Una oleada de placer recorría toda su cuerpo, su vista nublada, sus manos y piernas temblaban y el sólo hecho de escuchar a Aris decir todas esas cosas lo volvía loco.
—A-Aris....Aah....Aa.
Aris se levantó y puso sus rodillas a los lados de las caderas de Ethan, lo agarró de su muñeca, se acercó a su oído y dijo en voz baja:
—Quiero sentir lo mismo que tú... Ethan.
Atrajo la mano de Ethan hacia él y la metió debajo de su camisón para que Ethan también lo tocara. Quien, con su mano temblando tomó alrededor de su palma el miembro rígido y húmedo de Aris y apretándolo suavemente lo deslizó entre su mano que se movía arriba y abajo lentamente.
Aris hizo lo mismo con el de Ethan, jugó con la punta, dibujado un círculo con su pulgar, ante ese movimiento Ethan curvo su espalda y soltó un dulce gemido que fue como música para sus oídos. Ambos gemían de placer y sus pieles sentían el tacto y el calor del otro, tan cerca que podían sentir sus cuerpos temblar por las cálidas caricias.
—Aah...mírame...Ethan—dijo Aris entrecortado.
Él obedeció y lo miró a los ojos. El rostro Aris estaba lleno de placer, sus labios semiabiertos que exhalaban aire caliente, su cabello suelto y desaliñado, su intensa mirada...entre más lo miraba a los ojos mas placentera era la sensación que experimentaba su miembro, que estaba siendo tocado sin cesar. Pero no sólo era eso, todo cuerpo caía en un abrumador y confuso éxtasis. Nunca en su vida se había sentido de esa manera.
Ambos sentían el del otro cada vez mas húmedo e hinchado, la fricción y el calor abrasador nublaban sus sentidos y se dejaban llevar por el deseo, que cada segundo se volvía más intolerable, ya que no bastaba. Querían sentirlo aún más.
—Ah...Aa...Ethan.
—Más...rápido...ah..aa
Sus jadeos ahogados y llenos de lujuria hacían eco en toda la habitación. Apretando el agarre intensificaron el movimiento, sus miembros goteaban, y al instante alcanzaron el clímax acompañado con un último jadeo de extremo placer que resonó al unísono, y de ambos miembros brotó el cálido líquido lechoso que se extendió y humedeció la piel, manos y tela.
—Me encanta tu expresión cuando...llegas...
—Ahh...aa...
Vergüenza y deleite invadió el corazón de Ethan al escuchar tales palabras, una expresión tan lasciva lo llenaba de lujuria y deseo.
Aris bajó y lo tomó de las rodillas.
—¿A-Aris?
—La noche es larga, y no quiero desperdiciar ni un momento.
Subió el camisón y separó ambas piernas hacia los lados, tomó de nuevo su miembro entre sus manos y mirando a Ethan a los ojos.
—¿Qué...?
—Voy—dijo suavemente tan cerca de su entrepierna que pudo sentir su aliento— a comerlo—declaró con voz profunda y un tono decidido que hizo temblar a Ethan.
"¿Aris es así siempre que...?"
Pensó con nerviosismo y deleite al ver el comportamiento tan...
Mas no sabía que todo eso lo aprendió en estos últimos dos día.
O más bien en dos leídas.
Es increíble lo que se puede aprender de los libros.
Aris abrió la boca y lamió todo el largo del miembro de Ethan, al sentir la áspera, húmeda y cálida lengua todo su cuerpo se estremeció y jadeó plácidamente.
—Ah...aA...—Ethan miró a Aris y su miembro se endureció y goteó.
—Tienes que decirme lo que sientes Ethan—dijo Aris suavemente con una voz melódica—donde te gusta mas—y mirándolo a los ojos lamió la punta con fuerza.
La excitación recorrió toda su espalda, que se arqueó al sentir de nuevo la lengua de Aris.
—AH...A...— gimió incesantemente perdiendo y nublando su mente, que sucumbía cada vez mas al placer.
Las manos y piernas de Ethan temblaban mientras se aferraban a las sábanas, su cuerpo se sentía caliente y su pecho subía y bajaba desenfrenado.
—La...p...pun...ta.
—¿Mn?—musitó Aris en pregunta sin dejar de lamer.
