Él se escondía detrás de un árbol mientras lo observaba, todo su cuerpo tenía un brillo tenue de color amarillo que resaltaba en la oscuridad de la noche.
—¿Y qué dijo Jayden cuándo lo vio?
—Nada. Solo lo observó desconcertado y con incredulidad, pensaba que estaba soñando.
Se quedaron mirándose fijamente por quién sabe cuanto tiempo y no dijeron nada. Hasta que Jayden dijo:
"Tu..."
Apenas oyó esto el espíritu desapareció detrás del árbol sin dejar rastro, oír la voz de Jayden lo puso tan nervioso que se acobardó.
—E-Es normal acobardarse—replicó Aris en voz baja.
—Nunca he estado en esa situación...creo, pero definitivamente me pondría un poco nervioso. Cada vez que lo estoy mi mente se queda en blanco.
—Oh...—dijo Aris con naturalidad, pero el ya lo había notado, le resultaba un poco divertida esa reacción de Ethan, era lindo.
—Si estuvieras en esa situación ¿Qué harías Aris?—preguntó aparentando desinterés.
—Yo...creo que también me hubiera escondido, pero volvería a intentarlo al día siguiente, claro, si volviera a verlo—respondió lo más casual que pudo.
—Pues eso hizo el espíritu—continuó Ethan, quien observaba con atención sus expresiones—Jayden quedó impactado por lo que vio, no sabía exactamente que es lo que había visto ¿un fantasma quizás?, pero quería averiguarlo, así que al día siguiente volvió.
En el camino Jayden no tenía miedo, era mas bien emoción, quería volver a ver a esa persona, o lo que sea que haya visto.
Muy entrada la noche se sumergió en la espesa vegetación del bosque, el clima era frío pero la atmósfera era tranquila, siguió caminando hasta que vio una luciérnaga y recordó que ellas lo habían guiado hacia esa persona. Entonces las siguió.
El espíritu se sintió tan arrepentido de ser un cobarde esa noche así que se dijo así mismo que si llegaba a encontrarlo hoy al menos lo saludaría o le diría su nombre, y justo cuando se estaba poniendo cada vez más nervioso apareció Jayden.
—¿Qué crees que pasó?—preguntó Ethan, pero al instante se sintió extraño, era como si fuera un Déjà vu.
—Mm...—mientras Aris pensaba recordó la vez en que jugaron a adivinar la continuación de las historias que Ethan contaba— sabes...ya hemos hecho esto antes—comentó Aris con su suave sonrisa.
—¿En serio?, justo ahora acabo de sentir que viví una escena similar—exclamó Ethan al saber que lo que sintió no era sólo su imaginación.
—Sí, tu contabas algo y yo tenía que adivinar lo que seguía, y el que ganaba tomaba una copa de vino.
—Oh, suena interesante, hablando de eso...¿no quieres un poco más?, sé que hace poco tomamos pero, que más da.
—Si no es mucha molestia Ethan—dijo poniendo sus manos sobre la cama e inclinándose ligeramente hacia atrás.
—C-Claro que no, será un placer—diciendo esto se levantó y buscó una botella.
Ethan se sintió un poco nerviosos al ver la actitud tan relajada de Aris, y más porque él estaba en su cama. Mentiría si dijera que en su interior quería verlo sentarse en su cama, una mezcla de culpa y deleite pasaba por su cabeza. Y ahora quería ver como era borracho.
"Apuesto a que se comportaría adorable..."
Pensó Ethan imaginándolo, agregando este pensamiento en su mente le sirvió una copa a él y volvió a sentarse aún con la botella en la mano.
—¿En qué me quedé?—preguntó Ethan empinándose la botella.
—Que el espíritu vio a Jayden—respondió y le dio un sorbo a la copa alzando su cabeza.
Ethan vio como su manzana de Adán se movía mientras tragaba, se marcaba perfectamente en su blanca piel, tratando de concentrarse en la historia tragó grueso y continuó:
—El espíritu se mostró ante Jayden y este al verlo quedó perplejo. Su aspecto fantasmal era muy evidente, y al ver la reacción paralizada de Jayden le dio miedo y quiso irse, pero se detuvo cuando oyó a Jayden decir:
"Alto, no te vayas"
El espíritu se quedó inmóvil ante sus palabras, giró la cabeza y lo vio a los ojos. Ambos se quedaron así por un tiempo indefinido hasta que Jayden dijo:
"Yo...no te haré daño...mi nombre es Jayden, ¿Cuál es el tuyo?"
