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Chapter 9 - Capitulo 9: Nace una enemistad

Con los dos tontos dando vueltas sin ir a ningún lado, varios días transcurrieron.

Li BaoGui había mantenido las flores en su habitación hasta que se marchitaron, y entonces tuvo que desecharlas. Su WuLi nunca se llevó a BaiBai de regreso a su lugar original, por lo que construyó algo similar una casa para perros y dejó a la cabra vivir ahí.

Por otro lado, Li Huan era el más feliz de los tres. Su familia ya no era lúgubre, su padre jugaba más con él y trataba bien a su madre.

Todo parecía marchar bien. Desde el punto de vista de Su Jian, su relación marital había progresado un poco, y progresar un poco era mejor que no progresar en absoluto. Li BaoGui ya no parecía dudar al llamarlo esposo, y Su WuLi podía dormir perfectamente junto a él sin tener pensamientos raros.

Pero todo debía fallar en determinado momento.

Después de que la Señora Mo escuchara las palabras de las sirvientas acerca de Li BaoGui, y del extraño comportamiento de la pareja, ella no podía quedarse de brazos cruzados.

Una mañana, después del desayuno, Su WuLi corría tras BaiBai junto con Li Huan. Li BaoGui estaba riendo viéndolos a ambos, pero Su WuLi no estaba riendo. ¡Porque no estaba jugando en absoluto!

—¡Animal ingrato, si lo rompes, ¿no te dolerá la conciencia?!

Sin embargo, ¿cómo iba una pequeña cabra a albergar una consciencia o intenciones malignas? BaiBai siguió corriendo de un lado a otro.

¿Qué era lo que no debía romper? Una carta de amor.

Aunque el original Su WuLi era una persona despreciable aun tenía algunos conocidos, uno de ellos era un anciano que vivía cerca de su parcela. Ese viejo hombre ayudó a Su Jian, quien estaba atrapado en un cuerpo originalmente analfabeto, a escribir una carta con caligrafía impecable.

Pero al final había terminado mascada y humedecida, una desgracia.

La señora Mo cruzó la abertura de la pared y puso un pie en el patio, seguida por la sirvienta Hua Zhang. Sus cejas se fruncieron apenas entró, no se suponía que hubiera cabras en ese lugar de la residencia. Una vez la familia de tres las notó, el ambiente cálido y hogareño se desvaneció.

BaiBai disminuyó su velocidad y corrió hacía la casa que Su WuLi le había construido, como si supiera que no debía mostrarse con libertad. Sin embargo, no soltó la carta.

Su WuLi se paró firme y la saludó con respeto.

—Madre.

—Laolao*. —Li Huan también saludó.

Li BaoGui se quedó en su lugar, estaba sorprendido. Verla en físico no era similar a verla en los recuerdos de su yo original. Pensó: En mi vida pasada, ¿mi madre se habría visto de esta manera?

La Señora Mo no respondió el saludo de Su WuLi, solo se acercó a Li Huan mientras caminaba y le palmeó la cabeza.

—Mi querido nieto, ¿por qué no vas a jugar afuera? La tarde no será tan fría, y no parece que vaya a llover. Ve a buscar a tus amigos.

—Este Huan'er está yendo entonces. —Li Huan caminó hacia la abertura de la pared y miró atrás, entregándole una mirada compasiva a su padre —. ¿Yifu podría venir conmigo?

Su Jian estuvo al borde de las lágrimas. Pensó, ¡que hijo tan filial me han regalado los cielos! Su corazón esta lleno de piedad para su padre. Es mi preciado hijo, mi carne y sangre.

—Papá te alcanzara en un segundo, espérame afuera. —Prometió Su WuLi.

Li Huan salió del patio entonces.

La Señora Mo no quería a su yerno, así que siguió caminando hasta encontrarse de frente con Li BaoGui. Él saludó.

—Madre.

A pesar de que él ya era un hombre adulto, la Señora Mo lo miró de arriba a abajo y luego estiró las manos hacia el rostro ajeno. Tanteó las mejillas de su hijo con sus manos, sintiéndolas suaves como de costumbre.

—Ahora hay color en tu rostro. Después de dos años, al fin estás mejorando.

—Mi esposo a cuidado de mí.

La madre de Li BaoGui escuchó esas palabras y bufó, mirando de reojo a Su WuLi, quien estaba escabulléndose en silencio a la cocina.

—Madre, acompáñame, bebamos algo de té.

Li BaoGui se fue a la pequeña sala de recepción de su patio, y Hua Zhang caminó en silencio a la cocina para preparar el té. Al entrar, ella y Su WuLi se miraron sin decir nada y cada uno se dispuso a cumplir su deber.

Su WuLi decocio medicina para su esposo-enemigo, y la envió junto al té con la colaboración de Hua Zhang. Cuando estuvo solo guardó las cosas que había utilizado, y se topó otra vez con el ingrediente extraño justo donde lo dejó.

