Los comentarios se expanden por todo el salón, el profesor gira y observa a todos, los comentarios paran.
- La joven ama Mackenzie es sobrina de la gran bruja primordial Velvet Memore y su futura sucesora.
Muchos se impresionan, después de todo solo algunos sabían que era una bruja, en lo único que puedo pensar es en esconderme por la vergüenza, Isabel y Juliana están a punto de estallar de la risa, pero se contienen debido al profesor.
- Da igual donde te quieras hacer, desde que no interrumpas la clase- expresa el profesor sin preocupación.
Los profesores sabían cómo era el comportamiento de Juliana, Isabel y el mío si estábamos las tres cerca, entonces cada una estaba en un extremo, Isabel al frente de la cuarta fila, Juliana en el fondo de la segunda fila y por supuesto a mí me tocaba en la mitad de la primera fila, y ahora Lissa está en un puesto delante.
Lissa es buena estudiante, en todas las clases respondía acertadamente a las preguntas y ejercicios teóricos relacionados con la magia y demás materias que cursábamos.
Ya nos encontrábamos en la hora de descanso y muchos estudiantes se le acercaron a preguntarle de todo.
- ¿Dónde aprendiste tanto? Le pregunto un compañero.
- En el distrito una de nuestras compañeras antiguamente fue maestra universitaria en Logrim, ella les enseñaba a todas las jóvenes.
- ¡Genial! -No sabía que el distrito de las brujas era tan interesante -decían otros estudiantes.
- Eres todo un genio.
- También eres muy linda ¿Qué te gusta hacer?
Ella niega con la cabeza - la mejor bruja de todos los tiempos es la joven ama- luego me señala.
Naturalmente, me encontraba riéndome con Juliana y molestando a Isabel, mientras ella se defendía de lo que le hacíamos, las dos se burlaban al tiempo de mí ya que mis nuevos alimentos eran de una dieta vegetaría.
- ¿Ahora comes pasto Maki? Pregunta a modo de venganza Isabel, luego señala mi alimento.
- Que graciosa- le doy una mordida y hago cara de asco ¡que mierda es esto!
Las dos se burlan.
Una chica de cabello dorado y con gafas se ríe al escuchar lo que dice Lissa.
- ¿La hechicera? ¿enserio? Creí que solo era una buena para nada y por eso no había vuelto- lo dice con cierto asco.
Los demás también se ríen y me señalan, cosas así no me afectan, pero Lissa se enfada, levanta a la chica del cuello de la camisa del uniforme, la chica queda paralizada al instante por esa reacción, los demás se alejan unos pasos.
Desgraciadamente esa chica era nada más y nada menos que Natalia, quien vino de chismosa.
- No digas eso de la joven ama escuchaste- dice molesta Lissa.
- Tu guardiana va a matar a Natalia- dice Isabel mientras se come su fruta, luego prueba mi alimento, haciendo cara de vomito.
- Deberías dejarla- exclama Juliana tomando jugo que le ofrecí, era lo único decente que tenía.
- Si lo sé, pero no quiero que la expulsen por atacar a alguien del consejo estudiantil- me acerco rápidamente y la detengo. -Tranquila Lissa, eso no me afecta ya te lo había dicho-se calma y deja libre a nuestra compañera.
- Como ordene joven ama- exclama ella.
Luego observo a mis otros compañeros de clase y me rio, mañana son los exámenes físicos cliche andante, ¿ya que son tan fuertes porque no nos enfrentamos en equipos de toma la bandera, tu equipo de lagartos y mi equipo? Isabel y Juliana los saludan en burla.
- ¡Maldita hechicera! Grita molesta Natalia mientras se levanta, -le lavaste el cerebro a esta pobre chica, ya verás lo que te espera luego se va con su sequito, no eran sus compañeros reales, solo eran de esas chicas lambisconas, el verdadero equipo de Natalia es otra cosa.
Puede que Lissa sea una excelente estudiante, pero en la parte social es pésima, parece más un autómata que un ser viviente racional, creo que es peor que Astrea. Tomo su mano (demonios es muy suave y delicada) la llevo con mis amigas.
- Debes de dejar de compórtate así Lissa- le digo -sé que mi tía te envió como mi guardiana, pero tenemos la misma edad, así que disfruta la academia- ella asiente.
Luego la invito a unirse a nuestra "inteligente" conversación sobre artículos mágicos, historietas y tantas cosas sin sentido de las que nos reímos, ella no parece entender de lo que hablamos.
La familia de Juliana es rica, la de Isabel igual, pero son muy sencillas, no todos los nobles se creen superiores, en especial Juliana ella es Rumi de cuna noble, de hecho, debería ser la más admirada de nuestro grado, pero al juntarse con dos hechiceras la degradaron a don nadie, cosa que poco le importa.
- Amigos son amigos, estos nunca se traicionan por fama o poder- es su dicho.
- El abuelo siempre decía que las personas le tienen miedo a lo desconocido y la hechicería siempre se ha visto como algo profano, así que no te mates la cabeza de que dirán los demás si eres un hechicero, solo vive tu vida al máximo y mejora cada día- decía Isabel.
Papá y mamá siempre decían -eres una bruja, vives mucho más que cualquiera, eres hechicera algo poco usual, aprendiste tus propios hechizos ¿entonces porque llorarías? Tienes capacidades que otros jamás van a poseer, deja de quejarte porque alguien no te dirige la palabra, algún día encontraras amigos iguales que tú y será lo mejor.
