Su Jian y Li Yan se conocieron incluso antes de la escuela primaria. En ese entonces, Su Jian tenía un desfavorable corte en forma de hongo sobre su cabeza, y su tía aun no lo abandonaba junto al abuelo.
La tía de Su Jian trabajaba en una tienda, Su Jian era joven en ese entonces y nunca se preguntó que vendían exactamente, y nunca lo pudo recordar. Ella se veía obligada a llevarlo al trabajo debido a que su padre, el abuelo de Su Jian, también tuvo que seguir trabajando a pesar de su edad, y no tenía el dinero suficiente para una niñera.
Era una situación que Su Jian recordaba como triste, era obvio que su única tía no era feliz con ello, pero fue gracias a esa tienda que conoció a la abuela Li y a Li Yan.
Li Yan era un año más joven y, pese a su personalidad tranquila, él estaba dispuesto a llorar para conseguir lo que quería.
—¡Su-ge! —El niño exclamó con lagrimas en los ojos—. ¡¿Por qué no juegas conmigo, Su-ge?!
—No dije que no quiero jugar, ¡dije que voy a ir al baño primero!
—¿Entonces vas a volver para jugar cuando termines?
El pequeño Su Jian con corte de hongo utilizó sus manos para limpiar el rostro de Li Yan, al mismo tiempo que vigilaba los alrededores para asegurar que su tía no estuviera cerca.
—Lo haré. Solo no llores, vas a hacer que me castiguen.
Incluso cuando varios años pasaron, Li Yan no cambió ese aspecto de sí mismo, y siempre estaba a punto de llorar cada vez que Su Jian parecía querer alejarlo. Tanto así que, una de las tantas veces que Su Jian vivió por semanas en su casa, Li Yan quiso dormir con él.
La Señora Li era una persona ocupada, pero no tanto como su esposo, por lo que podía pasar más tiempo en casa con el hijo que tanto había querido tener. Ella colocó una bolsa para dormir junto a la cama de Li Yan y se despidió antes de apagar la luz, sin embargo, una vez que ella salió, Li Yan abrazó su almohada y comenzó a sollozar.
—Su-ge no quiere dormir en mi cama.
—Li Yan dormirá mejor si está solo en la cama. —Su Jian en realidad no sabía que responder.
—¡Quiero que Su-ge duerma conmigo!
Las lagrimas en la cara tierna y blanca de Li Yan parecían ser sinceras, caían y caían como si se tratara de una cascada. Su Jian era muy joven y a esa corta edad supo lo que era sentirse acorralado.
—Yo…
—Su-ge, quiero que duermas conmigo, ¿por qué no duermes conmigo? —Li Yan lucía de verdad lamentable.
—Está bien, está bien. Estoy durmiendo a tu lado, ya no llores más.
Las lagrimas agraviadas se detuvieron de inmediato, y Li Yan llenó su rostro con una sonrisa victoriosa. Durmió sin preocupaciones.
La situación actual de Su Jian era idéntica, Li Yan obtuvo lo que deseaba una vez más y luego durmió con total tranquilidad.
Su WuLi original siempre había dormido al lado de su Li BaoGui, y Su Jian también había dormido junto al Li BaoGui original cuando recién llegó a ese mundo. A decir verdad, no le incomodaba dormir al lado de Li Yan, le incomodaba que su corazón latiera tan rápido y sus manos sudaran.
Se sentía patético viéndose a sí mismo tan nervioso.
Su WuLi suspiró, mirando la profunda oscuridad de su recamara. Quería abrazar a Li BaoGui mientras dormía, acariciar su cabello y besarlo hasta que ambos cayeran dormidos. Si hubiera tenido la oportunidad de quedarse más tiempo con el Li BaoGui original, no le habría dejado salir de cama en tres días.
Con ese amargo sentimiento de frustración en su pecho, Su Jian se quedó dormido.
Al día siguiente hubo una ligera llovizna en la mañana, para suerte de la familia, no duró demasiado y el sol salió en un buen momento.
Li BaoGui y Su WuLi pasaron el ligero lapso de lluvia en su habitación con la compañía de Li Huan, y fue ahí cuando recordaron algo importante.
