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Gael's Path of Magic

🇪🇸Albinus_istamar
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Synopsis

Chapter 1 - 1

Una noche dura, eso parecía que iba a ser. La tormenta azotaba con el viento sobre los acantilados y llevaba la espuma de las olas transportada en el aire hasta la alta ventana del castillo. Los truenos ensordecían los gritos de dolor provocados por las contracciones del parto.

El barón Nolak paseaba inquieto, el niño venía de nalgas y la cosa se estaba complicando. Ya había perdido a su primera mujer después del nacimiento de su tercer hijo, y ahora parecía que la historia se repetía.

Aulos era joven para ser barón, su padre había muerto no hacía mucho, toda la responsabilidad de llevar la baronía se había unido al cuidado de sus hijos, al amor por Leena y a la preocupación por el parto, estaba claramente sobrepasado por las circunstancias, mientras sentado en una rudimentaria silla esperaba el desenlace del parto rodeado de sus hombres de confianza.

Lo único que le aliviaba, lo único que le consolaba era que esta vez su suegro, que era el rector de la universidad mágica, el poderoso Prestor Maer, estaba allí en su castillo para asistir a su propia hija con su magia, por si pasaba algo malo en el parto.

Podrían haber llamado a una sanadora del templo de Arverh, pero era caro, era inusualmente caro, el templo solo ayudaba en los esfuerzos de la guerra en la frontera. Todas las sanadoras eran como una unidad de élite destinada al ejército; distraerlas de esa sagrada misión tenía un coste.

Tras la muerte de su primera esposa, Aulos había pasado una mala época, encerrándose en sí mismo y descuidando sus deberes hasta que su padre murió y heredó el título y con ello las responsabilidades. En ese momento, Leena llegó a su vida para ser su maga de la corte.

El resto de la historia solo fue casualidad y atenciones, Leena era suficientemente divertida, animosa y alocada como para que el pobre viudo fuese pasando el duelo.

Como la mayoría de las mujeres y sobre todo las magas, tenía acceso a la magia de curación, pero con el parto era imposible que ella misma se aplicase los cuidados necesarios. Las magas no entraban al servicio del templo, podían ser más libres, aunque también tenían que cumplir con su papel como sanadoras cuando se le requería. Pero al final la universidad mágica, le asignó un destino adecuado como maga de la corte, el propio rector Maer había intercedido para que fuese a esa familia y no a una casa noble en el sur.

Después de eso todo sucedió con normalidad, se acabó enamorando de la joven maga y casándose con ella. Esta le había dado otra hija antes de este segundo embarazo, pero desde el principio todo se había complicado, la criatura mostraba mucha más actividad mágica de la normal, distorsionando los poderes de la madre durante el embarazo. Y ahora esto, venía de nalgas, ese chico parecía que quería ser distinto y complicado desde el principio.

Una criada se estaba ocupando de sus dos hijos mayores, que aún estaban en la casa, y de su hija, que no tenía más de año y medio para que no estorbasen, para que no pusieran más nervioso al pobre barón.

Los truenos y la tormenta continuaba, parecía que los dioses estaban intentando arrasar todo el norte con el temporal. El castillo de los Nolak estaba encima de un acantilado sobre el mar, controlando toda la ciudad y toda la costa con su presencia.

"Waaaawwwww.... waaaawwaaaaaw"

El barón entró en la habitación, su mujer estaba sudorosa y medio desmayada por el dolor, Prestor tenía a un rollizo niño rubio en brazos, su túnica empapada de la sangre y fluidos del niño y del parto. Pero el barón miraba a su mujer con preocupación. El niño era grande como su familia, pero tenía una preciosa mata entre rubia y pelirroja en la cabeza en vez del característico pelo negro de los Nolak.

"No te preocupes por ella, Aulos, me he garantizado que esté bien, solo necesita recuperarse... pero creo que tenemos que examinar al niño..."

"¿Qué quieres decir, Prestor? Se le ve sano..."

"Demasiado, Aulos, demasiado, tiene demasiado maná dentro... su cuerpo es demasiado pequeño para toda esa presión... tenemos que hacerle la prueba cuanto antes..."

"¿No hay otra solución?"

"No, no la hay, ya hablé contigo y con Leena de esto desde que hubo los primeros síntomas, si el niño nace con todas las afinidades y con mucho poder, tendremos que hacer el ritual, sobre todo por el niño... muchos bebes han muerto por tener la maldición del León... sus cuerpos no aguantan y acaban muriendo. Pero peor sería si sobreviviese... Todos los malditos que han sobrevivido han causado un gran pesar a los reinos. La ley nos obligaría tarde o temprano a matarlo o alguien lo denunciaría y eso sería peor..."