Pero el espíritu no contestó, y justo cuando Jayden pensaba que tal vez no podía hablar el espíritu dijo:
" ...Víctor...Víctor Lost"
"Y tú...¿qué haces aquí tan solo?"
Preguntó Jayden tratando de sacar una conversación pero sin asustar a Víctor ya que Jayden lo había notado un tanto nervioso.
"Yo...tengo que estar aquí siempre, no puedo irme"
"¿Porqué?"
Preguntó intrigado y Víctor un poco temeroso respondió:
"Yo...soy el espíritu de las luciérnagas, tengo que estar aquí por las noches y cuidar del bosque..."
—Por fin pudo hablarle—comentó Aris alegremente acomodándose y estirando una pierna.
—Si, y aquí es donde comienza la verdadera historia—dijo Ethan tratando de ignorar la pierna de Aris.
Esas palabras fueron suficiente para romper la tención. Conversaron un poco más esa noche y Jayden se marchó con un sin fin de emociones dentro de su pecho. No esperaba encontrar algo como eso ese día, pensaba que lo que había visto ese día era sólo su imaginación, pero aunque fue algo muy extraño y fuera de lo común en realidad le gustó mucho conocer a esa persona, y sentía que de alguna manera él se convertiría en alguien especial. Alguien importante en su vida.
Desde ese día Jayden iba todas las noches y ellos empezaron a hablar más y más, se hicieron muy cercanos...
Ethan hizo una pausa.
—¿Quieres más?— interrogó mostrando la botella al ver que ya no había nada en su copa.
—Gracias—exclamó Aris tomándola, Ethan naturalmente esperaba que él se sirviera más en la copa, pero esa idea fue desechada al verlo empinarse la botella entera.
Ethan mostró una expresión de asombro y cuando iba a dirigirse a Aris este dijo:
—Gracias—agradeció y devolvió la botella.
"Espero haberle dejado algo..."
Pensó Aris ya que sólo se la había empinado y casi se la toma toda de una sola vez.
—De nada—dijo Ethan con una sonrisa.
—Lo siento si no deje mucho—se discípulo Aris y cuando vio los hoyuelos de Ethan quedó encantado. Sintió sus mejillas sonrojarse por eso y el alcohol.
—Descuida—respondió Ethan quien notó una coloración en el rostro y cuello de Aris y pensó fascinado:
"Se ve tan lindo, ese tinte en su piel blanca se ve tan encantador, le da un toque cautivante..."
—Vamos, ¿Qué ocurrió después?
—Oh, si claro, veamos...
Solían pasar justos toda la noche apreciando los paisajes nocturnos iluminados por la tenue luz de la luna y de las luciérnagas. El resplandor de Víctor se hacía mas brillante y hermoso a la media noche y se extinguía poco a poco hasta que se desvanecía por completo. Así que sólo podían estar juntos durante pocas horas de la noche.
Pasaron casi dos años así, ahora Jayden ya tenía veintisiete años.
"Me pregunto por qué me dijo que ambos sufriríamos, hasta ahora no ha pasado nada malo..."
Se preguntaba Víctor cada vez que estaba con Jayden, ya que siempre la pasan bien y jamás se había sentido tan feliz de estar con alguien.
Pero una noche mientras estaban recostado sobre el césped Víctor se daría cuenta del significa de las palabras del espíritu del bosque.
"Me alegra haberte conocido Víctor, jamás he conocido a alguien que me haga sentir tan feliz"
"Yo también me siento igual, si no fuera por ti me sentiría tan solo...gracias"
Jayden sintió caer un peso sobre su corazón al escuchar esas palabras, desde hace mucho le inquietaba ciertas cosas sobre Víctor, pero por no hacerlo sentir mal nunca dijo nada. Sin embargo Víctor vio inquietud en sus ojos y preguntó:
"¿Ocurre algo Jayden?"
"Víctor..."
Se apoyó sobre un codo y vio a Víctor hacia abajo.
"Hay tantas cosas que no he querido preguntarte por que creí que..."
"¿Que clase de cosas?"
"Tu, ¿no siempre fuiste el espíritu de las luciérnagas, verdad?"
