Su nueva maestra era una novata en el uso de la hechicería, era hija de un campesino, la joven llamada Hua soñaba con ayudar a sus padres, así que usaba su hechicería para restaurar los campos y cosechas en el pueblo.
Su nueva maestra no pasaba de los 13 años, era una niña inquieta de largo cabello negro, pero vestía pobremente.
Su amor por sus padres la mantenía alegre, aunque fallara usando su hechicería lo intentaba una y otra vez.
¿Por qué Selardi decidió hacer el contrato?
Era curiosa como su antiguo maestro Ibn, quería ver que tan lejos llegaría esa pequeña.
"Soy Selardi" le dijo cuando la conoció.
La pequeña se impresiono tanto que cayo contra el suelo, jamás espero que un espíritu natural respondiera a su llamado, simplemente se encontraba jugando con su hechicería cuando de repente.
¡Pumm! Una hermosa mujer se le apareció, se presentó y le ofreció sus servicios.
Selardi le hablo en su lengua natal del oriente próximo, la pequeña Hua no entendió nada de lo que le decía, para su suerte Selardi sabia hablar su idioma.
Que complicados eran los humanos y las demás razas, cada una tenía su propia lengua y cultura, era extraño y al mismo tiempo fascinante, esa era una de las razones por las que su maestro viajaba por el mundo para conocer todo sobre ellos.
Ahora 300 años después ella hacia lo mismo, pero en este momento quería seguir los pasos de esa pequeña hechicera particular.
La niña apenas sabia hablar, no sabía escribir o leer.
Cuando no ayudaba a sus padres en las cosechas, estaba estudiando con Selardi, Hua no podía pronunciar el nombre de Selardi.
¿Puedo llamarte Houtu? Le dice apena.
¿Houtu? Que significa.
"Reina de la tierra" exclama alegre Hua, con su cara llena de barro y descalza.
¿Por qué?
"He visto lo que eres capaz de hacer, llevas un año entrenándome y cuidándome"
Selardi suelta una sonrisa "Entonces de ahora en adelante me llamare Houtu"
Houtu como ahora se llamaba, veía con sus propios ojos lo que sucedía cuando un hechicero no era capaz de usar bien su poder.
Cuando Hua se llevaba más energía de la necesaria, las plantas comenzaban a morir, una vez mato todo un campo de cultivo por ese error, otra vez seco una afluente.
Houtu le enseñaba con los textos antiguos de su maestro, aunque no quisiera Hua tuvo que aprender a leer otros idiomas, ya que el antiguo maestro de contrato había escrito acerca de la hechicería en más de 5 idiomas.
En las noches cuando sus padres se dormían Hua observaba las estrellas recordando las historias que le contaba Houtu, ella también quería viajar por el mundo.
Cuando cumplió sus 16 años le conto a sus padres que quería viajar por el mundo, era claro que sus padres no se lo permitirían, en su rabia huye del pueblo y se refugia en el bosque. Aun era muy joven para eso y no controlaba su poder bien.
Por suerte Houtu siempre estaba con ella, cuando estaba con ella y sus padres se transformaba en la pequeña planta y se escondía en los campos, pero cuando iba a entrenar a Hua en el bosque volvía a su forma humana.
Encontró a la joven acurrucada llorando en medio del bosque, su contrato le permitía saber dónde estaba su maestra siempre.
La edad es muy importante cuando se trata de subsistir solo, ella lo sabía por experiencia, esa niña no conocía nada del mundo.
Se quedo un rato consolándola, luego la acompaño a su aldea, pero cuanto más se acercaban más extraño les parecía el ambiente, desde la distancia del denso bosque Hua alcanzo a ver humo saliendo, la joven se apresura y deja atrás a Houtu.
Para cuando llega ve como fuerzas invasoras junto con magos están matando a las personas del pueblo, luego presencia como sus padres son incinerados por un mago.
Ella se paraliza del miedo, ver a sus padres morir de una manera tan cruel es algo que jamás se imaginó, grita de dolor y empieza a llorar.
Un mago la ve y le lanza una bola de fuego, Hua intenta cubrirse, pero su brazo derecho se quema y grita de dolor.
