El viento soplaba suavemente entre los altos árboles del Valle de la Llama, un lugar que, aunque pintoresco, ahora le parecía a Liu Fang un reflejo de su desolación. El sonido de las hojas al chocar entre sí era casi un susurro, como si la naturaleza misma compartiera su pena. El cielo se teñía de tonos anaranjados y morados, y el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, simbolizando el final de otro día sin gloria para él.
Liu Fang era un joven cultivador de la Secta del Fuego Brillante, conocida por su rigor y su excelencia en la cultivación del fuego. Sin embargo, a pesar de sus años de dedicación y esfuerzo, siempre había sido considerado un cultivador mediocre, alguien que no podía igualar las habilidades de sus compañeros. Esto le pesaba en el corazón, pero lo que más lo atormentaba era el hecho de que su prometida, Mei Ling, lo había dejado por Zhao Wei, un cultivador que brillaba con una luz que Liu Fang nunca pudo alcanzar.Mientras contemplaba el paisaje, los recuerdos de su vida en la secta lo invadieron. Recordaba las risas de sus compañeros, las sesiones de entrenamiento, y cómo él siempre había estado al borde del grupo, luchando por ser incluido. Una sombra de tristeza cruzó su rostro.Liu Fang: (susurrando) ¿Qué he hecho para merecer esto? Solo quería ser un buen cultivador...En medio de sus pensamientos, algo brillante llamó su atención. Se agachó y vio un objeto parcialmente enterrado en el suelo. Era un anillo, su superficie brillaba con un destello misterioso, como si contuviera secretos antiguos.Liu Fang: (curioso) ¿Qué es esto?Mientras lo examinaba, una luz suave emergió del anillo, y Liu Fang retrocedió, sorprendido. En ese momento, una voz resonó en su mente, clara y melodiosa.Yan Ling: (con dulzura) Hola, joven cultivador. Soy Yan Ling, un alma inmortal atrapada en este anillo. Si me liberas, te enseñaré el camino de la cultivación.Liu Fang parpadeó, incrédulo.Liu Fang: (desconcertado) ¿Un alma inmortal? ¿Es esto un sueño? ¿Cómo es posible?Yan Ling: (calmada) En mi vida anterior, fui una poderosa cultivadora, una maestra de la secta a la que pertenecía. Pero fui traicionada por aquellos en quienes confié, y ahora estoy atrapada en este anillo, lejos de mi hogar.La voz de Yan Ling, aunque etérea, parecía poseer una calidez que Liu Fang no había sentido en mucho tiempo. Había algo en su tono que lo hizo sentir menos solo, menos perdido.Liu Fang: (curioso y escéptico) ¿Y qué ganaría yo al ayudarte? Solo soy un cultivador mediocre.Yan Ling: (con paciencia) Porque yo también busco libertad. Si estás dispuesto a aprender, juntos podemos alcanzar la grandeza. La mediocridad no define tu potencial; es solo el comienzo de un viaje.Liu Fang sintió una mezcla de esperanza y escepticismo. Nunca había tenido un maestro que realmente creyera en él. Sin embargo, algo en su interior le decía que esta era una oportunidad única.Liu Fang: (decidido) ¿Y qué debo hacer para liberarte?Yan Ling: (serena) Solo necesitas conectar con mi energía. Juntos, podemos desbloquear tu verdadero potencial.Con una respiración profunda, Liu Fang cerró los ojos, concentrándose en las palabras de Yan Ling. Sentía una energía envolvente que comenzaba a fluir a través de su cuerpo. Era como si estuviera recordando algo olvidado, una conexión ancestral.Yan Ling: (alentadora) Siente la energía a tu alrededor. Visualiza el fuego, la fuerza que llevas dentro. Permite que esa energía te guíe.Al abrir los ojos, Liu Fang sintió un destello de determinación. No solo quería ayudar a Yan Ling, sino también demostrar que él podía ser más.Liu Fang: (con firmeza) ¡Está bien! Te ayudaré. Juntos, seremos más fuertes.Yan Ling: (sonriendo) Muy bien. Comencemos este viaje juntos.Con esas palabras, Liu Fang sintió que su vida estaba a punto de cambiar. Aunque el camino sería incierto, estaba decidido a no rendirse. Con Yan Ling a su lado, se embarcaría en una nueva aventura en busca de su verdadero propósito y fuerza en el vasto mundo de la cultivación.Mientras el sol se ocultaba, sumiendo el valle en la penumbra, Liu Fang se levantó, el anillo brillando en su mano como una promesa de nuevas posibilidades. Sintió que el peso de su exilio comenzaba a aliviarse, reemplazado por una chispa de esperanza. Era el momento de avanzar.La noche llegó, y Liu Fang se adentró en el bosque. Con cada paso, su determinación crecía. La voz de Yan Ling lo guiaba, sus enseñanzas resonando en su mente.Yan Ling: (suave) Antes de que comencemos tu entrenamiento, necesitamos encontrar un lugar adecuado. Un lugar donde puedas concentrarte y conectarte con tu esencia.Liu Fang: (mirando a su alrededor) ¿Qué tal ese claro? Parece tranquilo.Se dirigieron hacia el claro, iluminado por la luz de la luna. Al llegar, Liu Fang se sentó en el suelo, rodeado de naturaleza, y sintió cómo la energía del entorno fluía a través de él.Yan Ling: (animada) Este es un buen comienzo. Concéntrate en tu respiración. Imagina el fuego dentro de ti, como una chispa esperando ser avivada.Liu Fang siguió sus instrucciones. Con cada inhalación, se imaginaba llenándose de calor, mientras que con cada exhalación, sentía que sus dudas y temores se desvanecían.Liu Fang: (con determinación) Estoy listo, Yan Ling. ¡Quiero aprender!Yan Ling: (orgullosa) Excelente. Comencemos con la técnica básica de control del fuego. El fuego representa tanto la destrucción como la creación. Debes aprender a manejarlo con sabiduría.Liu Fang comenzó a practicar, sintiendo cómo su energía crecía. Con cada intento, la chispa de su interior se hacía más brillante.Así, bajo la luz de la luna y con el apoyo de Yan Ling, Liu Fang dio sus primeros pasos hacia un futuro que jamás había imaginado. Aunque el camino por delante estaba lleno de desafíos, se sentía preparado. Con un nuevo propósito en su corazón, se adentraría en el vasto mundo de la cultivación, donde cada día era una nueva oportunidad para crecer y descubrir quién era realmente.