Como pequeños destellos rojos saldrían volando rápidamente aquellos proyectiles de fuego, proyectiles los cuales en un principio procedí a defenderme invocando una pared de tierra bastante sólida, de unos 60 CM de grosor y que me cubría más que perfectamente.
Salir por uno de los costados era una táctica tonta, por lo que toqué con mí mano izquierda el suelo, empezando a abrirlo poco a poco, estaba sintiendo como el muro era poco a poco derretido por los disparos de las firebolt. Mí corazón temblaba un poco y mí cuerpo simplemente sentía miedo y se sintió sobrepasado por ella. Continúe haciendo ese agujero hasta la mitad, porque justo en ella pude ver cómo se abría una salida encima mío. Una flecha de hielo un poco menor que el tamaño de una normal se clavó a mí lado, y me ví obligado a salir de allí. Mirando al instante como un puño se acercaba cubierto por un aura color dorado. El golpe impactó, se sintió como el corte perfecto de un bisturí por mí cuerpo. Incluso me retraje sobre mí mismo. Recibiendo ahora un rodillazo en mí frente que me alejó. La mujer me dió un tiempo de reincorporarme, y mientras eso se daba intenté sacar algo de los anillos del campeón rubiecito. Lo que fuese, llegando a sacar unas dagas que eran más como espadas cortas para mí.
Ya con ellas y una en cada mano tuve que cruzar sus hojas para interceptar un puño de la directora, aunque lo peligroso no fue eso, fue como agarró las armas e intentó golpearme con una patada horizontal. Solamente lo esquivé porque solté las armas y me agaché gracias a los lentes.
Cuando ella tuvo las armas sonrió contenta y las lanzó lejos, respiró calmadamente y tomó una postura algo baja, con sus piernas separadas y avanzando lentamente como si fuese una depredadora.
Yo tuve que mostrar algo. Un zorro cuando lucha contra un conejo solo se está jugando una cena, pero ese conejo se juega la vida.
Me coloqué con mis manos en el suelo, liberando mí poder mágico como una forma de 'gruñir' y advertirle. Aunque ella cerró sus ojos e hizo lo mismo.
Gracias a esa pequeña ventana de oportunidad me lancé, usaría unos hechizos de quinto nivel en mis manos estás tomando un aura morada, tuve que potenciarlo con caos. Al lanzarme usaría mis puños para golpear su rodilla y cuando esta se agachó un poco su mandíbula. Ambos golpes dieron, pero el único efectivo fue el de la rodilla. Sentí como si fuese un niño golpeando un muro. Allí escuché con un poco de enojo una palabra.
"Sobrevive." Cómo si fuese una especie de aura al estar cerca suyo pude ver miles de pequeños hechizos de nivel 6 por su cuerpo, intenté deshacer la mayoría posible. Pero fue simplemente inútil, se volvían a poner allí remplazando al que desaparecía.
Todo esto en la mínima fracción de segundo que ella llegó a atrapar mis piernas. Y con ellas me tenía como un perfecto saco de boxeo. Su velocidad era tal que se sentía como si su solo roce era ya un hechizo de fuego, los golpes siguientes también eran dolor. Uno tras otro, tras otro, tras otro. Llegué a ver mí escapatoria.
"Intercambio instantáneo."
El golpe que sentí que era decisivo no lo dió. Estaba a unos metros lejos de ella, usé mí magia de curación con caos para recuperarme un poco, y me puse nuevamente de pié. Mirándola mejor ella llevaba una armadura de hechizos de nivel 6.
Volví a colocar esa aura en mis manos, reforzando mis músculos.
Ella apareció en un instante enfrente mío, solamente por los reflejos que todas las habilidades me daban es que llegué a interceptar su golpe con uno propio. Allí sentí lo abrumado que estaba. Mí hechizo tenía el mismo nivel que el suyo, pero el suyo eran miles, millones de veces ese mismo hechizo. Llegué a tomar su mano. Y con una mueca de dolor usé.
"Ejecución mayor"
Algo que noté de esa habilidad fue su funcionamiento. Todo lo que hacía era aumentar la precisión de un golpe hasta de manera nanométrica. Por ello un cirujano seguramente podría usar tal habilidad para hacer los cortes más limpios posibles, y en zonas que menos resistencia pongan.
Después de tal explicación volví en mí mismo, notando que atravesé por aquella armadura de hechizos, siendo que estaba contento lo que me quitó mí sonrisa fue una patada a mis costillas. Saldría volando de no ser por estar agarrando su mano, e incluso aproveché esa fuerza del golpe para mover mí cuerpo dirigiendo una patada hacía su cuello, usando nuevamente ejecución mayor para golpear entre las vértebras C1 y C2. Tuve que mejorar también mí pierna. Aunque el golpe no fue tan efectivo como las otras veces. Ahora ella usó un hechizo de viento para alejarme. Empezando a convocar un círculo de noveno nivel. Podía notarlo por la gran cantidad de energía que mostraba, con ello me ví obligado a sacar a slayer, y cuando el hechizo se lanzó y yo tuve mí arma solo pude pronunciar.
"Consumir todo."
Y en ese instante, únicamente allí contemplando el vacío al cual entraba cuando usaba tal habilidad pude sentirme inútil. Tenía enfrente mío el destrozó que habría generado aquel hechizo que era un rayo de plasma totalmente concentrado en un milímetro. Era como lanzar varios soles en apenas el tamaño de un lápiz, que atravesó todo en aquella dimensión de oscuridad.
Al volver a la realidad tanto yo como la directora como mí madre estábamos en silencio. Me apoyaba en mí espada para no caer, aunque se notaba que mí contrincante estaba infinitas veces mejor que yo únicamente pensaba en lo siguiente. Así ella pronunció un claro.
"Me rindo".
Más que nada como una formalidad. Me había destrozado totalmente.