De camino a casa venia sintiéndome lo más idiota que podía.
¿Qué pensabas, Kayla? ¿Qué con unos toques ya se iba a enamorar de ti?
Claro que no, se ve que él no es de enamorarse y eso lo supe desde un comienzo pero sentí algo en el estomago tan fuerte que me dieron hasta ganas de vomitar.
¿Celos?
Ni idea, pero tengo que entender que no me gusta, ni me gustará y que tampoco debe volver a pasar lo que paso en Florida.
Aprieto las piernas.
¡Concéntrate, Kayla!
Estoy por llegar a la casa cuando noto que Liz esta sentada fuera de la casa.
Su rostro se esconde en sus piernas, esta en posición fetal y veo como se sacude, haciéndome saber que esta llorando.
-Liz. -la llamo delicadamente para no asustarla.
Ella levanta su cabeza limpiando rápidamente sus ojos y su nariz.
-Quiero estar sola.
¿Ahora que habrá pasado?
-Solo estoy preo ...
-¡Quiero estar sola!
Su grito hace que los chicos salgan y rápidamente se esconden atrás de mi, aferrándose a mis piernas.
-¡Estoy harta! Harta de ser la misma pobre de mierda. ¡La pobre que no puede ir de compras con sus amigas porque no tiene dinero! -las lagrimas le salen como cascadas. -¡Harta de que todos jueguen conmigo por ser la pobre y me dejen como basura!
Dicho esto empieza a correr fuera de la pequeña colonia.
Mis ojos se ponen llorosos al saber lo que le ha tocado sufrir, ella va a la escuela y tiene amigos.
Amigos que tal vez se burlan de ella.
No me he esforzado lo suficiente para poder comprarle más ropa o más tacones que es lo que más le gusta.
Miro hacia los gemelos que me ven como cachorritos.
-Hermanita no llores, tal vez solo le tiraron su sandwich en el recreo. -Lucian dice y Jacob asiente.
Me suelto más en llanto.
-¿Te han tirado tu sandwich? -pregunto aún llorando.
-Si, me dijeron que estaba muy delgado el pan y que no era sandwich. -mi llanto no ceso ni un poco. -Pero Jacob les pego. -dice como si eso fuera a calmarme.
Casi siempre cortábamos una rebanada de pan por la mitad para sacar dos y así nos alcanzaba más.
-Deja de llorar, Kay. Nosotros te queremos mucho.
Me hinco y los abrazo a los dos, tratando de no llorar más para no asustarlos.
-¿Que paso? -Ámbar sale y se preocupa al ver mi rostro.
-Nada, Liz le gritó a Kay. -Jacob se encoge de hombros.
-¿Te gritó? ¿Por qué?
Me encojo de hombros y cargo a los pequeños para meternos a la casa.
Ambos chicos empezaron a contarme historias para hacerme sonreír y yo solo estaba preocupada por Liz.
¿A donde fue?
¿Estará bien?
Ya era demasiado noche, había acostado a los gemelos mientras que Peyton y Ámbar se quedaron conmigo a esperar a Liz.
Me paro y empiezo a caminar de un lado a otro.
-¿Y si salgo a buscarla? -pregunté desesperada.
-Kayla, ella sabe el camino, llegará.
Pasaron otras dos horas, las chicas empezaron a cabecear en piso, las mande a dormir pero se negaban.
Eran las 3 de la mañana, tenia sueño pero mi preocupación era más grande.
Ya ni uñas tenia.
Estoy por llamar a la policía cuando escucho la puerta.
Mi corazón se parte más al verla entrar tambaleándose y con los ojos entrecerrados, claro esta que viene ebria.
-¡Hola hermanita! ¿Ya te fuiste a "trabajar"? -dice arrastrando las palabras mientras hace comillas con los dedos. -Porque estoy seguro que te vas de puta en vez de traer dinero a la casa de la nada llegas con el celular más nuevo y luego te vas de vacaciones a la playa.
Sus palabras me arden. ¿De puta? Si supiera todo lo que me esfuerzo.
El coraje me gana y le pego una cachetada.
