—¿Por qué dices mi nombre con tanto desprecio príncipe Sirilius?—preguntó Elderloth con un rostro imperturbable.
Aris no contestó su pregunta y salió corriendo hacia él, levantó el puño y quiso golpearlo en el rostro, pero este lo esquivó justo a tiempo y el golpe cayó en el árbol, derribándolo fácilmente.
—¿Un príncipe no debe ser agresivo? ¿por qué tanto enfado?—exclamó con desconcierto y firmeza.
—No te metas en mi vida— dijo con los dientes apretados y lo miró con frialdad—Ni mucho menos con Ethan.
—Oh, hermano... deja que se vaya, olvídalo y cumple con tu papel, tú tienes que...
—¡Cállate!—escupió molesto—yo jamás sería el rey de unos seres tan patéticos y vanidosos como ustedes, que ni siquiera conocen el amor y la bondad...
¿Por qué ir tan lejos? Incluso usaste el "Caracol del sueño" en Ethan, ¿cómo pudiste?
—Nosotros no poseemos eso llamado "amor", nadie tiene semejante cosa. ¿Y preguntas por qué ir tan lejos?...bueno, mi deber como miembro de la familia real es velar por el futuro rey, y si tengo que usar un hechizo prohibido para que seas un rey digno, que así sea— dijo con rectitud.
—¿Lo vale tanto? Tuviste que dar diez años de tu patética vida, ¿acaso no te molestó?—interrogó Aris con repulsión—y el proceso no fue muy agradable que digamos—agregó con desprecio.
—Es sólo un pequeño sacrificio que tuve que hacer, y si tengo que ser castigado por romper las reglas, adelante, no me importa. Esos castigos no son tan dolorosos, ¿no es así? Tú mejor que nadie lo sabe—dijo con una suave sonrisa.
Aris sólo lo miró con ojos helados...
—No importa que, jamás volveré. Deja de estorbar y vuelve a tu mugroso castillo, puedes quedarte con el trono si quieres— y diciendo esto se dio la vuelta y corrió.
Pero fue detenido abruptamente por un gigantesco semi-domo de agua, con picos saliendo de el y apuntándole.
—Regresa Argiss, el humano ya no tiene salvación, la única cura es la "perla del abismo" Y dudo que tengas una—dijo extendiendo su mano— volvamos hermano. No hay mejor rey que tú, el destino lo dicta así.
—¿El destino?—preguntó dándole aún la espalda—ese...ya no es mi destino—dijo con un tono serio.
—¿A qué te refieres?—interrogó con las cejas fruncidas.
—Pedí un deseo— dijo sin más.
—¿Tú...?—exclamó asustado y sorprendido
—Así es...¿y sabes cuál es el precio?—dijo con frialdad y sin ninguna emoción—lo que más temen perder ustedes...
Vida, ochocientos ochenta años...eso es lo que vale mi deseo.
—¿Cómo pudiste Argiss? Tú...—dijo exaltado e indignado.
—¿Cuánto vale un rey al que sólo le quedan treinta y seis años de vida? Un rey digno debe vivir alrededor de mil años y gobernar hasta su muerte o hasta que aparezca el siguiente heredero...pero yo ya no lo soy.
Elderloth estaba tan sorprendido que no sabía que decir, pero lo que decía era verdad, un rey que vive tan poco no vale nada...
—¿Ese humano vale tanto como para dar casi toda tu vida...?—con asombro y asco.
—Si—dijo sin titubear, giró su cuerpo y lo miró con y tristeza— pero creo que me equivoqué.
Su voz tembló un poco y sus ojos se humedecieron.
—Desear conocer a la persona que más te amará en el mundo y que tu también lo amarás con todo tu corazón no basta...Conocer y estar con él hasta el fin de nuestras vidas no es lo mismo—dijo con un nudo en su garganta—debí ser más específico.
Cerró los ojos y apretó su puño hasta que tembló.
—Pero no importa, ahora que está aquí no pienso dejarlo ir, y si tengo que matar a quien se interponga, que así sea.
Apenas terminó de decir esas palabras y un enorme pico de hielo salió de la nada y atravesó con ferocidad el abdomen de Elderloth, fue tan rápido que no lo vio venir.
Su cuerpo quedó suspendido en el aire, vomitó una bocanada de sangre y miró con sorpresa el pico de hielo que lo atravesaba.
