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Chapter 38 - Rebelión contra el Cielo - Part 25

Capítulo 25: La Hora del Castigo

Ryuusei dejó escapar un suspiro pesado, casi de aburrimiento. Observó los cuerpos destrozados de Kenta y Haru, aún vivos, aunque apenas. Eran un desastre de carne y sangre, temblando en el suelo, intentando respirar con lo poco que les quedaba de fuerzas.

Patético.

Volvió su mirada a Daichi, quien miraba la escena con el rostro pálido, el sudor perlando su frente.

—¿Sabes algo, Daichi? —Ryuusei giró su martillo de guerra entre los dedos—. Ya me aburrí de estos dos.

Kenta gimió débilmente, sus ojos suplicantes buscaban alguna pizca de misericordia. Haru intentó mover los labios, pero solo salió un burbujeo de sangre.

Ryuusei sonrió.

—No se preocupen. Ya van a descansar… de la manera más dolorosa posible.

¡CRACK!

El martillo bajó con un impacto brutal sobre el cráneo de Kenta, hundiéndolo en el suelo como si fuera una sandía podrida. El sonido del hueso rompiéndose y el esparcimiento de la masa encefálica resonaron en la noche. Un charco viscoso se expandió rápidamente bajo su cabeza.

Daichi apretó los dientes, pero su rostro mostró puro horror.

—¡M-Maldito…!

Ryuusei ignoró sus palabras.

Se giró hacia Haru, quien intentaba retroceder con sus muñones sangrantes.

—Vamos, Haru, no me hagas esto más difícil.

Ryuusei levantó su martillo una vez más, pero esta vez, lo dejó caer repetidamente sobre el torso de Haru.

(¡APLASTAR! ¡APLASTAR! ¡APLASTAR!)

Cada golpe hacía crujir las costillas, aplastando los órganos internos. Haru escupió sangre mientras sus ojos se apagaban lentamente. Un último suspiro escapó de su boca antes de que su pecho dejara de moverse.

Ryuusei soltó una risa baja, oscura.

—Qué fácil.

Levantó la mirada y la fijó en Daichi, quien estaba paralizado, con los puños cerrados y el cuerpo tembloroso.

Ryuusei caminó hacia él lentamente, arrastrando su martillo por el suelo ensangrentado.

—Ahora sí, Daichi…

Se detuvo frente a él, inclinándose ligeramente, disfrutando del miedo reflejado en sus ojos.

—Es tu turno.