Para mí era un día como otro, me estaba preparando para ir al colegio, ya estoy cursando 2° de primaria. Hoy debería ponerme este vestido rojo carmín, es tan bonito...y encima me tapa esta especie de marca de nacimiento que tengo en la espalda y todas las demás contusiones.
Mis notas son bastante ordinarias y aunque me cueste admitirlo no soy buena estudiando, pero siempre tengo la ayuda de mi príncipe, Jhonatan. Él verdaderamente es perfecto, es guapo, listo, amable y encima es mi mejor amigo. Él prometió que estaría aquí para ayudarme en todas las asignaturas.
Mi amiga Martina está tardando demasiado, tal vez debo ir buscarla ella siempre me consuela cuando debo volver a "La pesadilla sin escape".
-Buenos días Daniela, ¿Necesitas ayuda con el examen de historia?- Me dijo Jhonatan.
-Tal vez necesite un poco de ayuda, pues no se con claridad lo que es un estado moderno.-Respondí con un ápice de timidez.
-Está bien, esta tarde te ayudaré. ¿Puedo ir a tu casa?
¿Acaba de decir mi casa? No por favor, no puedo llevar a la persona que más aprecio al lugar que más odio.
-Lo siento pero no creo que sea posible, mis padres son muy estrictos y no creo...-Traté de mentir lo mejor que pude, no quería llevarlo a la cueva del caos.
-Hablaré yo con el señor Lancaster.
-...-
Esto es un error, no es posible, por favor, dime que esto es solo un mal sueño, no eso, una terrible pesadilla. ¿Y si él lo sabe? No, es imposible, mi padre es el dios del engaño, sus mentiras son casi perfectas. Espera, ¿Nunca ha visto nada malo en mi piel? ¿Verdad?
Me fui a casa y estaba muy nerviosa, no sabía que hacer, pero de seguro mi madre no aceptaría, y esa posiblidad me tranquilizó casi por completo.
Vi a mi madre y se me acercó, me dijo que hoy vendría Jhonatan a casa.
No puede ser verdad, es imposible ¿Cómo es posible que mi madre aceptara? Ella solo está loca, completamente loca, es un cuerpo insaciable de alcohol.
Mi mente estaba en blanco y no sabía que hacer, además Jhonatan timbró y fui corriendo a abrirle.
-Buenas tardes Daniela.
-Pasa, no te quedes fuera.- Le contesté eso pero en realidad quería que se fuera y nunca tratase de entrar.
Oí un grito y el ensornecedor sonido de un cristal rompiéndose. En ese instante lo supe, debía hacer que Jhonatan se escondiera y no viese nada de lo que iba ocurrir en breves instantes.
-Jhonatan sígueme, quédate aquí y no salgas.- Le escondí en mi habitación esperando que no sospechase nada.
Ya sabía lo que tenía que hacer, el cristal era la llamada, la señal de lo que estaba por pasar.
Me dirigí hacia el despacho y ahí estaba, el gran rey demonio, esperando para torturarme.
Intenté contener los gritos pero me dolía demasiado, sentía que me descompondría, pero ya era rutina, supongo que el dolor no era solo físico, porque sino, no estaría tan triste.
De repente se abrió la puerta, era Jhonatan. Me desmayé del susto y...
Blanco, olor a desinfectante, una camilla, una mesilla con un montón de rosas, todo coincide, parece ser que estoy en un hospital ¿Quién me ha traído?¿Qué ha pasado?
Oigo un ruido y la puerta de la habitación se abre de par en par y entra mucha gente que se supone que debo conocer. ¿Mi tío? ¿Mi prima? ¿Quiénes son? En esa muchedumbre de gente que no me suena de nada veo a Jhonatan.
-Jhonatan ¿Qué ha ocurrido?-
-Nada, pronto te darán el alta.- Me contestó sin darle importancia.
-¡No! Por favor- Me di cuenta que al decir esto empecé a llorar desesperadamente.
-Tranquila, él ya no está aquí, no puede dañarte.
-¿Ha muerto?
-No, está entre rejas.- Él seguía contestando sin detalles.
Aunque no me lo dijera sabía lo que había pasado y él era mi salvador, mi príncipe que vino a rescatarme del mal. En verdad lo amo.
-Jhonatan, te amo. ¿Estarás siempre conmigo?
Mis ojos brillaban de ilusión y él no se podía negar.
-Está bien.
Espera, eso quiere decir que...¿Es mi novio?
[Fin de POV 1 de Daniela]
Nota de las escritoras:
-Daniela es mi personaje favorito.
- Cierto, y el mío.