"¿H-Hielo?"
En seguida el domo de agua se deshizo y Aris le dio la espalda.
—Sé que no puedo matarte...es una lástima que un tritón no pueda matar a otro, y lo único que puedo hacer por ahora es esto. Así que quédate aquí y no estorbes.
El agua que cayó del domo formó un caparazón alrededor de Elderloth y se congeló, formando muchos picos de hielo que lo rodeaban.
—Si te mueves serás atravesado...aún más.
Y dándose la vuelta se fue.
—Hermano...eres el más lleno de virtud, pero vas y desperdicias tu vida...por un sucio humano— dijo con decepción, luego con una sonrisa rio a carcajadas y dijo—Un tritón que puede amar Ja' sólo le espera sufrimiento y desgracia...y cuando lo pierdas todo volverás....
No hay salida de esta isla...príncipe de BlueLower.
[...]
Aris corrió con todas sus fuerzas, sus piernas temblaban y su tez era más pálida de lo usual, con desesperación trató de alcanzarlos y su inquietud se volvía cada vez más fuerte.
"Esos humanos no son buenas personas..."
Pensó Aris con desconcierto. Desde que los vio supo que no eran buenos en absoluto, la maldad corría por sus venas y se reflejaba claramente en sus ojos.
Al fin llego a la playa, pero era demasiado tarde.
El barco había zarpado.
"¿Por qué?"
A Aris le resultaba extraño que los amigos de Ethan decidieran zarpar, sabiendo que aún quedaban personas en la isla, le parecía muy sospecho.
Por suerte el barco no estaba tan lejos y Aris aún podía ver a Ethan, que veía con desesperación hacia la isla mientras los demás trataban de sostenerlo, ya que él quería saltar del barco.
En el fondo sabía que algo estaba mal, que si dejaba la isla se arrepentiría toda su vida y su razón de existir se perdería para siempre.
—¡Suéltenme, déjenme regresar!—exclamó asustado tratando de forcejear.
—No lo suelten, tenemos que alejarlo de ese demente y encontrar a los demás—dijo el que había apuntado a Aris con su espada, Henry, quien iba al timón dirigiendo el barco.
—Aris—gritó Ethan extendiendo su mano hacia la isla.
Siguió tratando de soltarse, pero era inútil, su cuerpo temblaba y carecía de fuerza.
Todo era un caos, aunque su mente y razonamiento le decían que debía odiar a Aris su corazón seguía amándolo y anhelando estar con él, tanto fue el desequilibrio y la contratación que su corazón no pudo soportarlo y su mente se quebró. Su cuerpo se aflojó y cayó inconsciente, una fina gota de sangre caía por su nariz mientras era sostenido por los otros.
Cuando Aris vio el momento en el que Ethan gritó su nombre y se desmayó, su sangre hirvió de ira y su corazón dolió.
"Espérame Ethan..."
Y con una mirada fría y perversa caminó hacia el mar...
[...]
—¿Qué le pasa a este bastardo?—dijo uno se los cuatro que sostenía a Ethan—se ha vuelto loco.
—Pobre tipo—exclamó otro con burla y lo dejaron caer al piso.
—Debemos encontrarnos con los otros rápido— dijo uno con nerviosismo.
—Tranquilízate Chris, todo saldrá bien—respondió Henry— ya que no pudimos encontrar el tesoro seguiremos con la otra parte del plan como lo acordamos.
—Pero me preocupa que ese sujeto interfiera—cuestionó Chris con preocupación—viste como mató a Jasper, ¡con sólo mirarlo!
—No seas estúpido, algo hizo el hijo de perra para matarlo.
—¿Y si es un mago?—exclamó y palideció ante la idea— nunca he visto uno pero he escuchado que son desalmados y...
—¿Lo viste usar magia?—dijo Henry con impaciencia— No, entonces cierra tu boca de mierda y deja de quejarte tanto maldito llorón.
—C-Cómo ordene—respondió bajando la cabeza.
De repente sintieron que el barco se sacudió hacia un lado. Como si algo los hubiera empujado desde abajo.
—¿Qué fue eso?—exclamó uno de ellos.
—Prepárense para lo que sea—y dirigiéndose a los demás dijo— los que son "peleadores" estén más atentos.
Estaban tan tensos que no se habían dado cuenta que el barco se había detenido y se hundía cada vez más.
