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El Heroe Restringido

🇪🇨Reiznek
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Synopsis
Forny despierta en un mundo virtual sin recuerdos de cómo llegó allí. Para escapar, debe derrotar a los cinco Creadores Supremos, seres que controlan este universo digital, mientras enfrenta una restricción que limita sus habilidades y lo hace vulnerable. En su búsqueda por el Código de Escape, descubre secretos que revelan que nada es lo que parece y que su lucha forma parte de un plan más grande que amenaza ambos mundos. Ahora, Forny debe tomar decisiones difíciles para proteger a sus aliados y sobrevivir, mientras intenta cambiar un destino que parece inevitable.
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Chapter 1 - Los Extraños Sueños

Forny corría por un interminable pasillo oscuro. Su respiración se entremezclaba con un eco, pero no había paredes, ni techo, ni suelo, solo sombras infinitas. Entonces, una voz distorsionada perforó el silencio:

—Podrás salvar al mundo, pero no podrás salvar tu mundo. Sabes que no podrás evitar el destino del mundo, y aún peor, no podrás evitar tu destino. Muy pronto, la oscuridad reinará, y el mundo que conoces dejará de existir. Tus pasos ya están contados, Forny Reiznek.

Forny, aún en sueños, intentó reaccionar, pero sus palabras se ahogaron en el confuso sonido de la voz.

—Espera, ¿cómo sabes mi nombre? —preguntó, con la mente nublada.

Antes de que pudiera responder, un brillo cegador lo envolvió. Forny despertó sobresaltado, con el eco de las palabras retumbando en su mente. Se llevó una mano al pecho, tratando de calmar el latido acelerado de su corazón. La luz del amanecer se filtraba por las cortinas, llenando su habitación de tonos dorados.

—Otra vez esos malditos sueños… —murmuró, frotándose la cara. —Pero esta vez fue diferente. ¿Qué significará lo que me dijo esa voz?

Se estiró con pereza, soltando un leve bostezo.

—Bah, ¿por qué le doy tantas vueltas a esto? Los sueños no significan nada... o eso quiero creer.

Forny se levantó y, al abrir su armario, sus ojos se detuvieron en una chaqueta azul claro. Era la última prenda que su madre le había regalado antes de morir en un trágico accidente de tráfico. Ese mismo día había sido su cumpleaños número catorce. La chaqueta le quedaba grande, pero le traía recuerdos que aún no estaba listo para enfrentar.

—Quizá la use cuando tenga el valor de superar esto... —suspiró.

Optó por una camisa blanca y un pantalón gris, vistiéndose con rapidez. Cuando salió de su habitación, su gato, Mishu, ya lo esperaba en la sala, maullando con impaciencia.

—¡Ya voy, ya voy! Seguro tienes hambre.

—Miau… —dijo Mishu, frotándose contra las piernas de Forny.

Forny sonrió y acarició a su gato antes de caminar con él hacia la cocina, que estaba algo descuidada debido a la situación económica de la casa. Desde ese trágico accidente, todo había cambiado. Sus ingresos apenas llegaban para cubrir lo básico, por lo que buscaba trabajos esporádicos para poder subsistir.

 

Preparó un plato de croquetas para Mishu y un café rápido para él mismo. Mientras bebía, sus pensamientos volvieran al sueño. Esa voz, esas palabras... No era la primera vez que ocurría, pero esta vez había sido mucho más clara. Como si alguien o algo estuviera tratando de advertirle algo.

Una vez terminó, se levantó, agarró su mochila y se agachó para acariciar a Mishu.

—Cuida la casa, amiguito. Prometo traerte algo especial luego.

El aire matutino estaba cargado de calor, pese a la hora. Apenas cerró la puerta, una voz familiar lo llamó desde la acera:

—¡Hasta que sales, dormilón! ¿Sabes cuánto tiempo he esperado aquí? ¿Eh?

Es su amiga de la infancia Laura Izuki. Su cabello corto y morado brillaba bajo el sol, y sus ojos rojo carmesí lo miraban con una mezcla de impaciencia y diversión. Forny sonrió.

