```
Gemidos y gruñidos resonaban en la habitación mientras dos personas se enredaban en una ronda de pasión. Sus cuerpos se movían en el lavabo, la piel goteando de sudor. Sus uñas dejaban rasguños en su ancha espalda mientras sus labios dejaban sus marcas en su cuello y clavículas.
Sus labios se entreabrieron mientras inclinaba la cabeza hacia atrás, arqueando su columna y rizando la sábana con sus dedos de los pies. Instintivamente presionó una mano sobre su hombro, solo para que el hombre le sujetara la muñeca sobre la cabeza. Balanceaban los cuerpos del otro, haciéndose uno en mente, alma y corazón.
Atrapada en tal apasionado encuentro, los ojos lujuriosos de la mujer brillaban. Desvió la mirada hacia un rincón, solo para encontrarse con otro hombre parado en la puerta inmóvil.
—Fil… —el hombre parado junto a la puerta dijo sin vida. Su respiración se entrecortó cuando la mujer clavó su mirada en él, solo para gemir más fuerte mientras el movimiento sobre su cintura se volvía más agresivo.
—¡Ahh…! —Fil se retorcía debajo del cuerpo del hombre, sosteniendo su rostro y levantando la cabeza para reclamar sus labios. El hombre que la acompañaba gruñó en su boca, abrazándola estrechamente mientras ambos alcanzaban el clímax.
—Hah. —El hombre jadeaba en busca de aire, posando su palma al lado de su cabeza. Sus ojos color topacio resplandecían mientras sonreía, depositando un suave piquito en sus labios, antes de retirarse de encima de ella. Tan pronto como lo hizo, se recostó contra el cabecero de la cama y captó la atención de la persona que estaba parada junto a la puerta.
—Oh? —el hombre con un par de hermosos ojos dorados sonrió sorprendido—. ¿Tenemos un visitante? ¿Has estado ahí parado todo este tiempo?
Volteó la cabeza hacia la mujer a su lado—. ¿Lo invitaste a vernos?
—No. —Fil sonrió mientras sacaba sus piernas de la cama, manteniendo la manta sobre su pecho para cubrir su cuerpo mientras recogía su vestido del suelo. Le lanzó la ropa masculina al tipo en la cama, sonriendo—. Creo que nos equivocamos de habitación. Mi habitación probablemente esté al lado de la suya.
—¡Oh! —El hombre asintió, con los labios separados mientras miraba fijamente al hombre en la puerta—. Nos emocionamos un poco, ¿eh? Hmm. ¿Y ahora qué vas a hacer? Tu prometido parece... conmocionado.
—¿Prometido? —Fil parpadeó mientras le dirigía una mirada al otro hombre—. Supongo que ya no.
—Perfecto —El otro hombre se levantó descaradamente de la cama para vestirse. Mientras se subía los cierres echó una sonrisa burlona al otro hombre—. Fil, no te vistas demasiado. No lo necesitarás una vez lleguemos a tu habitación.
Fil rió mientras le lanzaba una mirada al hombre—. Compórtate, Jack.
Mientras los dos se vestían, el otro hombre junto a la puerta solo podía mirarlos en silencio. Era como si aún no hubiera procesado lo que acababa de presenciar. Lentamente dirigió su mirada hacia Fil, observándola recoger su bolso antes de marchar en su dirección.
Pero antes de que pudiera pasar por su lado como si no hubiera hecho algo imperdonable, el hombre le agarró los brazos para detenerla.
—Fil —dijo en voz baja—. ¿Qué significa todo esto?
Fil y Jack, el hombre con quien tenía una aventura ilícita, lo miraron.
—¿No es obvio? —Fil arqueó una ceja—. Te estoy engañando, Vincente.
Vincente apretó más fuerte su brazo, incapaz de decir algo después de sus palabras. Por su parte, Fil observaba su expresión en silencio y con tranquilidad.
—¿Te dolió? —ella preguntó después de un momento de silencio antes de asentir—. Debería, Vin. Debería dolerte como el infierno porque te lo mereces.
Fil, que una vez fue sumisa y normalmente no se rebelaría, arrancó su brazo de su fuerte agarre. Sus ojos se agudizaron mientras miraba directamente a los ojos a su ahora ex-prometido y dijo,
—Lo que sentí cuando estuve en ese mismo lugar me mató en el acto.