"...No, antes era humano, yo...en realidad estoy muerto"
Con esto Jayden corroboró sus sospechas, pero no quería aceptarlo, el solo hecho de pensar de que la persona que mas quería en este mundo estaba muerta era muy doloroso para él.
Pensar de que tal vez tuvo una muerte dolorosa, y pensar de que nunca podrá estar con él de verdad, eso atormentaba su corazón.
Jayden levantó su otro brazo y quiso tocar el rostro de Víctor, pero su mano no sintió nada, no estaba tocando nada.
—¿Entonces a eso se refería cuando dijo que ambos sufrirían?—preguntó Aris desanimado.
—Si, los dos pertenecen a dos mundos diferentes, están tan lejos uno del otro que es imposible que puedan estar como ellos quisieran—respondió Ethan con tristeza.
"Dos mundos diferentes..."
Repitió Aris en su mente, esas dos palabras cavaron profundo en su corazón, no quería pensar en todas las cosas que harían imposible el estar con Ethan, no quería aceptar sus diferencias. Sin importar qué Aris no se rendiría y haría lo que fuera para estar con él, para ser feliz.
—Jayden nunca había tratado de tocar a Víctor todo ese tiempo que pasaron juntos por temor a que sus sospechas se volvieran realidad. El no poder tocarlo realmente le partió el corazón. No importa que, cuando quieres a alguien también quieres sentir el calor de su piel.
Y Víctor al ver la expresión de tristeza en sus ojos se sintió igual de triste, y en ese momento supo a que se refería el espíritu del bosque.
Tratando de fingir tranquilidad Jayden preguntó temeroso:
"¿Cuantos años tenías cuando...?"
No pudo terminar de decir la pregunta, pero Víctor sabía a que se refería, y de la forma más natural que pudo respondió:
"Veintidós..."
"¿Por qué...?"
Preguntó Jayden desconsolado.
"Ojalá te hubiera conocido antes, yo..."
Diciendo esto trató de tomar su mano, pero esta sólo cayó al césped.
"Te amo tanto Víctor..."
Dijo con sinceridad y dolor, se miraron a los ojos y Jayden vio su reflejo en ellos, y Víctor también se vio en los de él.
Al oír estas palabras su corazón se hundió aun más y supo cual era el sentimiento que era peor que la soledad, el sufrimiento que sientes al ver a tu ser amado triste, y peor cuando eres la causa de ello.
"Lo lamento tanto Jayden...yo también te amo, yo..."
En ese momento supo que había causado el sufrimiento mas grande que podía experimentar Jayden.
Deseaba desaparecer y nunca haber existido, quería poder quitarse la vida, pero no podía. No podía porque ya estaba muerto. Sintió un gran nudo en su garganta, quería llorar, pero sólo podía quedarse con ese sentimiento ahogado en su corazón.
Ni siquiera podía derramar lágrimas por él, no podía desahogar la tristeza...porque los muertos no pueden llorar.
—Esta parte la odié mucho, detesto cuando los personajes de un libro sufren, sólo quiero verlos felices, pero sé que no todo es así...a veces las cosas no son como uno quisiera...
—¿Ethan?—dijo Aris con una mirada extraña que tenía una mezclan de tristeza y culpa.
—¿Si? Aris—dijo un poco extrañando.
—Si alguien hiciera algo similar, es decir, para encontrar el amor, ¿te molestaría saber que el causante de tu dolor fue culpa de la otra persona?
—...
Ethan no esperaba que Aris hiciera le preguntara eso.
—Si el deseo de encontrar el amor hiciera que tu sufrieras...¿odiarías a esa persona?—preguntó de nuevo, pero esta vez con un toque de dolor.
Ethan se quedó mirando a Aris fijamente, y supo que la respuesta era muy importante para él, pero sin importar cuánto lo pensara no sabía porque, así que decidió responder con el corazón.
—No—dijo Ethan con una sonrisa melancólica—porque también lo amaría ¿no es así?, ¿Cómo podría odiar a la persona que amo?
Incluso creo que hubiera hecho lo mismo que hizo Jayden.
—¿Qué fue lo que hizo?
—Sólo espera, ya casi llegamos a esa parte de la historia.
Pasó el tiempo y Jayden y Víctor seguían viéndose todas las noches pero algo cambio, cada vez se hacía más notable el dolor que sentían al estar tan cerca y a la vez tan lejos.