Su WuLi se encargó de buscar el dicho objeto, mientras Li BaoGui seguía sentado frente a su pequeño hijo.
—Huan'er, mira. —Li BaoGui recibió el objeto en sus manos de parte de su esposo-enemigo, y entonces se inclinó para acercarse más al niño—. Cuando estemos en el templo, también debes pedir buena salud para ti, y un buen matrimonio en el futuro.
—¿Matrimonio? ¡Aun no tiene ni 10 años! —Su Jian no pudo quedarse en silencio, apenas tenía un hijo y ya se estaba hablando de tales cosas—. Debe cruzar el puente cuando llegue a él, no antes. No hay necesidad de precipitarse.
—Seguiré lo que yimu y yifu decidan. Huan'er se casará si yimu y yifu lo quieren, y no lo hará si no lo quieren. —Li Huan era en realidad un niño obediente.
Su Jian estaba satisfecho con esa respuesta, ¡nunca aceptaría ningún matrimonio! ¡¿cómo podría dejar a su primer hijo ir tan fácilmente?! Primero debe alcanzar los 25 años y obtener el título de Erudito Superior, solo así lo aceptaré.
Li BaoGui acomodo el Collar de longevidad alrededor del cuello de Li Huan, luego masajeó las mejillas de su hijo mientras sonreía.
—Tu padre y yo nos hemos casado en contra de la opinión de la familia Li, así que no debes hacer caso a lo que este hombre celoso te dice. —Li BaoGui señaló a Su WuLi con la mirada—. Como una madre, en verdad espero que mi querido Huan'er viva feliz.
Tiempo después salieron a la calle rumbo al templo de Jiang Shui. Li Huan corría frente a ambos, saludando a los otros niños de su edad, mientras sus padres saludaban tácitamente a cualquiera que les dirigiera el saludo primero.
Li BaoGui, por exigencia de Su Jian, tenía tres capas de túnicas gruesas sobre su cuerpo. Sentía que se asaba, pero, de igual manera, no quería arriesgarse a que el frío pudiese estropear las mejoras que su salud presentó. Su WuLi caminaba a su lado, sosteniendo una sombrilla de papel sobre la cabeza ajena, asegurándose de que ni siquiera una brisa o una gota de agua fría tocaran a su esposo-enemigo.
El otoño fue una de las épocas en las que el templo de Jiang Shui se encontraba más concurrido, y otros campesinos del condado caminaban con sus familias en la misma dirección, por lo que Li Huan tenía muchos amigos para hablar y corretear por los alrededores.
Dado que Su WuLi era un campesino conocía el templo mucho mejor que Li BaoGui; esto debido a que el Su WuLi original no solía salir en compañía de su esposo, y lo llevó al templo consigo únicamente en ocasiones especiales. A muchos les resultó extraño el ver a la familia de tres reunida.
Li Huan se detuvo en la puerta del templo y se volvió silencioso y tranquilo, aguardando por sus padres para entrar.
El templo estaba en la cima de un par de escalones de piedra, y fue hecho de madera firme y bien cuidada. Las paredes carmesíes tenían tallados rústicos de dragones rojos y líneas azules, las cuales parecían imitar agua de ríos y mares.
Las linternas y los cascabeles colgaban en los aleros, resonando y balanceándose con cada brisa de la estación otoñal. No era un lugar muy grande, pero podía dar la bienvenida a múltiples personas a la vez.
Dentro del templo de Jiang Shui el olor del incienso era fuerte y se entrelazaba con el aroma a cinabrio de los talismanes. La mesa de ofrendas estaba abarrotada de frutas, comida y varas de incienso encendidas; tantas que otros dos recipientes plateados tuvieron que colocarse, porque el primero parecía a punto de estallar con tanto incienso.
Tras la mesa, en un alto pedestal, se alzaba la estatua de la inmortal Jiang Shui. 'La señora de las buenas cosechas'. Sus túnicas eran sencillas al igual que el sombrero de paja cubriendo su cabeza, su rostro se esculpió de manera exquisita y mantenía una expresión apacible y satisfecha. Parecía decir 'todo ya ha pasado'.
