Jessica suspiró al ver que su hermana volvía a la normalidad (Bueno... Tan normal como una vampiresa que se transforma en sirena puede llegar a ser) pero lo que había dicho Adelaida la preocupó... Un don es un problema, claro que era así, su hermana ahora tenía el don de la belleza etérea de una sirena, y eso es un problema en muchos sentidos... Tres dones son maldición disfrazada, ¿eso quería decir que Vanessa no había terminado de cambiar? ¿habría más dones ocultos en ella? ¿esos dones la pondrían en peligro? ¿Lograría manejarlos? ¿y si... y si la magia era más fuerte que ella? ¿qué sucedería si fuera así?...
- Jess la preocupación está pintada en tu cara, creí que eras buena para parecer indiferente ante todos - Vanessa hizo este comentario mientras caminaba hacia su hermana.
- ¿Eh? ¿Preocupada yo? No... simplemente me preocupa que con este don de belleza etérea lastimes el corazón de alguien...
- Si, como el de mi hermano - Ashley rió suavemente mientras veía como el rostro de Vanessa enrojecia hasta las orejas.
Adelaida se unió a Ashley con su elegante risa, sus ojos dorados brillaban bajo la luz del sol.
- Basta - Marc salió al patio y se encontró con el rostro enrojecido de Vanessa, supo de inmediato que estaba siendo molestada por esas dos descaradas con apariencia de angel de quiénes tenía sacar venganza por haberlo molestado en el pasado.
- ¡Vamos, hermano mayor! Solo estamos jugando con ella - respondió inocentemente Ashley haciendo un mohín con sus labios.
- Ashley, Anthony está en la entrada y preguntó por ti - respondió Marc con su expresión inmutable.
Ashley enrojeció levemente y bajó la cabeza para correr en dirección a la puerta principal, Alexandra miró como la chica se iba y se giró hacia Marc para levantar una ceja en confusión.
- ¿Qué? ¿Crees que estoy mintiendo? - Marc la miró con una sonrisa arrogante - Ya deberías haber sentido la presencia del demonio, ¿cómo se llamaba...?... Yiyi
- ¿Ahora lo acompaña Yiyi? La semana pasada era Zaskia - dijo Alexandra más consciente de la situación, Yiyi era uno de los primeros demonios de Anthony, a diferencia de Zaskia que siempre emana un aura de muerte a su alrededor, Yiyi podía ocultar su presencia mejor que los otros demonios... y por eso era que le soportaba más que al resto de ellos, especialmente más que a Velet.
- Madre dijo que tú y Caitlyn debían ayudarla hoy con el lavado - dijo Marc para darse la vuelta y empezar a caminar a través del jardín, al parecer buscando algo.
- ¿Y tú qué harás? - preguntó Alexandra cruzándose se de brazos.
- ¿Crees que la barrera contra brujas negras se conjura de la nada? - respondió Marc burlonamente - Estoy buscando la semilla de belladona para ayudarle a conjurar nuevamente el escudo mágico, ¿algo que decir sobre eso?
Alexandra se encogió de hombros y se dió la vuelta para empezar a caminar hacia Edward para decirle:
- Lo siento, tengo que...
- Lo sé, trata de no ahogar a nadie - se burló él antes de darle un beso en la mejilla y alejarse por el camino trasero de la casa.
- ¿A donde va? - preguntó Jessica en un susurro casi inaudible.
- Probablemente a cazar. ¿Quieren venir a ver el río?
- Yo voy, no he explorado esa parte de la montaña - respondió Vanessa sonriendo suavemente.
***
Tres días pasaron desde que Vanessa cambió de ser vampiro a ser sirena, aparte de ya no beber sangre y tener que usar el narciso encantado para ocultar su belleza etérea, ya no podía tocar el agua directamente... porque si lo hacía, sus piernas se convertían en cola de sirena, con escamas de color celeste opaco... fue difícil para Vanessa acostumbrarse a eso y aún le solía pasar accidentalmente cuando era descuidada... permanecía en esta forma hasta que se secaba por completo, entonces volvería a ser una sirena humana, Zemira ya le había dicho que para eso no tenía solución, por lo tanto tendría que ser extremadamente cuidadosa en todo momento. Además de eso, descubrió que podía mover el agua con el pensamiento, algo similar a lo que Zemira y Adelaida hacían con los objetos, pero solo lo lograba con el agua, podía hacer brotar un manantial teniendo una sola gota de agua y podía moverla a través del aire sin dejar caer una sola gota al suelo. También podía congelar el agua, si, volverla hielo, y calentarla, es decir, podía volver al agua en vapor, fuera de eso había un cuarto poder que aún no podía controlar, volver el agua en una especie de piedra gelatinosa, no sabía exactamente como definirlo y mucho menos controlarlo. En los últimos tres días, Zemira le había ayudado mucho, guiandola para aprender a controlar sus poderes... y Marc, siempre estando cerca de ella para animarla si se sentía decaída, esto la conmovía casi hasta las lágrimas y empezó a ver al hombre de manera diferente, sentimientos amorosos comenzaron a difundirse a través de su corazón, era la primera vez que sentía algo así y no sabía que hacer, lo único que sabía era que lo quería tener cerca, quería ver que sonriera para ella y sonreírle solo a él, estos sentimientos la hicieron sentir viva y su sonrisa cariñosa era cada vez más frecuente, lo que quedaba de su mal humor incontrolable de antes eran solo cenizas que se las llevo el viento. El amor podía cambiar a una persona, especialmente a una mujer, y en caso de Vanessa, este cambio fue para bien.