El sol apenas despuntaba cuando los estudiantes se reunieron en el amplio campo de entrenamiento al aire libre. En medio de la multitud, Kaeleen, Elise y Borik observaban el campo que había sido transformado en una serie de terrenos divididos por muros y obstáculos de piedra. Esta sería la primera prueba de combate grupal, una competencia que evaluaría no solo su control sobre el mana, sino también su capacidad para trabajar en equipo bajo condiciones de presión.
La profesora Nylaen tomó la palabra desde el centro del campo, con su voz firme y autoritaria resonando sobre el murmullo de los estudiantes.
"Hoy tendrán su primer examen de combate grupal," anunció, mientras los estudiantes se acomodaban para escuchar. "Cada equipo deberá superar varios desafíos, enfrentando obstáculos y resistiendo ataques mágicos. La cooperación y el control son esenciales. No se les evaluará solo por su fuerza, sino por la precisión y el uso estratégico de su mana."
Kaeleen sintió un nudo en el estómago al escuchar la palabra "control". Sabía que esa era su mayor debilidad, y una vez más las palabras de Seraphis resonaron en su mente: "El mana oscuro es una energía compleja; controla tus emociones, o te controlará a ti."
"Los grupos ya han sido asignados," continuó Nylaen, mirando una lista. "Kaeleen, estarás en el equipo con Elise, Borik, y Naomi."
Naomi, la estudiante que lideraba las evaluaciones en casi todas las materias y era conocida por su frialdad y habilidades avanzadas, miró a Kaeleen sin expresión alguna antes de asentir. A su lado, Elise le sonrió con entusiasmo, aunque en sus ojos había una chispa de nerviosismo.
"Será interesante," murmuró Borik, dándole a Kaeleen una palmada en el hombro. "No te preocupes. Estamos juntos en esto."
Kaeleen asintió, intentando calmar sus pensamientos. Sabía que era un reto complicado, pero al menos tenía a sus amigos a su lado.
El primer desafío era una prueba de resistencia en la que cada equipo debía proteger un área asignada de ataques mágicos provenientes de unos dispositivos aéreos colocados alrededor del campo. Estos disparaban ráfagas de mana de diferentes tipos: fuego, hielo y electricidad, poniendo a prueba la habilidad de los estudiantes para defenderse y cooperar.
Naomi tomó la iniciativa, levantando una barrera mágica con precisión casi quirúrgica para cubrir el área del equipo. Kaeleen, Elise, y Borik siguieron sus instrucciones, lanzando hechizos para reforzar la defensa y desviar los ataques.
"Kaeleen, tu mana oscuro podría ser útil para absorber las ráfagas de fuego," dijo Naomi sin perder la concentración. "Controla tu energía y utiliza tu poder."
Kaeleen asintió, concentrándose en su núcleo de mana oscuro. Visualizó la energía fluyendo desde su pecho hasta sus manos, formando una barrera oscura y opaca que absorbía parte de las llamas. Cada vez que una ráfaga de fuego golpeaba su escudo de sombras, Kaeleen sentía la tensión del mana oscuro intentando desbordarse, pero se esforzaba por mantenerlo bajo control.
Mientras tanto, Elise y Borik lanzaban ráfagas de agua y viento para contrarrestar las descargas eléctricas y los ataques de hielo. A pesar de sus esfuerzos, el ritmo de los ataques aumentaba, y la tensión en el equipo era palpable.
Tras completar la defensa, los equipos fueron guiados al siguiente desafío: un terreno plagado de obstáculos y trampas mágicas. Tenían que avanzar en conjunto mientras evitaban trampas de mana que, al activarse, lanzaban rayos de energía que desorientaban y debilitaban a los estudiantes.
"Sigan mis pasos," dijo Naomi, con una frialdad que no dejaba lugar a preguntas. "Voy a desactivar las trampas con un hechizo de dispersión de mana. No se desvíen."
El equipo avanzó lentamente detrás de ella, Kaeleen en la retaguardia, atento a cualquier cambio en el terreno. A cada paso, Naomi desactivaba trampas con movimientos rápidos y precisos, pero en un momento, sintieron un cambio en el ambiente y escucharon risas desde un rincón del campo.
"Vaya, miren quién está aquí," se burló Ithan, acompañado de Erik, Luka y Revan. Sus miradas eran despectivas, y había un brillo de malicia en sus ojos.
Kaeleen apretó los dientes, sintiendo cómo la rabia empezaba a burbujear en su interior. Sabía que Ithan y Erik ya lo despreciaban, pero tener también a Luka y Revan en su contra solo aumentaba la presión.
"Deberías dejar que los demás hagan el trabajo, Kaeleen," dijo Erik con una sonrisa cínica. "No queremos que desates tu 'poder oscuro' y nos lastimes a todos."