—Ya te dije que no tienes que esperarme para ir al colegio.

Laura lo miró con una sonrisa burlona y le respondió:

—¡Lo hago porque quiero! —replicó Laura, cruzándose de brazos—. Además, alguien tiene que asegurarse de que no te pierdas.

Forny soltó una risa y le dijo:

—¿Y tú crees que yo me perdería?

—¡Claramente! Ahora muévete, que llegaremos tarde.

Mientras caminaban juntos, Forny decidió hablar sobre los sueños.

—Oye, Laura... He estado teniendo sueños raros últimamente. Como si estuviera atrapado en otro lugar. Y esta vez... escuché una voz. Decía que no podría salvar mi mundo.

Laura se detuvo y lo miró con seriedad poco habitual.

—¿Sueños? ¿Y crees que significan algo?

Forny dudó antes de responder.

—No lo sé. Pero se sienten... reales. Como si algo estuviera a punto de pasar.

Laura lo observó en silencio antes de sonreír.

—Bueno, no importa lo que pase, estaré contigo. Somos amigos, ¿no?

Forny sintió una extraña calma al escuchar esas palabras. No quería admitirlo, pero el miedo seguía ahí. Finalmente, llegaron al colegio, un edificio común y corriente. Como siempre, Laura se despidió con energía.

—¡Nos vemos después! No te pierdas —dijo mientras soltaba una pequeña risa

—Sí, no me voy a perder —respondió Forny.

Se separaron, y Forny caminó por los pasillos hasta llegar a su aula. Al entrar al salón, un silencio incómodo invadió el ambiente.

—Miren quién llegó… el huérfano de Forny Reiznek —se oyó la voz burlona de Mayilla, una de las chicas más populares de la clase, seguida de las risas de algunos compañeros.

Forny frunció el ceño y le respondió con calma:

—Muy graciosa, Mayilla. ¿Podrías dejar de hacer eso cada vez que me ves?

Mayilla levantó una ceja y lo desafió con una sonrisa maliciosa.

—¿Por qué esa carita triste? —dijo, acercándose con tono burlón.

Forny no se quedó callado.

—Eres la presidenta del consejo estudiantil, ¿no se supone que deberías mostrar más respeto?

Mayilla lo miró con desprecio.

—¡Y quién te crees que eres para decirme qué hacer, huérfano!

Forny levantó la voz, ya cansado de sus constantes provocaciones.

—Por lo menos no soy un mantenido, y no dependo de mis padres. Tú, por otro lado, solo eres una niña consentida y engreída.

Mayilla frunció el ceño y, de un golpe, levantó la mano para darle una bofetada.

—Retráctate de lo que acabas de decir o las cosas se pondrán mucho peor para ti, Forny.

Con una leve sonrisa, Forny se alejó hacia su pupitre.

—Parece que lo que te dije tocó tu orgullo. Si no tienes nada más que decir, me retiro.

Se sentó, sin preocuparse por la furia de Mayilla, mientras ella pensaba: Así van a ser las cosas a partir de ahora, me aseguraré de arruinarte la vida.

—¿Vas a dejar que te trate así? —le preguntó Denek, su amigo.

Forny suspiró.

—Con todo lo que está pasando, no lo sé…

Denek, como siempre, lo animó.

—Vamos, amigo, ella te ha estado tratando así desde que empezó el colegio. Al menos hoy dijiste lo que pensabas. Tienes mis respetos.

Forny sonrió levemente.

—Jaja, gracias. Ya lo pensaré cuando terminen las clases.

—Por cierto, ¿tienes la tarea de matemáticas? —preguntó Denek, cambiando de tema.

Forny levantó una ceja.

—¿Qué tanto haces que no haces las tareas? Aparte siempre llevas pegada esa bufanda roja ¿Qué no piensas quitártela aunque haga calor?

Denek se encogió de hombros.