Hasta que un día pasó algo que cambiaría todo. Sabes, la familia de Jayden solía ser pobre, pero todo cambio cuándo Víctor lo ayudó a obtener comida, tenían tanta carne que pusieron un poco de ella a la venta y les fue muy bien.
Muchos se dieron cuenta del cambio, en especial persona malas y envidiosas que sólo querían saber como lo lograron, saber el secreto que ocultaban. Sospechan que algo ocurría en el bosque así que una noche lo siguieron y se enfrentaron a él, esas personas ya llevaban tiempo acosándolo pero nunca habían hecho algo tan atrevido, hasta ese día.
Lo golpearon y persiguieron hasta que apenas pudo perderlos, y Víctor al verlo en ese estado se sintió devastado y quiso ayudarlo, pero no podía tocarlo. Desde ese día Víctor se preocupaba más por su bienestar y no podía evitar pensar que era su culpa.
Jayden pudo evadirlos durante bastante tiempo, hasta que no pudo más y tuvo que enfrentarse a ellos de una vez por todas.
Pero eran demasiados para él, Víctor vio todo desde lejos, se sentía tan impotente al verlo, no podía hacer nada. Nada.
La golpiza fue tan brutal que Jayden ya no tenía fuerzas para seguir peleando. Fue en ese punto que Víctor ya no pudo seguir viendo y decidió intentar asustar a los humanos que estaban golpeándolo. Pero eso estaba prohibido, en realidad el espíritu del bosque sólo permitió a Víctor ser visible para que pudiera ser visto por el humano que sería su amor, y si se dejaba ver por alguien más se volvería invisible para todos, incluyendo a Jayden.
Pero lo único que le importaba ahora era la vida de Jayden, puso todo su esfuerzo en dar terror, salió y convirtió su apariencia en la que solía tener antes de ser el espíritu de las luciérnagas, su piel horrible y pálida, su rostro demacrado y atormentado.
Funcionó, todos se asustaron de él y huyeron, pero al hacerlo empujaron a Jayden, quién resbaló y cayó por el precipicio que estaba a sus espaldas.
—¡¿Que?!—exclamó Aris con angustia—¿Cómo va a sobrevivir? ¿ya no se podrán ver nunca más?
—Te dije que es mi historia favorita, pero que era muy triste. Ya casi llegamos al final.
Lleno de angustia y preocupación Víctor bajó el acantilado a gran velocidad, pero cuando llegó Jayden estaba casi muerto. Gritó su nombre pero él no pudo oírlo ni verlo, quiso ayudarlo pero no podía, pensó en pedir ayuda pero ya nadie podía verlo.
Lo único que podía hacer era verlo morir lentamente. Y eso hizo. Sólo lo miró mientras trataba de llorar sin poder hacerlo.
Maldijo el día en que nació.
Maldijo el día en que quiso encontrar a quien amar.
Se maldijo toda la noche hasta que ya no pudo escuchar la pesada respiración de Jayden, quien con su último aliento dijo las siguientes palabras:
"Lo siento Víctor..."
El alarido de Víctor resonó en todo el silencioso bosque, pero nadie pudo escucharlo.
Paso tanto tiempo junto a él, estaba tan dolido por su muerte que no se apartó de su lado, ni siquiera cuando ya no había ni el más mínimo rastro de él.
¿Cuántos años pasaron? nadie lo sabe, pero el dolor en su corazón no se desvaneció en absoluto, en cambio cada día era más y más grande.
Al verlo de esa manera el espíritu del bosque se sintió muy triste, así una noche fue ha hablar con él. Trató de hacerlo sentir mejor, pero nada funcionó. Sabía que lo único que lo animaría sería volver a estar con Jayden.
—Esto es muy triste Ethan—dijo quejándose con un triste puchero y las cejas fruncidas, con sus mejillas sonrojadas, que lo hacían ver más encantador y tentador.
"Se ve tan bello haciendo pucheros"
Pensó Ethan mientras se deleitaba con la linda persona borracha que tenía enfrente.
—Oh Aris— exclamó Ethan tratando de consolarlo— sé que no se ve bien, pero ya llegamos a la mejor parte. ¿Qué crees que pasó?
—No lo sé...
