Koray llegó al Colegio Técnico de Magia de Tokio con el rostro pálido y la mente abrumada por lo que se avecinaba. La misión de proteger al nuevo recipiente de plasma estelar era, en teoría, algo manejable; sin embargo, su conocimiento de los eventos originales le recordaba que esta tarea estaba plagada de dificultades inimaginables. El Señor Tengen no solo buscaba protección temporal, sino una defensa absoluta, la cual se complicaba aún más con la presencia de personajes como Satoru Gojo y Suguru Geto, quienes podrían tomar decisiones impulsadas por sus ideales, incluso si eso significaba enfrentarse a todo el Colegio.
Al llegar al despacho del Profesor Yaga, fue recibido con una expresión seria y expectante. Yaga fue directo al punto:
—Koray, entiendo que esta misión puede parecer intimidante. Proteger a Riko Amanai no es algo que debas tomar a la ligera. Sin embargo, confío en tu capacidad para desempeñarte en esta tarea —Yaga hizo una pausa antes de agregar—. Recuerda que tanto Gojo como Geto estarán asignados para acompañarte, pero no confíes en ellos ciegamente. Ambos tienen sus propias ideas sobre el rol del plasma estelar y podrían tomar acciones independientes.
Koray asintió, intentando mantener la calma. Sabía que depender completamente de Gojo y Geto podría ser un error, especialmente considerando que podrían decidir dejar que Riko elija su propio destino, lo que implicaría romper las órdenes y enfrentarse a sus propios compañeros si fuera necesario.
—Entendido, Profesor Yaga. Haré lo necesario para protegerla —respondió Koray, tratando de mantener la convicción en su voz.
Apenas salió del despacho, el sistema le envió una notificación:
**[Misión Obligatoria: Protección del Recipiente de Plasma Estelar]**
*Objetivo primario: Asegurar la seguridad de Riko Amanai y facilitar el proceso de su fusión con el Señor Tengen.*
*Objetivo secundario: Eliminar amenazas que puedan impedir el cumplimiento de la misión, incluyendo cualquier oposición de hechiceros o usuarios de maldiciones.*
Koray suspiró. Las opciones eran limitadas y el margen de error, prácticamente inexistente.
Mientras se dirigía a encontrarse con Gojo y Geto, comenzó a planear su estrategia. Si iba a enfrentarse a hechiceros poderosos, tendría que contar con todos los recursos a su disposición. Decidió usar el sistema para ver qué SCP (anomalías especiales de contención) podría invocar para proteger a Riko y también si podría usar sus habilidades para mantener a raya cualquier amenaza que se presentara.
**[Accediendo a SCP disponibles...]**
- **SCP-076-2**: Capaz de enfrentarse en combate cuerpo a cuerpo con una habilidad sobresaliente.
- **SCP-682**: Extremadamente resistente y difícil de neutralizar, aunque su naturaleza destructiva podría complicar las cosas.
- **SCP-105**: Con habilidades de manipulación de imágenes, útil para vigilancia y estrategia.
Consciente de que no podría controlar a SCP-682 sin causar daños colaterales inmensos, Koray decidió optar por una combinación de SCP-076-2 para combate directo y SCP-105 para tareas de vigilancia.
La reunión con Gojo y Geto se llevó a cabo en el ala oeste del colegio. Los tres intercambiaron miradas, y Gojo, como de costumbre, rompió el hielo con su tono despreocupado:
—Vaya, Koray, parece que estás preparado para todo un espectáculo. ¿Esperas que aparezca algún monstruo hoy? —bromeó, refiriéndose a las habilidades de combate de SCP-076-2, que ya se rumoreaban entre algunos estudiantes.
Geto, por otro lado, tenía una expresión más seria. Sabía que la situación era delicada, y no compartía la misma actitud relajada de Gojo. Para él, la seguridad de Riko y sus ideales sobre la protección de los débiles eran motivo de conflicto constante.
—Koray, escúchame. Si en algún momento sientes que nuestra misión se compromete o que Gojo se desvía de su responsabilidad, quiero que sepas que puedes contar conmigo para resolver la situación —Geto lanzó una mirada de advertencia hacia Gojo, quien simplemente sonrió, sin tomarse el comentario en serio.
La tensión era palpable. Con cada paso que daban hacia la sala donde se encontraba Riko Amanai, Koray sentía el peso de sus decisiones y las posibles consecuencias de fallar.