-¡Ni se te ocurra volver a decir eso! - empiezo a gritar con lagrimas saliendo de mis ojos de rabia. -Renuncie a mi escuela para que ustedes no lo hicieran ¡¿Crees que eso es irme de puta ?! Me mato trabajando para que ustedes tengan un techo y comida ¿sigo siendo puta?
Siento como las chicas se pararon de golpe y los gemelos están abrazados en la puerta de la habitación, mientras que Liz solo esta con una mano en la mejilla que le golpe.
-He soportado humillaciones, me han querido violar ¿Sigo siendo la puta que no se esfuerza? ¡Pude encontrar otro trabajo! pero claro, sigo siendo la puta que tu dices. ¿Haz comido? ¿En la escuela te ha faltado algo? ¿Te he puesto a trabajar? -pregunto viéndola con furia. -¡Contesta! Estuve esperándote desde que te fuiste y lo hice preocupada. ¿Y tu que estabas haciendo? Tomando ¡De seguro quieres estar como mamá!
Me mira con los ojos de plato y rápidamente niega.
-¡No, no, no! -grita sacudiendo mucho la cabeza. -No quiero.
Se tira al piso y se hace ovillo mientras empieza a jalarse el cabello ya mecerse sola.
Me acerco rápido, no solo bebió.
-¿Estás drogada? -agarro con fuerza su barbilla para levantarle el rostro y revisar sus pupilas. -Estas drogada.
Siento que el aire me hace falta, los gemelos empiezan a llorar y las chicas agarran a cada uno para tratar de calmarnos y los saca de la casa. Sus ojos empiezan a ponerse en blanco y empiezan a sacar un líquido raro de la boca haciendo que empiece a entrar en pánico.
Salgo desesperada encontrándome a mis hermanos.
-Peyton entra y cuida a Liz, mantenla de lado. -ordeno temblorosa.-Ámbar quédate aquí con los niños, que no entren.
Rápidamente me voy y salgo de la pequeña colonia para llegar a la calle y poder buscar a alguien que me ayude.
¡No hay ni un alma!
Empiezo a caminar desesperada.
Dios, por favor, que alguien pueda ayudarme.
La calle esta vacía, los autobuses claramente ya no transitan y mi corazón sigue latiendo muy rápido.
Veo dos luces y siento como el aire vuelve a mi.
Empiezo a hacer señas pero estoy solo agitando mis brazos desesperada y con lagrimas en mis ojos. Las luces se van haciendo acercando y empiezo a desesperarme más.
-¡Ayuda! ¡Por favor, ayúdeme! -grito entre sollozos.
Por más que quiera calmarme no puedo, ver a tu hermana en una sobredosis no es lo más normal. Al menos no para mi.
El carro frena de golpe y agradezco.
Venta del carro.
-Igor. -trago saliva y trato de actuar rápido. -Ayúdame.
Él asiente y lo guío hasta la casa corriendo desesperada.
Afuera los gemelos siguen llorando a todo pulmón mientras que Ámbar los abraza con los ojos llorosos.
Entro rápido y me encuentro a Peyton con la cabeza de Liz en sus piernas. Peyton esta llorando mientras que Liz sigue con sus ojos blancos y espuma en su boca, solo que ahora tiene sangre en su feminidad.
Igor reacciona rápido y la agarra en sus brazos.
Corro atrás de él mientras que salimos de la casa.
-Chicas quédense aquí, cuiden a los niños.
Ellas asienten con sus ojos llorosos.
Corro para alcanza a Igor y este la mete en su carro en la parte trasera.
-Pon su cabeza en tus piernas de lado para que no se ahogue. -ordena.
Asiento mientras mis ojos me siguen picando.
Arranca el carro.
Bajo la mirada hasta su intimidad y me pregunto por que tendrá sangre, asustándome más.
-Liz, por favor, no nos puedes dejar. Trataré de comprarte muchos zapatos, solo sal de esta. -susurro mientras acaricio su cabello.
Igor conducía rápido pero para mí el tiempo se me hizo eterno.
Ella va a estar bien. Ella tiene que estar bien
Por fin llegamos al hospital, Igor abre la puerta y baja a Liz cargándola mientras que yo avanzo tras de él.
En cuanto entramos no ocupamos decir nada, enfermeras al ver a Liz en ese estado trajeron una camilla y se llevaron rápido.
