Zemira observó a la jovencita frente a ella, su mirada era suave y severa al mismo tiempo, sin duda era una chica bendecida, no tenía duda de que dentro de muy poco el clan Willows vendría por ella y cuando lo hicieran ella dejaría de ser Lady Vanessa Hunt y se volvería la Señorita Vanessa Willows, no estaba segura de que Milo Hunt y Samantha Hunt lo tomarían de buena manera, pero las sirenas siempre conseguían lo que deseaban, y si de verdad deseaban tenerla como una hermana más, no habría nadie que pudiera evitarlo.
- Bien... Ahora congela - dijo Zemira mirando como la niña hacia brotar el agua de un vaso de cristal.
Vanessa asintió y apretó su mano en dirección al agua, el agua se congeló por completo.
- Derrite y evapora la mitad del agua, la otra mitad debe permanecer congelada - dijo Zemira de manera tranquila.
Vanessa se concentró y efectuó la orden con algo de dificultad, pero al final pudo hacerlo de manera exitosa.
- Ahora vuelve a llenar el vaso y has que pequeñas rocas de agua se formen.
Vanessa frunció los labios e intentó seguir la orden, pudo volver a llenar el vaso pero cuando quiso formar los cristales de agua sin querer congeló nuevamente el agua. Suspiró pesadamente con decepción en sus hermosos ojos azules transparentes.
- Descansa por ahora, en la noche volveremos a intentar, con algo más de práctica lo lograrás - Zemira le sonrió a la niña, su expresión tranquilizó a Vanessa, quién simplemente asintió y descongeló el agua para beberla.
***
Ciudad Riverside. Imperio Crystal Lake.
Juliana Willows caminó a través del gentío con una capa verde oscura sobre la cabeza, está ocultaba su bello rostro y así impedía el efecto de la belleza etérea. Vestía un vestido de seda color naranja con un delfín bordado en la parte baja de la falda, este era el sello de su familia, así las personas podrían reconocer que era de una familia de sirenas, este singular distintivo fue idea del Lord del Imperio Crystal Lake, Samuel Beckett, y las sirenas en buena fe lo habían aceptado, les funcionó de maravilla ya que así había menos accidentes por la magia de las sirenas. Juliana llegó a una pequeña mansión pintada de blanco, allí un guardia en la puerta la saludó:
- Joven Señorita Willows, la han estado buscando durante días. El Maestro Albert y la Señora Tiana han estado muy preocupados.
Juliana asintió y sonrió levemente, después entró en la mansión y se dirigió directamente al estudio de su padre, cómo imaginaba lo encontró ahí junto con su madre, Tiana Willows, y su hermana pequeña, Rebecca Willows, Juliana se preguntó internamente si su abuelo y abuela sabrían sobre su entrada a edad adulta, se preguntó si su tía y su otros tres tíos habrían hecho un escándalo para encontrarla.
Al oír los pasos que se detenían en la puerta, Rebecca levantó la mirada y al ver quién era sus grandes ojos verde laguna brillaron con lágrimas, se levantó de un salto de la silla y corrió hacia Juliana.
- ¡Hermana mayor, volviste!
Juliana recibió a la niña de siete años en un abrazo cariñoso.
- Hija ¡¿estas bien, te sientes herida, te hiciste daño?! - la señora Willows se levantó y caminó hacia su hija, su expresión era muy preocupada.
- Estoy bien. No me hice daño - respondió Juliana alzando en brazos a su hermana.
- No te imaginas lo preocupada que he estado desde que desapareciste - la señora Willows no pudo contener sus lágrimas mientras abrazaba con fuerza a su hija.
- Tranquila Mamá, estoy bien, no me pasó nada - Juliana abrazó a su madre mientras intentaba consolarla.
- Nos tenías muy preocupados - Albert Willows se unió a la conversación - ¿A donde fuiste?
- Yo... Termine en el Imperio Violet Blood... - respondió Juliana bajando la cabeza.
- ¿¡El imperio Violet Blood!? - la señora Willows parecía espantada - ¿Te hicieron daño? ¡Por favor, dime qué no te hicieron daño!
- No me hicieron daño... De hecho fue una vampiresa la que me salvó...
- ¿Una vampiresa? Pero los vampiros son violentos al exponerse a nuestro canto... - el señor Willows parecía sorprendido.
- Bueno... sí fue agresiva pero... se propinó heridas a sí misma para mantenerse consciente...
Juliana les contó paso a paso lo que había pasado ese día y como la vampiresa la había salvado de la red de pesca sin caer en el conjuro maligno, sus ojos brillaban de admiración al hablar de ella.
Tiana miró a su esposo en silencio mientras ambos pensaban en algo.
- Debemos traerla a la familia - dijo finalmente Albert - Si lo que dices es cierto, el cambio ya debe haber ocurrido...
- ¿Qué cambio, papá? - preguntó Juliana algo sorprendida.
- La convertiste en sirena sin saberlo, sin la guía de la familia no podrá controlar sus poderes, la hiciste una Willows - respondió Albert pensando profundamente.
- ¿Como podría haber hecho eso...?
- Luego te lo explicaremos - le dijo Tiana a su hija - Debes decirnos en donde conociste a esa vampiresa...
- Está bien... Creo que esa área es de la Aldea Fog Spell, la aldea que es protegida por una bruja blanca y sus hijos - respondió Juliana exprimiendose el cerebro para recordar.
- Entonces iremos allí. Viajaremos mañana, preparen sus cosas - Albert dijo esto y empezó a caminar fuera del estudio para empezar a preparar el viaje.