Este sería su fin, su corta vida se acaba ahí mismo, ese mismo mago le quema una pierna, para que no pudiera huir.
Una hermosa mujer de cabello plateado sale del bosque y todos los asaltantes quedan paralizados por su belleza. La muerte muchas veces se presenta hermosa.
Antes de que se percataran muchos de los bandidos se los habían tragado plantas carnívoras gigantes que salieron de la tierra, mientras que a otros les atravesó el corazón con rosas.
Para Hua era algo increíble de ver, acabo con todos esos sujetos, eran más de 50, pero en cuestión de segundos no dejo ninguno.
Para Houtu no era nada, mientras había viajado sola por el mundo tuvo que enfrentar creaturas que parecían sacadas de un cuento de hadas.
El lugar estaba rodeado de muerte y destrucción, su maestra estaba tirada en el suelo sin un brazo y una pierna chamuscada, casi carbonizada.
¿Me voy a morir? Dice la niña llorando, luego el dolor hace que se desmaye.
Houtu se la lleva cargando a un lugar seguro.
Las heridas de la niña eran mas graves que las de su antiguo maestro, no sabía si podía salvarla, había pasado tanto tiempo desde aquella vez.
La pequeña murió en sus brazos, no pudo proteger a su maestra. Ese remordimiento la seguiría por siempre.
Lo único que pudo hacer fue enterrar a la pequeña en medio del bosque. Hizo que nacieran flores de distintos colores y formas en su tumba.
comprendió que para los mortales la vida era solo una fracción de segundo que podían disfrutar, sus cuerpos son frágiles y se rompen con facilidad.
Perdió el contrato con su segunda maestra en un abrir y cerrar de ojos, solo era una niña con esperanzas hacia el futuro, las cuales fueron arrebatadas por otros.
La nación en la que se encontraba estaba en guerra contra invasores desconocidos, poco a poco fueron apareciendo más magos entre los seres racionales, las guerras se volvieron crueles y los magos mas vitales para las guerras. Eran los magos quienes determinaban la victoria en una guerra, esa misma nación de oriente se convirtió en un poderoso imperio gracias al poderío mágico.
Ahora se desarrollaban escuelas especiales para magos, donde los entrenaban en distintas artes de guerra.
Así pasaron otros 100 años, ella había notado algo particular, la tasa de natalidad de los hechiceros se había disminuido alarmantemente.
Ella recuerda las palabras de su primer maestro.
"Los hechiceros siempre somos pocos, 1 de cada 1.000 humanos nacen con esa cualidad" eso fue hace mucho.
Había leído una vez que solo los humanos podían ser hechiceros, era algo único a su parecer, la tasa de natalidad de los humanos no era tan alta y sus vidas eran cortas si no tenían cuidado, más los problemas con las guerras entre ellos mismos y otras razas.
Ese siglo realizo nuevamente otro contrato, esta vez con una joven revolucionaria.
Era muy versada en el uso de la hechicería, vivía en un país donde las brujas y los hechiceros eran mal vistos. Pero los magos eran adulados, había algo particular, que ella escribió en sus registros.
¡Solo los humanos pueden ser hechiceros o brujas! Escribió para jamás olvidarlo.
Su nombre había vuelto a cambiar, ahora era conocida como Selene diosa de la luna, por su cabello plateado.
Jeanne lideraba una revolución en su país en contra de la iglesia y sus dogmas contra las brujas y los hechiceros.
Fue allí cuando Selene vivió lo que es una guerra.
Junto a Jeanne solo podía usar hechizos de defensa, mientras que el otro hechicero Eleonor usaba de ataque.
¿se habían diversificado? ¿eso no era malo?
"Siempre ha sido así desde que lo recuerdo" Dijo Jeanne cuando Selene le pregunto una vez.
Se encontraban en las ruinas de una ciudad, Jeanne siempre llevaba puesta una armadura plateada, nunca se despegaba de su espada dorada con la cual amplificaba sus hechizos defensivos, tenía control absoluto del flujo de energía, podía crear barreras, escudos, podía incluso volar, pero sus hechizos no podían hacer daño, solo servían como defensa, por ello se especializo en luchar con armas.
Eleonor llevaba una túnica ligera roja con bordes blancos, estaba temblando del frio.
