Chereads / SCP Invocador en Jujutsu kaisen / Chapter 10 - Capítulo: Encuentro en la Sombra

Chapter 10 - Capítulo: Encuentro en la Sombra

El amanecer en Tokio no traía consigo la calma que Koray había esperado. De hecho, la ciudad parecía más densa, el aire más pesado, como si la misma atmósfera estuviera impregnada de maldad, presagiando que algo aún más peligroso se avecinaba.

Koray y Yujiro se encontraban a las afueras de un distrito abandonado, el cual parecía estar invadido por maldiciones más poderosas de lo usual. El sistema había alertado sobre una concentración inusitada de energía maldita en esta área, lo que los obligaba a investigar antes de que la situación se volviera más caótica.

—Esto no me gusta —dijo Yujiro, mirando a su alrededor con desconfianza—. Siento que estamos caminando directamente hacia una trampa.

Koray no respondió de inmediato. La presión del entorno era palpable. Cada paso que daban parecía acercarlos más a algo que ya no podían ver, algo más allá de su comprensión. Mientras avanzaban, los ecos del pasado de Koray, las voces de los SCP que había invocado y contenido, comenzaban a susurrar en su mente, advirtiéndole de los peligros que aún estaban por llegar.

Fue entonces cuando lo sintió. La presencia de algo o alguien cercano, algo con una fuerza inimaginable.

De repente, como si el aire mismo se hubiera distorsionado, una figura apareció frente a ellos, deslumbrante por su energía.

Un joven con cabello blanco, vestía un uniforme de la escuela jujutsu, su expresión calmada, casi desinteresada, pero sus ojos brillaban con una intensidad descomunal. Junto a él, otro joven, más alto y con una mirada oscura y seria, se mantenía a su lado.

Yujiro se puso en guardia instantáneamente, sus instintos alertados, mientras Koray observaba con calma a los nuevos arrivantes. Un ligero suspiro escapó de sus labios al reconocer quiénes eran.

—Así que... ellos. —Koray murmuró, sabiendo que ese encuentro no sería sencillo.

El joven de cabello blanco sonrió de forma relajada, como si estuviera acostumbrado a encontrarse con seres más poderosos que él, pero también mostrando una confianza inquebrantable.

—¿Vas a invocar a otro SCP, Koray Astaroth? ¿O prefieres que resolvamos esto de la manera tradicional? —preguntó Satoru Gojo, su tono desafiante, pero con una pizca de curiosidad. 

El otro joven, Geto Suguru, observó con detenimiento, pero sus ojos no mostraban la misma ligereza que los de Gojo. La atmósfera entre ellos era tensa, como si ambos estuvieran esperando una respuesta.

Koray evaluó la situación con rapidez. No podía permitir que el encuentro se volviera una confrontación directa, no aún. No con estos dos.

—No tengo interés en pelear, Gojo. —Koray respondió con una calma que apenas disimulaba el nivel de alerta que sentía—. Pero parece que tú y tu amigo están en la misma situación que nosotros. Las maldiciones están aumentando, y no creo que haya tiempo para juegos.

Gojo dio un paso al frente, estirándose como si no tuviera un cuidado en el mundo. Su presencia era tan imponente que Koray no pudo evitar sentir que las leyes del mundo mismo parecían alterarse a su alrededor.

—Jajaja, qué aburrido. Pensé que podríamos divertirnos un poco. Pero tienes razón, el ambiente aquí está denso, incluso para nosotros. ¿No sientes el peso del aire? —Gojo se giró hacia Geto, quien simplemente asintió, su expresión sombría.

—Este lugar está lleno de energía maldita... y no es algo que podamos ignorar. —Geto habló en voz baja, pero había una firmeza en sus palabras. Su mirada se posó en Koray, reconociendo algo en él que no le agradaba del todo. Quizás era la capacidad de controlar a los SCP, o tal vez lo que había detrás de esos ojos fríos.

Koray asintió, sin apartar la mirada de ambos.

—La ciudad está en peligro. Todos estamos luchando contra lo mismo. Pero... si realmente están interesados en esto, tendré que pedirles que se mantengan fuera del camino. —Las palabras de Koray sonaban directas, sin ningún atisbo de amenaza, pero con una seguridad que indicaba que no cedería en su objetivo.

Gojo lo miró con interés, evaluando su actitud y, probablemente, la seriedad de sus intenciones.

—¿Quieres que nos retiremos, eh? —Gojo se rió entre dientes—. No soy de seguir órdenes, especialmente si no vienen de alguien que pueda desafiarme. Pero... —Su tono se suavizó, casi como si estuviera jugando con él—. Puedo ver que no vienes a pelear. Así que... ¿quién eres exactamente, Koray Astaroth? ¿Un chico con un poder misterioso que se hace llamar invocador? ¿O simplemente alguien que quiere ser un héroe?

Koray no respondió de inmediato. No tenía tiempo para explicaciones innecesarias, no cuando la amenaza inminente de las maldiciones comenzaba a cerrar el cerco a su alrededor. De repente, la vibración del aire y el eco de las sombras se intensificaron. Algo grande se acercaba.

—Esto no es un juego, Gojo —dijo finalmente Koray, con los ojos fijos en el horizonte—. Y no te subestimes. Hay cosas en este mundo que ni siquiera tú puedes controlar.

Gojo sonrió de nuevo, como si estuviera disfrutando cada palabra, cada intercambio.

—Eso me gusta, Koray. Pero la cuestión es que, si vamos a sobrevivir a esto, vamos a tener que trabajar juntos. Y créeme, no importa cuántos SCP tengas a tu disposición, yo soy el más fuerte aquí. —Sus ojos brillaron con una intensidad peligrosa—. Así que... ¿estás dispuesto a hacer equipo conmigo?

Geto, que hasta ese momento había permanecido en silencio, habló con una voz suave pero autoritaria.

—No es tiempo de ego, Gojo. Las maldiciones están cerca. Ya no importa quién sea el más fuerte, solo cómo sobrevivimos.

Koray asintió lentamente, comprendiendo que este enfrentamiento no sería una simple batalla de poder. Era una guerra de supervivencia. Y en este mundo de maldiciones y entidades de dimensiones paralelas, hasta los más fuertes podrían caer si no se mantenían unidos.

—De acuerdo. —Koray finalmente cedió, mirando a ambos con una nueva determinación—. Pero no olviden esto, Gojo: El poder no lo es todo. Y aunque tú seas fuerte, hay fuerzas en este mundo que ni tú puedes desafiar.

Gojo se inclinó ligeramente, su mirada burlona nunca abandonando su rostro.

—Lo descubriremos pronto, Koray. Lo descubriremos pronto.

En ese momento, el aire a su alrededor se distorsionó nuevamente, y todos supieron que la verdadera batalla estaba por comenzar. El encuentro había sido solo una introducción. Los ecos de lo que estaba por venir resonaban en el viento, y la amenaza de las maldiciones se alzaba más alta que nunca.