Lo que Su Jian y Li Yan encontraron más interesante de la estatua, fue que los pies descalzos de la inmortal sobresalían debajo de sus túnicas, y la razón para esto era mostrar lo que se escondía ahí abajo.
Aquella Jiang Shui de rostro sereno no estaba de pie sobre tierra o nubes, estaba de pie sobre el cuerpo enrollado de un dragón. Y la cabeza de ese dragón estaba semioculta bajo las túnicas de ella. Todo el templo estaba decorado con dragones rojos y agua que fluía, incluso había un pequeño mural de un dragón rojo golpeando la tierra con su cola.
Sobre esa estatua tan magnifica reposaba un letrero con una escritura. 'Una vez los amantes se reencuentren, todo va a pasar.'
Li Huan miró a sus padres y ellos le dieron su asentimiento, entonces se adelantó para ofrecer el incienso y las frutas sobre el altar.
Li Yan no pudo obtener muchos recuerdos sobre la deidad de parte de los recuerdos de Li BaoGui original, pero le causó interés y preguntó a Su Jian:
—¿Puedes recordar lo que sabe Su WuLi sobre ella?
—Jiang Shui es una deidad adorada no solo en este condado, sino también en todo este imperio y en el imperio del norte. De hecho, las ciudades fronterizas del norte también tienen templos para ella, tanto en nuestro lado como en el territorio del imperio vecino, pues son divididas por el Gran rio dragón.
—Normalmente, se consideraría un tabú el hecho de que esta pisoteando un dragón. —Li BaoGui comentó en voz baja.
—No lo está pisoteando. Todo tiene que ver con la historia del Gran rio dragón.
—¿Cuál es la historia?
Su WuLi guardó silencio y pensó que era momento de ponerse en práctica, debía aprovechar la oportunidad.
—Te lo diré después. Cuando estemos en casa. —respondió.
Animado por la idea de aprender más, Li BaoGui fue al lado de su Huan'er a encender incienso y Su WuLi lo siguió.
Tras presentar sus respetos y oraciones salieron del templo.
En el camino a casa fue donde Li Yan se encontró con alguien a quien no podía ignorar, y mucho menos despachar sin cuidado. Li Yan ocupaba ahora el lugar de Li BaoGui, y los amigos del Li BaoGui original ahora eran sus amigos.
—Mo Zhan, ha pasado un tiempo.
El joven frente a él, Mo Zhan, era uno de los amigos que Li BaoGui poseía desde su infancia. Además, era el hombre más hermoso del condado, titulo que le fue conferido por todos en el condado de YongLe.
Li Huan también lo conocía y le tenía cariño, saltó hacía él mientras lo llamaba 'tío'. Mo Zhan le palmeó la cabeza con cuidado.
—Pues claro que ha pasado tiempo, ¿acaso te deja ver la luz del sol? —Respondió Mo Zhan con desdén mientras señalaba a Su WuLi—. Ni siquiera Huan'er ha vuelto a visitarme.
Su Jian tenía un vago recuerdo de este sujeto gracias al Su WuLi original, y de verdad que era mejor para él quedarse callado.
Mo Zhan era hermoso como Li BaoGui, pero no era dócil y encantador como Li BaoGui. Era un poco problemático, y tenía fama de rompe corazones a pesar de ya ser un solterón.
—Ya sabes, he estado enfermo.
—¿Y has mejorado? —Preguntó a Li BaoGui, sin dejar de juzgar a Su WuLi con su mirada.
—Lo he hecho. —Li BaoGui asintió.
—Ya veo. En un par de días enviaré una sirvienta a tu casa, ya no tienes ninguna excusa para visitar la residencia Mo y pasar tiempo con nosotros.
Li Yan sabía a quien se refería con el 'nosotros'. Sonrió y asintió otra vez con la tranquilidad que lo caracterizaba.
—Estaré esperando.
—Debes llevar a Huan'er contigo, Sheng'er quiere jugar con él. —exigió Mo Zhan.
—Todo depende de sí Huan'er quiera acompañarme.
