Daniela, la chica rubia, observó la taquilla, aquella le pertenecía a ella, su padre se dejaba ahí el dinero, y aún así ella no podía tener esa taquilla, ella tenía la taquilla 20 de los C-2, la calificación más baja en aquel estúpido examen, ella estaba detrás de aquella chica que le había robado "su taquilla", no sabía su nombre, pero tampoco le importaba, quería esa taquilla y lo conseguiría. Le depósito un cálido beso en los labios a Jhonatan y se despidió con el motivo de que tenía que arreglar unos asuntos importantes, se marchó ante la atenta mirada de las chicas que muy probablemente la acosarían en el momento en el que cruzara esa esquina.
No le importaba, confiaba en él, eran pareja desde pequeños, se lo habían prometido cuando tenían apenas 4 años, aquel día en aquella sala de hospital lúgubre y fría donde la tensión se cortaba con un cuchillo, donde los silencios eran horribles ruidos que no se podía quitar de la cabeza, donde los sueños de una niña de 4 años habían sido interrumpidos y convertidos en pesadillas donde por culpa de golpes se había debatido entre la vida y la muerte, todo por culpa de un padre, que tras unas rejas pedía perdón, de una madre que tras sus botellas de vino se escondía la amargura y la culpa, la certeza de saber que todo podía haber sido distinto.
Había salido adelante gracias a Jonathan, él la ayudó psicológicamente, le dio algo en lo que apoyarse y seguir adelante.
Decidió quitar esos pensamientos de su mente y se centró en los pasillos, pronto llegó a la puerta del director, puso su mejor cara de pena y llamó a la puerta.
-¿Se puede?
-Sí- Le respondieron desde el interior.
-Señor director, exijo saber los motivos por los cuales no está en mi propiedad la taquilla 2 en el pasillo A-1.
- Esa taquilla le pertenece a la señorita Alba Fox, se ganó la segunda calificación más alta en todo su curso, es una norma que tenemos desde siempre y usted la sabe, llevamos haciendo esa tradición desde que el centro se inauguró.
-Pero es injusto.-Mientras decía esto empezó a soltar lágrimas falsas.
-¿Porque dice que es injusto?
- Yo...- Pensó su respuesta, haría lo que fuera por esa taquilla así que inhaló aire.
- Ella hizo trampas en su examen, la vi, estaba detrás de ella.- Soltó de golpe, aquello no era verdad pero era la única forma.
-Me dijo que no se lo dijera a nadie o que me iría muy mal, fue por eso que no me pude concentrar y obtuve esa calificación, encima también me amenazó con dañar a mi amiga Martina.
- Si lo que dice es cierto se tomarán las medidas necesarias
El director y la subdirectora meditaron lo que Daniela les contaba, decidieron llamar a las personas involucradas en el asunto, Alba Fox, Martina y ella, Daniela Lancaster. Tendrían que hablarlo y si lo que Daniela decía era verdad se deberían tomar medidas drásticas tales como la expulsión y una denuncia pública por falsificación, y una denuncia de ese grado podría hundir a cualquier familia adinerada.
Martina y Daniela recorrieron los pasillos con una sonrisa mientras que por la megafonía del pasillo mencionaban el nombre de aquella chica cuya taquilla le pertenecía a ella, a Daniela
Continuará...
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