Gojo se acercó lentamente, su presencia irradiaba poder, y Koray pudo sentir la presión de su energía desde la distancia. No era el mismo Gojo que había visto antes, aquel con la actitud relajada y la sonrisa confiada. Este era un Gojo más joven, pero con la misma intensidad en sus ojos que dejaba claro que era una persona con la que no debía subestimarse.
—Así que no solo invocas monstruos, también te metes con ellos, ¿eh? —dijo Gojo, su tono ligeramente juguetón, pero con una pizca de seriedad en su mirada.
Koray mantuvo su postura, aunque dentro de ella un torrente de dudas comenzaba a gestarse. Sabía que enfrentarse a Gojo, incluso a su versión más joven, no sería fácil. Su poder era vasto, y su habilidad de control sobre la maldición, casi inalcanzable. Sin embargo, algo en el fondo de su ser le decía que no debía retroceder ahora, que este encuentro podría definir su futuro.
—No soy solo una invocadora —respondió con firmeza—. También tengo mis propios recursos. Y sé que tú eres tan peligroso como cualquier criatura que haya invocado hasta ahora.
Gojo sonrió de lado, claramente entretenido por la respuesta. Parecía disfrutar de la tensión en el aire, saboreando la incertidumbre de la situación.
—¿De verdad crees que puedes enfrentarte a mí, incluso con esos monstruos a tu lado? —preguntó, caminando con tranquilidad hacia ella, como si estuviera completamente seguro de su superioridad.
Koray no respondió de inmediato. En su mente, estaba calculando cada posible movimiento, buscando una brecha, un punto débil en su oponente. A pesar de la confianza que Gojo proyectaba, ella no podía permitirse subestimarlo. Había escuchado rumores sobre sus habilidades, sobre su poder devastador, y sabía que incluso una fracción de lo que podía hacer era más que suficiente para destrozar a cualquier enemigo.
De repente, Gojo hizo un movimiento hacia ella, y sin pensarlo, Koray activó la barrera de energía que había usado para contener a SCP-682. Un escudo invisible de energía se formó frente a ella, recibiendo el impacto de su ataque con un estallido de fuerza. El golpe fue tan fuerte que la tierra a su alrededor se agrietó, y Koray sintió la presión del impacto atravesar su cuerpo, pero logró mantenerse en pie.
—Impresionante, no esperaba que pudieras resistir tanto —comentó Gojo, aún sonriendo—. Aunque, honestamente, no es suficiente.
Antes de que pudiera reaccionar, Gojo desapareció en un parpadeo, y Koray apenas tuvo tiempo de girar su cabeza para ver cómo aparecía a su lado. Sin embargo, no atacó. Solo la observó por un momento, como si la estuviera evaluando.
—Tienes potencial —dijo, su tono ahora más serio—, pero aún estás lejos de estar a mi nivel. No es solo sobre poder bruta, Koray. Se trata de comprender la esencia de la maldición, de entender el flujo de la energía, y de saber cuándo y cómo usarla. Si quieres sobrevivir en este mundo, vas a tener que aprender mucho más rápido.
Koray tragó saliva, sintiendo el peso de sus palabras. Sabía que Gojo no estaba tratando de intimidarla, pero sus palabras eran la cruda verdad. La batalla no solo dependía de sus invocaciones y habilidades, sino de su capacidad para entender y manipular el mundo que la rodeaba. Y aquí, en este nuevo universo, no tendría el lujo de hacer errores.
—Lo sé. No soy tonta. Y no planeo quedarme atrás —respondió, con una determinación renovada en su voz—. Pero no creas que esta es la última vez que nos vemos.
Gojo asintió, su sonrisa no se desvaneció, pero sus ojos brillaron con un toque de interés.
—No lo dudo. Pero para enfrentarte a mí, necesitarás más que un sistema de invocación y un par de monstruos bajo tu control. Vamos a ver cuánto tiempo te toma descubrir eso. Nos veremos pronto, Koray.
Con esas palabras, Gojo desapareció, dejándola sola con sus pensamientos.
Koray se quedó quieta por un momento, procesando lo que acababa de suceder. A pesar de la intimidante presencia de Gojo, algo en su interior le decía que esta confrontación no había terminado. De hecho, en muchos sentidos, acababa de comenzar.
Respiró profundamente y revisó el sistema. SCP-682 permanecía contenido, y ahora, con la habilidad de regeneración mejorada, sentía que su resistencia había aumentado considerablemente. Pero eso no era suficiente. Sabía que necesitaría más, algo que la pusiera al nivel de un oponente como Gojo.
Con determinación, activó una nueva invocación en su sistema, uno de los SCP más misteriosos en su lista. La oscuridad de la noche parecía envolverla mientras la energía de su invocación comenzaba a formarse ante ella. Un resplandor rojo brilló a través de la oscuridad, y una figura imponente apareció, la presencia de este SCP era aún más poderosa que la de cualquier otro que había invocado hasta ahora.
Cuando la luz desapareció, se encontró frente a un ser de apariencia imponente, con ojos rojos brillando intensamente. Su presencia era aterradora, y Koray sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal.
—SCP-076, también conocido como "Able", la espada imparable —murmuró Koray, sintiendo una oleada de poder emanando del ser frente a ella.
Este SCP no solo era formidable en combate, sino que también tenía una habilidad que la ayudaría a enfrentarse a enemigos de alto nivel. Con Able a su lado, sabía que podría estar un paso más cerca de la fuerza que necesitaba para enfrentarse a Gojo en el futuro.
Mientras se preparaba para la siguiente fase de su entrenamiento y enfrentamientos, Koray no podía evitar sentir una mezcla de emoción y temor. Estaba dando pasos hacia un futuro incierto, pero también hacia un poder imparable. La batalla por la supervivencia en este mundo no había hecho más que comenzar.