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Chapter 15 - Capítulo 13: Tú Sangre

Hubo un tiempo donde los Adara gobernaron por cientos de años, Nemirs padre de los Adara fundó y dirigió el reino por 1400 años, pero la presión política y la preocupación lo agobiaron por lo tanto su estabilidad emocional comenzaba a afectar su gobierno, aunque nadie parecía notarlo. Nemirs no deseaba que sus hijos conocieran dicho sentimiento agobiante, los reunió a todos y decidió sin consentimiento de los demás que los Adara abdicarían al trono, tal vez había otra manera, pero el rey primo ya no analizaba bien sus acciones. A causa de inestabilidad Nemirs había fundado la Suprema Corte de Aqare que por años habían tomado las mejores decisiones para el reino y seguían manteniendo la imagen del rey.

La Suprema Corte pidió al rey que reconsiderara su abdicación, pero Nemirs no volvió atrás, muchos de sus hijos, como era de esperar, no estuvieron de acuerdo con su decisión, por años habían esperado al abdicación de su padre y la elección de un nuevo rey Adara, pero su padre estaba abdicando toda la familia. Su esposa que en aquel tiempo aún no había tenido la oportunidad de darle hijos a Nemirs deseaba que su decendencia tuviera la oportunidad de gobernar, ella estaba obsesionada con Nemirs y lo que representaba su apellido, deseaba que la casa Adara reinara Aqare por siempre.

Nemirs junto a la corte designo una nueva casa real, la familia Lybe y le dio la bendición de la longevidad, envejecerían más lento que los demás y prácticamente no morirían al menos que sean asesinado, su esposa, Enisel, no estas feliz con esa decisión, estaba bendiciendo a una familia con su regalo de boda.

Enisel uso su anterior posición para ganar el favor de la suprema corte y la edad de 428 años gano el puesto de Adalid, enveneno las mentes de los demás miembros convenciéndolos de que los Adara deberían volver hacer la cabeza de la corona e inicio un plan para que su semilla sea esa cabeza. Años después dio a luz un hijo, lo llamo Rayzar, cuando este cumplió los 142 años la hija del rey Daket II, Xarel cumplía los 20 años, se había vuelto una mujer hermosa, inalcanzable y deseada por todos. Rayzar a pesar de las advertencia de su padre se había convertido en una fuerza imbatible del reino ganando así el puesto de general de todo el ejercito real. Enisel convenció al rey de que debía recompensar a su general de acuerdo con sus logros y que no había mejor forma que ofrecer la mano de su primogénita al hombre más grande del reino después de él.

Según Enisel, Rayzar ya había caído rendido a los encantos de su hija, pero la realidad era que este no la conocía, posiblemente la hubiera visto en la sala del trono junto a su padre, pero nunca había prestado atención a su existencia y solo se centraba en hacer su trabajo. Ahora bajo las artimañas de su madre y la ayuda del rey el terreno fue preparado para que la princesa cayera en los lazos del destino del general, de alguna manera todo funciono, la princesa se enamoró perdidamente de aquel hombre y la boda llego, pero Enisel no contaba con que la crianza del rey primo creara un hombre falto de ambición de poder.

Con la fatídica muerte del rey Daket II a manos del cobrizo Co-ir se consumaría la sucesión de Rayzar al trono, pero este la rechazo y la corte se hundió en la desesperación, solo Enisel continuaba tranquila maquinando sus siguientes pasos, aunque estos crearan una barrera de enemista entre ella y su hijo. Enisel advirtió a su hijo que su simiente no podía huir de su destino, porque, aunque poseyera la sangre inmortal de los Adara, ahora también formaba parte de la actual familia real y se había convertido en un legítimo heredero del trono y no podía ser sometido al juramento de abdicación, de esa manera Enisel había encontrado un bache legal para lograr su objetivo, convirtiendo a Zaykar en el único Adara legitimo para tomar el trono.

Aunque Danqer había tomado el trono se le advirtió que debía preparar a su sobrino para ser su sucesor y que llegado el momento debía abdicar. El consejo le explico sin remordimiento que solo tomaría el trono porque su cuñado lo había rechazado, creado un sentimiento de inferioridad al joven rey.

—En este momento será juzgado por el rey, el ejecutivo militar Hidal, por los cargos de asesinatos múltiples —. Anunciaba el heraldo a todos los presentes dando inicio así al juicio.

Zaykar estaba a la derecha de su tío y a su izquierda su hijo Folis. La presencia de Zaykar en el castillo era sorpresa para muchos, hacía años que nadie lo veía poner un pie en la gran fortaleza; Zaykar se había dispuesto a visitar a su familia por cuenta propia y había encontrado aquel juicio por casualidad, Danqer aprovecho la situación para que ambos, Folis y Zaykar, tomaran clase de campo y ver su nivel de razonamiento ante estas situaciones.

—Hidal —hablo al fin Danqer —en el momento que entro el vocero de las malas noticias, con su insignia en el estado rojo plateado estaba preparado para recibir cualquier noticia, excepto los actos que escuche que realizaste —Danqer quedo en silencio unos segundo procesando sus siguientes palabras asegurándose de no decir nada fuera de lugar —sin embargo, según las investigaciones previamente realizadas, al parecer tenías razones sumamente personales para realizar tales actos, aunque el único inconveniente es que involucraste personas ajenas a dichas razones , así que ¿Qué sentencia crees que te mereces?

—Con todo respeto majestad, reservare mi opinión y aceptaré su juicio, pero, aunque no lo merezca, espero no recibir sentencia de muerte —expreso Hidal mientras Folis lo observaba de manera despectiva después de su ultimo comentario. Danqer tenía clara su decisión, aunque había algunas cosas que debía considerar, así que antes darle decidido escuchar las opiniones de los jóvenes allí presente.

