Cuando Aiden salía del castillo, fue cegado por la luz del sol, que entraba directamente en sus ojos.
Un par de segundos después, al ajustarse a la luz del mundo en el que ahora estaba, Aiden vio que se encontraba en la cima de una montaña donde en realidad se había construido un castillo.
Debido a que estaba bastante alto en altitud, obtuvo una visión privilegiada de la ciudad de Avaloria, y avistó una bulliciosa plaza del mercado donde comerciantes y aldeanos parecían comerciar entre ellos.
Moviendo sus ojos alrededor, intentando observar todo desde su punto de vista, se asombró de los numerosos habitantes de la ciudad y de lo bien desarrollada que estaba, con un gran mercado que parecía estar lleno de vendedores y compradores.
Aiden no sabía por qué, pero seguía teniendo la sensación de que alguien lo observaba, pero mientras seguía mirando alrededor, no podía encontrar a nadie ni a nada realmente.