Su WuLi y Li BaoGui despertaron abrazados en la cama al día siguiente. Se levantaron en silencio, no se dijeron una sola palabra en todo el día.
Su Jian no sabía si Li Yan podía recordar algo, y tampoco tenía la confianza suficiente como para preguntar. Al final se fue al trabajo silenciosamente.
Li Yan tenía dolor de cabeza, pero podía recordar gran parte de la noche; no sabía si Su Jian podía recordar algo, y no estaba muy seguro de si debía preguntar.
Ambos tenían la duda de si aquello fue producto del licor, o si eran sentimientos sinceros.
Li Huan no se enteró de mucho y se fue a tomar sus lecciones con su familia materna. Por otro lado, BaiBai sentía la tensión, pero solo le interesaba burlarse de Su WuLi.
Pasaron tres días antes de que Su WuLi y Li BaoGui pudieran mirarse a la cara, y un par más para que se dirigieran la palabra.
El cuerpo de Li BaoGui mostraba mejoras rápidas después de dos años de enfermedad, por lo que Li Yan comenzó a pasear por el condado de vez en cuando, mientras Su Jian se encargaba de las labores del campo.
Un día en particular Su Jian despertó en la mañana y decidió tomarse el día libre, pues le dolían las piernas debido al trabajo. Recordó que, en el pasado, su abuelo solía poner aceites en sus piernas y darse masajes cuando sentía dolor.
Él desconocía si el aceite poseía algún nombre en particular, pero pensó que cualquier clínica lo vendería.
Li BaoGui había ido a visitar la residencia Lu, así que Su WuLi tuvo que ir solo. Salió de la residencia Li encontrándose a la sirvienta Hua Zhang barriendo afuera. Decidió preguntarle.
—Hua Zhang.
—Maestro Su. —Ella saludó.
—Tengo una pregunta para ti.
—Si conozco la respuesta, con gusto se la diré al Maestro Su.
—Dime, ¿cuál de las clínicas del condado vende aceite? —Su Jian pensó que no había nada de malo con su pregunta.
Sin embargo, las manos de Hua Zhang temblaron sin soltar la escoba. Su rostro juvenil se sonrojó y sus ojos vagaron por toda la calle, revisando si alguien estaba cerca.
—M-Maestro Su. —respondió entre susurros—. La clínica HuiChun vende aceite, solo necesita preguntar al Maestro Qu. Por favor, Maestro Su, no le pregunte a esta humilde mujer por qué lo sabe.
Su WuLi no comprendió porque el secretismo, aunque no le dio gran importancia. Agradeció y se fue.
La clínica HuiChun era donde se compraba la medicina para Li BaoGui, y el Su WuLi original se llevaba bien con el Señor Qu, quien dirigía el lugar. Bastó con colocar un pie dentro para que ese corpulento hombre lo saludase desde el mostrador.
—Joven maestro, nos vemos una vez más. ¿Ha venido por más medicina para su esposa? ¿o por el ingrediente extra.
Su WuLi caminó hasta el mostrador, observando cada parte de esa clínica antigua. Definitivamente era extraño llamar a ese simple edificio de madera 'clínica'.
Ya sabía que era ese ingrediente extra, y la verdad no necesitaba más por el momento. Miró al Señor Qu y dijo:
—No es eso, pero seguro vendré por medicina en un par de días.
Había otras personas dentro de la clínica, algunos eran clientes y otros trabajaban ahí. Su WuLi no reparó mucho en esas personas, fue incapaz de notar un rostro conocido.
—Oh, ¿qué desea el Joven maestro entonces?
—Hoy vine para comprar aceite.
—¿Disculpe? —El Maestro Qu se sorprendió tanto que sus ojos se ensancharon.
—Aceite. Vine a comprar aceite.
—¿El Joven maestro está seguro?
Su WuLi asintió. El Señor Qu parecía incrédulo y consternado, incluso sacó un pañuelo para limpiar el sudor de su frente y su bigote. Buscó discretamente entre las alacenas de madera hasta encontrar un frasco, el cual escondió entre sus mangas.
Regresó con Su WuLi y le susurró el precio, Su WuLi pagó sin cuestionarse mucho. El Señor Qu trató de entregarle el frasco con discreción, pero Su WuLi simplemente lo tomó como si no fuera nada e incluso lo levantó frente a su propio rostro.
—Joven maestro, esa es una especialidad secreta de la clínica. —Nervioso, el Maestro Qu persuadió a Su WuLi para que bajara su mano—. Joven maestro, confío en que usted sabe lo que hace.