—Se...si..ente...bien...—dijo Ethan apenas entre jadeos.
—Mn—con un sonido húmedo Aris despegó su lengua y dijo al mirarlo a los ojos—¿te gusta cuando toco la punta?
—....Mn
Al instante Aris, sosteniendo la erección con una mano pegó sus labios en la punta e hizo girar su lengua en círculos sobre ella.
—Ah..AAa....—Ethan gimió y se retorció ante la sensación intensa que sintió.
Aris continuó lamiendo y chupando usando su lengua y labios, la punta goteaba y Ethan sentía que su consciencia se desvanecía, justo cuando sintió que ya no podía soportarlo más Aris se detuvo y dijo:
—¿Quieres que lo meta en mi boca?—preguntó melódicamente y su cálido aliento rozó la punta. La expresión de Ethan estaba llena de lujuria y desesperación.
—Ahh...si...—respondió apenas lúcido, su piel se sentía tan caliente que ardía de placer.
—Mírame y pídemelo—exclamó Aris en voz baja y con un tono coqueto.
—Por....favor...quiero....que lo metas...en tu boca...—rogó con vergüenza y deseo, haciendo que sus mejillas se sonrojaran aún más.
Aris terminó de desabrochar el camisón dejando expuesto el cuerpo desnudo de Ethan. Los ojos de Ethan reflejaban nerviosismo mientras su cuerpo se sentía cada vez más débil y deseoso de sentir la boca de Aris, todo eso lo hacía temblar sin control.
—Como desees—musitó mirándolo a los ojos con intensidad, lamió su labios, abrió su boca e "ingirió" el miembro duro y excitado de Ethan.
Ante la calidez y humedad de la boca de Aris Ethan se estremeció y una nueva oleada de placer recorrió su piel ardiente.
Aris tragó la mitad muy lentamente con suma delicadeza, con su boca y labios lo succionó y chupó, metiéndolo y sacándolo de su boca sin cesar. Al principio le costó acostumbrarse al objeto duro en su boca pero luego de hacerlo varias veces logró encontrar un ritmo constante.
—Ah...Aa..
"Quiero...más...."
Pensó Ethan con desesperación ofuscado por el calor de la excitación.
Con su antebrazo apoyado en su frente jadeaba y temblaba, levantó su otra mano que estaba apretando la sábana y la llevó a su pecho. Apretó y estrujó en sus dedos el punto en su pecho.
—Ahh...Aaa...—la sensación de placer se volvió mas intensa y sus jadeos se volvieron más pesados.
Lo estiró con rudeza y lo hizo rodar en sus dedos repetidas veces. Al mismo tiempo, Aris, al sentir que se acostumbraba a la hinchada erección decidió tomar aire y tragarlo completo.
—AAhh...—un fuerte gemido salió de los labios de Ethan sin contenerse. Bajó la mirada y observó a Aris.
Quien con los ojos cerrados y una expresión relajada disfrutaba del miembros de Ethan en su boca, movía su lengua alrededor de él y metía y sacaba con rapidez. La vista fue tan lasciva y excitante que no pudo evitar ponerse mas duro, y cuando pensó que la escena no podía ponerse mejor Aris emitió un sonido con su voz. Sonidos que quedaban atrapados en su garganta, como cuando saboreas algo delicioso, eso junto con los húmedos del chapoteo.
Al escuchar la melódica voz y sentirla vibrar Ethan sintió un extraño placer, como si su miembro se estuviera derritiendo, y cuando Aris profundizó y lamió su miembro con mas habilidad llegó al éxtasis.
El líquido brotó y llenó la boca y la garganta de Aris, quien, cuando sintió algo húmedo y viscoso llenar su boca su hundió más y apretó los labios para que no se derramara ni una sola gota.
Venirse dentro de la boca de Aris fue algo tan placentero que no tuvo tiempo de decirle que se apartara y mientras el líquido salía su cuerpo se tensó y aflojó.
Exhaló con cansancio y plenitud, y cuando empezó a recuperar la conciencia notó que se había corrido en la boca de Aris. Quien comenzó a sacar el miembro de Ethan de su boca muy lentamente apretando los labios.
—A-Aris...—dijo en voz baja y trató de levantarse.