—¡Quiero ir! —Li Huan no lo pensó dos veces.
Su Jian estaba de cuclillas en un costado del camino de regreso al pueblo, contando las piedras redondas mientras esperaba el final de la conversación. No se dio cuenta de que tanto su esposo-enemigo como Mo Zhan y Li Huan estaban mirándolo.
Según las normas de la época y de ese mundo, Su WuLi era quien tenía la palabra final sobre si Li BaoGui podía ir a visitar algún lugar, pero Su Jian era una persona moderna y en realidad no estaba interesado en limitar a su esposo-enemigo. Esa era una de sus diferencias con el Su WuLi original.
—Muy bien. Seguiré mi camino, tengo trabajo por hacer. —Mo Zhan se contentó con el silencio de Su WuLi, y se despidió sin mediar más palabras.
Li Yan suspiró, había pasado con éxito la primera parte del examen. Debía mostrar cambios en su personalidad poco a poco, para evitar demasiadas sospechas o ser tachado como un demente.
Sin embargo, Su WuLi seguía contando piedras en el camino junto con su hijo. Li BaoGui llamó su atención tocándole el hombro, pero Su WuLi no volteó a verlo.
—Vamos a casa. —dijo Li BaoGui.
Li Huan se levantó y tomó la mano de su 'madre' y Su Jian siguió de cuclillas en el suelo. Dijo sin mirarlos:
—Pueden ir, los alcanzaré en unos minutos.
Su esposo-enemigo se fue sin atreverse a preguntar, llevándose a su hijo con él.
Su Jian no tenía nada que hacer afuera, de hecho, debía darse prisa e ir a cumplir su trabajo en su parcela. Lo único que lo detenía de ir a casa era la preocupación. Pensó: Su Jian, eres un sucio idiota. ¡¿Tu cerebro fue pateado por un burro?! ¿cómo pudiste decir que 'se lo dirías después', si no tienes los testículos necesarios para llevar a cabo tu propio plan?
—En una situación así, ¿qué me diría el abuelo?
Una voz sonó en su cabeza y fue acompañada con la imagen de su abuelo sosteniendo una vara de ratán: '¡Pequeño mugroso tonto, apenas has aprendido ir al baño por tu cuenta! ¡no te atrevas a subestimar tus propias habilidades!'
Eso no era de mucha ayuda. Sus antepasados debían estar mirando desde el cielo y escupiéndolo por ser un cobarde y un idiota.
Después de divagar por el tiempo que toma comer una comida*, Su WuLi notó que la gente comenzaba a verlo de forma extraña. Llevaba tanto tiempo ahí agachado que ya le dolían las pantorrillas.
Al final se colocó de pie con firmeza y caminó a la residencia Li, su cabeza estaba gacha y sus pasos lo llevaron arrastrado hasta entrar a su patio.
Li Huan le dio unas palmadas en la cabeza a BaiBai en forma de despedida, para luego despedirse de su padre también y salir a través de la abertura en la pared.
La pequeña cabra blanca le dio la espalda a Su Jian con desdén, y se fue a masticar la hierba lejos de él.
Su WuLi tomó aire y caminó unos pasos rumbo a la cocina. No entró, sé quedó de pie en el exterior mirando a Li BaoGui ir de un lado a otro entre el vapor de una olla. El olor dulce delataba que cumplió su promesa de cocinar tangyuan.
De un momento a otro, Li BaoGui se dio vuelta y Su WuLi fue descubierto. Li Yan desconocía el dilema de su némesis, por lo que le hizo señas de que entrase a comer. Su Jian hizo caso y arrastró sus pies hasta el interior de la cocina.
—El tangyuan está listo, puedes llevarlo una vez termines de comer. —dijo, y tomó un abanico de mimbre para batirlo frente a la única olla encendida—. Estoy decociendo la medicina yo mismo. Li XuDan me hará compañía mientras Huan'er y tú no están.
Su WuLi tomó su brazo y le dio vuelta de repente, acorralándolo contra la pared más cercana. La distancia entre ellos se volvió realmente pequeña.
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1. El tiempo que toma comer una comida.
Un tiempo de entre 30 y 45 minutos.