Seguía sin saber que era y cual era su utilidad, así que volvió a dejarlo ahí.

Luego, salió corriendo a la calle. No quería ver a la Señora Mo. La Señora Mo lo despreciaba profundamente.

Hua Zhang sirvió el té en la taza de la Señora Mo, y dejó que Li BaoGui terminara de tomar su medicina antes de servirle a él. Luego se quedó de pie en una esquina, silenciosa y atenta a cualquier palabra.

La Señora Mo, Mo CaiWei, tomó un sorbo del té para refrescar su garganta, y le sonrió a su hijo.

—Entonces, ¿esa cabra es la mascota de Huan'er?

—Él le tiene mucho cariño, por eso he pedido a mi esposo que le deje estar en casa un tiempo.

—A este paso, vas a terminar por malcriar a Huan'er. —dijo la Señora Mo.

—Es mi único hijo.

Con esas palabras, la habitación quedó en silencio. Mo CaiWei bebió otro sorbo de té y decidió mostrar sus verdaderas intenciones.

—Ahora que has mejorado una vez más, dime, Gui'er, ¿qué planeas hacer?

—No entiendo a lo que madre se refiere.

Mo CaiWei se reacomodó en su silla, su porte era elegante y serio.

—Gui'er, te he criado como se debe. Has aprendido y seguido las tres obediencias y las cuatro virtudes*, y nunca te has avergonzado a ti mismo. —Mientras hablaba, la Señora Mo sonaba abatida—. Cuando cumpliste quince años había tantos casamenteros en la puerta de nuestro hogar… Ah, tantos hombres buenos querían casarse contigo. Tu padre incluso pensaba que podrías casarte en el palacio si te enviaba a la capital.

Li Yan supo a donde quería llegar la Señora Mo. Li BaoGui le heredó varios recuerdos similares.

—Madre…

—Pequeño hijo mío, ¿no pensaste en nosotros? De todos los hombres, escogiste a un campesino huérfano. Tú padre te dejo casarte aun así solo porque eres la perla en la palma de su mano, pero…

Li Yan pensó, estimada señora… Yo no la conozco, no he pensado en usted.

Sim embargo, Li Yan podía comprender la frustración de esa madre barata. Ver a su hermoso hijo casarse con un pobre y lúgubre campesino debió ser difícil. Desde el punto de vista de la Señora Mo, Li BaoGui y Su WuLi eran como un dragón y un cerdo*.

Mo CaiWei sostuvo su propio pecho, mirando a su hijo con ojos suplicantes.

—Aunque han pasado dos años de matrimonio, no has dado a luz ningún hijo. Gui'er, aun puedes retractarte de tus palabras y encontrar un nuevo esposo.

Naturalmente, Li Huan no contaba como un hijo de Su WuLi y Li BaoGui, era solo un niño adoptado dentro de la familia Li.

—Madre, estoy bien. No deseo casarme una vez más.

—Por favor, hijo mío, piénsalo bien. No hagas sufrir a tu madre. Aun hay hombres buenos en el condado, Mo Liu no se ha casado todavía. Lu Ran es más joven que tu por unos años, pero eso no será un problema. Incluso la familia Chu está bien.

—No me retractare de mis palabras. Quiero a mi esposo, a nadie más. —Li BaoGui notó que su madre barata parecía a punto de llorar—. No estoy sufriendo madre. La forma en la que mi esposo me ha tratado no ha sido la correcta, pero va a cambiar a partir de ahora.

—¿Cómo estás tan seguro de ello?

—Lo estoy. Mi esposo ya ha comenzado a cambiar, Huan'er está muy feliz también.

Mo CaiWei no estaba demasiado convencida, sin embargo, limpió la humedad de sus ojos con la manga de sus túnicas.

—… Madre, si las cosas no van bien, mi esposo y yo nos divorciaremos apenas sea posible, no debes preocuparte. Y, si todo va bien, te daré algunos nietos. —Li BaoGui aseguró.

—Antes estabas tan decidido a quedarte con él a pesar de todo, incluso dijiste que te quedarías a su lado toda tu vida. ¿Ahora has pensado en la opción del divorcio? Mi pequeño hijo al fin ha despertado. ¿Ha sido Jiang Shui?

Li BaoGui no había hablado con su madre en mucho tiempo, por lo que nunca le mencionó nada de aquella vez que fue al templo de Jiang Shui. Las noticias se expandían rápido.

—Ella me ha iluminado. —Li BaoGui respondió con una sonrisa tranquila.

Afuera, los niños de diferentes hogares estaban jugando en la calle, entre ellos estaba Li Huan. De hecho, también había otros niños de la residencia Li, después de todo, eran una familia considerablemente grande.

