Ese día fui con Bella a La Push de nuevo, Angela había ido a Port Angeles con Ben a pasar el día y Jane estaba en casa disfrutando las vacaciones con su padre. Así que fui a disfrutar de las bellezas naturales de la playa y de paso a comer algo de la comida de Emily, la prometida de Sam.
Esa chica tiene una mano mágica para la comida. La había conocido en una de las juntadas que hacían Billy y Harry para ver los partidos y Emily había llegado cargando una enorme canasta de panecillos dulces y una carne adobada deliciosa.
Su aspecto era escalofriante, con un lado de la cara deformado en una mueca mientras que el otro lado mostraba unos rasgos hermosos. Pero su personalidad y carácter te hacían olvidar las cicatrices en su rostro, solo podías ver a la persona debajo de la piel, un ser jovial, alegre y amoroso.
Cuando la camioneta finalmente se detuvo frente a la casa de Billy vimos que solo había una persona adentro, Jacob había salido con la banda de Uley y Emily estaba en su propia casa cocinando para la noche de partido.
- Billy, ¡me voy al patio!
Desde que veníamos muy seguido, me había agenciado una pequeña silla de exterior para mi uso particular. Pasaba horas dibujando bosquejos y probando nuevas técnicas en esa silla, de cara al bosque intentando plasmar en papel el esplendor de la naturaleza.
En algún momento empezó a llover. Recogí mis cosas y escuché el sonido de las voces de los chicos a lo lejos. Estaba por apresurarme y entrar cuando un malestar muy familiar apareció en mi estómago.
Era leve a comparación con otras veces, pero tan familiar...
Cada vez que me ocurría Bella estaba en peligro.
Corrí hacia la casa.
- ¡Jacob! ¿Dónde está Bella? ¿Dónde está mi hermana?
El sentimiento en mi estómago era más fuerte, Jacob me tomó del brazo cuando me tropecé y pareció pensar en algo, salió de la casa corriendo seguido de Sam. Yo estaba asustada y de pronto...
Sentí como si el suelo debajo de mi desapareciera, luego me sofoqué.
-Ah...
- ¡Billy! ¡Algo le pasa a Maribell!
Oí el grito de uno de los chicos que se habían quedado. No sé cómo, pero de pronto estaba en el piso. Me costaba respirar. Todo a mi alrededor giraba y sentía como si me hubieran hundido la cabeza en un balde de agua.
Estaba desesperada por respirar.
¿Qué estaba sucediendo? ¿Por qué ahora? ¿Qué le había ocurrido a Bella?
Poco a poco la asfixia se transformó en dolor de garganta y luego todo pasó.
Mi vista se enfocó solo para ver a uno de los chicos de la banda de Uley sosteniendo mis manos con fuerza y a Billy llamando por teléfono.
Parecía angustiado.
Antes de que el joven se diera cuenta de lo que estaba pasando me incorporé y me acerqué a Billy y descubrí que lo llamaba Emily del Hospital. Algo le había ocurrido a Harry.
- ¿Maribell? ¿Estás bien?
No, no estaba bien. Tenía dos testigos de mi extraña conexión con Bella, tenía miedo de qué le había ocurrido si estaba en algún peligro mortal y no podía usar mi habilidad para hacerlos olvidar.
Si el chico era un cambia formas y de algún modo tenía resistencia a mi habilidad y lo peor de todo, podía decir que le estaba haciendo algo entonces podría suponer un riesgo para mí. En resumen, estaba en un gran lío.
Para colmo, algo había pasado a uno de los mejores amigos de papá.
No tuve mucho tiempo para contestar. Jacob entró con Bella, empapada y temblando en sus brazos y la dejó en el sillón.
El chico que se había quedado me miró y a Bella y algo brilló en sus ojos. Le miré con los labios apretados antes de acercarme a mi hermana e ignorar a todos.
-Bella, ¿Qué pasó?
-Nada... solo hice una... estupidez...
Jacob me alcanzó una muda de ropa.
-Llévala a la habitación para que se cambie, yo saldré.
Llevé a Bella a la pequeña habitación de Jacob y le quise ayudar, pero Bella me echó así que salí.
