El silencio que siguió a la captura de la criatura maldita no duró mucho. Aunque Koray y Yujiro habían logrado sobrevivir, ambos sabían que lo que habían enfrentado era solo el comienzo de algo mucho más oscuro. Las energías que percibieron mientras SCP-106 arrastraba al espíritu maldito a su dimensión de bolsillo aún resonaban en el aire, como un eco de advertencia de lo que acechaba en las sombras.
Yujiro, aún exhausto, se sentó en el suelo con la mirada perdida, tratando de procesar lo que acababan de vivir. Nunca antes había sentido una presencia espiritual tan abrumadora. Si no fuera por Koray y los SCP, sus posibilidades de sobrevivir habrían sido prácticamente nulas.
Koray, por su parte, se mantenía en silencio, observando el lugar donde el espíritu maldito había desaparecido. Sentía una mezcla de orgullo y cautela. Cada vez que usaba el poder del sistema y de los SCP, sentía cómo estos fragmentos de entidades extrañas e inhumanas dejaban una marca en él, como si, poco a poco, su humanidad se fuera desvaneciendo. Pero también era consciente de que no había otra opción: si quería sobrevivir en este mundo, tendría que seguir utilizando estos poderes, por oscuros que fueran.
Después de unos minutos, Yujiro rompió el silencio.
—¿Cuánto tiempo podremos seguir así, Koray? —preguntó, con una mezcla de fatiga y desesperanza en la voz—. Estos espíritus malditos son cada vez más fuertes. ¿Qué haremos cuando no podamos contenerlos?
Koray lo miró con firmeza, aunque en su interior compartía la misma duda.
—No tenemos otra opción, Yujiro. Tenemos que seguir adelante, fortalecernos y adaptarnos. El sistema me ha otorgado herramientas que, aunque oscuras, son nuestra mejor defensa. Si logramos controlar a más SCP, seremos capaces de enfrentar amenazas mayores.
Yujiro suspiró, asintiendo lentamente. Sabía que Koray tenía razón, pero también sabía que esa respuesta no calmaba la inquietud que sentía.
En ese momento, el sistema de Koray emitió una nueva notificación, esta vez con un tono mucho más suave.
> **"Logro desbloqueado: Contención de Entidad de Nivel Especial. Recompensa disponible. ¿Desea reclamar la recompensa ahora?"**
Koray dudó por un instante. El sistema siempre le otorgaba recompensas por sus logros, pero cada una venía con un precio, una consecuencia. Finalmente, decidió aceptar. La notificación desapareció y, en su lugar, apareció una nueva habilidad en su interfaz:
> **"Nueva habilidad: Dominio de la Dimensión de Contención. Permite al usuario crear una pequeña dimensión de bolsillo temporal en la que puede encerrar cualquier entidad que desee, manteniéndola aislada por un periodo limitado de tiempo."**
Koray abrió los ojos, sorprendido. Esta habilidad era exactamente lo que necesitaba para enfrentarse a las entidades malditas de Tokio. Ahora, no solo dependería de los SCP para contener a los espíritus, sino que también podría hacerlo por su cuenta, manteniéndolos aislados hasta que encontrara una solución definitiva.
Sin embargo, la notificación aún no había desaparecido, y una advertencia adicional apareció:
> **"Nota: El uso excesivo de esta habilidad puede afectar la estabilidad mental del usuario. Proceda con precaución."**
Koray frunció el ceño. Las advertencias sobre las repercusiones mentales de utilizar las habilidades del sistema se habían vuelto cada vez más comunes. Sabía que cuanto más se adentraba en el poder oscuro de los SCP, más arriesgaba su propia humanidad.
Yujiro observó la expresión preocupada de Koray.
—¿Todo bien? —preguntó con cautela.
Koray asintió lentamente, intentando calmar sus pensamientos.
—Sí, el sistema me ha otorgado una nueva habilidad. Pero hay advertencias… como siempre —respondió con una leve sonrisa.
Yujiro soltó una carcajada, aunque no había mucho humor en ella.
—Advertencias, advertencias y más advertencias. ¿Qué tan peligroso puede ser? Si el sistema está de nuestro lado, ¿por qué nos advierte de tantos riesgos?
Koray miró a Yujiro con seriedad.
—Porque los SCP no fueron creados para ayudarnos, sino para contener lo inexplicable. Cada uno de ellos representa un peligro que va más allá de lo que entendemos. Y cada vez que uso estas habilidades, siento que parte de su esencia se queda conmigo. Es como si estuviera absorbiendo un poco de su oscuridad.
Yujiro asintió, comprendiendo un poco mejor el peso que su amigo llevaba. Sabía que él mismo era afortunado de no tener que enfrentarse directamente a las consecuencias de usar los poderes del sistema, pero también sabía que, en algún momento, esa oscuridad podría extenderse y afectarlo a él también.
Decidieron descansar en el refugio, sabiendo que necesitarían toda la energía posible para la próxima batalla. Koray, aunque preocupado por el nuevo poder y sus posibles consecuencias, no podía negar que la habilidad del dominio de la dimensión de contención era una ventaja estratégica crucial. Sabía que no sería fácil contener a los espíritus malditos más poderosos, pero ahora, al menos, tendría una oportunidad.
Mientras Yujiro dormía, Koray permaneció despierto, meditando sobre las implicaciones de su nueva habilidad. Reflexionaba sobre hasta dónde estaría dispuesto a llegar para cumplir su misión. Con cada paso que daba en este oscuro camino, sentía que su humanidad se desvanecía lentamente. Pero en el fondo de su ser, una voz firme le recordaba su objetivo: proteger a los que no podían protegerse.
Finalmente, cerró los ojos, dispuesto a descansar, aunque su mente seguía en alerta. Sabía que, mientras más usara el sistema, más cerca estaría de perderse en la oscuridad que lo rodeaba.
Sin embargo, también sabía que no podía retroceder ahora. El destino de Tokio y de sus compañeros dependía de él.