Se la llevaron y yo no sabia que hacer.
Nos mandaron a sentarnos mientras me daban una hoja para llenar información sobre Liz. Me levante aun con mis manos temblando y le entregue la hoja a la recepcionista.
-Disculpa, creo que seria más recomendable que sus padres nos dieran la autorización.
Me quede en blanco y sentí mi sangre arder.
-¿Sus padres? Encuéntrelos y me avisa que yo también quiero hablar con ellos. -escupo con veneno.
La chica me ve entre asombrada y avergonzada, se limita a asentir.
Siento la mirada penetrante de Igor y me giro a verlo.
-Muchas gracias por traernos hasta aquí. No se que hubiera hecho si no hubieras aparecido. -mis ojos se vuelven a nublar. -Yo ... puedo trabajar el tiempo que sea sin que me pagues, puedo trabajar limpiando o traba ...
-No estoy pidiendo nada de eso. -me interrumpe serio. -¿Por qué todo quieres pagarlo?
-Porque nada en esta vida es gratis. -susurro bajando la mirada.
Quedamos unos minutos en silencio, el seguía viéndome y yo trataba de evadir su mirada. Al poco tiempo se acerco hasta a mi pero un doctor nos interrumpió.
-¿Familiares de Lizbeth Larson?
Rápidamente asiento.
-Soy su hermana, ¿Cómo esta? ¿Esta bien?
-Gracias al personal, su hermana se esta recuperando, tuvimos que hacer un gran esfuerzo. Como sabe ...
-¿Puede ser claro sin tanto rodeo? -interrumpe Igor.
El doctor carraspea y fija su vista en mi.
-Su hermana sufrió una sobredosis, lo bastante fuerte que podía haber hecho un aborto espontaneo.
Siento que las piernas me fallan.
��Un aborto?
Quedo en blanco y veo que el doctor sigue hablando pero no presto atención.
¿Qué haré? ¿Qué mierda pensaba Liz? Solo tiene 17 años. ¿Qué hará Liz con una criatura?
Siento que en cualquier momento voy a caer hasta que siento sus manos agarrar mi cintura.
-Kayla. -susurra pasando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. -Tienes que tomar una decisión.
-¿Qué?
-Los dejo para que piensen en lo que harán y en un rato mando a una enfermera para ver que decidieron. -el doctor explica y se va.
-¿Decisión? ¿Qué decisión? -pregunto asustada.
Igor me lleva a sentarme y el se pone en cuclillas frente a mí.
-Que si vas a decidir sacar al feto de su cuerpo o dejarlo.
Paso mis manos por mi rostro.
-No es mi cuerpo.
-Dijo que el feto probablemente ya venga con problemas, ira un obstetra a ver a tu hermana.
Asiento y me quedo en el mismo lugar. Igor se levanta y se sienta a un lado de mi.
-Igor, no tienes porqué quedarte, ya mucho me haz ayudado, gracias. -digo con mucho trabajo.
Igor niega y se queda sentado.
-No importa.
Han pasado tal vez una o dos horas, mi cabeza no deja de pensar en lo que haré, porque no tengo la menor idea de lo que pasará de ahora en adelante.
Siento como el cansancio se va apoderando de mi y caigo dormida.
-Kayla. -susurra Igor haciendo que me despierte rápido.
-¿Que Paso?
Me doy cuenta que estaba dormida en el hombro de Igor y hace que me ponga roja.
-Lo siento. -susurro.
-Ya viene el doctor.
Rápido me levanto y aliso la falda con la que había ido al trabajo.
-¿Familiares de Lizbeth Larson? -pregunta una doctora.
El doctor del comienzo viene acompañándola.
-Si, soy su hermana.
-Mucho gusto, soy la doctora Juliet que lleva el caso de tu hermana. -me da una sonrisa que no puedo devolvérsela. -El embrión tiene dos meses, tu hermana consumió drogas muy fuertes que el embrión ya viene con deformaciones. Tu decides si empezamos a extraerlo o se arriesgan a tenerlo.
-¿Por qué me preguntan a mí? No es mi cuerpo, mi hermana tiene que decidir.
-Ella es menor de edad. -la doctora me ve apenada. -Y por el momento eres la tutora legal, así que tu decide.