Chereads / Fui Transferido a un mundo gobernado por mujeres / Chapter 26 - Capítulo 26: La Travesía de los Cuatro Caminos.

Chapter 26 - Capítulo 26: La Travesía de los Cuatro Caminos.

La luz que los había envuelto al cruzar la puerta se desvaneció, y el grupo se encontró en un vasto cruce de caminos. Cada sendero parecía extenderse infinitamente hacia un paisaje distinto: uno cubierto de niebla espesa, otro rodeado de llamas danzantes, un tercero sumido en completa oscuridad y el último iluminado por un sol abrasador.

Kael observó los caminos con detenimiento, mientras las runas en su grimorio brillaban débilmente.

—Cada uno de estos caminos representa una prueba distinta. No es coincidencia que haya cuatro; seguramente cada uno debe recorrer uno.

Ren chasqueó la lengua.

—¿Separarnos otra vez? Esto suena como una mala idea.

Selene dio un paso adelante, mirando al grupo con calma.

—No tenemos otra opción. Si queremos avanzar, debemos enfrentar esto.

Elara colocó una mano en el hombro de Kazuki.

—Confío en que nos encontraremos de nuevo al final.

Kazuki asintió, aunque la preocupación en sus ojos era evidente.

—Entonces hagámoslo. Sea lo que sea, lo enfrentaremos como siempre: dando todo de nosotros.

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Ren: El Camino de las Llamas

Ren eligió el sendero rodeado de llamas, avanzando sin dudar. El calor era sofocante, pero su determinación ardía más intensamente. Pronto se encontró en una arena circular, donde una figura gigantesca hecha de magma y cenizas lo observaba desde el centro.

—¿Quién eres tú para caminar por el Camino de las Llamas? —rugió la criatura, su voz resonando como un volcán en erupción.

Ren alzó su lanza con una sonrisa desafiante.

—Soy Ren, y no temo al fuego.

La criatura lanzó un ataque, pero Ren, confiando en su velocidad y fuerza, esquivó y contraatacó con precisión. La batalla fue feroz, pero al final, con un golpe certero, Ren derrotó a la criatura.

—Tu coraje es digno de las llamas. Avanza, Guerrero.

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Elara: El Camino de la Niebla

Elara avanzó por el sendero cubierto de niebla, su magia brillando suavemente para iluminar el camino. La niebla parecía viva, susurrando palabras que intentaban confundirla y desviarla.

—No salvarás a nadie, Elara. Tu compasión es inútil.

Elara cerró los ojos, concentrándose en las voces de sus amigos en su mente.

—Mi compasión es mi fuerza. No importa cuántas veces me digan lo contrario.

Finalmente, llegó a un claro donde un espíritu apareció ante ella, desvaneciéndose con una sonrisa.

—Has demostrado que la fe en uno mismo es más poderosa que la duda. Sigue adelante, Sanadora.

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Selene: El Camino de la Oscuridad

Selene se adentró en el camino de completa oscuridad, donde incluso su visión aguda no le servía. Cada paso la llevaba más profundamente en un vacío absoluto.

—¿Crees que puedes escapar de la oscuridad, Selene? —susurró una voz que parecía venir de todas direcciones.

Selene respiró profundamente, recordando lo que había aprendido al enfrentarse a su versión oscura.

—La oscuridad no es mi enemiga. Es parte de mí, pero no me define.

Con esa declaración, la oscuridad comenzó a disiparse, revelando una salida iluminada.

—Has aceptado lo que eres. Sigue adelante, Sombra.

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Kazuki: El Camino del Sol

Kazuki eligió el sendero iluminado por un sol abrasador. La luz era tan intensa que sentía que su cuerpo ardía con cada paso.

—El poder del sol puede ser tu aliado o tu destructor. ¿Serás digno de soportarlo? —dijo una figura luminosa que emergió frente a él.

Kazuki sostuvo la reliquia con firmeza, dejando que su energía fluyera a través de él.

—El poder no es algo que se merezca, sino algo que se usa para proteger.

La figura asintió, desvaneciéndose mientras la luz se suavizaba.

—Has demostrado que puedes soportar el peso del sol. Avanza, Portador.

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El Reencuentro

Uno por uno, los miembros del grupo emergieron de sus respectivos caminos, encontrándose en un punto central donde un altar los esperaba. En el altar descansaba un cristal brillante que irradiaba energía similar a la de la reliquia de Kazuki.

Kael fue el primero en hablar.

—Este debe ser otro fragmento del Alba. Lo logramos.

Kazuki se adelantó, tomando el cristal. Cuando lo hizo, una energía cálida los envolvió a todos, curando sus heridas y renovando su fuerza.

—Esto es solo el principio —dijo Selene, observando el horizonte. —Si este fragmento estaba tan protegido, los demás serán aún más difíciles de encontrar.

Kazuki asintió, sosteniendo ambos fragmentos en sus manos.

—Pero ahora sabemos que podemos hacerlo. Mientras estemos juntos, enfrentaremos cualquier desafío.

El grupo se preparó para continuar su viaje, conscientes de que los desafíos solo se intensificarían, pero más determinados que nunca a cumplir su misión.

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Fin del Capítulo 26.