Esa mañana empezó como todas las anteriores. Jane se levantó temprano y empezó a hacer el desayuno mientras yo acomodaba la cama y me aseaba.
Todo fue tranquilo y pacífico hasta que revisé el correo.
La incredulidad me inundaba.
No podía apartar los ojos del sobre blanco perlado y el pesado papel con letras cursivas y florituras adornando la hermosa tarjeta de invitación.
Ya había leído cien veces las cortas frases y aun así no salía de mi asombro.
Miré la carta con los nombres de mi hermana y su novio un poco atontada, la voz de Jane me sacó de mi estado sin palabras.
- ¿Tu hermana se casa?
La expresión de sorpresa y sospecha en su rostro debía ser un reflejo de mi cara, porque no podía entender cómo mi hermana quien siempre había rechazado la idea de casarse antes de terminar sus estudios y menos por pasión.
-No lo puedo creer, nunca pensé que ella se casaría tan joven.
Fruncí el ceño.
- Voy a llamar a casa.
Caminé hasta el teléfono en la cocina y marqué el número de la comisaría ya que no creía que a esta hora papá estuviera en casa.
- Sheriff Swan, policía de Forks.
-Papá, soy Mary.
- ¡Mary! ¿Cómo estás? Estaba pensando en llamarte por la noche.
-Por la boda de Bell, espero - dije con un poco de saña apoyando mi costado en la pared- ¿Cómo es que no sabía nada? recién recibí la invitación, por correo.
Eso es lo que me irritaba. Soy su hermana, por favor ¿cómo puede enviarme la invitación de la boda por correo y ni siquiera llamarme para compartir la noticia?
-Oh, Mary, tu hermana está muy extraña, ella... - papá suspiró, tomando aire con una sonora inhalación - ellos se comprometieron hace poco y hoy me lo dijeron a mí. Tu hermana delegó todos los arreglos a Alice, ya sabes que a tu hermana no le agrada demasiado ocuparse de estas cosas....
-Pero ¿por qué yo no sabía nada de esto? ¿Cómo puede ser que te hayas enterado recién HOY? ¿No hace un mes que me mudé no puede ser todo tan rápido verdad? ¿Bella está ahí? Necesito hablar con ella.
-Fue bastante rápido ahora que lo dices. Me encantaría que hablaras con ella, pero no está en casa ahora, fue con Alice a ver no sé qué arreglos para la boda.
Me agarré la cabeza al pensar en que mi hermana, Isabella Swan, había ido por propia voluntad a probarse vestidos de novia o a catar bocadillos para la ceremonia. Conocía a mi hermana y eso simplemente no era posible.
Mis pensamientos se detuvieron en seco y no pude evitar hacer una mueca; al parecer, lo imposible era una palabra con poco peso en Forks.
-Y.... Jacob desapareció.
- ¿Qué? - Me congelé al escuchar el tono deprimido y enojado en la voz de papá, casi no registré las palabras que dijo. Cualquier resentimiento o duda por el cambio radical del carácter antifiestas de Bella se detuvieron por completo ante la mención de Jacob.
¿Jacob Black había desaparecido?
La boda.
Podía ser que Jacob desapareciera porque se había enterado de que mi hermana se iba a casar con un ser que su tribu veía como una amenaza hacia los humanos, un objetivo a destruir, y no había podido soportarlo... Además, Jacob está enamorado de Bella. La noticia fue sin duda demasiado para él.
- ¡Pero Billy y sus amigos no hacen nada por encontrarlo, me frustra tanto!
Dudé al escuchar su voz tan amargada.
- ¿Hace cuánto desapareció Jacob?
-No sé exactamente, hace menos de un mes.
Entonces, no podía ser por la boda.
-Papá, si Billy no hace nada tal vez sepa dónde está, pero no quiere decírtelo, sabes que Bella y Jacob tuvieron algo así que tal vez, él no quiere estar cerca ahora.
