró a su hijo, pero Li Huan sabía incluso menos que él.
Como no podía darse una ducha de agua fría, Li Yan realmente necesitó un buen tiempo para calmarse. Dejó el agua caliente en la bañera tras el biombo de su dormitorio, el cual se suponía que compartiera con Su WuLi, y fue a buscarle unas túnicas limpias.
Al volver a la habitación pudo notar la ropa sucia colgada sobre el biombo de madera, y vio la silueta de su esposo-enemigo gracias a la luz de las velas. Ya había caído la noche y la iluminación era apenas la adecuada, Li Yan no pudo evitar recordar la cantidad de películas 'alegres' que empezaban de esa manera.
Se aclaró la garganta para avisar de su presencia, y tomó la ropa sucia para reemplazarla con la que acaba de llevarle a Su WuLi.
—Me tomó un tiempo darme cuenta de que habías preparado esta bañera, en un principio estuve esperando en el dormitorio que yo utilizo. —La voz de Su Jian sonó de repente, haciendo que Li Yan se avergonzara—. De todas maneras… Gracias.
En su mundo normal y moderno, Li Yan acostumbraba a dejar su ropa sucia amontonada en una silla, y ahora, a falta de la silla, consiguió una cesta grande para poner todas las prendas sucias y esperar a que Hua Zhang llegase por ellas.
—Es lo que una esposa debe hacer. —Distraído por la situación, dejó salir aquello de su boca sin darse cuenta.
Un ambiente incomodo se apodero del dormitorio, ninguno de los dos estaba dispuesto a hablar de eso aún. Principalmente porque eran estúpidos y ciegos.
Al final, fue Su WuLi quien rompió el silencio.
—Mañana temprano llevaré a Li Huan al templo de Jiang Shui. Y me preguntaba si quisieras ir también. Ya que ella es 'la señora de las buenas cosechas', los campesinos visitaran el templo en épocas como esta.
—Siento que he mejorado, así que estará bien si voy.
—Es la deidad local, mientras nos vean en su templo, seguirán pensando que somos normales. —Su WuLi concluyó. La conversación volvió a terminar ahí, y un silencio pesado se presentó una vez más.
Li BaoGui se quitó las túnicas exteriores en silencio, las colgó en el lugar adecuado y se sentó al borde de la cama.
—Mañana haré tangyuan*. Aunque la propiedad del Su WuLi original es pequeña, aún debe necesitar mucho trabajo, así que puedes llevar tangyuan cuando regresemos del templo y ponerlo entre el campo.
—Suena bien. —Su Jian se levantó de la bañera, Li Yan pudo verlo a través de su silueta en el biombo.
El dormitorio era grande, al fin y al cabo, se suponía que fuera para la pareja de casados, pero Li BaoGui era el único que dormía ahí por su cuenta. No podía negar que quería tener a Su Jian durmiendo a su lado, en realidad, ya había decidido que quería conseguir que Su Jian durmiera junto a él esa noche.
Ese podría ser un primer paso a mejorar su relación, y quizás tendría la confianza suficiente para preguntarle, ¿por qué ignoraste mi confesión en la secundaria?
—Últimamente está haciendo frio… —Li BaoGui quiso ser sutil.
—Traeré otra colcha gruesa para ti. —Su WuLi no captó las indirectas.
—No creo que sea suficiente para mí.
—También voy a quemar más carbón entonces.
Viendo que Su WuLi terminaba de vestirse, Li Yan hizo un puchero al sentirse frustrado.
—Me siento solo. —Decidió ser más obvio.
—Según recuerdo, solías tener bastantes peluches en tu cama desde que eras niño. ¿Por qué no abrazas una almohada?
—Es más fácil conseguir calor si duermes junto a una persona. —Li Yan comenzaba a irritarse.
—Le diré a Huan'er, él de seguro podrá hacerte compañía.
Li BaoGui sintió que estaba dándole golpes a una masa de algodón. No iba a conseguir nada si seguía igual. Su WuLi salió de detrás de la pantalla, listo para irse, cuando escuchó a su esposo-enemigo quejarse entre murmullos.
Bajo la luz de las velas no podía ver mucho, aun así, sus ojos se fijaron primero en el rostro que lo había cautivado desde hacía tantos años. Li BaoGui tenía una expresión extraña, con las cejas fruncidas y las mejillas infladas, lucía como un niño mimado al borde de las lágrimas.
—Li Yan…
Todo sobre esa imagen le trajo antiguos recuerdos, y su corazón latió con fuerza con las siguientes palabras de Li Yan:
—Quiero que duermas conmigo, ¿por qué no duermes conmigo?
'Su-ge, quiero que duermas conmigo, ¿por qué no duermes conmigo?'
• • • • • • • • • • •
1. Hora del mono.
Entre las 3 y 5 de la tarde.
2. Qiutang.
Sopa de otoño. Es una sopa hecha con qiucai, amaranto silvestre, y pescado.
3. Ama la casa y su cuervo.
Significa que el amor abarca todo lo relacionado con alguien.
4. Tangyuan.
Es un postre pegajoso popular durante el qiufen. Es elaborado con arroz glutinoso, se cree que al poner algunos de ellos en los campos, podría ayudar a pegar los picos de los gorriones, y así evitar que se coman las cosechas.