Un tentáculo hecho de agua apareció del lado derecho arrastrándose por la madera hasta que emergió por completo. Era tan ancho como una persona y medía unos doce metros, volviéndose más delgado hasta llegar al extremo de este, que se encontraba congelado y afilado.
Luego un segundo tentáculo apareció, un tercero...y una mano pálida se sujetó del borde y subió lentamente, asomando sólo hasta los ojos.
Que miraban por encima del borde con intensidad y llenos de intimidación a las personas que estaba en la cubierta, mirando los tentáculos con asombro.
—No quiero hacerles daño, sólo devuelvan a Ethan y me iré—dijo mirando a Ethan que estaba inconsciente tirado en el suelo, hizo una pausa y mostró lentamente la otra mitad de su rostro—justo ahora no estoy de buen humor, si no me lo dan...no sé de lo que soy capaz.
—¿Ethan?—dijo uno de ellos con desconcierto y miedo.
—¡Te dije! Es un mago de agua, los más frívolos y desalmados...—exclamó Chris con terror.
—¡Cállate imbécil!—rugió Henry con enojo y dirigiéndose a Aris dijo— No sé cómo sabes su nombre ni porque lo quieres, pero no voy a dártelo. Tratabas de matarlo—dijo con firmeza.
—Confundes la situación, no es lo que estás pensando. Yo no quiero lastimarlo—los miró con detenimiento y dijo con un tono amenazante—¿y ustedes? ¿quieren lastimarlo?
—Ja' ¿al capitán? Nunca lo haríamos—dijo con una sonrisa— pero tú tal vez si—añadió con desdén.
—Mientes—declaró con frialdad. Los tentáculos treparon por el borde y emergió por completo.
Su pálido cuerpo se mostró ante todos y su dorso unido a una brillante cola azul, al observarlo notaron que de su cola salían los tentáculos, unidos a ella, como si su parte baja fueran los tentáculos de un pulpo, pero hechos de agua.
—¡U-U-Un tritón!—exclamó uno de ellos con asombro.
—¡¿Qué están esperando?! ¡Mátenlo!—ordenó Henry con furia.
Los cuatro tomaron sus espadas y corrieron hacia Aris, el primero en llegar dio un salto y quiso atravesarlo con su espada. Pero en un instante fue él quien resultado atravesado, el tentáculo de agua con la punta de hielo perforó su abdomen, y este, desconcertado vio el objeto que sobresalía de él, apenas pudo vomitar sangre y enseguida Aris lo arrojó al mar, seguido de eso fue jalado hacia el fondo y no volvió a salir.
Todos vieron la escena con terror, que fue tan rápida que apenas supieron lo que paso, retrocedieron y su semblante se volvió tenso, y con la guardia arriba por apartaron su mirada ningún segundo.
Aris que lo veía desde una posición levemente elevada dijo con un tono plano:
—Quedan cuatro ¿aún no van a dármelo?—y elevando la voz continuó— ustedes quieren dañarlo, no pueden engañarme.
—¿De qué hablas?—dijo Henry con enojo—eres tú quien lo hará, acabas de matar a alguien y esperas que te lo demos.
—Ese humano también quería dañar a Ethan...y todos los que lo hagan morirán.
—¿Y tú para que lo quieres? ¿piensas comértelo?—hizo una pausa y rio con perversión—¿o vas a divertirte con él?
—Que te importa—dijo con repulsión y trató de alcanzar a Ethan con un tentáculo.
Los otros tres atacaron a Aris, quien rápidamente repelía sus espadas usan los tentáculos sin esfuerzo, uno logró cortar la parte congelada y pensó que ya no podía dañarlo, pero el trozo cortado no cayó al suelo, en cambio se derritió y se volvió a unir atrapando la cabeza de este y todo el tentáculo se congeló.
Asustado el hombre se sacudía y con torpeza trato de romper el hielo, pero fue inútil, sin más también fue arrojado al mar como el otro y se hundió bruscamente sin volver a salir.
Henry, que miraba todo desde el timón ya estaba comenzando a preocuparse, y más porque vio lo algo negro en el agua, que eran lo que se llevaba los cuerpos.
Los dos restantes se estaban acobardando cada vez más y sus cuerpos temblaban inconscientemente, el ser observados por unos ojos tan despiadados y fríos los ponía nerviosos y les helaba la sangre hasta los huesos. En ellos no había duda, solo una gran y profunda ira silenciosa.