Aris levantó la cabeza y observó a Ethan con una mirada relajada, sus mejillas ligeramente abultadas demostraban que el líquido permanecía dentro.
—¿Por qué...?—Ethan quiso preguntar porque no se apartó, pero la extraña mirada de Aris lo dejó sin habla.
Sonrió con picardía y tragó todo el líquido de Ethan.
—Mientras sea tuyo—dijo con cariño y lamió sus labios.
Ethan quedó en shock y sus mejillas se calentaron enseguida.
Aris trepó sobre su cuerpo desnudo y puso su rostro a la altura del suyo.
—¿Te gusto?—preguntó con una tierna sonrisa.
—....Si..—dijo con suma vergüenza y quiso desviar su mirada, pero Aris atrapó su mentón.
—Yo también quiero sentir tu boca Ethan.
Y diciendo esto se sentó erguido sobre Ethan y se sacó el camisón de un jalón.
—Mi turno— y acostándose sobre Ethan lo hizo girar haciendo que quedara sobre él.
Aris lo miraba con tantas ansias de ser devorado por Ethan.
—Has lo que quieras—se llevó los dedos a la boca y con un tono tentador dijo— si quieres ser "rudo" adelante.
Ethan no tuvo tiempo de actuar ante su repentino movimiento, el peso de su cuerpo desnudo caía sobre el de Aris, que también estaba desnudo. Aún con la mente nublada por la excitación previa, y ante esos ojos tan hipnóticos se dejó llevar de nuevo.
Sujetándolo de las piernas las abrió de par en par y se hincó en medio de ellas.
Tomó sus muñecas y las sujetó sobre su cabeza con sólo una mano, y con la otra acarició su mandíbula y besó sus delgados labios. Su suave y flexible lengua recorría la boca entera de Aris, quien la saboreó y disfrutó de la cálida sensación.
Aris se sentía tan bien, el estar en esa posición, con las piernas a los lados y Ethan sobre él le provocaba una extraño excitación, un cosquilleo incontrolable le recorría la piel, su corazón latía con fuerza, y su miembro se puso duro al instante.
Ethan se separó de sus labios con un sonido húmedo, besó su mentón y siguió bajando hasta su cuello, en donde dejo un colorado chupetón que brillaba por la saliva, dibujo con su lengua la clavícula lamiendo con lentitud.
—Ahh..Aa..
Los dulces gemidos de Aris resonaban tan gratamente y eran agradables al oído.
Sin soltarlo del agarre llegó hasta su pecho y lamió el tenso punto que sobresalía de el.
—Ah...hazlo...más fuerte....ahí— dijo apenas Aris entre gemidos.
Ethan obedeció y lo chupó y succionó mientras que con su mano libre amasaba y jalaba del otro, lo retorcía y apretaba entre sus dedos con fuerza.
—Ahhh....Aaa....
Las diferentes estimulaciones en ambos lo hizo gemir de placer, su cuerpo temblaba y se retorcía debajo del de Ethan, sus pezones punzaban con calor ardiente, sentía como si fueran a derretirse en los dedos y boca de Ethan.
—Ambos con...los dedos...hazlo con los dedos..
Ethan se detuvo y levantó la mirada, quien se encontró con los brillantes ojos de Aris, que reflejaban excitación, en ellos se notaba que lo estaba disfrutando.
Sin dejar de mirarlo lo soltó del agarre y llevó la mano hacia su pecho, tomó el húmedo punto colorado y resbaladizo entre sus dedos y frotó ambos con intensidad.
—Ahh...Aaaa...—Aris cerró los ojos y su espalda se curvó.
Su miembro palpitaba y goteaba, su respiración era acelerada y su cuerpo se sentía débil ante sus ansias de ser devorado y dominado por Ethan.
—Por...favor...abajo...yo—Aris ya no podía soportarlo más, quería sentir la cálida boca de Ethan
Ethan miró hacia abajo y vio el sonrojado y erecto miembro de Aris, que temblaba y goteaba de deseo.
Lo agarró de las rodillas, empujo sus piernas y la erección quedó expuesta frente a él, deslizó sus manos por sus piernas hasta llegar a él, lo que hizo estremecer a Aris, lo tomó en su amplia mano y con los dedos dibujaba el contorno de la punta ya mojada.