"¿le dolerá? ¿Estará bien?"

"No lo sé, Aulos, no lo sé, esto jamás se ha intentado antes... Si hubieseis aceptado sellar todo su poder, podría decir cuál sería su vida, triste, débil y sin magia, pero sé que podría vivir como tantos otros campesinos y plebeyos privados de magia... Pero sellar solo una parte no sé qué efectos puede tener..."

Leena recuperó la conciencia, miró a su padre y su marido que hablaban entre sí mientras mantenían al niño en brazos.

"Hazlo, papá... hazle la prueba y si es lo que nos tememos, aunque sea irreversible, aunque le robemos todo su futuro, hazlo, haz el ritual... prefiero un niño vivo y débil a uno que muera sin que pueda hacer nada, o peor, que me vea obligado a ver cómo lo matan en un futuro..."

"Será como tú digas, hija mía..."

Catorce piedras de distintos tipos fueron puestas encima de una mesa, una a una se pusieron encima del pecho del niño, todas ellas salieron disparadas hacia el techo... Las peores sospechas se confirmaban, no solo tenía todas las afinidades, sino que su poder era muy superior a nada que hubiesen visto hasta entonces en un bebe.

El abuelo se llevó al niño a lo alto de la torre más alta del castillo. Pese a ser un archi mago, Prestor Maer, necesitaría mucho más poder del que el mismo tenía si quería hacerlo bien. Su figura era zarandeada por el viento y por la lluvia, los rayos dibujaban su silueta sobre la torre del castillo.

El Archi mago levantó su bastón al cielo mientras comenzaba a entonar una letanía. Las palabras dotadas de su propio poder hacían que las nubes girasen alrededor del hombre y el bebe. Parecía que el mismo infierno se fuese a desatar sobre la torre.

Un rayo impactó en el bastón, pero no parecía afectar al mago. pronunciando las palabras finales de la primera parte de la letanía, golpeó junto con el bastón el pecho del niño.

"Ignis vei Sarma..."

Una cadena plateada unió al niño con el cielo, y la cadena fue introduciéndose poco a poco en su cuerpo.

Levantó el bastón y otro rayo volvió a engarzarse con el ritual mágico mientras el abuelo volvía a golpear el pecho del bebe que lloraba. Otra cadena se abrió paso hacia el cuerpo del bebe, el niño lloraba y sufría.

"Lirir vei Sarma..."

Hasta doce veces descendió el bastón sobre el cuerpo del niño mientras palabras arcanas eran pronunciadas. El archi mago alzó sus brazos al cielo para gritar los dos salmos finales de la letanía y hacer los dos últimos sellos

"Ordal vei Sarma"

En ese momento el niño abrió los ojos como de forma antinatural para un recién nacido, y acto seguido quedó muerto, sin respiración. El archi mago corrió... algo había salido mal... no se suponía que debiese morir en el ritual... El ritual no podía completarse en un niño muerto, pero no podía dejarlo sin cerrar, si no quería acusar en su propio cuerpo el contragolpe de los poderes arcanos liberados. Aunque su nieto estaba muerto, el archi mago alzó sus brazos al cielo y cerró la letanía.

"Prium nela fiendet Legatus..."

Sabía que le quedaba una última energía por sellar, por encadenar, pero no había podido completar el ritual por mucho que se hubiese estado preparando durante meses para ello.

Las nubes colisionaron unas contra otras mientras el ojo de la tormenta estaba justo encima de ellos, un rayo de luz plateada descendió de los cielos, parecía una cadena de rayos que fuese a fulminarles, sin embargo, antes de llegar a la altura del mago se transformaron en unas brillantes cadenas que se clavaron en el pecho del bebé introduciéndose en su carne muerta.

Había fracasado y matado a su nieto en el intento, nunca debió probar este ritual, no intentado nunca antes. El viejo archi mago se daba la vuelta con lágrimas en los ojos, pero en ese momento el bebe volvió a respirar y a gritar a todo pulmón como solo un recién nacido puede hacer.

El mago sondeó el estado para comprobar que el chico estaba bien; por suerte había sobrevivido. Sin embargo, no sabía qué consecuencias tendría el ritual incompleto en el muchacho y, en su futuro, una de sus afinidades no había sido restringida.

Sin embargo, el archi mago estaba preocupado, sus cálculos, sus previsiones implicaban que todas y cada una de las energías fuesen selladas; sin embargo, la voluntad del chico había quedado intacta.

Necesitaba encontrar respuestas, necesitaba saber qué le pasaría a su nieto. Volvió al castillo entregando al niño a brazos de sus padres, y después desapareció en la noche, volando hacia adelante a toda velocidad. Quizás había algún sitio donde obtener respuestas.