El primer día de clases comenzó temprano, y Kaeleen sintió el peso de cada mirada cuando entró en el aula junto a Elise y Borik. Aunque la primera jornada había estado marcada por la curiosidad y algo de ansiedad, hoy la sensación era diferente. Sabía que sería puesto a prueba, no solo por los profesores, sino también por los estudiantes que parecían verlo como una amenaza.
Al tomar asiento en el salón de Magia Básica, Kaeleen notó que varios estudiantes cuchicheaban y lo observaban de reojo. Entre ellos, Ithan y Erik parecían especialmente interesados en incomodarlo con sus miradas burlonas y susurrando algo a sus amigos.
Sin embargo, antes de que pudiera prestarle más atención, la profesora Nylaen Fira entró en el salón. Su energía cálida y entusiasmo llenaron el aula.
"Buenos días a todos. Hoy hablaremos sobre la esencia de todo ser en Aether: el mana", dijo Nylaen con una sonrisa. "Para quienes vienen de mundos sin magia, esto les parecerá nuevo. Pero aquí, en Aether, el mana es la energía que da vida y sustento a cada criatura, cada piedra y cada planta."
Los estudiantes guardaron silencio, atentos.
"El mana es la energía vital del universo. Fluye en todo el planeta y permite tanto la vida como la magia. Según las leyendas, esta energía fue creada en el comienzo de los tiempos, cuando el Rey Dios trajo al monstruo T'harak al mundo. En ese momento, el mana comenzó a fluir desde el núcleo de Aether, nutriendo cada rincón del planeta," explicó Nylaen.
"¿Entonces el mana está en todas partes?" preguntó un estudiante de las primeras filas, con una expresión de asombro.
"Así es," asintió la profesora. "El mana es omnipresente, fluyendo en el aire, la tierra, los ríos, e incluso en las montañas. Las zonas más ricas en mana, como los bosques mágicos y las montañas volcánicas, son lugares donde el mana se concentra en mayor medida, lo que permite que aquellos seres que habiten en esos lugares desarrollen habilidades excepcionales."
Kaeleen escuchaba con atención, fascinado por esta energía que era capaz de crear y destruir a voluntad.
"¿Y cómo funciona el mana dentro de nosotros?" preguntó Elise, levantando la mano.
"Esa es una excelente pregunta, Elise," respondió Nylaen, sonriendo. "Todos los seres vivos en Aether tienen un núcleo de mana. Este núcleo es el centro de nuestra energía mágica, permitiéndonos canalizar y controlar el mana a nuestro alrededor. A diferencia de los nativos de Aether, los recién convocados, como ustedes, no tienen un núcleo de mana natural. Sin embargo, en el campo de entrenamiento, han comenzado a desarrollar uno artificial."
"¿Y cuáles son los tipos de mana?" preguntó Borik, intrigado.
Nylaen hizo un gesto hacia la pizarra mágica detrás de ella, en la que aparecieron palabras que describían cada tipo de mana:
Mana Arcano: "Este es el mana más común, y permite realizar hechizos elementales básicos, barreras y encantamientos," explicó. "La mayoría de los hechizos y técnicas que aprenderán estarán basados en este tipo de mana."
Mana Vital: "Este tipo de mana es la energía que impulsa la vida y permite la curación y la regeneración acelerada," continuó. "Es un mana esencial para los hechizos de sanación y los tratamientos de recuperación."
Mana Oscuro: Nylaen hizo una breve pausa al mencionar este tipo de mana, lanzando una mirada a Kaeleen. "Este mana está vinculado a las sombras y a las emociones más intensas y complejas. Es poderoso para hechizos destructivos y de control mental, aunque su manipulación requiere gran cuidado y disciplina."
Kaeleen bajó la vista, consciente de las miradas curiosas a su alrededor.
Mana Divino: "Esta es la magia de la luz, el opuesto del mana oscuro, usado por aquellos que tienen una afinidad celestial. Es un mana que purifica y cura en niveles avanzados."
Mana Elemental: "Este mana permite el control directo de los elementos de la naturaleza: fuego, agua, tierra, aire y rayo. Quienes tienen afinidad elemental son especialmente fuertes en el combate directo."
Mana Ancestral: "Este tipo de mana es muy raro y se dice que fue usado por el Rey Dios y seres primordiales como T'harak. Es capaz de alterar la realidad misma y manipular la materia. Sin embargo, su poder está más allá del alcance de los seres comunes."
"Entonces, ¿cualquiera puede controlar estos tipos de mana?" preguntó un estudiante de aspecto joven y curioso.
"No exactamente," aclaró Nylaen. "Cada usuario desarrolla una afinidad específica, y con práctica, puede especializarse. Pero no todos los tipos de mana están al alcance de todos."
"Ahora," continuó la profesora, "hablemos de cómo el núcleo de mana se desarrolla en cada uno de ustedes. La evolución del núcleo pasa por varias etapas, y cada etapa determina el nivel de magia que pueden manejar."
