El viento soplaba suavemente entre las colinas, arrastrando consigo el eco de la conversación que Liu Fang y Yan Ling acababan de compartir. La noche, con sus estrellas titilantes, parecía observar en silencio mientras ellos se sumergían más profundamente en su conexión. Sin embargo, Liu Fang sentía un peso adicional en su pecho. Había compartido con Yan Ling sus dudas, sus miedos sobre el amor y la traición, pero había algo más profundo, más oscuro, que nunca había revelado a nadie.
Yan Ling había mostrado su vulnerabilidad al confesar su trágica historia, y Liu Fang sabía que no podía seguir ocultando su propio secreto. Algo dentro de él le decía que era hora de confiar en ella por completo, de abrirse sobre la oscuridad que siempre lo había perseguido.Liu Fang: (con voz más baja, casi un susurro) Yan Ling... Hay algo más que no te he contado. Algo que he intentado enterrar desde que era niño.La atención de Yan Ling se intensificó de inmediato. A través del vínculo que compartían, podía sentir la agitación en el corazón de Liu Fang, pero no lo interrumpió. Sabía que lo que estaba a punto de decirle era importante, que llevaba mucho tiempo escondido.Yan Ling: (suavemente) Puedes confiar en mí, Liu Fang. No importa lo que sea, estoy aquí contigo.Liu Fang asintió, inhalando profundamente antes de continuar. No era fácil hablar de aquello, pero sabía que, si quería construir algo real con Yan Ling, debía ser completamente sincero.Liu Fang: (con un nudo en la garganta) No soy quien crees que soy... no del todo, al menos. Desde que era niño, supe que había algo diferente en mí. No solo era el poder que tenía, sino algo más... Cuando cumplí cinco años, todos mis recuerdos volvieron. Recuerdos que no pertenecían a este cuerpo, ni a esta vida.Yan Ling permaneció en silencio, escuchando con atención. A través del vínculo, podía sentir la gravedad de lo que Liu Fang estaba diciendo, y su curiosidad aumentaba. ¿Qué clase de recuerdos?Liu Fang: (mordiéndose el labio antes de continuar) En mi vida anterior... Fui alguien diferente. Alguien terrible. Fui un tirano, un emperador despiadado que gobernó con puño de hierro y destruyó a cualquiera que se interpusiera en su camino. Conquisté naciones, destruí clanes enteros, y mi ambición no tenía límites. Era temido, pero también odiado. Y cuando al final caí, lo hice solo, traicionado por aquellos en quienes confiaba. Mi muerte fue brutal, pero pensé que había llegado el fin.Yan Ling sintió una oleada de emociones emanando de Liu Fang: dolor, arrepentimiento y una profunda vergüenza. El silencio que siguió a sus palabras fue denso, lleno de tensión. Finalmente, ella habló, su voz suave pero firme.Yan Ling: (suavemente) ¿Y esos recuerdos? ¿Regresaron cuando tenías cinco años?Liu Fang: (asintiendo) Sí... de repente, un día, desperté sabiendo quién había sido. Todo lo que había hecho, todo lo que había perdido... Estaba ahí, en mi mente, como una pesadilla de la que no podía escapar. Era solo un niño, pero esos recuerdos me persiguieron. Intenté olvidarlos, intenté negarlos, pero siempre estuvieron allí, recordándome el monstruo que fui.Un largo silencio se instaló entre ellos mientras Yan Ling procesaba lo que había escuchado. Liu Fang, quien siempre le había parecido alguien noble y con una fuerte brújula moral, había cargado con el peso de una vida anterior, una vida de crueldad y tiranía. Sin embargo, al mismo tiempo, Yan Ling sabía que él no era esa persona. Al menos, no en esta vida.Yan Ling: (con un tono suave pero firme) Liu Fang, sé que lo que fuiste te atormenta, pero lo que has hecho en esta vida es lo que importa ahora. Todos cometemos errores, algunos más graves que otros, pero lo que defines quién eres es lo que haces con esas lecciones. No eres el tirano que fuiste. Has elegido un camino diferente.Liu Fang respiró profundamente, sintiendo un pequeño alivio al escuchar esas palabras. Aun así, el peso de su pasado seguía siendo difícil de soportar.Liu Fang: (mirando el cielo) Lo sé… o al menos, lo intento. Desde que esos recuerdos volvieron, he hecho todo lo posible por evitar convertirme en lo que fui antes. No quiero repetir los mismos errores, pero a veces… a veces temo que esa oscuridad aún esté dentro de mí. Que algún día… que algún día podría perder el control y convertirme de nuevo en ese monstruo.Yan Ling: (determinada) Pero no lo harás. Te conozco, Liu Fang. He estado contigo en cada paso de tu viaje, y sé que tienes la fuerza para resistir esa oscuridad. No eres un niño que revive sus viejas heridas, eres un hombre que ha elegido un nuevo camino. Un camino de redención.Liu Fang sintió una oleada de gratitud hacia Yan Ling. Siempre había temido que, si alguien descubría su verdadero pasado, lo rechazarían o lo verían como un monstruo. Pero Yan Ling no lo había hecho. Ella lo entendía y lo aceptaba, incluso con todo el dolor que cargaba.Liu Fang: (con voz temblorosa) Desde que esos recuerdos volvieron, siempre he tratado de olvidarlos, de enterrar esa vida. Pero al mismo tiempo… me han marcado. Me han hecho quien soy hoy. Sin ellos, no habría sido tan cauteloso, tan consciente de mis propios límites. Pero también me han dejado un vacío, un miedo constante a perderme de nuevo.Yan Ling: (suavemente) Todos cargamos con cicatrices, Liu Fang. Yo también las tengo, aunque no puedan verse. Lo que importa es que no permitas que esas cicatrices definan quién eres. Has elegido un camino diferente en esta vida, y mientras sigas tomando decisiones basadas en el bien, no importa lo que fuiste. Solo importa lo que eres ahora.El silencio que siguió fue uno de comprensión mutua. Liu Fang sentía como si, por primera vez en mucho tiempo, el peso de su secreto se hubiera aligerado. Yan Ling, a pesar de todo lo que había revelado sobre sí misma, ahora sabía la verdad más oscura de Liu Fang, y aun así, no lo juzgaba.Liu Fang: (mirando el anillo) Gracias, Yan Ling. Nunca había hablado de esto con nadie, ni siquiera con aquellos que confiaban en mí. Pero contigo… contigo es diferente. Siento que, por fin, alguien me entiende.Yan Ling: (con una suave sonrisa en su voz) Siempre estaré aquí para ti, Liu Fang. No importa lo que ocurra, no importa lo que hayas sido. Lo importante es lo que seremos juntos.Liu Fang sintió una calidez inesperada al escuchar esas palabras. Por primera vez, después de años de cargar con ese oscuro secreto, sentía una chispa de esperanza. Con Yan Ling a su lado, quizás podría enfrentar su pasado y, algún día, redimirse por completo.El viento siguió soplando suavemente, y aunque la noche era oscura, Liu Fang ya no sentía que estuviera solo en su viaje.