Chapter 15 - El Despertar del Poder

El viento cortante atravesaba la vasta llanura en la que se encontraban ahora, una extensión desolada de rocas negras y hierba marchita que se extendía hasta donde la vista alcanzaba. Aleron, Kael y Aria caminaron en silencio, conscientes de que el Nexo Perdido aún tenía más sorpresas guardadas para ellos. El ambiente estaba cargado de una tensión palpable, y la sensación de que algo enorme se acercaba era casi insoportable.

"Esto... no me gusta", dijo Aria, mirando a su alrededor con desconfianza. "Es demasiado tranquilo."

"Demasiado tranquilo es precisamente lo que debería preocuparnos", murmuró Kael, sus ojos observando atentamente cada movimiento en la distancia. "El Nexo está jugando con nuestra percepción. Este lugar no es un campo abierto; es un campo de pruebas."

Aleron asintió, su mente trabajando a toda velocidad. La magia del Grifo resonaba en su interior, más fuerte que nunca, y sentía que estaba al borde de un poder mucho mayor. La conexión con su bestia mítica era cada vez más profunda, como si estuvieran fusionándose en un solo ser. Pero no podía permitirse distraerse. La verdadera prueba estaba por llegar.

En ese momento, el suelo comenzó a temblar, y una profunda grieta se abrió en la tierra. Un rugido gutural emergió de las profundidades, resonando como si todo el Nexo estuviera gritando en agonía. Aleron levantó la mano en señal de alerta, y antes de que pudiera reaccionar, una enorme figura emergió de la grieta, arrastrándose hacia ellos con velocidad aterradora.

"¡No puede ser!" exclamó Aria, retrocediendo instintivamente. "¡Es... es un coloso!"

Ante ellos apareció una criatura monstruosa, un coloso de sombras y fuego, cuya masa de energía caótica era suficiente para hacer que el aire a su alrededor se distorsionara. Sus ojos eran dos órbitas vacías, mientras que su cuerpo, una amalgama de sombras ardientes y llamas negras, exudaba un poder maligno que parecía emanar de cada uno de sus movimientos.

Aleron no dudó. La magia del Grifo comenzó a fluir a través de su cuerpo como un torrente, canalizando la energía hacia sus manos. Sin pensarlo, alzó ambas manos hacia el coloso, invocando una corriente de luz dorada que chocó contra el ser de sombras con un estruendo ensordecedor.

Pero el coloso no se inmutó. La magia de Aleron se disipó en la oscuridad, absorbida por las llamas negras que envolvían al monstruo.

"Este maldito... ¡está absorbiendo nuestra magia!" gritó Aria, viendo cómo las llamas negras parecían engullir todo lo que tocaba.

"Es más inteligente de lo que parece", dijo Kael, su rostro grave. "Es un guardian del Nexo. No solo tiene fuerza bruta, sino que también puede contrarrestar nuestra magia."

Aleron frunció el ceño. No podían seguir enfrentándose a esta criatura con ataques convencionales. Necesitaban algo más, algo que desbordara el poder del Nexo. Algo que solo él, como el elegido, podría hacer.

"¡Aleron!" gritó Aria, viendo que la criatura comenzaba a moverse más rápido. "¡Tenemos que pensar en una forma de detenerlo!"

Aleron no respondió inmediatamente. Su mente estaba en sintonía con el Grifo, y a través de su vínculo, podía sentir el poder de la bestia surgiendo en su interior, como una corriente interminable de energía. La relación entre él y el Grifo había trascendido las barreras de lo normal. La magia que antes era solo una herramienta ahora se había convertido en una extensión de sí mismo.

Una idea iluminó su mente.

"Aria, Kael, aléjense", ordenó Aleron con firmeza. "Voy a tomar el control total."

Kael y Aria intercambiaron miradas, pero no hicieron preguntas. Sabían que si Aleron decía algo con esa intensidad, era porque tenía un plan. Los dos se apartaron rápidamente, observando con atención.

Aleron cerró los ojos y levantó ambos brazos, convocando toda la energía mágica que tenía almacenada en su cuerpo. La luz dorada comenzó a emanar de su ser, pero esta vez, algo diferente sucedió. Un brillo cegador llenó el aire a su alrededor mientras el Grifo, que había permanecido en su interior como una presencia dormida, despertaba por completo.

Con un rugido, la bestia mítica apareció a su lado, materializándose en un destello de luz. El Grifo, de plumaje dorado y ojos llenos de sabiduría, emitió una poderosa onda de energía que se fusionó con la magia de Aleron. El Nexo comenzó a resonar, como si reconociera el poder recién desatado.

"¡Despierta, Grifo!", gritó Aleron, canalizando todo su ser hacia la invocación. "Haz que el Nexo sienta nuestro poder."

El Grifo extendió sus alas gigantescas, enviando una ráfaga de viento mágico que cortó el aire con una fuerza devastadora. Aleron, con los ojos iluminados por la magia, extendió su mano hacia el coloso.

En ese preciso instante, la energía que emanaba del Grifo se materializó en una gigantesca esfera de luz que rodeó al monstruo. La criatura de sombras intentó defenderse, pero la magia era imparable. Las llamas negras comenzaron a apagarse mientras la luz pura de la bestia mitológica invadía cada rincón de su cuerpo.

Con un grito desesperado, el coloso comenzó a disolverse, sus sombras desintegrándose bajo el poder de la luz. La lucha era intensa, pero Aleron sentía cómo el vínculo con el Grifo se fortalecía, cómo su propia esencia se fundía con la magia de su bestia. La criatura estaba perdiendo poder, y al final, la luz de la esfera consumió por completo al coloso, dejando solo cenizas flotando en el aire.

El silencio volvió a caer sobre el campo desolado.

Aleron cayó de rodillas, agotado, pero con una sonrisa de satisfacción en su rostro. El Grifo volvió a su forma etérea, regresando a su interior.

"Lo logramos", dijo Aria, corriendo hacia él. "¡Lo vencimos!"

Kael se acercó también, su rostro iluminado por una expresión de respeto. "Esa no fue una batalla fácil, pero ahora entiendo algo. No solo eres el maestro de bestias más fuerte que hemos visto. Eres alguien que sabe cómo sacar lo mejor de ti mismo, incluso cuando el Nexo intenta devorarte."

Aleron se levantó lentamente, su respiración pesada pero controlada. "Esto aún no ha terminado", dijo, mirando al horizonte. "El Nexo aún tiene más para nosotros. Y yo... yo voy a dar lo que sea necesario para enfrentarlo."

El poder de Aleron había alcanzado un nuevo nivel, pero sabía que esto era solo una fracción de lo que aún quedaba por enfrentar. La Esencia del Nexo estaba más cerca, y con ella, el desafío final. Pero lo que había aprendido en esa batalla, lo que había descubierto de sí mismo, lo fortalecería para lo que estaba por venir.