—Ah...Aa..AA...—gimió Aris al sentir los cálidos dedos de Ethan.
Tomándolo con ambas manos lo lamió y apretó la punta con la lengua y lo acarició arriba y abajo con sus manos.
Abrió los labios y empezó a meterlo en su boca muy despacio y sin detenerse.
El cuerpo se Aris se retorció y tembló al sentir la ardiente boca de Ethan y un profundo y placentero jadeo escapó de sus labios. Los gemidos no paraban se salir uno tras otro, Ethan logró meterlo todo y al instante lo chupó y succionó con cuidado hacia afuera.
La sensación tan placentera y desconocida hizo que que Aris sintiera una oleada de placer que jamás había experimentado, su respiración se aceleró por los constantes gemidos y su conciencia se nublaba cada vez más.
Apenas abrió sus ojos y miró como Ethan chupaba su ardiente vara, la metía y sacaba hábilmente de su boca produciendo deliciosos sonidos húmedos se escuchaban con claridad. Ethan tenía los ojos cerrado mientras se concentraba y se deleitaba con el dulce miembro, sus rubias pestañas y cabello caían con belleza y se sacudían ligeramente con el movimiento.
La vista fue tan encantadora para Aris que no pudo soportarlo más y con una gran satisfacción eyaculó y liberó su cálido líquido en la boca de Ethan sin contenerse. El espeso y dulce néctar llenó su boca y garganta sin previo aviso, el líquido salió por las comisuras de sus labios y escurriendo de su boca llenó el palpitante miembro del tembloroso Aris.
Los restos del lechoso placer de Aris que quedaron en su boca también fueron tragados sin más. Abrió sus labios y con un sonido húmedo lo sacó de su cálido agarre, se incorporó apoyándose en la pierna de Aris, levantó la vista y limpiándose la boca con el dorso de su mano miró a Aris.
Quien yacía hecho un desastre sobre las blancas sábanas con una expresión de satisfacción, su cabello disperso por todos lados, y su tersa y pálida piel que brillaba por el calor ardiente del placer y estaba pintada de rosa por las suaves marcas de amor.
Ethan quedó fascinado ante tal escena y su corazón latía de emoción.
Aris también se sentía fascinado por la vista que tenía frente a sus ojos, Ethan se había levantado y dejó al descubierto su encantador cuerpo para el disfrute de sus ojos, con una mano en su boca y la otra en su pierna sin perder el tacto de su piel. Aún con su respiración descontrolada se apoyó sobre su codo y se levantó despacio, con dificultad se acercó a Ethan y dijo:
—Tu boca se sintió de maravilla—dijo con cansancio y lo miró con intensidad a los ojos.
Puso su mano extendida sobre su pecho que hinchaba rápidamente por su exhausta respiración y sintió los descontrolados latidos de su corazón. Se colgó de su cuello y sus rostros se acercaron tanto que podían sentir al aliento del otro, miró los labios de Ethan y los besó con ternura. Tomándolo por los hombros lo empujó hacia atrás haciendo que Ethan se acostara abruptamente, y profundizó el beso, soltándolo sólo hasta que se quedaron sin aliento.
Las rodillas de Aris cayeron a los lados de las caderas de Ethan, y con sus manos apoyadas en la cama a la altura de su cabeza respiró con fuerza y dijo en voz baja:
—Quiero disfrutar y saborear...todo de ti...Ethan—sus ojos reflejaban un deseo desmedido y en ellos había una chispa que parecía brillar cada vez más.
Aris no podía reprimir su comportamiento lujurioso, una vez liberado no descansaría hasta ser saciado. Pero esto era involuntario, ya que esta a sido la naturaleza de su especie desde siempre, que se había marchitado con la maldición que los atormentaba, pero Aris al no tenerla hizo que esta característica floreciera de nuevo en su ardiente y desesperado corazón.
Y al ver esos ojos tan lascivos y llenos de deseo por él no pudo evitar estremecerse, su sangre se calentó y se contagió del anhelo y las ansias por sentir el intenso y desenfrenado placer, brotando en él una urgencia de más...que parecía no tener fondo...
Fue una noche larga y esplendida...