Aris tenía los ojos cerrados, apoyarse en el hombro de Ethan y abrazarlo era muy placentero. Su cuerpo era cálido y acogedor, podría permanecer así junto a él para siempre.
Ethan se sentía igual, pero estaba mas nervioso que encantado con la situación. Tenerlo tan cerca hacía que no pudiera pensar con claridad, lo miró de reojo y musitó:
—Aris...
—Mn.
Ethan tomó una decisión, y aunque las palabras apenas salieran de sus labios y los nervios lo invadieran no se iba a retractar. Respiró hondo y dijo:
—No parece que vaya a parar de llover— hizo una pausa y miró hacía la lluvia— ¿Y si...?
—¿Qué cosa?—dijo levantando la mirada.
—Estar quietos hace que nos de mas frío. Así que pensé que tal vez si...¿quisieras...hacer algo?
—¿Cómo que?— preguntó confundido.
Miró hacía el techo y los alrededores de la construcción.
—Esto me recuerda a un salón de baile.
—¿Salón de baile?
—Si, es muy espacioso y se ve bastante elegante. No quisieras...¿bailar...?—dijo en voz baja. Si Aris demostrara alguna expresión de disgusto o duda eso sería una señal de que Aris no lo quería como él pensaba.
—¿En serio?—exclamó entusiasmado—claro, será un placer— diciendo esto se levantó y ofreció su mano a Ethan para que se levantara.
Aris aún recordaba aquel día en que Ethan prometió que le enseñaría a bailar.
"No puedo creer que será hoy"
Pensó muy entusiasmado.
Ethan por otro lado, al ver la actitud tan genuina y alegre de Aris lo hizo sentirse cálido y conmovido. Ahora estaba cien por ciento seguro, lo que tenía que decirle no pasaría de hoy.
—Me alegra que aceptaras—dijo y se dejó ayudar por Aris.
—Sólo que...—dijo Aris un poco nervioso.
"¿Todos los humanos saben bailar?"
Se preguntó preocupado, Ethan sospecharía o viera raro si él no podía bailar.
Ethan estaba parado frente a Aris y vio en su mirada nerviosismo.
"Tal vez no puede bailar"
—No te preocupes— diciendo esto Ethan se acercó un poco más a Aris y tomó su mano— si no sabes bailar yo puedo enseñarte, es muy fácil, ya verás.
Ethan lo guio de la mano hasta el centro, el piso de piedra blanca era un poco liso y húmedo. El sonido de las gotas de agua se escuchaba con suavidad mientras caían sobre los escombros y los arboles.
—Bien—Ethan se separó de Aris dejando una brecha de tres pasos entre ellos— primero hay que simular que estamos en un baile.
—...De acuerdo—respondió nervioso.
—Buenas tardes distinguido caballero—dijo Ethan caminando hacia Aris— desde que lo vi he querido invitarlo a bailar—con un ademán de su mano alzó su brazo hacia Aris inclinándose hacia adelante y colocó su otro brazo detrás de su espalda—¿me concedería el honor de bailar conmigo esta pieza?
Cuando terminó de decir esto Ethan miró a Aris desde su posición inclinada con una sonrisa en sus labios. Aris le divertía verlo comportarse de esa manera tan extraño, no estaba seguro de que era una pieza ni porque Ethan hizo eso, pero le gustó que lo hiciera.
—Ahora tienes que decir "Claro, sería un placer"—explicó al ver a Aris riendo—e inclinarte como yo.
—Claro, sería un placer—contestó inclinándose como Ethan—concederle esta pieza—y lo miró sonriente.
Ethan se acercó y lo tomó de la mano pegándolo a su cuerpo.
—Bien, voy a enseñarte como guiar el baile— alzó sus manos unidos y puso la mano de Aris en su hombro—luego tu serás el que guíe—le sonrió y colocó su mano en su cintura.
Estaban tan cerca uno del otro, sus rostro casi a la misma altura, tanto que podían sentir la respiración del otro.
Aris se sentía un poco nervioso y pensó:
"¿Las personas bailan estando tan cerca?"