—Pues lo que pasó fue que en realidad el alma de Jayden nunca se fue, quedo atrapada en el vacío, deambulando en la oscuridad, podría decirse que era como un alma en pena, similar a la de Víctor.
El espíritu no tuvo más opción que sacarlo de ahí y convertirlo también en un espíritu. De hecho desde hace mucho el espíritu sabía que su alma no se había ido y desde ahí Jayden le suplicaba que también lo convirtiera, que haría lo que fuera por estar con Víctor, esto y ver el estado deplorable de Víctor fue el ultimo empujón que necesitaba para decidirse.
Y una noche cuando Víctor estaba con los ojos cerrados y con la cabeza gacha sintió que una mano se apoyaba en su hombro, desconcertado levantó la cabeza y miró hacia atrás. No podía creer lo que estaban viendo sus ojos, era Jayden.
"Tú...¿cómo es posible?"
Exclamó Víctor asombrado y sintió como si su corazón se derritiera al verlo, Jayden lo ayudó a levantarse y tomándolo entre sus brazos le dijo:
"Jamás te dejaría solo...lo siento pero la única manera de poder estar contigo era que estuviera muerto, en verdad siento haberte hecho esperar"
"¿A que te refieres Jayden?"
Preguntó Víctor lleno de euforia.
"Dejé que me mataran Víctor, ya lo había pensado desde hace mucho pero no estaba seguro y ese día era mi oportunidad..."
"Tu...¿moriste por mi?"
"Claro que si, lo haría por ti cuantas veces sean necesarias, y yo sé que tu harías lo mismo. Sé todo lo que hiciste por mi Víctor, el espíritu del bosque me contó sobre tu deseo de amar...te lo agradezco con todo mi ser, si no fuera por ti jamás hubiera podido conocerte. Estaré a tu lado hasta el fin de los tiempos, tu siendo el espíritu el de las luciérnagas y yo el de las flores..."
Jayden acarició el rostro de Víctor mientras lo besaba con ternura...
Fin
Ethan dijo esto último con una sonrisa y observó la reacción de Aris, quien le dijo aliviado:
—Menos mal terminaron juntos...eres malvado por contarme algo tan triste, todas esas emociones me dejaron mareado—dijo dejándose caer con los ojos cerrados hacia un lado, quedando acostado sobre la cama.
Ethan al verlo actuar así se sintió divertido y le contestó:
—Lo siento—se disculpó con una risita culpable—no quería ser el único que sufriera por ese libro, y también quería compartir mis cosas favoritas contigo.
—¿En verdad?—interrogó abriendo los ojos y mirando fijamente a Ethan—en realidad si me gusto, es sólo que no estoy acostumbrado a esa clase de historias, gracias por compartirla conmigo—dijo sonriendo y luego bostezó.
—Me alegra que te haya gustado, mañana te leeré cosas mas ligeras y bonitas cuando entremos de nuevo a la isla.
—Mm, ¿qué me leerás?
—Poesía. También esa clase de literatura es de mi agrado, espero que lo disfrutes como ahora. Y dime, ¿te gusto el final?, ¿te lo esperabas?
—Mm...—pensó Aris con somnolencia—no me lo esperaba para nada, quise pensar en una solución por que dijiste que terminaba bien, pero no pude pensar en nada.
—Ya veo—comentó Ethan—sabes, cuando dije que hubiera hecho lo mismo que Jayden hablaba enserio.
—...Yo también lo haría—dijo Aris cayendo derrotado por el sueño.
Ethan le resultó fascinante verlo así y pensó:
"Al parecer el alcohol le provoca sueño"
Vio la botella en su mano y justo cuando iba a tomarse lo último recordó que Aris se la había empinado antes.
"Un...beso indirecto"
Con esa idea en su mente se la empinó con decisión y se tomó todo de un solo trago. Miró de nuevo a Aris y pensó para sí mismo.
"Soy un aprovechado...pero no me arrepiento"
—Ethan...—musitó Aris tratando de no dormirse—Creo que debería irme, ya me estoy quedando...
Dijo Aris a medias y se quedó dormido. Ethan lo vio y dudo un momento si debería quedarse y dormir en la misma cama que él, pero al final se decidió y se acostó a su lado.
"No puedo creer que esto este pasando, voy a dormir junto a él por primera vez"
Pensó lleno de nerviosismo y felicidad.