Nos ofrecen lo que supongo que es alcohol, Igor agarra una copa sin decir nada y yo niego.
-No gracias. -digo amable.
-Déjame adivinar. -le da un sorbo a su copa mientras me sigue viendo. -Nunca haz probado el alcohol.
Hago una ligera mueca y niego.
-Diez. Dale un sorbo. -me ofrece su copa y lo miro dudosa.
-No gracias. Prefiero ahorrarme tu burla.
Igor se me queda viendo y me sigue ofreciendo su copa.
-Solo lo vas a probar, no me burlaré.
Lo miro indecisa y este me mira esperando que acepte su copa.
Suspiro y la agarro, haciendo que Igor se ponga enfrente de mi para ver mejor mi reacción.
Acerco la copa a mis labios mientras que Igor seguía con la mirada a la copa. Di un ligero sorbo sin despegar mis ojos de Igor.
Sentí como el alcohol el alcohol me quemaba la garganta y contraía mi rostro en desaprobación.
-Iugh, esto es asqueroso. -dije aun con el sabor asqueroso en mi boca.
Mire a Igor y estaba tratando de ocultar su sonrisa.
-Ni mi viy i birlir. -lo arremedo.
-No me estoy burlando. -se aclara la voz y agarra su copa de nuevo poniendo su brazo en mi cintura.
Lo ignoro y él sigue saludando a gente.
-Quiero ir a tomar aire. -señalo el gran balcón que hay.
Asiente y suelta su agarré.
Camino hasta el balcón y el aire me golpea sintiendo que puedo respirar. Toda esta gente es muy sofisticada y llena dinero, sin duda yo no encajo ni encajare en un mundo como este.
Me recargo y veo toda la ciudad, sin duda es una vista muy linda, los edificios y las luces hacen que la noche se vea preciosa.
Siento la presencia de alguien y no tengo que voltear para saber que es Igor, su aroma lo delata.
-¿Por qué me ayudaste?
Me volteo lento hasta quedar frente a él.
-Porque es lo que alguien haría. -dados simples.
-Claro que no, muchas personas vieron y nadie hizo nada ... solo tú. -susurro lo último.
Su rostro volvió a ser un tempano de hielo.
-Simplemente lo hice.
-Pero ¿Por qué? ¿Por qué me traes hasta acá? ¿Por qué me estas ayudando?
-Simplemente te di trabajo y este viaje es de trabajo. -su voz volvió a ser la dura de siempre.
Traté de calmarme y me voltee a seguir viendo la ciudad.
-Y si te estaba ayudando ¿Qué tiene de malo? -vuelve a hablar.
-Que nadie ayuda por ayudar, con el tiempo me di cuenta que siempre quieren algo pero ¿Que quieres tu Igor? -me giro hacia él. -Lo tienes todo.
Se quedo parado observándome totalmente serio.
-A mi hermana le paso algo similar a lo tuyo.
Mierda.
-¿E ... ella ya esta bien? -rasco mi cabeza con nervios.
-Esta muerta. -dados encogiéndose de hombros.
Siento que he metido la pata hasta el fondo y todo por bocona. Me quedó como piedra sin saber que decir.
Kayla, tienes mucha mierda en la cabeza.
-Y ... yo lo sien ...
-Entremos.
Sin decir ni una palabra me acerco y camino con la cabeza gacha.
Me siento muy estúpida.
La noche pasa y se siguen acercando para hablar con Igor, no hemos intercambiado ninguna palabra y de la nada siento ganas de llorar.
-Quiero ir al baño.-susurro para Igor.
Me mira y asiente soltándome.
-No tardes mucho.-dice serio.
Asiento y avanzo a lo que creo que es el baño. Ya hago mis necesidades y salgo al tocador.
Quisiera mojarme la cara pero Carlos hizo buen trabajo y no quiero estropearlo.
-Así que eres la nueva conquista. -dice la rubia que esta al lado mío retocándose el labial.
-¿Perdón?
-La conquista de Igor. -se gira a verme con una sonrisa. -Eso hace siempre, déjame decirte que en unas semanas te botara a la calle.
Guiñe su ojo y se va contoneando las caderas.
No sé ni siquiera como sentirme al respecto.
Doy un suspiro y me encamino buscando a Igor pero no lo encuentro.
-Vayámonos ya. -su voz me hizo saltar.
Empieza a caminar de forma rápida y yo corro para seguirle el paso.
Llegamos hasta el coche y él se ve un poco desesperado por algo ya que va moviendo su pierna de arriba hacia abajo.
-¿Estás bien?
Asiente mirando por la ventanilla.
En todo el camino siguió moviendo su pierna ansioso y la verdad me ponía un poco nerviosa.
Llegamos al hotel y salimos del elevador para cada quien entrar a su habitación, estaba por abrir la puerta.
-Eres una jodida tentación, Kayla.
Me gire con el ceño fruncido y lo encontré muy cerca de mi.
Con sus manos agarro mi cintura me jalo haciendo que su pecho y el mio chocaran. Mire hacia arriba y me estaba viendo con un brillo malicioso en sus ojos.
No supe ni como reaccionar y solo abrí mis ojos mas de lo normal.
-¿Qué mie ...
Me interrumpió cuando sus labios besaron los míos.