—Ahora te diré como tienes que mover los pies—Ethan miró hacia abajo y Aris lo imitó—observa como lo hago, cuando yo lo mueva así—dijo moviendo su pie izquierdo a un lado— tu tienes que moverlo así— y le indicó como moverlo.
—Esta bien, lo intentaré— exclamó Aris siguiendo las indicaciones de Ethan.
Aris movió los pies como se lo había enseñado Ethan, a la izquierda, adelante, atrás, derecha e izquierda. Poco a poco Aris entendía como había que hacerlo.
—Eres muy bueno—exclamó Ethan al verlo seguir con rapidez sus indicaciones— incluso quizás eres mejor que yo—dijo con una sonrisa.
—Es porque tu me enseñas bien—dijo en voz baja con la mirada fija en sus dulces ojos.
Ethan sólo bajó la mirada con vergüenza y deleite, estaba realmente muy feliz de estar así con Aris. A pesar de que aún tenía frío.
—Ahora que sabes como moverte vamos a bailar con música.
—¿Con música?—preguntó desconcertado.
—Si.
Ethan comenzó a tararear una melodía suave y lenta y comenzaron a bailar.
Aris había aprendido lo que Ethan le había enseñado, pero no comprendía el propósito del baile, hasta que escuchó y bailó al ritmo de la melodía lo entendió.
El sonido de sus pasos se mezclaba con el de la lluvia, sus cuerpos se deslizaban al danzar muy lentamente y ambos no podían apartar la mirada uno del otro. Sus ojos estaban fijos en los del otro sin miedo ni disimulo.
Llegaron hasta la orilla donde salpicaba la lluvia y pisar el suelo húmedo hizo que Ethan resbalará levemente.
Aris se asustó porque pensó que caería y lo atrajo hacía el con fuerza y lo sujetó.
—Casi te caes—dijo Aris asustado.
—Lo siento—respondió riendo—soy un poco torpe.
—Tal vez—dijo riendo.
Ambos se quedaron así, era como si el tiempo se hubiera detenido y ese pequeño momento se volviera eterno.
Hasta que Ethan habló:
—Aris—dijo con voz suave, pronunciando cada silaba profundamente, lo que hizo temblar un poco a Aris—¿te gustó bailar?
—Si, gracias por enseñarme, lo esta esperando—dijo en voz baja.
—¿Enserio?
—Si...me lo habías prometido—dijo bajando la mirada.
Ethan lo miró a los ojos, esos ojos tan hermosos y azules. Se quedó callado y luego de pensarlo dijo:
—Espero llegar a ser como era antes. Trataré de ser la persona que era.
Aris se sorprendió por las palabras de Ethan y rápidamente contestó:
—N-no tienes que forzarte...
—Lamento si no soy como antes...—dijo muy seriamente.
—Sigues siendo el mismo—dijo un poco melancólico—casi por completo.
—¿Qué es lo que me falta?—preguntó Ethan un poco nervioso.
—Quererme como lo hacías, pero eso es algo que sucede con el tiempo ¿no crees?—dijo con calma y dulzura, pero en el fondo se sentía triste al escuchar sus propias palabras.
—¿Cuánto tiempo me tomó quererte como tu dices?—dijo preocupado.
—El necesario...
—Eso no es una respuesta—resopló con una risa.
—No voy a decirte como tienes que sentirte.
Ethan guardó silencio. Cuando escuchó esas palabras sintió una presión en su corazón. La mirada en los ojos de Aris era melancólica, y muy en el fondo ocultaba tristeza.
—¿Estas triste Aris?
—¿P-por qué...me preguntas eso?—dijo evitando la mirada de Ethan, bajando la mirada.
—Te olvide Aris, no sé cuanto tiempo pasamos juntos, pero según todo lo que me has dicho somos cercanos, y perder a alguien que quieres es difícil, haberte olvidado es como haberme perdido. Eso es triste. ¿Se sientes triste no es así?
Ethan pensó:
"Que la persona que amas te olvide sería horrible, definitivamente estarías triste"
Aris sintió un nudo en su garganta, sus ojos se humedecieron y le picaba la nariz.
—Lo siento—dijo Ethan abrazándolo.
Al acercarlo pudo sentir la frialdad de su cuerpo, su respiración, los latidos acelerados de su corazón, y del suyo.