Su WuLi estaba sentado sobre una gran roca al costado de la calle, mirando a los niños jugar cuju*. De un momento a otro, Su Jian pudo ver que la pelota de cuero se acercaba a él rápidamente, pero no se intimidó. Mostró sus habilidades aprendidas durante su etapa escolar y detuvo la pelota con una de sus manos.

Los niños lo encontraron sorprendente, más ninguno se acercó. Li Huan fue quien caminó hasta su padre y recibió la pelota de regreso. Su WuLi dijo:

—Ten cuidado. Si golpean a alguien te vas a meter en problemas tú también.

Para los niños del condado, Su WuLi era un hombre sombrío y aterrador, dos dedos eran suficiente para contar las veces que lo habían visto sonreír; y no una sonrisa genuina y alegre, sino una media sonrisa llena de sarcasmo. Esa fue la primera vez que lo vieron sonreír como un humano normal, como un padre a su hijo.

Los niños solo necesitaban una razón y luego olvidarían el miedo, y gran parte de ellos terminó por acercarse. De un momento a otro, Su WuLi estaba rodeado de niños que lo miraban como si fuera un qilin*. Pensó: Niños, no soy sabio ni benevolente. No les concederé ningún deseo. Solo soy un hombre triste en el cuerpo de un hombre mezquino.

—Gufu está feliz hoy. —El niño que hablo pertenecía a la familia Li, era el segundo hermano menor de Li XuDan.

—Lo estoy, lo estoy.

Su Jian no se esperaba lo que escuchó después de dar su respuesta.

—¿Acaso a recibido el favor de mi querido shushu esta mañana?

Los niños a su alrededor rieron. Su Jian pensó, ¡¿qué sucede con esta generación?!

—Eso no es de tu incumbencia. —Su WuLi estaba triste y avergonzado. Deseaba poder responder a esa respuesta con un sí, pero no podía.

—Oh, entonces es cierto que gufu y shushu no han consumado su matrimonio.

—¿Ni siquiera después de dos años? —Otro de los niños preguntó.

—Por eso no he tenido hermanos. —Li Huan concluyó, su voz y su expresión eran las de alguien que acababa de ser golpeado por el conocimiento.

Su WuLi notó que había sonrisas burlonas en esos pequeños rostros. Un hombre adulto no se rebajaría a discutir con niños, pero Su Jian seguía siendo joven en su corazón.

—Tú, mocoso, ¿dónde has aprendido esas cosas? ¡para que sepas, mi matrimonio fue consumado!

—Las sirvientas dijeron que gufu y shushu ya no dormían en la misma habitación. —replicó el niño.

Este mocoso, ¡este mocoso es quien de verdad se parece a Che -maldita bruja- XuDan! ¡¿cómo se atreve a ventilar los problemas maritales de sus tíos en la calle?!

—Yimu está enfermo de todas maneras, yifu debía dejarlo descansar. —Li Huan miró a Su WuLi—. ¿No es cierto?

Su Jian pensó: Li Huan, lo siento. Este padre tuyo no ha tocado a tu madre en dos años. Te he defraudado.

Su WuLi no pudo dar una respuesta afirmativa, y esos mocosos infernales se burlaron una segunda vez.

—¡Gufu y shushu ni siquiera se han besado! —Se burló el niño.

¿Por qué Su Jian sentía que estaba en primaria otra vez, pero sufriendo acoso escolar? De igual forma, no dejaría que un mocoso con el cabello atado en dos feas trenzas lo molestase.

Iba golpearlo con un palo y luego lo acusaría con los mayores.

Se levantó para ejecutar su plan, sin embargo, Li XuDan salió de la residencia Li y llamó a su hermano. El niño se burló de Su WuLi una última vez antes de irse corriendo.

Dentro de sí mismo, Su Jian maldijo a las dieciocho generaciones de la familia de ese malcriado. Nunca lo perdonaría, ¡ya no podían vivir bajo el mismo cielo!

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1. Laolao.

Abuela materna.

2. Las tres obediencias y las cuatro virtudes.

(sāncóngsìdé). Uno de los mandatos morales confucianos más importantes para las mujeres.

Las tres obediencias para una mujer eran obedecer: A su padre como una hija, a su marido como esposa y a sus hijos en la viudez.

Las cuatro virtudes femeninas fueron: moralidad, lenguaje correcto, modales/apariencia modesta y trabajo diligente.

3. Como un dragón y un cerdo.

Li Yan usó (Yī lóng yī zhū). Uno es muy capaz, el otro extremadamente incompetente. Se utiliza para referirse a un mal emparejamiento.

4. Cuju.

(cùjū). Un juego de la antigua china, muy similar al futbol.

5. Qilin.

(qílín). También conocido como Kylin, Kirin o el unicornio chino. Qilin a veces se traduce como 'unicornio', pero es diferente de los unicornios occidentales. Son conocidos por su gran sabiduría, nobleza, benevolencia y poderes mágicos.