El sonido de la puerta cerrándose resonó en el despacho, dejando un eco incomodo que parecía alargar el silencio. James apoyo los codos sobre el escritorio, frotándose las sienes con frustración. Olivia, permanecía de pie, junto a la ventana, permanencia inmóvil, con los labios apretados y la mirada perdida en el exterior. Su postura rígida delataba la ansiedad latente tras la conversación.
- ¿Te das cuenta de que todo esto comenzó en aquella maldita cena? -murmuro James, rompiendo el silencio con una voz tensa.
Olivia giro lentamente, con el ceño fruncido. Sabía que su esposo estaba en lo cierto; todo comenzó a empeorar después de aquella cena con la familia Park.
( - Te lo prometo Will no volverá s suceder, pero no canceles la boda yo te…. Miriam miro a su madre en protesta al golpe que recibió, solo para encontrarse con un movimiento de cabeza que decía que no siguiera hablando.
Todos en la mesa miraron a William que simplemente seguía comiendo como si no se hubiese dicho nada, la cena era insípida y con esta reunión provocaba un malestar en William, solo quería terminar esta situación lo antes posible y volver a casa, dejo los cubiertos y se limpió con la servilleta, un gesto rápido y educado.
- Hijo yo quiero nietos y creo que deberías...ah, ah, mph- debido al dolor Thomas no pudo evitar callarse, la causante del dolor no permito que dijera nada más apretando más fuerte, Thomas no podía reprocharla por miedo a que apretase más fuerte solo puedo aguantar en silencio.
James noto el rechazo de Juliette ante el compromiso, algo que le molesto bastante. Ya que ella tenía la última palabra.
El inquietante silencio del comedor fue roto, pero el aura tranquila que desprendía el hombre ya no era la de antes, ya no había tranquilidad en aquellos profundos ojos azules, solo se podía ver ira y desprecio por aquellos presentes en la cena.
El silencio en el comedor era sofocante, como si un manto pesado cubriera a todos los presentes. William dejo la servilleta cuidadosamente doblada sobre la mesa y observo a Miriam con una mirada tan fría y distante que hizo que bajara la vista.
- Miriam, ya hemos tenido esta conversación en varias ocasiones. No me gusta repetirme -su tono calmado, pero cargada de un filo cortante que heló a los presentes-. El compromiso se cancela. Nunca debió existir en primer lugar. Y no soy alguien que soporta niñerías.
El ambiente se tensó aún más. Miriam intento abrir la boca para protestar, pero Olivia la detuvo al sujetar la muñeca con firmeza, obligándola callar. James apretó los dientes, consciente de que cualquier intento por interceder solo empeoraría las cosas.
- William, entiendo que estes molesto -dijo James finalmente, tratando de calmar la situación-. Sabes que Miriam es una joven un poco impulsiva, eso la lleva actuar con imprudencia. Aun es joven y sigue aprendiendo. Sería una imprudencia echar todo a perder por un pequeño malentendido no crees, y más siendo por una secretaria.
William lo miro con una ceja alzada y una sonrisa sarcástica.
- ¿Un malentendido? -repitió, su incredulidad palpable-. Déjame aclararte algo, James. No me caso por negocios, y menos por acuerdos familiares. Desde un primer momento este matrimonio nunca iba a ser valido. Y eso a lo que llamas "joven" que aún está creciendo y "aprendiendo", es una joven de veintiséis años que no sabe comportarse y actúa como una niña de cinco años. Cree usted Sr. Miller que una joven de veintiséis años debe comportarse como una niña de cinco años, ante mi lugar de trabajo, agrediendo e insultando a mis empleados por qué cree tener un derecho que no es suyo y que nunca le va a pertenecer. Su historial habla por sí solo. Una joven que fue expulsada de la universidad por los daños causado a profesores y alumnos, esta joven como usted hace llamar jamás estará a la altura de cualquier persona influyente en esta ciudad o fuera de ella, habría que ser lo suficientemente estúpido para aceptarla como esposa. Busque alguien que quiera lidiar con dicha carga.
Tras terminar de hablar William se levantó de la mesa, arreglo su traje y salió del comedor.
Juliette, que permaneció en silencio tras las palabras y la partida de su hijo, se relajó mostrando un alivio que apenas logro disimular, aunque hizo en su medida en ocultarlo con su habitual seriedad. Emily mostraba una sonrisa que no pretendía ocultar ante los invitados, estaba claro que la matriarca y la nuera de la casa no estaban de acuerdo con dicho compromiso y su rompimiento las satisfacía.
En cambio, Miriam sintió que su rostro ardía de vergüenza, mientras hacía lo posible por ocultar su rabia y lágrimas que amenazaban por desbordarse. Su mente gritaba en protesta, pero sabía que no podía hacer nada en ese momento sin empeorar su imagen frente a William. James y Olivia no podían decir nada ante sus palabras, solo pudieron guardar la cara por su hija y por ellos mismo.)
Olivia cerró los ojos por un momento, intentando alejar la humillación sufrida
- Claro que me doy cuenta -dijo finalmente, con la voz cargada de amargura-. Desde esa noche, todo ha ido cuesta abajo. Nos humillo frente a toda su familia, dejándonos claro que no valemos nada para él.
James golpeó el escritorio con un puño, su mandíbula tensa. Una risa falsa salió de Olivia.
- No fue solo eso James. Nos ha demostrado que realmente nos deprecia, y va a costar el hacer que cambie la imagen de Miriam será difícil, pero tenemos que lograrlo. Sabemos que si presionamos a Thomas puede que tengamos una oportunidad de ello. Pero sabes que si no encuentras esos documentos todo se arruinara.
Olivia dio un paso al frente, su mirada intensa clavada en James.
- Sabes que mi hija debe casarse si o si, con la familia Park -dijo Olivia avanzando hacia él y plantándose frente al escritorio-. Todavía no veo que cumplas, y solo veo a mi pobre hija sufriendo por el hombre que ama. No podemos permitirnos más errores James.
James resopló, pero no pudo negar la verdad en sus palabras.
- William ni si quiera se molestar en disimular el desprecio por Miriam. Tengo que encontrar ese documento, y el desgraciado de mi padre no quiere colaborar. Pues debes hacer lo posible por encontrarlos, esos documentos pueden permitirnos obtener lo que queremos. James no hagas de esto un error de nuevo, no quiero ver a mi hija sufrir de nuevo -Olivia lo observo fijamente, mientras su mirada se endurecía con cada palabra-. Ese compromiso debe suceder, por ahora mantengamos el perfil bajo, quedemos nos en casa un par de días.
James asintió lentamente ante sus palabras.
- Durante estos días estate pendiente de Miriam, es una bomba de tiempo, y ese carácter explosivo nos puede jugar malas pasadas. Vuelve a suceder algo así y no sucederá nada de lo queremos.