—¿¡En privado!? —repitió Rafael las palabras con la ceja levantada como si los retara a que lo repitieran, ¡lo que solo enfureció más a Venisa!
—¡Sí, tengo algo importante de lo que hablar! —sus ojos divagaban de él a Hazel, que parecía aburrida con la discusión.
¡Ni siquiera los estaba mirando, sino a la sección de comida!
¡Sin embargo, el hombre se giró hacia ella para pedirle su permiso!
Venisa apretó los dientes de frustración, pero no hubo cambio en la expresión de Diana como si ni siquiera estuviera un poco afectada por la presencia de Hazel.
—Yo...
—¡Creo que deberías ir a hablar! —Ya que no quería ver la cara de la chica. —¡Su horrible rostro me estaba dando náuseas! —Hazel agitó las manos delante de sí como si el aire a su alrededor se llenara de un olor fétido debido a Venisa.
—¡Tú! ¿Qué... —Venisa dio pasos apresurados hacia Hazel, pero fue retenida por Diana!