Hubo silencio en la línea, y no pude evitar pensar en que tal vez papá se sentía culpable, después de todo él mismo fue una de las partes que fomentó las visitas y el comportamiento posesivo y cariñoso de Jacob hacia Bella.
Aunque Charlie siempre esperó y deseó que Bella y Jacob estuvieran juntos, ahora se arrepentía de haberlos intentado unir, ya que el regreso de Edward había agriado toda relación.
Pero lo hecho, hecho está, no se puede cambiar. Suspiré.
Hablamos un poco más al teléfono y quedamos en que iría en un par de días a casa a hablar con mi hermana y ver si necesitaba algo.
Durante los días siguientes estuve un poco preocupada. Bella me llamó al anochecer, pero no me explicó nada, solo dijo que me contaría todo cuando fuera a casa.
El día en que volví a Forks me senté en frente de Bella en la pequeña mesa del comedor con mis brazos cruzados y miré fijo a mi hermana que tenía un gran anillo en su dedo anular, un estilo que no era propio de ella.
-No me mires así Mary -dijo retorciendo los dedos.
-Bells, necesito que me expliques. ¿Por qué te casarás ahora?
- ¿Tan malo te parece?
La cara pálida de mi hermana me hizo inhalar hondo para no ser muy dura con mis palabras, le contesté después de unos segundos mientras relajaba mi postura.
-A ver, hace que... un año lo conoces y siempre estuviste en contra de un matrimonio a temprana edad, quiero entender, qué te hizo cambiar de opinión.
-Lo amo Mary, quiero estar atada a él y aunque no quería que la boda fuera tan... extravagante, es lo que hará feliz a Alice y....
La voz de Bella al decir que lo amaba estaba llena de fuerza y certeza. No puede detectar dudas o miedo, solo podía sorprenderme ante tal declaración. Pero aun así, debía decir algunas verdades algo desagradables ahora, mejor escribir en la arena y que se borren las palabras con el viento que tallarlas en piedra.
-No olvides cómo estabas cuando se fue. Tienes que pensar en tú felicidad. Quizás puedas darle un poquito de atención a la felicidad de Edward, pero nadie más debe interferir en tu relación Bells, y tienes que saber que las elecciones que hagas ahora te afectarán de una forma u otra ¿me oíste?
-Si -Me miró a los ojos con una mirada firme como pocas veces - Yo lo amo y quiero casarme con él. Ahora.
Y con eso no me dejaba decirle que podía casarse luego de estudiar ¿verdad? Después de todo Edward tenía todo el tiempo del mundo para esperar por Bella, pero no podía simplemente dejar que esas palabras salieran de mi boca.
-Bueno, mientras esto sea algo que quieres yo estaré muy feliz por ti.
Bella soltó una bocanada de aire que había estado conteniendo y me sonrió. Yo le devolví la sonrisa y seguí haciendo preguntas.
- Pero ¿Por qué no me dijiste que planeabas casarte?
-Es que... al principio no lo planeaba, pero Edward dice que le gustaría mucho ser una pareja legal y él mismo es bastante anticuado en estas tradiciones...
-Así que fue Cullen quien te convenció de casarte tan joven - Asentí con la cabeza levemente -No estoy muy segura de que sea buena idea decirte esto, pero va a haber muchos rumores, lo más seguro es que todos piensen que estás embarazada.
La cara de Bella se puso verde.
-Te lo digo para que te mentalices, es algo de lo que la gente va a hablar sí o sí. Así son las personas. No las escuches ni las enfrentes con miedo, sé firme y no les discutas si no escuchan ¿Ok? Las bocas crecen en ellos y sus palabras no tienen que afectarte, solo debes pensar en las personas que te importan y se preocupan por ti. Todos te apoyamos, papá, mamá, Angela, Jane y yo.
Bella se puso algo emocional al escuchar mi discurso, pero no llegó a llorar, solo hubo un abrazo y luego fue una charla bastante tranquila, casi todo era sobre cómo Alice se había vuelto loca por planear la boda.
Después de eso me mostró su nuevo auto, un regalo demasiado ostentoso de Edward después de que la camioneta dejó de funcionar.