-Solo estoy cansada y algo helada. En serio, quería probar y ha sido divertido, ve con papá Mary, temo que esté bajoneado.
Le hice caso cuando vi que, efectivamente solo estaba mojada. Alcancé a Billy justo cuando se estaba por ir con Sam.
-Me voy a ver a Harry, Charlie ya está allá.
-Voy contigo Billy - tenía miedo de que le diera algo a mi padre si no estaba con él en este momento.
Al llegar al hospital vi a una mujer al lado de un hombre entubado, su cara surcada por lágrimas, pero su espalda firme, Charlie estaba sentado en un rincón y había muchas otras personas en la sala.
Me acerqué a la mujer, Sue se llamaba, la esposa de Harry. Le di un abrazo suave y al mismo tiempo toqué la mano del hombre en la cama.
Usé mi habilidad, quería ver si podía salvarlo de algún modo, pero... Mi habilidad me sorprendió, tuve que usar todo mi autocontrol para no hacer una escena.
Harry era poderoso, no su cuerpo, pero su espíritu. Sentí un suave consuelo fluir a mis dedos desde mi habilidad y supe, solo lo supe. Me estaba consolando e intentaba consolar a Sue.
Inmediatamente usé ese consuelo hacia la mujer a la que no había dejado de abrazar y pude sentir que el corazón de Sue se calmaba. No era un adormecimiento sino aceptación.
Fui la primera en romper el abrazo.
-Gracias querida -Me susurró.
Le di una leve sonrisa y me fui a sentar al lado de Charlie, que se veía destrozado, y lo calmé. El suave calor fue de mis dedos a su cuerpo y poco a poco las lágrimas cayeron y se secaron.
La noche llegó y dejé a papá que estaba calmado acompañando a Sue. Volví con Billy a ver cómo estaba Bella.
Bella y Jacob se despertaron cuando nosotros llegamos. Jacob incluso había caído al suelo y dormía profundamente.
-Voy a volver para acompañar a Sue.
Saludé y llevé a Billy a su habitación, le puse una mano en el hombro y le di consuelo cálido por unos momentos. Me tomó la mano y me la palmeó, como si me agradeciera. Supuse que ahora no quería hablar de nada así que lo dejé tranquilo.
-Deberíamos estar en casa cuando papá llegue.
Le dije a Bella se veía algo pálida, pero parecía mejor que antes, más descansada, más enérgica.
-Jacob fue a buscar el auto.
Su voz como un graznido me hizo fruncir el ceño. Le acaricié el cabello seco y me senté a su lado, abrazándola un poco.
-Te prepararé té con miel cuando lleguemos a casa.
Jacob nos llevó a mí y a Bella a casa, estábamos muy amontonados, pero no importaba, hacía frío en la noche y las recientes circunstancias nos llevaron a querer algo de contacto humano en busca de consuelo que solo la muchedumbre de personas importantes para uno te puede dar.
Pero la tensión en el aire era demasiada.
Me bajé y cerré la puerta para evitar el frío de la noche y corrí hascia la casa.
Primero puse la tetera al fuego y busqué la miel en la alacena y un limón en la heladera cuando el grito de Jacob me asustó.
- ¡Mary!
Salí corriendo y de pronto estaba en los brazos calientes, literalmente, de Jacob.
Me puso en el asiento junto con Bella y arrancó la camioneta. Estaba totalmente confundida y algo aterrada por su reacción, no podía formar palabra.
- ¡Frena! ¡No es Victoria! ¡Frena! ¡Quiero volver!
Miré la cara retorcida de Bella con asombro ¿Quién es Victoria? Jacob frenó de golpe y casi paso de largo por el parabrisas.
- ¿Qué?
La voz de Jacob sonaba llena de miedo y los ojos con los que miraba a Bella estaban abiertos como platos.
-Es el coche de Carlisle, ¡Son los Cullen!
Mi cara se puso seria y sentí una furia que nunca pensé que podría sentir. Abrí la puerta y caminé hacia el auto negro brillante, realmente era el auto lujoso de esa familia.
No había nadie en el auto.
Miré hacia los alrededores. Vi a Jacob salir del auto y correr al bosque. No me importó, volví al auto y me sorprendí de ver a Bella en el asiento del conductor.
