Ya había pasado un largo tiempo desde la última vez que había visto a mi hermana Bella. Más específicamente, un mes, cuatro semanas, veintiocho días completitos desde que me había llegado un mensaje que decía que habían llegado a una isla en el caribe.
Yo entiendo que en período luna de miel la percepción del tiempo se distorsiona y los días pueden parecer muy cortos para los recién casados, llenos de amor por el otro y sin tiempo para atender los asuntos fuera de su pequeño mundo de dos personas. Pero hay algo extraño, lo puedo sentir.
Hace más de una semana que me levanto con malestares estomacales. Apenas si duran unos segundos, tengo unas arcadas y me mareo un poco, pero después de tantos días Jane me ha obligado a ir al hospital por un chequeo y según los médicos, o estoy embarazada o es algo más quizás neurológico.
Al principio me asusté y Jane se puso pálida. Pero un par de segundos después se me ocurrió algo.
Cuando la idea del embarazo salió de la boca del doctor recordé que Bella estaba muy probablemente teniendo sexo con un vampiro en cada superficie ligeramente usable.
¿Es siquiera posible que una humana quede embarazada de un vampiro?
Esa misma noche me dirigí a Forks. No sin antes usar mi habilidad para intentar cambiar la memoria de Jane para que se quedara tranquila. Mientras me subía al transporte público me sentía la persona más detestable por haberle hecho semejante cosa a mi amante.
Me miré las manos, no había notado lo poderosa que podía llegar a ser mi habilidad. ¿Hasta dónde podía llegar con semejante poder? Me estremecí y decidí no volver a usar mi habilidad salvo para casos como este, ya que si le explicaba a Jane mi habilidad para sentir ciertas cosas de mi hermana tarde o temprano terminaría contando sobre los vampiros y hombres lobo. Y no quería que Jane se empantanara en esos asuntos sobrenaturales.
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No fui a la casa de papá. Me dirigí primero a la casa de los Cullen y no me sorprendí al ver a Alice esperándome en la parada de la ciudad.
-Mary, sabía que vendrías.
La cara de Alice mostró una sonrisa tensa mientras me abrazaba ligeramente. Nunca fui cercana a ninguno de los Cullen, pero a papá le agrada más esta chica vivaz y burbujeante así que mis opiniones sobre ella eran más cálidas que hacia los demás vampiros.
Le di un apretón de regreso y me separé del cuerpo frío y duro.
-Vengo por Bella. He estado sintiendo malestares y se me ha ocurrido algo, pero es un poco... imposible. Quiero saber que está bien.
Alice se quedó unos segundos mirando al vacío antes de volver a enfocar su mirada en mí.
-Uh, creo que va a ser mejor que vengas a casa.
Ambas nos subimos al auto de Alice, un deportivo amarillo. Marca, modelo y año desconocidos para una persona sin conocimientos de autos como yo.
Al llegar a la casa en medio del bosque, vi todas las luces encendidas y lo que más me sorprendió fueron los tres extras en el patio.
Seth y Leah Clearwater, sentados en unos troncos caídos llenos de musgo. Y un muy alterado Jacob Black.
Me detuve por un segundo, distraída por la idea de que tres cambia formas lobo estaban en el patio delantero de un grupo de vampiros.
Pero pronto me sacudí y fui directo hacia la entrada de la casa sin saludar, mi prioridad era encontrar a Bella y ver en qué estado se encontraba.
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La escena que vi me paralizó por completo. Mi hermana, mi imagen espejo, ya no se veía ni remotamente similar a un ser humano. Parecía uno de esos espectros de la mitología asiática.
Su pálida piel estaba grisácea, tensa sobre su cráneo y los huesos de su mandíbula. Sus ojos chocolate eran dos esferas sobresalientes.
Su cuerpo era prácticamente un esqueleto envuelto con tersa piel humana del color equivocado. Y en contraste con su delgadez extrema estaba el bulto en el estómago, como si de un globo se tratase o una pelota enorme.
Desagradable, espeluznante, aterrador.
Sentí mi visión oscurecerse por unos segundos. Cuando volví a reaccionar me encontré sentada en el suelo con mi cabeza entre mis rodillas y una mano caliente sobre mi boca.