—Sé lo que hago. Solo debo poner un poco y masajearlo con cuidado, ¿no es así?
El Señor Qu tosió y se secó las gotas de sudor frio que volvían a escurrir, ¿por qué era él quien debía terminar tocando esos temas? Era demasiado indebido. Se inclinó sobre el mostrador y hablo en voz baja.
—Joven maestro, lo correcto sería poner una cantidad generosa y masajear con cuidado, si no… —Al viejo hombre le resulto difícil decir tales palabras—... No va a aflojar y podría, ya sabe, lastimar y doler.
—Entonces, ¿no puedo usar fuerza? —Su WuLi dudó, aun con el aceite a simple vista en su mano—. Creo que así habría un mejor resultado.
El Señor Qu pensó, ¡este no es un hombre, es una bestia desprovista de remordimientos!
—No, Joven maestro, por favor, tenga consideración. No creo que quiera causar algo escandaloso, estropearía su plan. Si va a hacerlo, tenga cuidado y moderación. ¿Está bien? Una vez y con cuidado, y ambos estarán satisfechos por ahora.
Su WuLi no entendió, pero agradeció el consejo. El Señor Qu iba a decir algo más, pero alguien se aclaró la garganta al lado de ambos. El rostro del viejo hombre decayó al ver a Mo Zhan.
—Joven maestro Mo… Ya, Ya he terminado con este Joven maestro, no tema preguntar. ¿El anciano Mo tiene dolor de espalda otra vez?
—Mo JunQiao*. —Su WuLi saludó y se movió en retirada.
Mo Zhan bufó y lo dejo ir, de todas maneras, ya había visto el frasco de aceite en sus manos. Sonrió sin motivo aparente, deslumbrando al Maestro Qu con su belleza.
—Mi yeye* tiene dolor de espalda una vez más.
—Permítame traerle el ungüento.
—Que sea rápido, Maestro Qu. —Su tonó fue exigente y altivo, bastante descortés.
Pero, ¿qué hombre podría enojarse con una belleza?
—Como el Joven maestro desee. —El Señor Qu sonrió y corrió a buscar la medicina.
Mo Zhan se recostó contra el mostrador y siguió sonriendo. Debía contarle a su querido didi sobre lo que sus lindos ojos habían visto.
En la residencia Lu, Li BaoGui levantó la vista de su bordado y le preguntó a Lu Zhi:
—¿Cuánto tiempo podría tomar?
—Danos una semana, no necesitamos más. —Lu Zhi respondió sin detener su aguja.
—Lamento hacer un pedido sin antelación. Debe ser una época ocupada.
—En nuestras familias hay muchas manos trabajadoras, no habrá ningún problema.
Los dos continuaron bordando en un relativo silencio, pues se podía escuchar a los niños de la familia jugando a la distancia. En el patio de Lu Zhi las cosas estuvieron tranquilas hasta que llegó la pequeña Lu Tao, jugando con una flauta de madera.
Sonriente, la niña se detuvo frente a ambos hombres y tocó la flauta con esmero. No tenía técnica ni talento, tampoco la fuerza suficiente en sus infantiles pulmones, y el sonido no fue muy bueno, aun así, Lu Zhi la escuchó y la miró como si fuera una prodigio.
La demostración musical de la niña terminó cuando el aire le faltó, entonces alejó la flauta de su boca y corrió a los brazos de Lu Zhi, quien dejó los elementos de bordar a un costado.
—¿A Tao'er le gusta mucho la música? Si es así, conseguiré un maestro para que pueda pulir aún más tu talento.
La pequeña miró a Li BaoGui y luego ocultó su rostro entre las túnicas de su madre, ocultándose de él. En lo que respectaba a hablar, Lu Tao era un poco tímida. Lu Zhi acarició la espalda de su hija, sonriendo.
Mo Zhan entró al patio unos minutos después, casi corriendo, y se sentó junto a ellos. Ni siquiera saludó, estuvo a punto de comenzar a narrar una historia hasta que vio a Lu Tao.
—Ella no debería escucharlo. —dijo.
—Tao'er, ¿dónde está tu padre? —Lu Zhi miró a su hija. Ella no respondió.
—Tu esposo está con tu padre, los vi hace un par de minutos, mientras venía. Al parecer Lu Ran tiró un par de tejas del techo de la cocina.
—¿Cómo lo hizo? —Lu Zhi ni siquiera estaba sorprendido.