Consejos sabios pensamos las tres.
Chasqueo los dedos para despertar a Lissa, -oye Lissa no eres una muñeca, háblanos un poco de ti.
- Si joven ama- exclama ella -la ama Velvet me encontró cuando era bebe en un basurero en una de sus expediciones junto a su guardia de elite, luego de eso me crio junto a otras jóvenes en el distrito de las brujas, aprendimos todo lo necesario, pero a mis se me asigno una tarea superior y es protegerla a usted joven ama Mackenzie, ya que tenemos la misma edad se me educo para servirle toda la vida y si es necesario dar mi vida por usted
- Cielo que mierda, la vida de una bruja fuera del imperio es un asco- exclamo reclinándome en mi puesto -deja de pensar idioteces, aunque sé que tía Velvet hace muchas cosas buenas por las brujas que están fuera del imperio, pero eso de educarte para servirme no me parece muy bueno, solo vive tu vida y ya, si quieres acompañarme adelante, pero no quiero una esclava siguiéndome por todas partes, solo quiero una amiga- ¿y porque siempre pareces una muñeca sin expresiones?
- Siempre he sido así joven ama Mackenzie- responde.
- ¿Por cierto sabes a donde se dirige Astrea? Pregunto a modo de broma.
- Si ella dijo que visitaría a un humano cuyos ojos son dorados, pero no me dijo su nombre, ella lo visitaría siempre que estuviera libre, ella me hizo prometerle que no le contara a la ama Velvet- exclama sin recordar su promesa "oh" luego se da cuenta.
Juliana e Isabel se miran a los ojos y luego dan unos pasos atrás.
Para su sorpresa su amiga no estalla, de hecho, se ve ¿calmada? Algo poco común, las dos saben cómo se vuelve cuando alguna mujer le habla a su padre y parece que la llamada Astrea se metió en la boca del lobo.
- Oh enserio, ¿puedes contarme más sobre eso? exclamo intentando calmarme, estoy apretando con fuerza mi escritorio, mientras intento sonreír, pero lo único que hago es una mueca de ira.
- ¿Joven ama promete no contarle a nadie? Me pregunta ella, mirándome con ojos de cachorro.
- Claro lo prometo, e igual lo prometen mis amigas presentes ¿Verdad?
La ira impalpable de Maki hace que a sus amigas se les ponga la piel de gallina.
- Claroo como no- exclaman ellas mirando a otro lado, -de hecho, creo que me tengo que ir a hacer otra cosa- dice Isabel escapando
- Y yo voy al baño- comenta Juliana huyendo.
- Por favor siéntate- le digo mientras toco su puesto.
Ella obedece y comienza a contarme - Vera joven ama, la Ama Velvet le asigno una misión de reconocimiento sobre alguien, Astrea me conto que el humano se llama Augusto, ¿aunque no sé por qué un humano? Se supone que no deberíamos mezclarnos con humanos de clase inferior o sin magia.
- ¿Enserio? qué curioso eso- intento no fruncir el ceño mientras ella se refiere a papá de ese modo.
- Si ama- dice Lissa sin percatarse -como le iba diciendo, Astrea parece mostrar interés en el humano y dijo que lo ayudaría a su modo y por eso lo visitaría siempre que tuviera tiempo libre.
- ¿Entonces ella siente algo por mi pa- por el humano?
Lissa mira el techo pensando, luego me mira con sus ojos de pez muerto - parece que sí, la otra vez se sonrojo cuando le pregunte por el humano.
- ¡Oohh! qué extraño ¿no lo crees?
- Si joven ama, ¿no entiendo que puede ver en un humano sin magia?
- Debe ser muy guapo y agradable- digo.
- No lo sé joven ama, además que es padre de tres hijas, ¿no sé qué ve ella? ¿será que está jugando?
- Quien sabe- respondo y me levanto de mi puesto -sabes Lissa es mejor que dejemos esta conversación- le digo y ella asiente.
Mientras tanto en la mente de Maki.
<¡Que hija de perra! ¡maldita seas Astrea! ¿acaso no era que no te agradaba papá? ¡Solo aprovecho el momento! ¡Y ahora lo quiere ir a visitar todos los malditos días libres que tiene! ¡¿Qué demonios debo hacer!? ¡la voy a hacer pagar!>
- Joven ama, ¿Por qué no parece alegre? - pregunta con un poco de preocupación Lissa.
Me doy cuenta de que estoy haciendo una mueca de ira - no, no, no es nada.
La inmutable joven bruja llamada Astrea sentía algo que no había sentido antes por alguien fuera de su ama, pero no era el mismo sentimiento, era distinto.
Al principio pensó que sería lastima por ese sujeto.
Incluso llego a cometer una estupidez, copio un documento que tenía su ama en su escritorio y se lo entrego al sujeto, su pacto casi le rompe los huesos, pero ella continúo haciéndolo, quizás solo era un capricho, después de todo su ama decía que los humanos a excepción de su antiguo maestro eran débiles y no veía razón para que una bruja se enamorara de una de esas cosas, si tal vez solo era curiosidad pensaba Astrea.
Con esta sería la tercera vez que lo visitaba, cuando lo vio sintió que su corazón empezó a latir rápido y las palabras que normalmente salían fácil, ahora no lo hacían, prácticamente se quedó paralizada.
¿Qué me sucede? Se preguntaba así misma mientras se ruborizaba.