Aris recordó muchas cosas y no pudo evitar querer derramar una lágrima, pero se mordió los labios para no llorar. No quería que Ethan lo viera así.
"¿Enserio me miro tan triste? Pensé que estaba ocultándolo bien, al parecer...él también puede ver a través de mi..."
—Aris, he querido preguntarte, ¿Cómo...nos conocimos?—Ethan siempre había tenido esa interrogante, ¿Cómo había encontrado a una persona tan extraordinaria como lo es Aris?
—Nos conocimos en una isla y...en realidad yo fui quien preguntó si podía acompañarte. Ya no quería estar en esa horrible isla—contestó con un tono sofocante.
—¿Horrible?
—Si, el peor lugar donde pudiera estar, fui muy feliz cuando supe que al fin podría salir...contigo—dijo suavemente aguantando sus lágrimas.
—El peor lugar....—meditó Ethan, sentía que esos sentimientos de estar en un lugar así encajaban muy bien con él mismo por alguna razón.
Y ahora Ethan se sentía igual que Aris, se sentía en paz, como si hubiera salido del infierno al conocer a Aris, como si hubiera encontrado lo que mas quería y nada mas le importara.
No creía mucho en el destino o las almas gemelas, pero tal vez, solo tal vez, ¿este era el caso?
Otra idea surgió en su cabeza.
"¿Y si todo lo que me pasó me condujo a él?"
No sabía de donde vino toda esa loca especulación, pero era como si una voz se lo estuviera gritando desde su interior, como si alguien quisiera que se diera cuenta de ello.
Todo fue como una repentina iluminación.
Ethan lo soltó y lo tomó de los hombros.
Aris se sobresaltó por la repentina actitud de Ethan, quien lo miraba con ojos que brillaban como estrellas, como si se diera cuenta de algo. Aris tragó saliva y se puso nervioso.
"Tu puedes Ethan, sólo dilo de una vez, si no es ahora ¿cuándo?"
—Hay muchas cosas que no sé—dijo Ethan e hizo una pausa y miró a Aris a los ojos, que estaban vidriosos y brillaban como zafiros—pero desde que desperté hay algo que no entiendo.
—¿S-si, que es lo que no entiendes?— dijo nervioso, Ethan lo miraba intensamente, con esos ojos que derretían su corazón.
—Tu me has estado mintiendo—declaró con voz profunda.
—¿Ah?—exclamó asombrado, sus manos se sentían frías y le temblaban.
—Si, hay algo que no me has dicho—frunciendo las cejas dijo—Cuando te veo, cuando hablas, cuando ríes, cuando me miras. Yo...estoy seguro que...
Ethan levantó sus manos y las puso en sus mejillas.
—Lo que siento es real, de eso estoy seguro. No sé como era el amor que sentía por ti...pero me atrevo a decir que era muy profundo y sincero.
Cuando amas de verdad el corazón jamás lo olvida, quedará ahí para siempre, aunque te olvide eso nunca cambiará...
Aris, ¿yo te amaba, no es así?
Aris estaba paralizado ante sus palabras, su corazón latía con fuerza y sus labios se sellaron.
—Yo...he notado algunas cosas, detalles que no pasarían a menos que ese fuera el caso— los dedos de Ethan se enredaban en su cabellos mientas lo acariciaba con sutileza— necesito saberlo Aris, dime la verdad...por favor.
—...Si.
Aris se sintió liberado al decir esa palabra, miraba el rostro de Ethan con alivio y no pudo retener mas las lágrimas que colgaban de sus ojos.
—Tu y yo...— dijo entre lágrimas—no quise ocultarlo, es sólo que... tenía miedo de que tu...
—Me alegra— dijo interrumpiendo a Aris— eso es lo único que importa ahora. El que nuestro sentimientos sean verdaderos y mutuos es lo que importa.
Limpió sus lágrimas con sus pulgares con mucha cariño y le sonrió, se acercó al rostro de Aris y posó sus labios muy suavemente sobre los de él y los besó.
El ambiente era melancólico y lleno de ternura bajo la lluvia que empezó a ser cada vez más suave...
La lluvia había parado de caer...