—Tú eres su hermano mayor, ¿no lo sabes tú? —Mo Zhan se encogió de hombros. Miró a Li BaoGui y le quitó el bastidor de madera de las manos—. ¿Solo sabes bordar flores?
—Me gusta bordar orquídeas. —Li BaoGui recuperó su bordado rápidamente, y volvió a tomar la aguja para continuar—. Y siempre estas bordando aves, ¿cómo puedes quejarte de mí?
—También puedo bordar flores si así lo quiero. Orquídeas, peonias. —Se detuvo por segundo, sacudiendo sus mangas con indignación—. Crisantemos no, olvide como bordar crisantemos.
Lu Zhi aprovecho la corta conversación de sus acompañantes para echar a su pequeña hija, enviándola a buscar a su padre. Sonrió de forma compasiva al escuchar las palabras de Mo Zhan.
—Pronto habrán pasado seis otoños, pero sigues pensando en ello como si hubiera sido esta mañana. Él tenía solo trece años, ¿cómo va un niño a cumplir su promesa? —Lu Zhi tomó los elementos de bordar, y suspiró.
Mo Zhan era un hombre que había sido mimado por toda su familia, pocos eran los que se atrevían a sermonearlo de tal manera. Se molestó, claro que sí, no obstante, no era una mentira lo que había sido dicho.
—¿Por qué estabas tan apurado? —Li BaoGui no quería que todo se quedara en un ambiente de molestia, así que decidió hacer esa pregunta.
—Fui por medicina para mi yeye, y ahora sé algunas cosas. El Maestro Qu vende aceite con aroma muy dulce.
—Lo hace. Aun hay un frasco en mi recamara. —Lu Zhi comentó como si nada.
—Este didi no quería saber eso. —Li Yan trató de no imaginar a su amigo barato en situaciones deshonrosas.
—Otra cosa que estos oídos escucharon. —Continuó Mo Zhan—. Es que el Maestro Qu podría tomar una concubina para el final de este año. Escuché que su esposa casi escupió sangre. La chica en cuestión aun es joven.
—La esposa del Maestro Qu no se debe tomar a la ligera, será mejor para él olvidar su deseo. —Lu Zhi estaba calmado, pero Mo Zhan parecía estar descontento con el asunto de las concubinas.
—Su esposa le dio tantos hijos, ¿y aun así tendrá una concubina? Que hombre detestable. Espero que su esposa lo azote con un palo día y noche.
Mientras los escuchaba hablar al respecto, Li Yan realmente recordó la historia de la Honorable Señora Zhang*. ¿Sería la esposa del Señor Qu tan audaz? Si lo era, entonces habría una gran conmoción para el condado en poco tiempo. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Mo Zhan lo miró, y le dio unas palmadas en el hombro.
—Didi, cuando regreses a casa debes tomar un baño y lavarte bien. Los consejos de estos hermanos tuyos dieron frutos.
—¿Uh? —Li Yan no entendió al principio.
—Tu Su WuLi estaba con el Maestro Qu esta mañana, él compró el aceite. Quizás didi pueda entregar su favor esta noche.
Conforme esas palabras se repetían en su cabeza, el rostro de Li BaoGui se enrojecía más. Li Yan no podía creerlo, ¿cómo había llegado a eso tan rápido? Apenas se habían besado y abrazado, todavía necesitaban caminar tomados de la mano y besarse con más intensidad.
—Dijo que te pondría una cantidad generosa y te masajearía con cuidado. Además, quiere usar la fuerza. —Agregó Mo Zhan.
—No digas más, no digas más. —Li BaoGui se cubrió los oídos.
Li Yan no pensó en la posibilidad de que Su Jian, quien desconocía bastantes datos en particular sobre historia, podía no saber cual era el uso de lo que había comprado.
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1. Mo JunQiao.
Nombre de cortesía de Mo Zhan.
2. Yeye.
(爺爺) Padre del padre/abuelo paterno.
3. Honorable Señora Zhang.
Fue una concubina del Emperador XiaoWu de la dinastía Jin. A finales del otoño de 396, cuando tenía casi 30 años, el Emperador 'bromeó' en una fiesta diciendo: 'Según tu edad, debes ceder tu puesto. Quiero a alguien más joven'.
Esa noche, después de que el Emperador Xiaowu se emborrachara, ordenó a sus sirvientas que asfixiaran al Emperador Xiaowu. Sobornó a los asistentes y afirmó que el emperador murió repentinamente mientras dormía, y se salió con la suya.