—Me pregunto cuándo fue la última vez que te miraste al espejo —Hazel tocó sus mejillas con una cara llena de desdén como si se estuviera preguntando cómo describirle su fealdad.
—¡Tú! ¿Cómo te atreves? —Esta era la primera vez que alguien llamaba fea a Venisa. Ella había sido una de las bellezas en el círculo noble con su cabello oscuro y rostro largo, con labios carnosos y grandes ojos.
¡Y la fea patito se atrevió a llamarla la fea! ¿Cómo podía soportarlo!
Pero antes de que su mano pudiera tocar a Hazel, dos hombres se adelantaron y cubrieron a Hazel.
—¡Ja! ¡Pensar que puedes tocar a la emperatriz! ¡También estás loca! —¿Con qué piensas impresionar a Rafael si no tienes belleza ni cerebro? —Hazel continuó con una mirada llena de arrogancia.
Su voz había captado la atención de muchos que pensaban que ella estaba buscando una pelea a conciencia.