"Solo puedo usar hechizos de ataque mientras Jeanne me defiende a mí y a las tropas" dijo ella.
Se habían criado solas en un orfanato, donde las monjas eran amables con ellas, una vez la iglesia de esa nación firmo una orden que condenaba a quienes cuidaban brujas o hechiceros fue puesta en circulación, muchos niños fueron asesinados por esa estupidez.
El orfanato fue destruido y las monjas ejecutadas, en ese tiempo las dos eran unas niñas, pero gracias al contrato que Jeanne pudo hacer con Selene se salvaron, ella les enseño todo lo que conocía, era como una madre para ellas.
Cuando llegaron a la adolescencia ya tenían experiencia en combate, habían luchado muchas veces contra magos y guerreros.
Selene no cometería el mismo error que con Hua, siempre las defendía cuando se encontraban en peligro.
¿pero dos jóvenes de 17 años comandando un ejército?
Era factible solo si quien les había enseñado conocía gran parte de los secretos de la hechicería, cultura, estrategias e historia.
Su ejército rebelde estaba compuesto por humanos sin poder mágico, brujas, semihumanos.
¿Quiénes eran los enemigos?
Los elfos, en las últimas épocas su poder había incrementado a niveles extraordinarios, gracias a su destreza con la magia.
Era fácil controlar los mejores puestos para ellos y eliminar a su mayor peligro brujas y hechiceros. Sabían que los humanos eran fácilmente manipulables.
Pasaron casi 10 años de guerra.
En una batalla Selene había luchado contra un mago elfo y este la hirió, era la primera vez que alguien la heria, diez tortuosos años de sufrimiento hasta que las dos hechiceras perdieron la vida en una batalla, ni siquiera ella esperaba que un demonio apareciera.
Ella jamás había visto uno una criatura de tanto poder cuya sola presencia causaba miedo y angustia.
Las dos chicas lucharon valientemente e incluso ella lucho, pero era muy tarde, aunque mato al demonio con sus propias manos las dos chicas habían muerto luchando por su causa.
Nuevamente no había podido salvar a su maestro. pero no todo fue tristeza, la guerra por la liberación fue ganada por las fuerzas rebeldes esa hazaña dio vida a una pequeña nación que más adelante sería el centro de cultura del mundo por casi 4 siglos.
Enterró los cuerpos de las chicas en el mismo orfanato donde las encontró.
Se cuentan leyendas de dos jóvenes guerreras que junto a una diosa lucharon contra un demonio invocado por la iglesia para liberar a su pueblo. Aún se conservan las estatuas de las dos en el centro del imperio donde se exhiben las reliquias de Rum.
Después de eso Selene no quiso hacer más contratos por 500 años, no quería que su maestro muriera nuevamente, solo se dedicó a viajar y conocer este nuevo mundo que avanzaba a pasos agigantados.
Aunque en Rum no existiera la iglesia y las leyes anti brujas y hechiceros, o que se les permitiera un trabajo justo a los semihumanos aun en las otras partes del mundo la discriminación estaba al tope.
Ahora el nacimiento de un hechicero se había disminuido de 1 a 10.000.000 de personas.
A sus mil años de viajar por el mundo ella haría un contrato con el hechicero más poderoso que había conocido en su vida, era incluso mejor que su primer maestro.
Marco Aurelio Maximiliano I un niño de cuna noble que había hecho un contrato de alma con Selene.
"Dime maestra Minerva" ¿tu era la diosa que estuvo junto a las dos doncellas? Pregunto el joven Marco mientras estudiaba un antiguo texto que le había dado Selene ahora llamada Minerva sustentaba un estatus de diosa desde que se había escrito las hazañas de las dos doncellas.
"Quien sabe" le respondió, mientras le enseñaba los distintos idiomas que ella sabía "las leyendas dicen muchas cosas"
Ese joven era un genio, aprendía rápido, domino la hechicería a temprana edad sin necesidad de un maestro, el mismo se dedicó a desarrollar su hechicería por ensayo y error.
"Si es así no quiero ser un héroe" respondió el mientras se colocaba las manos detrás de la cabeza y jugaba con su pluma con sus labios, "No quiero verla sufrir nuevamente"