Ya no había salida, estábamos completamente condenados era lo que yo presumía, todo lo posterior a ello resulto sentirse tan incierto y tan alejado de la propia vida que se podía incluso llegar a sentir que era casi seguro que no tendríamos futuro alguno.
Por cosas del destino a pesar del evidente miedo yo aún permanecía fuerte y con la cabeza fría pues mirar a Lina temblando de la manera en que lo hacía me obligaba a dar lucha contra lo que fuese que quisiera lastimarle, pues simplemente no podía permitir que terminará herida.
Lo que me conmovió aún más fue notar que al igual que yo Lyall tenía el mismo pensamiento preservar la vida de aquella chica era fundamental.
La tensión aumentaba cada vez más y junto a ella se podía percibir en el ambiente una inusual pesadez.
El aire alrededor se sentía saturado sumamente cargando como si la muerte se hubiera posado encima nuestro y se mantenía cubriéndonos con su velo acercándose quizás como una vieja amiga corriendo a nuestro encuentro y…
¡Pof!
Lina ya no pudo aguantar más tanta información acumulada que la experiencia le suministraba pues como si de un corto circuito se tratara su mente simplemente se desconectó desmayándose en el acto.
— No, no... ahora no — grite a sabiendas de lo que posiblemente gracias a aquella desventaja llegaría a pasar.
Como pude logre sostenerla y mantenerla unida a mi cuerpo mientras batallaba para no apartarme de aquel hombre.
Ahora bien, yo eran consciente de una cosa mis fuerzas eran pocas por lo que solo era cuestión de tiempo hasta que por la incidencia de la gravedad terminara está llevándonos a ambas hasta el suelo arrebatándonos así por completo cualquier oportunidad de huida.
Por primera vez la tensión empezó a dibujarse en el rostro de Lyall tras observar por la rabiza del ojo como Lina yacía completamente inconsciente.
Quizás fue el vernos tan desprotegidas eh de suponer que esto probablemente haya impulsado su misma valentía que no tuvo miedo a reaccionar.
Aquel ya no le importaba nada más, así que velozmente dirigió su cabeza hasta aquel lobo y firme se plantó y al igual que aquel en posición de ataque se colocó.
— Emma, solo aguanta un poco más, por nada del mundo te apartes de ella.
Replico con seguridad aquellas palabras de ruego las cuales salieron de él con tanta fuerza y confianza que parecía inevitable el hecho de suponer que pronto la ayuda llegaría.
Ahora bien, cuando sería era lo cuestionaba temiendo que todo sucediese a fin de cuentas cuando ya fuera tarde o cuando ya no hubiera vuelta atrás.
Sin pensarlo demasiado tome el cuerpo de Lina y lo arrastre hasta pegarnos contra la pared de bar.
La puerta que permitía el acceso aún quedaba bastante retirada todavía por lo que dirigirme a ella cargando a aquella era más que un dilema y allí la abrace en una esquina colocando mi cuerpo como escudo sobre ella.
En la peor de las situaciones era lo único que podía pensar, pues soy consciente de que con mis fuerzas era poco lo que podía hacer para protegernos a ambas, pero a pesar de ello no temía el patalear para enfrentarme a mi cruel destino a cambio de que ella viviera.
Yo me negaba a permitirme ser débil porque esta vez nuevamente había una vida completamente inocente involucrada en una pelea de la cual de la cual no era participe y en la que no debía de estar.
Tanto Lyall como aquel lobo empezaron un extraño juego, retándose abiertamente hasta empezar a aquella irremediable y destructiva contienda.
Desde donde yo me encontraba me dediqué de lleno a observarles pudiendo así notar como la rabia y el fuego de la pelea aumenta su intensidad.
El calor de la batalla empezó a arder y de la peor manera dejando nadar a su merced las dudas y la desesperanza.
Hasta aquel momento Lyall aún había guardado la compostura, su cuerpo no había ni siquiera sido rasgado pues no había hecho ni el más mínimo intento de liberal su verdadera piel.
Hasta el momento aquel se había enfrentado contra aquel lobo actuando idiotamente al fin como humano, pero ambos sabíamos que si no cambiaba nada iba a conseguir si realmente intentaría protegeros pues es casi imposible el que aquel en su forma humana pudiera llegar ni siquiera herirle a aquel lobo.
Y… zas ambos empezaron a caminar y nuevamente el trecho entre ambos se acorto hasta que finalmente faltando unos pocos centímetros Lyall por primera vez ante mi libero a su bestia un lobo de pelaje mixto lo más parecido a uno de montaña surgió.
Los colores en el resaltaban con fuerza probablemente por alguna que otra modificación genética heredada de sus antecesores.
Así finalmente una batalla a muerte ante mí se alzó, los gruñidos junto a los quejidos de ambos tras propinarse heridas tras cada mordida podían incluso llegar a estremecer mi piel de la peor manera.
Yo solo pedía que aquello se terminase, que llegara a su fin y como cual impulso me prendí completamente de Lina, la apreté con todas mis fuerzas y cerré mis ojos para no tener que contemplar tal acto de crueldad.