—No me pagarán lo suficiente como para arriesgar mi vida—dijo Chris con voz temblorosa—renuncio—y dejó caer la espada al suelo.
—Y-Yo igual—dijo el otro—no me importa ese tal Ethan...
Justo después de decir esas palabras se escuchó un sonido húmedo, todo quedó en silencio y Chris cayó al suelo. Una daga sobresalía de su cráneo.
—Siempre te odie por tu cobardía—dijo Henry con desprecio mientras bajaba por las escaleras.
—Y-Yo—tartamudeó el único que había quedado en pie.
—Si me ayudas a matar a este fenómeno perdonaré tu error—dijo con firmeza y desenvainó dos espadas de su espalda—y te llevarás la parte de Chris.
—C-Cómo ordene—diciendo esto sujetó con más firmeza su espada y se puso en guardia junto a Henry.
Aris miró todo eso sin inmutarse.
—Tú eres el peor de todos— dijo Aris dirigiéndose a Henry— de todos ellos tú eres el que más maldad posee.
Aris se acercó a ellos arrastrándose y extendió sus brazos hacia atrás, enseguida dos hileras de agua se vieron atraídas y se unieron a sus brazos, como dos tentáculos extras. Azotó con ambos brazos hacia ellos y miles de picos de hielo salieron volando como si fueran agujas gigantes.
Henry logró esquivarlas todas, pero el otro no tuvo tanta suerte y varias le perforaron las piernas, el área donde cayó la aguja comenzó a sangrar, pero no se derramó ni una gota, ya que se congeló enseguida.
Apretó los dientes ante el dolor y se abalanzó junto a Henry, Aris volvió a hacer lo mismo y más agujas cayeron en el hombro del otro. Pero las que caían al piso se derretían antes de tocar la madera.
Aris vio que el otro ya estaba bastante herido y decidió terminar con él primero, el agua de las agujas que se había derretido subió por sus piernas y se congeló dejándolo inmóvil, asustado trató de romper el hielo con su espada, pero ni siquiera lo apuñaló una vez cuando fue arrojado con fuerza por un tentáculo hacia atrás y cayó al agua.
Lo último que se escuchó fue el chapoteo del agua acompañado de su gritó desgarrador y también fue llevado a las profundidades por la cosa negra escondida en el agua.
Aris miraba a Ethan en silencio, que yacía inmóvil a un lado, mientras, Henry observaba sus alrededores, charcos de agua por todos lados y el cadáver de Chris. Un tentáculo enrolló dicho cuerpo, lo arrojó al agua y se hundió.
—El día de hoy ha comido mucho—dijo Aris deshaciendo el látigo de su brazo izquierdo y convirtiendo en una espada el derecho, que parecía más un cuchillo gigantesco de hielo.
Ignorando ese comentario Henry observó el piso y dijo:
—Es extraño—ya que notó que no había ningún rasguño ni agujero.
—Es el barco de Ethan, no quiero destruirlo—dijo fríamente.
Ya que habían caído tantas agujas que el piso tendría que estar agujerado.
—Sólo quedas tú.
—No creas que seré como esos buenos para nada—dijo con orgullo.
Ignorando ese comentario Aris no quitaba los ojos de Ethan, su corazón se encogía y sus ojos ardían, no podía creer que Ethan fuera un humano, no se parecían nada, no como los que acababan de atacarlo, que tenían ojos malévolos, en cambio los suyos eran dulces y sólo desprendían calidez...y tristeza. Quería volverlos a ver.
—No tengo tiempo para desperdiciarlo contigo—exclamó con impaciencia y atacó a Henry con su espada de hielo, quien la detuvo con un poco de dificultad, el peso que Aris dejó caer con ese golpe era tal que la mano de Henry comenzó a temblar.
Henry dejó de hacer fuerzas y la espada de Aris se deslizó a través de la de Henry, quien rápidamente trató de cortar la cabeza su cabeza, pero fue detenido por dos tentáculos que formaron una cruz. Con ellos azotó contra él, pero bloqueaba cada ataque con agilidad.
—Veo que no eres muy bueno con las espadas—se burló Henry. Lo dijo para hacerlo enfadar y que se desconcentre, aunque también lo dijo para burlarse.