Mi mente no podía procesar lo que pasaba por un largo rato.
-Respira Mary, respira profundo por tu nariz.
La voz suave de Carlisle me devolvió a la vida poco a poco. Palmeé la mano sobre mi boca para que me dejara libre y me tomé la cabeza con mis manos. Bella me miraba con una mezcla complicada de emociones en sus ojos parecía tremendamente débil.
Me dieron nauseas, pero tragué con fuerza.
-Estoy bien.
Me levanté, mis piernas temblando un poco y me acerqué al sofá donde estaba Bella acostada.
-Bells... te ves horrible.
No pude evitarlo.
Pero Bella solo dio una risita entre dientes y se acarició el estómago con debilidad, no parecía tener fuerza para nada. Yo también alcé mi mano y muy suavemente la apoyé en su estómago inflado.
Inmediatamente sentí mi habilidad activarse, quería sacar mi mano, pero algo me detuvo. Cerré los ojos y pude "ver" un par de ojos chocolates, iguales que los de Bella, pero al mismo tiempo diferentes.
No pude evitar inhalar fuertemente.
Esos ojos... eran los ojos del bebé dentro de Bella.
Usando mi habilidad por iniciativa propia, intenté llegar al bebé, y me sorprendió mucho el recibir una reacción. Fue como si de pronto me encontrara con un vaso conectado a un cordel, podía sentir algunas reverberaciones, pero era demasiado suave para entender.
Bella pronto se durmió, parecía exhausta.
Después de ver a mi hermana en esa condición me quedé en casa de los Cullen. Pronto Bella tuvo que ser intubada porque su cuerpo se consumía rápidamente, pero Jacob tuvo la maravillosa idea de dejar que mi hermana bebiera sangre.
La persona que se desmaya por ver una gota de sangre terminó bebiendo sangre roja y tibia de un vaso opaco gigante como si se tratase de una jodida soda. Mi repulsión ante la imagen era grande, pero al mismo tiempo no podía evitar pensar en los ojos marrones que había visto por un segundo la primera vez que toqué el vientre de Bella.
Durante los pocos días que siguieron fui a casa y hablé con papá sobre la condición de Bella. Seguí la historia de Carlisle sobre una enfermedad contraída en la luna de miel y usé mi habilidad para darle varias sugerencias a su mente, para que creyera mis palabras y no se sintiera asustado por la situación.
Le hice creer a Charlie que Bella estaba muy enferma pero que el tratamiento estaba dando muy buenos resultados y lo único que quedaba por hacer era esperar a que estuviera lo suficientemente bien como para viajar en avión a casa una vez más.
Volví a la casa de los Cullen sintiendo las mentiras que le había dicho a mi padre y a Jane carcomerme. Entendía en mi mente que lo que estaba haciendo era lo mejor para ellos a la larga, pero no podía sacarme de encima el sentimiento de culpa y pesadez.
Caminando cabizbaja por el sendero, vi a Leah sentada a lo lejos y cuando hice un ademán de saludarla sentí un dolor desgarrador.
punto de vista de tercera persona
Mary alzó la mano y saludó a Leah. Leah estaba a punto de devolverle el gesto a la única humana que no apestaba a vampiro cuando de pronto un bramido de dolor escapó de los labios de la joven, quien cayó al suelo con el cuerpo temblando.
Leah corrió hacia la sangrante Mary quien se retorcía y gritaba con dolor mientras mascullaba el nombre de Isabella. La loba la tomó en sus brazos y sin pensarlo la llevó dentro de la casa de los Cullen.
- ¡Carlisle! Mary...
Leah se detuvo ante la situación que vio al entrar en la casa.
Bella estaba en el mismo estado que Mary, salvo que la embarazada suplicaba por que los vampiros salvaran a la criatura que la consumía mientras que Mary estaba susurrando el nombre de su hermana con la cara llena de lágrimas, luchando contra el dolor claro para cualquiera que viera los espasmos en su cuerpo.
Esme se acercó a Mary con el rostro lleno de sorpresa, tomó a la joven de los brazos de la loba petrificada y rápidamente la llevó a un sillón, examinándola.
- ¿Qué le ha pasado? ¡Leah! Dime qué pasó.
Leah sacó los ojos Bella y caminó hacia Esme.