- ¿Qué crees que haces? ¿Por qué se fue Jacob?
-Quiere volver a informar sobre la vuelta de los Cullens.
- No importa si vuelven o no Isabella. No vas a volver a hablar con ellos.
-Tú no me puedes mandar Maribell.
Llegamos a casa y vimos que estaba tal y como la había dejado antes de que Jacob me cargara al hombro. Pero al entrar a la cocina vi que la tetera no estaba en el fuego, y la cocina estaba apagada.
-Alice, ¡Oh, Alice!
El grito eufórico de Bella me asustó y corrí hacia la sala solo para ver a mi hermana abrazando a la vidente de los Cullens. La miré con frialdad.
-Discúlpenme, la puerta estaba abierta de par en par y creí haber escuchado tu camioneta. Me sorprendí al ver la cocina encendida, estaba a punto de llamar a la policía.
-Gracias por la cocina, pero no eres bienvenida por mi parte.
-Oh, ignora a Maribell. Alice...
La voz de Bella se volvió un gimoteo y luego en llanto. Suspiré y volví para hacerle el té con miel. No podía interferir con los Cullen y Bella, eso lo sabía.
No tardé mucho en hacer el té, se lo llevé a Bella y no pude escuchar ni una palabra de su conversación con Alice. Me frustré y fui a mi habitación con un paquete de patatas dulces fritas.
No sé cuánto tiempo pasó, escuché a Bella subir las escaleras y entrar al baño. Me quedé todo el tiempo en mi habitación, leyendo un libro llamado UBIK de Philip Dick que había sacado de la biblioteca hace unos días. No tenía una trama que me atrajera demasiado en este momento, pero esperaba poder distraer mi preocupación e impotencia hacia la clara dependencia de Bella mostraba hacia los Cullen.
Escuché el auto de papá cuando llegó a casa, bajé y lo vi abrazando a Bella. Su voz sonaba algo aturdida. Me acerqué y le puse habitualmente la mano en el hombro dándole algo de consuelo. Pero no demasiado, debía pasar por todos los sentimientos necesarios o siempre habría un asunto sin terminar en su corazón.
-Sue está algo adormecida y Sam se ha quedado con ella. Pobres chicos, Leah es tan joven y Seth tiene apenas catorce...
Dejamos que se desahogara por un tiempo. Luego Bella carraspeó y dijo con alegría.
-Papá ¿a qué no sabes quien vino de visita?
La vampiresa apareció y dio sus condolencias a Charlie, yo me fui a la cocina y vi que mi hermana había recalentado la comida. Me serví un plato y otro para papá, pero fui a comer a mi habitación, ignorando a todo el mundo.
A la mañana siguiente bajé con el plato de la cena solo para encontrar a Alice y Charlie hablando y … desayunando.
Mire sin disimulo el plato de la vampiresa que disminuía en cantidad lentamente pero no dije nada y me hice un café dulce. Necesitaba algo de ese estilo para afrontar a este ser. Cuando me senté y escuché la conversación hice una mueca. Papá le estaba contando a nuestra invitada no tan deseada cómo había estado Bella.
-... Fue malo Alice... No dormía ni comía... Se puso histérica... rompió los discos de música y dejó de leer... estaba sola... evitaba todo lo que pudiera recordarle a él.
-Estaba vacía Alice - puse mi pequeño granito de arena, mirando el brebaje marrón en mi taza - si no hubiera sabido mejor, hubiera dudado de qué es lo que tu familia le hizo a mi hermana para que causara tal reacción por su parte.
-Mary -El tono de papá era suave y me tomó de la mano. Una vez, en esos meses en los que Bella actuaba como un caparazón vacío temí que realmente mis delusiones de que eran vampiros eran eso, una ilusión, y en realidad eran una secta abusiva que les lavaba la mente a las personas paraque siempre fueran leales a ellos o algo así. Él me dijo que no creía que una chica tan buena como Alice fuera parte de algo como un culto.
-Ahora Bella está mejor, cuando está con Jacob parece sanar un poco, está más viva.
Alice pareció feliz al saber de Jacob. Alcé una ceja.