Le hablé de Jane, primero tanteé el terreno, pero al final decidí decirle a mi hermana que Jane y yo estábamos juntas y Bella se lo tomó muy bien, se sorprendió un poco pero luego me sonrió y me deseó mucha felicidad.
No se olvidó de decirme que Jane estaba invitada a la boda también. Antes de volver a Seattle de nuevo fui a hablar con papá y por primera vez en un tiempo usé mi habilidad de nuevo para asegurarme que no iba a haber complicaciones de ningún tipo al decirle que estaba saliendo con una chica.
Papá se lo tomó mejor de lo que esperaba, tenía una cara confundida, pero estaba bien mientras no se opusiera o reaccionara mal. Mi temor era que en Forks había muy poca diversidad en este sentido, la mayoría de los adultos e incluso los jóvenes eran demasiado cerrados y la ironía era que a pesar de vivir en una zona donde miles de cosas extrañas ocurrían, gran parte de la población era rápido a rechazar todo lo extraño.
Volví a casa y le di un beso a Jane. Nos acurrucamos en el sofá y le hablé sobre la charla que había tenido con Bella y nuestras vidas siguieron hasta el día de la boda.
Como hermana de la novia y como pareja mía, Jane y yo fuimos a la casa de los Cullen temprano. La ceremonia tendría lugar en la lujosa casa de los vampiros, ya que eso les permitía controlar la situación desde el inicio hasta el final.
El lugar estaba hermoso. Habían preparado un gran arco en el claro cerca de la casa, filas de sillas blancas para los invitados contrastaban con el color verde vibrante del bosque alrededor.
Una gran alfombra por la que caminaría mi hermana se extendía hasta la plataforma debajo del arco nupcial y muchos conocidos estaban pululando en los alrededores. Sue Clearwater, Billy Black, las personas del trabajo de papá, algunos de nuestros compañeros del instituto e incluso los profesores.
Dejé a Jane con Ángela y Ben mientras yo subía la gran escalera y pasaba por la gran obra de arte de los sombreros de egreso, directamente hacia la habitación donde estaba Bella.
Fui a ver a Bella con mamá y papá y me sorprendió que cómoda se la veía en su vestido, Alice y Esme tenían muy buena mano con el maquillaje.
Aparté a Bella un poco y la miré con una gran sonrisa.
- ¿Estás lista?
- Me siento un poco ligera, ¿Cómo si estuviera borracha? o como un sueño...
Le di un abrazo suave para no arruinar el vestido o el peinado y le susurré que todo iba a estar bien. Me dio un poco de impotencia el no poder usar mi habilidad para calmar a Bella pero no podía hacer nada al respecto.
La ceremonia fue hermosa, vi a Jacob aparecer en algún momento y me sentí más tranquila. No sé mucho qué pasó luego de que empezara la música ya que la alegría y la música me enfiestaron.
Solo sé que Bella y Edward desaparecieron en algún momento después del pastel, según Alice, se fueron a tomar un avión para disfrutar su luna de miel inmediatamente después de haber dicho sus votos.
Al finalizar nos quedamos en la casa de Jane y ahí pasamos una noche muy caliente.
En la ducha Jane me abrazó por detrás y acarició mis pechos con las manos jabonosas. su pecho refregando mi espalda. Yo puse mis manos en la pared y giré mi cabeza para besarla, el agua caliente golpeando mi piel y la suya, haciendo nuestro beso más erótico.
Sus manos viajaron por mi estómago hasta mi entrepierna y sus dedos jugaron con mis partes privadas. Haciéndome gemir y sentir el éxtasis fluir en mis venas.
Yo me giré y la abracé, poniendo mi pierna entre las suyas y rozándonos entre nosotras suavemente como moluscos.
Una vez que liberamos nuestro deseo salimos del baño casi olvidando cerrar el agua para trasladar nuestra sesión amorosa a la cama.
Nos despertamos muy tarde a la mañana siguiente.