-No lo sé, hace unos momentos de pronto gritó y empezó a retorcerse...
-Ah, esto...
Vieron cómo el cuerpo de Mary dejaba de temblar y la joven llorosa se levantaba para ir tras su hermana y la vieron caer al suelo de nuevo mientras se sujetaba el estómago con fuerza antes de desvanecerse.
POV Mary.
Miré cómo Bella era limpiada y vestida por Esme, Rosalie y Alice con la mirada vacía. Podía sentir que Bella cambiaba y se convertía en vampiro. Lo sabía porque el ardor que me recorría el cuerpo era el reflejo de lo que ocurría en el interior de Bella.
Pronto el dolor comenzó a desaparecer y yo me fui de la habitación, con paso suave me dirigí a la puerta de la casa de los Cullen, iba a volver a casa para hacerle un trabajo mental a Charlie para que no se sorprendiera demasiado cuando viera a Bella de nuevo, sea cuando fuere.
En el camino vi a Jacob y la Bebé, el ahora imprimado cambia formas lobo estaba sosteniéndola con adoración y cuidado. El joven había pasado de odiarla hasta el punto de intentar matar a la criatura a protegerla del mundo y el cielo en solo un momento.
Me despedí de Seth y Leah que volvían de patrullar en su forma lobo y me alejé de la casa.
Mientras usaba mi habilidad en Charlie decidí no inmiscuirme en los asuntos de Bella y Edward. Tenía un mal presentimiento, por lo que después de un par de horas volví a casa con Jane.
Las cosas no suelen suceder como uno lo espera, sobretodo cuando te metes con vampiros y cambia formas.
La mujer frente a ella era un ser diferente, claramente llevaba la cara de la que una vez había sido su hermana melliza, pero ahora había una sensación de extrañeza imposible de ignorar.
-Mary, necesito hablarte de algo muy importante.
Me hice a un lado y dejé entrar a Bella, la facilidad y gracia inhumanas de los movimientos me tomaron por sorpresa.
-Hace un tiempo que no nos vemos.
-Desde que diste a luz.
Mi voz estaba un poco ronca al decir esa frase, no me había quedado para ver a mi hermana convertida en vampiro, en primer lugar, mi mente no podía superponer la patosa e introvertida imagen de Bella antes de la transformación con los movimientos llenos de gracia y la atmósfera opresiva de un depredador que naturalmente había desarrollado luego del cambio.
- Si.
La respuesta monosilábica de Bella no me importaba, esperé en silencio a que siguiera hablando.
-Los vampiros tienen algunas reglas, y un grupo que funciona como gobernante. Este grupo va a venir a Forks porque alguien vio a Renesme y creyeron que habíamos cometido el tabú de convertir niños humanos en vampiros.
La miré con confusión. ¿Qué tenía que ver eso con ella? No me sentía preocupada porqu por lo que había entendido, Reneesme tenía más de humana que de vampiro por el momento, el hecho de que tuviera un corazón funcional y sangre en sus venas era suficiente para que descartaran la acusación de cometer tabú. No tuve tiempo de decir nada porqur Bella no se detuvo allí.
-El problema es que este hecho puede llevarnos a la guerra.
- ¿Guerra?
-Exacto, así que he venido a avisarte, Papá está en la Reserva con Sue y Billy. Me gustaría que Jane y tú se quedaran aquí y evitaran viajar a Forks por el momento. Apenas se termine el asunto te avisaré.
-Oh, bueno...
No sabía qué decir, mi hermana vampiro despedía un aura de autoridad que nunca había sentido cerca de ella, me era tan desconocida. Sentí algo de pena y quizás nostalgia al verla levantarse e irse del departamento.
Cuando estaba por salir no pude evitar hablar en voz alta.
- ¡Bella!
Volvió su cabeza para mirarme.
-Cuando tus asuntos terminen... veámonos. Preséntame a Reneesme.
Me dio algo de culpa por haberme distanciado de ella al ver la sonrisa que me dio, una llena de sorpresa y felicidad.
-Definitivamente, ella siempre quiere conocer a su tía.
-Nos vemos.
- ¡Hasta pronto Mary, está atenta a mis mensajes!
Tengo un presentimiento que todo va a estar bien.