"Cállate, Erik," respondió Elise, con una mirada desafiante. "Kaeleen está haciendo su parte, y tú deberías hacer la tuya sin interferir."
"Oh, ¿estás defendiendo a tu amigo raro?" dijo Luka, burlándose. "Quizá deberías preocuparte menos por él y más por tu propia seguridad."
Con un gesto rápido, Luka lanzó una descarga de mana hacia el equipo de Kaeleen, quien apenas tuvo tiempo de reaccionar. Sintió cómo el mana oscuro dentro de él respondía a la agresión, y en un intento de proteger a Elise y Borik, levantó un escudo oscuro alrededor de ellos.
"Eso fue un error, Luka," dijo Kaeleen, con la voz temblorosa pero firme. "Este es un examen, no una pelea personal."
Pero Luka y su grupo no parecían dispuestos a escuchar razones. Decididos a intimidar, continuaron lanzando hechizos en su dirección. Naomi, impaciente, miró a Kaeleen y susurró:
"No pierdas el control, Kaeleen. Concéntrate en protegernos, nada más."
Kaeleen asintió, intentando calmarse, pero cada ataque aumentaba su frustración, y sentía cómo el mana oscuro intentaba salir de su control.
A medida que el intercambio se intensificaba, Kaeleen sintió que sus fuerzas comenzaban a flaquear. Los ataques de sus oponentes no cesaban, y la tensión en su núcleo de mana oscuro crecía con cada segundo. En un intento por terminar con la situación, Kaeleen decidió lanzar un hechizo más poderoso, concentrando todo su mana oscuro en un solo ataque.
Sin embargo, al hacerlo, perdió momentáneamente el control, y una explosión de sombras estalló alrededor de él. La energía se expandió en todas direcciones, empujando a todos, amigos y enemigos, y dejándolos aturdidos.
En el caos, Kaeleen escuchó un grito y giró para ver a Elise desplomarse en el suelo, desmayada. Su corazón se detuvo un segundo al ver a su amiga en el suelo, vulnerable.
"¡Mira lo que has hecho!" exclamó Ithan, aprovechando el momento. "Eres un peligro para todos, Kaeleen. No tienes control de ese poder. ¿De verdad crees que mereces estar aquí?"
Los murmullos y miradas de los otros estudiantes comenzaron a converger en Kaeleen, y sintió cómo una oleada de emociones inundaba su mente: miedo, culpa, ira. Sin poder controlarlo, empezó a oír susurros en su mente, voces que le decían que debía defenderse, que debía demostrar su verdadero poder.
"Kaeleen," murmuró Naomi, intentando traerlo de vuelta, "contrólate."
Pero era demasiado tarde. La ira y la frustración habían superado su control, y el mana oscuro comenzó a arremolinarse a su alrededor, creando una barrera opaca que lo separaba de los demás. Sus ojos estaban llenos de sombras, y su expresión, normalmente calma, se había transformado en una mezcla de dolor y rabia.
"¿Quieren ver de lo que soy capaz?" dijo, su voz resonando con una intensidad inusual.
Luka, Revan, Ithan y Erik retrocedieron, sus rostros pálidos al ver la transformación de Kaeleen.
Justo cuando estaba a punto de liberar todo su poder, una presencia familiar apareció a su lado. La Princesa Selene se colocó frente a él, mirándolo con calma.
"Basta, Kaeleen," dijo, con una voz suave pero firme. "No es necesario que demuestres nada. Controla tu poder. No permitas que las palabras de otros definan quién eres."
La voz de la princesa fue como una bocanada de aire fresco, y Kaeleen sintió que el mana oscuro comenzaba a retroceder. Poco a poco, las sombras desaparecieron, y la calma volvió a su rostro. Sin embargo, el cansancio lo venció, y cayó de rodillas, exhausto.
"Esto es suficiente," declaró la princesa, mirando con dureza a Luka y sus compañeros. "Si alguno de ustedes vuelve a provocar este tipo de altercado, se las verán conmigo."
Después de ser atendido por los médicos de la academia, Kaeleen se sentó en la enfermería, acompañado por Elise y Borik, quienes le ofrecieron palabras de apoyo. Sabía que había cometido un error, pero también sentía que la ira era difícil de controlar cuando estaba rodeado de hostilidad.
"Lo importante es que estás bien," le dijo Elise, con una sonrisa tranquilizadora. "No permitas que ellos te hagan dudar de ti mismo."
Kaeleen asintió, sabiendo que tendría que esforzarse mucho más para demostrar su verdadero valor. La prueba había sido una lección dura, pero sentía que era solo el comienzo de un camino largo y desafiante en Aether.