Chereads / Amor De Cristal / Chapter 16 - QUINCE ❤️

Chapter 16 - QUINCE ❤️

Pasaron unos breves minutos hasta que Juan pudo reaccionar, dejó de verla como un hombre que ve a una hermosa y deseable mujer, para verla como suele hacerlo normalmente. Como la extraña esposa de su mejor amigo que solo deseaba arruinarle la vida.

Dejó de besarla y se apartó de su lado con rapidez mirándola con gran dureza y reproche.

— Cristal ¿Qué estás haciendo?

— Besándote — respondió risueña ella e intentó besarlo nuevamente, pero él la detuvo.

—¿Puedo saber algo?

—¿Cómo te las arreglarás con los dos?

—¿Te refieres a Diego? — no paraba de reír — Fácil, él jamás sabrá lo nuestro como tampoco sospechará nada de nada.  Será uno de esos tantos maridos engañados mientras que tú y yo disfrutaremos a lo grande.

Juan la contemplaba más que asombrado, en verdad desconocía a la mujer que tenía frente suyo.

"Dices todos esos disparates mientras ríes como una hiena. Increíble, no eres la misma persona con quién Diego se casó.  Aunque eso es imposible, porque los análisis decían que ella era Cristal. Sin embargo esa mujer no era la esposa de su amigo, no lo era. Aunque ¿Cómo podría ser cierto aquello? Nadie es tan parecido a alguien. Ella es Cristal ¿Quién sería si no?"

Aquellos pensamientos abrumaban a Juan, no sabía qué creer en verdad. La tan cambiante actitud de Cristal lo desconcertaba en verdad. Ella seguía repitiéndoles que se divertirían a lo grande juntos y su marido nada sobria jamás.

Juan le fue acariciando los brazos mientras le decía dulcemente.

— ¿Sabes? Eres una persona muy atractiva, inteligente, seductora y muy sexy pero.... — luego le sujetó con fuerzas ambos brazos y severamente continuó — No eres la misma persona que conocí, no eres la Cristal con la cual crecí, la que conocí y la que Diego amó y aún ama. Estás muy cambiada, pareciera que....que...

—¿Qué? Anda, dímelo

— Hubo un error, tú no eres tú. No eres la misma de antes.

—¿Cómo es eso?

—Lo que oyes, no eres Cristal. Así que dime ¿Quién eres?

— Oh vaya, qué pregunta. Soy Cristal ¿Quién más debo ser? Al menos eso es lo que dicen los análisis y ustedes. Ya que yo no recuerdo nada de nada.

La furia de Juan iba creciendo ¿Cómo podía esa desconocida decir que era Cristal? Él conocía a la verdadera Cristal, era sensible risueña y amaba con locura a Diego. Jamás haría o diría lo que ésta impostora estaba diciéndo. Jamás.

—No, no me engañas a mí. Tú no eres Cristal maldita sea, no lo eres. No eres Cristal sino otra persona.

Luna empezaba a endurecerse en verdad, ese sujeto era mucho más peligroso de lo que ella imaginó. No le resultaría nada fácil engañarlo y eso complicaba sus planes.

—¡Mentiroso! ¡Eres un maldito mentiroso! ¡Tengo amnesia! ¿O es que ya lo olvidaste? Sufrí un accidente, estoy viva de milagro. No recuerdo nada — ella apretaba los dientes y lanzaba chispas por los ojos de la furia — Intento proseguir mi vida de la mejor forma posible ¿Qué quieres que haga?

— No apruebo tu actitud ni tu....nueva forma de vestir. ¿Acaso no te diste cuenta? Pareces una loca. Por más amnesia que tengas, tu forma de actuar es incorrecta, por lo tanto no te acerques a mí otra vez ¿Entiendes? — luego se fue hacia las escaleras, pero ante el primer escalón se detuvo y mirándola a los ojos dijo — Diego es mi mejor amigo, por eso no le diré nada de lo que sucedido recién. De momento.

Después se dirigió a su cuarto, Luna quedó furiosa. Sentía nefastos deseos oscuros hacia Juan, pero sabía que debía controlarse ya que nada lograría ni ganaría reaccionando con él por ahora.

Ya llegaría el momento en que pueda ocuparse de ese maldito y bien que disfrutaría de la situación. Enojadisima como estaba se dirigió a su cuarto, cerró la puerta y se sentó frente del espejo donde mirándose detenidamente se decía:

— A mí nadie me rechaza y vive para contarlo, mucho menos ese muerto se hambre de Juan. Pero me las pagarás maldito. Me vengaré de tí, juro que lo haré maldita alimania.

En tanto en el local, Cristal no soportaba aquel lugar. En verdad no lo soportaba. Deseaba salir corriendo y no regresar jamás. Pero Daniel insistía en que debía permanecer allí como era su obligación. La angustia la invadía por doquier. 

A Daniel lo enfurecía su ternura, se sentía enfermo al verla tan dulce y tierna, tan diferente a Luna. Se preguntaba por qué siendo gemelas idénticas eran tan diferentes. 

Por otro lado se iba sintiendo cada vez más atraído por ella y su ternura. En verdad sentía que estaba volviéndose loco. Al llegar a casa cada quien fue a un sitio diferente. Cristal a su cuarto y Daniel al suyo propio ya que aceptó dormir en habitaciones diferentes.

Daniel, una vez solo, meditaba sobre Cristal y su situación actual.

— Ella es dulce, tierna, es evidente que es una buena persona y por lo tanto no se merece sufrir así pero....pero....es todo una farsa, ella es falsa. Nada siente por mí, ella ama al maldito de mi hermano.

Se sujetó la cabeza con gran pesar sin entenderse así mismo. Sin lograr comprender lo que le estaba sucediendo. 

— ¿,Qué me sucede? ¿Por qué tengo estos pensamientos tan opuestos? ¿,Qué me pasa con Cristal? Siento que me volveré loco, totalmente loco. Nunca tuve tan opuestos y distintos.

Cristal, en su cuarto se miraba al espejo mientras murmuraba.

— Deja de intentar recordar tu horrible pasado. E intenta hacer algo con ese club nocturno. Si es cierto que es tuyo, podrás cambiarlo. En verdad que lo podrás hacer. No es necesario que siga siendo un....un....un prostíbulo. Y tú misma solo concéntrate en cambiar, no es necesario que sigas viviendo la misma espantosa vida de antes

Daniel se sentía tan pero tan mal que en esos momentos solo quería hablar con Luna. Por tal razón tomó el teléfono y marco el número de su mansión. Pero quién atendió fue Diego.

— ¿Hola?

—¿Con quién hablo? — preguntó Daniel

— Habla Diego, el dueño de casa

— ¿Quién?

— Diego ¿Quién habla?

Daniel estaba sorprendido ya que era la primera vez que sentía la voz de su gemelo. Sosteniendo el tubo en su oreja Daniel permaneció en silencio escuchando la voz de su hermano, sin poder pronunciar palabra alguna.