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Chapter 20 - Actuación perfecta

—El jefe nos va a matar —dijo temeroso un hombre que se encontraba a un costado de la habitación.

—¡Cállate estúpido! Que nos pueden escuchar —regañó otro.

César que estaba en la esquina, pudo escuchar la conversación y trató de mantener la compostura mientras grababa la declaración de ambos hombres.

"¿Pudiste entrar a la red?", escribió César a Marcos.

"Entré hace como 5 minutos, ¿qué necesitas?", contestó su amigo, quien se quedó en casa para hackear el circuito cerrado del lugar y así conseguir imágenes de las personas que llegaban al funeral de Mario.

"Revisa si hay una cámara en el pasillo que tengo detrás de mí", respondió César.

De inmediato, Marcos rastreó la cámara que había en ese lugar, sin embargo ambos sujetos se encontraban en un punto ciego. Ante esto escribió: "No los puedo ver bien, están fuera del ángulo de visión de la cámara".

Sin embargo, César no se rindió y rápido ideó un plan para que esos sujetos se acercaran a la sala. Entonces le mandó otro mensaje a su amigo: "Prepárate, haré que ellos se muevan".

César se acercó a Andrés y le dijo en tono tranquilo:

—Tío, me gustaría dar unas palabras en memoria de mi primo.

Clarissa se sorprendió al escucharlo, pero de inmediato imaginó que era parte de un plan, así que guardó silencio y sólo miró a Andrés. El alcalde asintió con la cabeza sin decir ninguna palabra.

Luego de que recibió la aprobación del alcalde, César se paró frente a todos y tomando el suficiente aire, comenzó su discurso.

—Buenas tardes. En nombre de mi tío les agradecemos que estén aquí acompañándonos.

Los presentes se sorprendieron ante la irrupción del joven y guardaron silencio para escucharlo. Era la primera vez que conocían a un familiar cercano del alcalde. Incluso los sujetos que estaban escondidos en el pasillo se acercaron al salón para ver qué pasaba.

César al ver que captó la atención de los presentes y de los sujetos de su interés, continuó con su discurso.

—Soy Raúl Zavala y recién llegué a esta ciudad para establecer algunos negocios. Recuerdo a mi primo Mario como un chico muy extrovertido y lleno de energía. Cuando era niño, él me visitaba y juntos jugábamos a policías y ladrones. Claro que yo era el ladrón, porque a él le gustaba ser el bueno y ayudar a los demás —dijo mientras secaba las lágrimas y su voz se tornaba levemente quebrada.

Esto último conmovió a los presentes, al grado de que las mujeres comenzaron a llorar. Clarissa estaba tan sorprendida por la actuación de César. Sabía que él era hábil como investigador, pero nunca imaginó verlo fingir un dolor por la pérdida de alguien a quien apenas había visto solo una hora.

Por su parte, César continuó su discurso.

—Después de tanto tiempo de estar fuera del país, me sentí muy contento de haberme reencontrado con mi tío y mi primo, sin imaginar que sería el último día que lo vería tan lleno de vida. Siempre llevaré a mi primo en mi corazón y estaré junto a mi tío para apoyarlo en esta cruel prueba.

Al decir esto, el falso sobrino se acercó a su tío para abrazarlo. Andrés al notar la intención de César, se levantó y correspondió al gesto. Estaba tan conmovido con el discurso, que comenzó a llorar.

La dramática escena enterneció a los presentes e incluso un sujeto propuso que aplaudieran durante un minuto en memoria del joven fotógrafo. Todos comenzaron a aplaudir y el ambiente se tornó tan conmovedor.

Mientras estaban abrazados, el alcalde dijo al oído de César.

—Excelente actuación sobrino.

—De nada tío, ya descubrí quienes estuvieron detrás del ataque de Mario.