Sentí sus labios moviéndose pero yo estaba tratando de salir de mi ensoñación. Sus labios se movían con experiencia y en mi vida me han dado un beso así, sus labios sabían a menta mezclado con alcohol, podría ser la combinación mas rara pero de verdad que era deliciosa.
Empece a reaccionar y me deje llevar por sus labios tratando de seguirle el beso feroz que me estaba dando.
Sus manos empezaron a bajar por mi espalda y yo subí las mías enrollándolas atrás de su cuello.
El beso iba perfecto hasta que sentimos que necesitamos aire.
-Diablos, Kayla. -su mirada estaba oscura y no me pude resistir.
Agarré su corbata y lo jale hasta mis labios para seguir con ese candente beso.
Kayla ¿Desde cuando eres así?
Igor no negó mi beso, al contrario, lo siguió con la misma ferocidad.
Sin dudar era de las cosas más deliciosas que había probado en todo el mundo.
El agarré de Igor se intensifico y me empujo a la pared haciendo que soltara un pequeño gemido de placer.
Kayla, me estas asustando. ¿Será el pequeño trago de alcohol que tomaste?
Sentí la sonrisa de Igor en mis labios.
-Te gusta la brusco.
Volvió a besarme y yo complacida lo acepte dejándome llevar por el momento. Su lengua empezó a entrar en mi cavidad y la verdad nunca me he hecho eso.
Sus manos empezaron a bajar por mi trasero, iba a detener pero no pude.
Él era todo un experto que sabia bien lo que hacia.
Sus dientes mordieron mi labio inferior haciendo que volviera a gemir. Sus manos agarraron mis piernas levantándome para que envolviera mis pernas en su cintura y sin dudar lo hice sin dejarnos de besar.
Sentí como trataba de abrir la puerta de su habitación sin despegar sus labios de los míos hasta que escuchamos como la puerta se abría.
Avanzo aun conmigo cargándome y me estampó en la primera pared que encontró.
Separo nuestros labios para empezar a besarme el cuello haciéndome gemir por la sensación que daban sus labios.
-Estas deliciosa.
Sus labios siguieron bajando hasta llegar a mi clavícula y cerré mis ojos disfrutando de la sensación. Mis manos tuvieron vida propia ya que agarraron el cabello de Igor y lo acercaban más a mí.
-¿Te gusta? -Igor seguía bajando sus labios hasta el inicio de mis pechos. -Le estoy preguntando algo, señorita Larson.
Sentí como los ojos se me ponían blancos por la sensación tan deliciosa que Igor me esta ofreciendo.
Sentí como se separo haciéndome bajar de su cuerpo y yo lo mire confundida.
-Te hice una pregunta. -hizo que me pusiera de pie para que sus manos me hicieran girar dándole la espalda. Sentí como me dio una fuerte nalgada haciéndome pegar un gritito. -Contesta.
-Si ... si me gusta. -dije aun impresionada.
No sé si me impresiono más que él me diera una nalgada o que a mi me gustara.
-Me gusta que me contesten. -me hizo girar nuevamente para quedar frente a frente.
Agarro mi cuello en su mano y con fuerza me volvió a azotar en la pared, mi gemido de dolor quedo atorado en sus labios ya que rápidamente me volvió a besar. Jale su cabello desesperada, quería más.
-Mira como me tienes. -restregó su pelvis en mi estomago haciendo que de un saltito y abriera mucho mis ojos. -Oh, cierto, se me olvidaba que todo te asustaba.
Podía ver su sonrisa pícara por la poca luz que entraba de la ventana ya que estábamos a oscuras.
Baje mi mano hasta su bulto y lo apreté con mi mano haciendo que Igor gruñera.
Joder, ese gruñido hizo que me mojara más.
Nos volvemos a besar y subo mis manos hasta su pecho ya que la verdad mi mano no pude abarcar su miembro con mi mano.
¿Cuánto le medirá?
Creo que lo tiene un poco bastante grande.
Lo empuje hasta la cama haciendo que quedara sentado en la orilla viéndome totalmente asombrado. Iba a decir algo pero no lo deje porque me senté en su bulto haciendo que gruñera.
Agarra mis caderas haciendo que me mueva y gimiera al sentir su bulto en mi entrepierna. Su rostro se esconde en mi cuello mientras que con una mano agarra mi pecho y empieza a jugar con mi pezón haciéndome gemir más alto.
Sin pensárselo tanto baja el vestido dejando mis pecho al aire, iba a taparme pero sentí como se metió mi pezón a su boca y con su otra mano le daba atención al otro haciendo que perdiera la poca cordura que tenia.
-Vete a tu habitación antes de que no pueda parar. -Su voz se escuchaba más sexy cuando estaba excitado, era más gruesa.
Kayla, que puta mierda haces.
Rápido me levanto de su grueso miembro y arreglo mi vestido cubriendo mis pechos, le doy la espalda y salgo casi corriendo de su habitación.
Es tu jefe, solo tu jefe.
Rápido entro a la habitación y cierro la puerta recargándome en ella llegando hasta el piso. Me tapo el rostro con mis manos y siento que voy a morir de vergüenza.
Estoy segura que me va a despedir por andar de caliente y te lo mereces.