Aun no entiendo que fue lo que ocurrió del todo en gran medida lo desconozco, pero soy consciente de una cosa; tras sentir un impulso en mi piel al percibir la respiración agitada de algo al frente de mí, me vi en la obligación de abrir mis ojos.
Mi curiosidad me llevo a contemplar como un lobo de un pelaje completamente blanco y ojos en un tono amarillo yacía allí con su mirada fijada sobre mi persona, aquel gruñía con recelo y con dudas.
Aquel lobo así por un momento permaneció hasta que de la nada tras posar mis ojos en los suyos los sonidos provenientes de su hocico finalmente casarón aumentando aún más mi confusión.
Cuando menos lo esperaba le vi darme la espalda para dirigirse hasta el campo de batalla donde la pelea entre los dos primeros tomaba riendas sueltas dejando aquella contienda de estar ante nada pareja.
Ya la igualdad no existía pues ya no era uno contra uno, sino que la desventaja se había hecho inminente.
Por un halo de lugubridad y sangre se rodeó todo el alto de la montaña junto a la tenebrosidad que la caracteriza tras tales eventos.
La pelea a medida que escalaba se volvía más y más violenta, los gruñidos eran incluso capaces de opacar cualquier otro sonido a su paso sin dejar margen de error.
Ante ellos no había nada en lo absoluto que pudiera llegar a ser superado tras tal extrepitocidad.
El caos que se desato era abrumador y aterrorizante y las opciones que aguardaban eran simplemente luchar o morir.
Finalmente, el fin de la contienda se aproximaba lo entendía a la perfección tras ver como aquel lobo negro había sido completamente acorralado.
Aunque lo tal era evidente e inminente tras finalmente perder la batalla aquel lobo a pesar de todo simplemente no se rendiría así tan fácil ya que aun estando contra la espada y la pared seguía luchando, seguía arriesgándose.
Los otros dos lobos tanto Lyall y el desconocido seguían retándole pensando que tras tal acción en algún momento finalmente se rendiría, pero no, más bien solamente se encontraba aquel calculando cuál sería su próximo movimiento a realizar.
Eh de suponer que su vida le importaba poco por no decir que le importaba nada, pues tras un simple descuido tras el lobo blanco girar su cabeza en dirección a mi aquel lobo negro aprovechando la abertura que había entre los dos corrió directo contra él rompiendo tal barrera y así se dirigió directo a mí como si no hubiera un mañana.
Aquel lobo corrió sin descansar mientras que yo allí quieta me había quedado completamente anonadada.
En sus ojos era inevitable no contemplar el suspiró de la muerte pues sabía que si aquel lograba llegar hasta nosotras no podíamos hacerle frente contra su robusto cuerpo.
Suspire y como si no hubiera otra opción me aferre al cuerpo de Lina lo más fuerte que pude e hice con un simple movimiento que mi cuerpo quedara casi encima del suyo pues no me importaba lo que me costara ella debía de vivir.
De verdad llegue a pensar que mi muerte era inminente; con miedo, con desconfianza allí me quede completamente quieta resguardándola.
El tiempo corrió se hizo eterno, él sonido de los gruñidos no cesaba y quizás por obra de la misma tensión yo al igual que Lina perdí completamente la consciencia.
Minutos después yo finalmente desperté, pero a fin de cuentas como parte de mi descontrolada vida me sumergí nuevamente en un inusual dilema.
Al abrir mis ojos me tuve que enfrentar al hecho de que casi flotando lo que daba la impresión de que me encontraba sin dudas envuelta quizás en los brazos de alguien que me mantenía unida a su pecho con fuerza como queriendo no apartarse de mí.
Con inquietud fije mis ojos en mi posible salvador llevándome la sorpresa de mi vida.
— ¡Tú! — musite mientras mi boca se mantenía se mi abierta.
— Así no se saluda a tu salvador.
— ¡Perdón! No pude evitar decirlo, pero en todo caso, que haces aquí — cuestioné al verle.
El varón que allí se encontraba no era cualquier hombre, sino que era justamente el mismo con que el que no quería toparme, aquel alfa con el que tiempo antes me había encontrado en medio de aquella carretera.
— Me dijeron que una pequeña loba y una humana se habían metido en problemas y eh venido a comprobarlo con mis propios ojos.
— Nosotras en problemas, para nada, él fue quien apareció de la nada y amenazo tanto la vida de Lyall como la nuestra.
Con desganes voltee mi cara en dirección contraria para evadir sus ojos pues no quería tener que verle, aunque a fin de cuentas ya era algo inevitable.
— Eres tan arisca, sin dudas eres una loba.
Ante su respuesta no pude hacer nada más que respirar profundamente y calmarme ya que hacer una rabieta en ese momento no era lo más recomendable, pues primero me encontraba ante un lobo mucho más fuerte que yo y segundo con mucha más autoridad pues la verdad yo era una simple forastera la cual su voz no tenía peso alguno.
— Ya que estoy evidentemente bien porque no me bajas así su delicado cuerpo no se verá magullado por el peso de una desconocida su majestad.
Dije queriendo apartarme de él de una forma un tanto sarcástica.