Todos tienen un mal primer día. Después de un cambio de ropa salí a caminar un poco, todo mí cuerpo se sentía cansado. Incluso al ver mí estado noté una penalización enorme a mis estadísticas. Parecía que tenía un cuerpo únicamente preparado para peleas relámpago. Estaba al 1% de mis estadísticas físicas. Mis músculos se sentían como hechos papilla.
Lo primero que hice fue buscar todo el día mí clase, no había recibido un horario y el campus era grande. Enorme. Ir de un lado a otro hasta que conseguí llegar. 40 minutos tarde. Una profesora mirándome con un rostro muerto y lanzando con fuerza una tiza hacía mí. En condiciones normales tendría que moverme un poco, pero ahora necesité usar el intercambio instantáneo. Fuí hacía mí asiento, en la clase todos tenían un aspecto de chicos de 15/16. La más joven era una chica de unos 14. Éramos apenas 25. Cuando el resto de clases están colmadas con decenas de alumnos o hasta centenas uno agradece mucho ser 25.
"Muy bien, como ya vieron tienen un compañero nuevo. Le pido que se levante y venga aquí. Caminando en lo posible."
La profesora intentaba presentarme, ella era una mujer que se mantenía excelentemente bien, al mismo tiempo se sentía su aura mágica oprimiendo constantemente en el aula. Seguro a alguien con un círculo mágico de quinto nivel tendría problemas para respirar incluso. Pero nadie parecía darle importancia.
Al levantarme de mí asiento fui hacia el frente de la clase. Todavía tenía un cuerpo de niño, así que tuve que pararme al lado del escritorio para no quedar muy opacado. Con una pequeña sonrisa me acomodé el uniforme.
"B-bueno, yo soy Gabriel Iron Mouse. Hijo adoptivo de la noble Justice Iron Mouse y fui colocado en esta clase por recomendación de la directora."
Mirando mejor a mis compañeras eran todas chicas de toda etnia, no podía saberlo bien por sus rasgos faciales o físicos, pero por lo menos por el color de piel, forma de los ojos y labios podía identificar más o menos a qué países correspondía cada una. La mayoría no tenía puesto el uniforme, si no usaban armaduras o equipo mágico que parecía verse de bastante nivel.
"Bueno, pequeño. ¿Cual es tu clase? Sé que la señorita Justice es una bárbara con especialización. ¿Qué armas usas? Por lo que veo tienes 5 anillos de carácter mágico... Y tus lentes tampoco son normales. Y ¿cómo funciona eso de 'hijo adoptivo'?" La voz de la mujer mayor se escuchó un poco más amistosa después de la parte de 'recomendación de la directora'.
Ser bombardeado a preguntas por la profesora es TODO lo que un niño no quiere. Mucho menos frente a chicas bonitas y aún menos siendo su primer día. Todavía no sabía si responder de manera totalmente sincera. Aún así me ví obligado, seguramente los profesores tenían informes con las características de los alumnos para las mejores formas de entrenarlos.
"Soy un mago sin especialización y mí arma es un espadón de gran tamaño..."
La mirada de la profesora fue sorpresa, curiosidad y enojo... Los magos son bien conocidos por... Tener muy muy poca fuerza, un espadón de gran tamaño mínimo necesita una fuerza de 4 dígitos para ser utilizado. Mientras mayor el nivel del mismo mayor sería su dificultad para utilizar e incluso habrían algunos que necesitaban si o si de una clase específica o especialización para ser usados. Por esas razones ella sacó un pequeño sello, por las miradas de todos era algo importante. Lo coloco en una planilla y sentí una relajación muscular que me hizo recuperar un poco de mí fuerza. Hasta la profesora estaba sorprendida de que no estuviera en el suelo llorando.
"Muy bien... ¿Serías amable de mostrar tu arma? Además... ¿No eres un espadachín mágico? La señorita Carmín y su hermana Celeste lo son." Ambas chicas eran gemelas, su rostro y ojos indicaba una ascendencia asiática, eran las gemelas las cuales uno intenta salir con una y termina humillado de todas formas. Sus armas se veían como dos sables de un largo medio, con una vaina con inscripciones de dragón. eran sables gemelos, pero que cada una utilizaba por mano propia.
"Aparece estado. Clase." Enfrente mío apareció mí clase. 'Mago' un mago puro sin ninguna especialización aparte. Lo siguiente que hice fue mirar el techo, esto iba a costar bastante, así que usaría magia de curación para que mí cansancio sea menor. Slayer poco a poco era convocada, un ultra espadón de enorme tamaño, color completamente negro que inclusive parecía tener un filo de decoración. Era más un bloque de un metal extraño que un arma. La mirada de la profesora fue de sorpresa, mientras que apoyaba el arma en mí hombro.
"V-vaya... Qué... peculiar... bueno, puede sentarse."
Quitando mí arma de mí hombro la coloqué
nuevamente en mí anillo, caminando tranquilamente hasta mí asiento, la clase era sobre hechizos, ya que la mayoría tenía una magia innata yo era quien más atención prestaba. La forma, no era un chico que hacía preguntas pero...
"¿Y un hechizo de noveno nivel? Digo... cómo es posible."
"Noveno... Bueno, no sé quién quiso destruir el continente o matar a un dragón. Pero son hechizos imposibles. Únicamente se les dan el nombre de 'noveno' por escala... Pero si bien los otros multiplican al cuadrado la potencia del anterior. Un noveno nivel es un salto estúpidamente alto. Únicamente se puede alcanzar cuando uno es el electo por un dios para ser su representante. La guardia Scarlett, la reina, incluso nuestra directora. Pero aún así, un hechizo de tal poder es el inicio de las capacidades de un representante de dios... Por qué la pregunta, ¿acaso la directora peleó contra ti?" Su sarcasmo fue notable, y mientras ella decía eso simplemente sentí mí cuerpo temblar.
"Lo hizo."