Aris no dijo nada y azotó con tres, cada vez más rápido y con más fuerza, Henry se estaba cansando y sus manos dolían al recibir y bloquear cada ataque. Y cuando pensó que Aris tenía la delantera vio una abertura en sus ataques, con velocidad levantó su espada y como una flecha se abalanzó hacia Aris, y justo cuando creía que lo apuñalaría en la garganta Aris sujetó la espada con la mano desnuda, Henry lo miró con asombro, apretó el agarre y la partió fácilmente por la mitad.
—Muere—dijo con desprecio y sin poder siquiera decir algo Henry se desvaneció y se volvió arena.
Arrojó con brusquedad el trozo de espada y se acercó rápidamente a Ethan, los tentáculos se deshicieron y se arrastró a su lado, lo acomodó con cuidado, y lo miró. Su rostro estaba pálido, la sangre manchaba su nariz y parte su boca, con cuidado Aris lo limpió, acomodó su cabello y sin poder soportarlo más su cuerpo se aflojó y lloró.
—¿Por qué? —se quejó entre sollozos—no quería que esto terminara así...no quiero...
Con las manos temblorosas tomó el collar que estaba en su cuello, se lo quitó y lo miró con tristeza. Una pequeña cancha de color celeste claro que se degradaba en banco, la abrió y sacó el objeto que se encontraba dentro.
Una pequeña y lisa perla negra.
El barco comenzó a hundirse y una capa transparente de agua comenzó a envolverlo.
—Khilsha, no dejes que nadie se acerque—dijo mirando hacia el mar—por favor, nadie debe interrumpirme.
Sin esperar una respuesta bajó la mirada y volvió a ver la perla en sus manos, el barco se hundió por completo, cada vez más profundo, la burbuja que lo cubría eran tan fina que los rayos del sol que atravesaban el agua iluminaban el interior, dejando ver con claridad el rostro de Ethan.
"La perla del abismo"
Era la única cura para el hechizo del "Caracol del sueño", que se llamaba así por dos razones, una porque surgía efecto cuando la víctima dormía y atormentaba sus sueños, volviéndolos pesadillas, y la otra era porque cuando la persona se resistía rotundamente al hechizo había un desequilibrio entre su mente y su corazón, y sin poder soportarlo más su mente se quebraba, haciéndolo sucumbir en un sueño eterno.
Aris temía que esto pasara, él quería inducir un sueño controlado en Ethan e intentaría sacar a Elderloth de su cabeza, pero ahora que ha caído ante El sueño eterno no tiene más opción que usar la perla.
—No quiero que lo veas Ethan—dijo con un nudo en su garganta y lo abrazó.
Resulta que curarlo no sería fácil, Aris tendría que tragarse la perla y lanzar un hechizo, y con él podría entrar en la mente de Ethan y recuperar sus recuerdos verdaderos y repararlos, pero ese proceso tomaría muchos años.
Es decir, Aris extraería todos sus recuerdos, pero tendrá que verlos y vivirlos también, viviría los veinte años que ha vivido Ethan, cada segundo. Y en la realidad pasarían nada más unas cuantas horas.
Pero Ethan también se verá afectado, él también tendría que vivir los ochenta y cuatro años que ha vivido Aris.
Sentirían que estuvieron lejos todos esos años, uno del otro.
—No quiero que los veas Ethan, esos recuerdos son...
Aris no quería que Ethan tuviera que pasar por eso, vivir tantos años, viendo su patético pasado, años tan largos llenos de soledad.
Aunque también tenía miedo de vivir los veinte años de Ethan, temía que fueran dolorosos, y si tenía que verlo mientras sufría, sin poder hacer nada...no podría soportarlo.
Sin más trago la perla y recitó el hechizo en voz baja, enseguida se sintió somnoliento y se dejó caer al lado de Ethan.
"Veinte años tan lejos y tan cerca de ti...espero poder soportarlo"
Pensó Aris con resignación.
"Y espero que tú también lo soportes...Ethan"
Veinte años.....ochenta y cuatro años....tan lejos y a la vez tan cerca del otro...
[...]
Nota: Eh aquí porqué este arco se llama "La isla de los recuerdos" Al fin conoceremos que sucedió en sus vidas, y que los llevo a conocerse...porque Ethan acabó en esa isla...¿será la casualidad? ¿el destino? ¿o por el destino de alguien más?
Los primeros recuerdos que veremos serán....