En la pizarra mágica, los nombres de las etapas aparecieron con descripciones detalladas:
Núcleo Latente: La etapa inicial. "En este nivel, los hechizos son débiles y el control sobre el mana es limitado. Los recién convocados comienzan en esta etapa," explicó Nylaen.
Núcleo Despertado: La etapa intermedia. "Aquí, los usuarios pueden especializarse en un tipo de mana y ejecutar hechizos más avanzados. A medida que el núcleo se fortalece, la resistencia física y mágica aumentan."
Núcleo Expandido: La etapa avanzada. "A este nivel, el núcleo puede almacenar grandes cantidades de mana y permite realizar hechizos de alto nivel. Aquellos que alcanzan esta etapa son considerados verdaderos magos o guerreros mágicos."
Núcleo Refinado: La etapa maestra. "En este punto, los usuarios pueden alterar la realidad con sus hechizos, y su cuerpo se vuelve resistente a los ataques físicos. Solo los magos y guerreros más dedicados alcanzan esta etapa."
Núcleo Divino: Una leyenda. "Se dice que el núcleo divino permite manipular la vida y la realidad a niveles inimaginables. Pero hasta ahora, solo ha sido mencionado en leyendas, y nadie ha alcanzado este estado."
Tras la explicación teórica, Nylaen guió a los estudiantes a un ejercicio práctico.
"Ahora intentaremos un ejercicio básico de absorción de mana ambiental," indicó Nylaen. "Cierren los ojos, respiren profundamente y sientan el mana flotando a su alrededor. Si pueden sentir el flujo, intenten guiarlo hacia su núcleo de mana en el pecho."
Kaeleen respiró hondo y cerró los ojos, intentando concentrarse. Podía sentir una leve vibración en el ambiente, como si el mana fuera una corriente invisible que pasaba junto a él. Con cada respiración, intentaba guiar esa energía hacia su núcleo, pero la sensación era tenue y escurridiza.
"Recuerden, este proceso es lento al inicio," aclaró Nylaen con tono amable. "No se desesperen si no lo logran de inmediato. Con el tiempo y la práctica, serán capaces de absorber y canalizar el mana ambiental con más facilidad."
Mientras Kaeleen se esforzaba en el ejercicio, un susurro burlón rompió su concentración.
"Miren, el rarito del mana oscuro ni siquiera puede hacer un ejercicio básico," se mofó Ithan desde el otro lado del salón.
El comentario de Ithan provocó risas entre algunos de los estudiantes, y Kaeleen sintió cómo su concentración se rompía por completo. La energía se desestabilizó y una pequeña chispa oscura brotó de su mano antes de desvanecerse. Avergonzado, bajó la vista, intentando ignorar las miradas curiosas.
"Basta, Ithan," dijo Nylaen en tono severo. "Aquí todos están para aprender. El respeto es esencial."
Ithan rodó los ojos, pero guardó silencio, aunque su expresión burlona permanecía intacta. Kaeleen se obligó a concentrarse de nuevo, recordando las palabras de Nylaen y el apoyo de Elise y Borik.
Después de la clase de Magia Básica, Kaeleen y sus amigos se dirigieron al comedor. El comedor de la academia era un enorme salón de paredes adornadas con antiguos estandartes de los cuatro grandes reinos y mesas largas donde estudiantes de diferentes niveles compartían el espacio.
Mientras Kaeleen y Elise se sentaban en una mesa, un grupo de estudiantes de quinto año entró con una actitud imponente. Entre ellos, Kaeleen reconoció a Luka Thalamar, el joven noble que había visto el día anterior. Luka parecía haberse percatado de la atención que la princesa le había dado a Kaeleen, y eso no le sentaba nada bien.
Luka se acercó con paso lento y calculado, acompañado de su fiel amigo, Revan. Ambos llevaban una expresión altanera, y los demás estudiantes guardaron silencio al notar su presencia.
"Así que tú eres el chico del mana oscuro del que tanto hablan," dijo Luka, cruzando los brazos y observándolo con una mezcla de desdén y curiosidad. "No entiendo qué ve la princesa en alguien como tú."
Kaeleen intentó ignorarlo y seguir comiendo, pero Luka no estaba dispuesto a dejarlo en paz.
"Escucha bien," continuó Luka, acercándose aún más. "En esta academia, los débiles como tú no tienen lugar. Solo estorban."
Al final del día, Kaeleen se sentía agotado. La presión de las miradas, las burlas de Ithan y Luka, y su propia incapacidad para controlar el mana oscuro comenzaban a pesar sobre él. Sin embargo, Elise y Borik, sus compañeros leales, permanecían a su lado, recordándole que no estaba solo en esta lucha.
Con esas palabras resonando en su mente, Kaeleen se dirigió a su dormitorio, con la promesa en su corazón de mejorar, de controlar su poder y, finalmente, de probar que merecía estar en la academia.