—Pues no esta bufanda significa mucho para mi al igual que estar jugando videojuegos toda la noche. Solo quiero lograr ser un gamer profesional.

Forny soltó una risa.

—No me sorprende que hayas reprobado en colegios prestigiosos.

El profesor entró al aula, interrumpiendo la conversación.

—¡Silencio, todos! ¡Tomen sus asientos!

Las clases fueron largas y aburridas, como siempre. Finalmente, cuando la sirena sonó para dar por terminada la jornada escolar, Forny y Denek salieron rápidamente del colegio.

—Nos vemos, Denek.

—Claro, tengo prisa por jugar. Nos vemos.

Forny comenzó a caminar hacia su casa, cuando una voz lo detuvo en seco.

—¡Ey! ¿A dónde crees que vas? —dijo Saiko, con tono desafiante.

Forny frunció el ceño al reconocerla.

—¿Y ahora qué quieres, Saiko?

El lo miró con una sonrisa cruel.

—Lo que le dijiste a Mayilla no me gustó, Forny. Más te vale que midas tus pasos a partir de ahora.

De repente, Forny recordó las palabras de la voz en sus sueños. Un escalofrío recorrió su cuerpo.

—¿Sentiste miedo? —rió Saiko, empujándolo al suelo. —Sabes qué, apártate, basura.

Forny se levantó rápidamente, confundido y angustiado.

—¿Por qué todos me tratan así? ¿Qué hice mal? —se preguntó en silencio.

Al llegar a su casa, mientras Forny se preparaba para dormir, una extraña luz azul inundó su habitación. Se levantó de golpe, hacia un mucho frio sin pensarlo se colocó su chaqueta azul claro buscando el origen de la luz, y encontró a Mishu sentado sobre su escritorio. El gato lo miraba fijamente, y su collar emitía un brillo pulsante.

—¿Qué demonios...? —Forny se acercó, vio su monitor que decía el siguiente mensaje:

"BIENVENIDOS AL MUNDO VIRTUAL. ADVERTENCIA: EL PROCESO DE ENTRADA ES IRREVERSIBLE."

Forny sintió un tirón en el pecho, como si algo lo estuviera jalando hacia adelante. Antes de poder reaccionar, todo se volvió negro. El suelo bajo sus pies desapareció. Forny cayó en picada, el aire quemándole el rostro mientras intentaba gritar, pero ningún sonido salía de su garganta. Cuando finalmente abrió los ojos, estaba tendido sobre el suelo en un lugar completamente diferente.

Un bosque vibrante lo rodeaba, con colores tan intensos que parecían irreales. Los árboles susurraban al compás del viento, y el aire tenía un olor eléctrico. Mientras trataba de asimilar lo que veía, escuchó una voz familiar.

—¡Por fin despiertas! —Era Mishu. El gato estaba de pie sobre una roca cercana, mirándolo con una expresión de reproche. Pero no era eso lo que le llamó la atención. ¡Estaba hablando!

Mishu lo miró con cara de impaciencia.

Forny, aún sin creérselo, vio el paisaje que los rodeaba y se maravilló.

—Esto... ¿es un sueño? —preguntó, retrocediendo.

—No es momento para eso —replicó Mishu, con un tono que mezclaba urgencia y paciencia—. Estamos en problemas, Grandes problemas.

—¡Tú... puedes hablar! —gritó.

Mishu, sin perder el ánimo, comenzó a explorar.

Forny lo siguió, aunque aún no podía creer lo que estaba sucediendo. ¿Realmente estaban atrapados en un mundo distinto? ¿Cómo podían regresar al mundo real? ¿Y qué significaban los sueños que había tenido?

Mientras intentan orientarse en el bosque, aparece un mensaje flotante frente a ellos dirigida especialmente a Forny: "Bienvenido al Mundo Virtual. Reglas: Estas restringido por el Sistema. Cumpla su misión o enfréntense a la eliminación."

Forny siente un escalofrío al leer la palabra "eliminación". Mishu la ignora y sigue caminando con tranquilidad.