—¿Que piensan jóvenes príncipes?

—Debería ser condenado a muerte, ojo por ojo, escuche por los investigadores que la muertes no son pocas —se apresuró Folis a dar su opinión.

—Comandante Hidal ¿No? —dijo Zaykar confirmando su cargo.

—Sí majestad —Zaykar se mantuvo en silencio un momento mientras observaba al acusado e intentaba recordar toda la información previa que se le había dado antes de entrar a la sala del trono, respiro hondo y prosiguió a hablar.

—Considero que una sentencia de muerte sería un desperdicio, estaríamos perdiendo un actico importante en nuestras filas, aunque las muertes causadas son lamentables solo eran unas caras importantes ocupando un espacio en el gobierno —mira su tío esperando a probación, pero este se mantiene neutral —considero que una degradación puede ser suficiente y en un sece de sus actividades y reducción de sueldo por un tiempo específico sería más que suficiente, sin faltar un contrato firmado por sangre comprometiéndose a no volver a cometer esta clase de actos y seguirá los canales oficiales para resolver cualquier clase de conflicto que se pudiera presentar en el futuro —. Los presentes sin excepción no podían ocultar su sorpresa los cuales comenzaban a crear un bullicio de comentarios en la sala a diferencia del rey quien se mantenía neutral.

—Bien haremos eso, luego pasaré los detalles a los ejecutivos, podemos dejar este proceso hasta aquí —. A Hidal se le aguaban los ojos, intentaba mantener sus sentimientos ocultos, pero se le hacía algo complicado, desde que había entrado a esa sala ya se había preparado para morir y comenzaba a arrepentirse de sus precipitadas acciones pasadas, aunque el rey había tenido la decisión final, sentía un profundo agradecimiento por el príncipe Zaykar, considero que sus palabras pudieron ser decisiva ante la decisión del rey.

La sala había quedado prácticamente vacía, en aquel momento solo estaban ambos príncipes y el rey. El príncipe Folis estaba bastante enojado, desde la llegada de su primo en aquella mañana se sentía desplazado por su padre.

—¿Porque descartaste mi posición padre? —pregunto Folis casi gritando, Danqer lo miro con desapruebo provocando que Folis se encogiera, la manera en que le había hablado a su padre lo dejaron en una difícil posición.

—No descarte tu sugerencia, analice ambas recomendaciones y tomé la que considere más conveniente para el reino —Danqer contesto como si estuviera ignorando la anterior falta de respeto de su hijo, pero Folis veía en los ojos de su padre que ese no era el caso.

—Disculpa que me entrometa tío —dijo Zaykar —príncipe Folis, sé que solo tenemos una pequeña diferencia de edad de tres años, pero considero que debe aprender a manejar sus emociones, decisiones como estas se deben tomar calmadamente, precipitarse a tomar una decisión por el calor del momento puede resultar fatal, por eso cuando el tío Danqer pregunto nuestra opinión me quede en silencio, de lo contrario hubiese dado la misma repuesta que tú. —Folis no le gustó nada el hecho de ser amonestado por su primo, pero apretó los dientes y se mantuvo en silencio.

—Veo que el viejo no ha estado jugando al campesino contigo —bromeo Danqer,

—Al ermitaño diría yo —contesto Zaykar.

Zaykar abandono la sala del trono luego de una larga conversación algo incomoda con su tío y Folis, no por el tema, el problema era la indisposición del príncipe a su presencia y Zaykar creía tener la respuesta ¿No era obvio? «tan codicioso y tan joven», pensó Zaykar mientras caminaba por el palacio. «tiene la misma edad de Zea, 12. Ya tiene 12, no creo haber pasado el suficiente tiempo con ella a causa del entrenamiento», maquinaba con pesades.

Sintió que alguien lo embistió por detrás, no es que no supiera que viniera, sus sentidos estaban sumamente desarrollados y aunque no lo tuviera los pasos resonaron por todo el pasillo mientras ella corrió, sí ella, Zea, la pequeña que ya no era tan pequeña. «Puedo permitírmelo ahora».

—¿Por qué tengo que enterrarme por los siervos qué mí hermano vino al castillo? —reclamo sin soltar a su hermano apretándolo con ambos brazos.

—Basta me vas a dejar sin aire —contesto entre risas —. El tío Danqer me ocupo apenas llegue, ni siquiera me dejo presentarme ante papi.

—¿Ibas a verlo ahora? —dijo mientras por fin soltaba su espalda y Zaykar se giraba para ver a su pequeña hermana quien vestía una ropa casual hecha con la piel de dragón dorado que le había mandado el abuelo hace años.

Aunque Zaykar visitaba el castillo cada cierto tiempo nunca había visto a su hermana con las prendes, se alegraba de ver que le quedaban a la perfección. Aunque consideraba que le quedaban demasiado ajustada "Al igual que el". Los diseños habían sido creados para un niño de 8 y una niña de 5, con la intención de que aun diez años después puedan ser utilizados.

—Sí ¿Me quieres acompañar?

Zea no dudo en confirmar y se engancho al brazo de su hermano. Zaykar no sabía si era imaginación suya o si aún seguía actuando como la niñita con quien iba a todas partes cuando aún vivía en el castillo. Aunque lo más probable es que su comportamiento sea debido a su ausencia. "Seguro que si hubiese vivido todos estos años aquí ni soportaría mi presencia", pensó mientras ocultaba una risa a la que Zea hizo caso omiso.

Durante el camino los hermanos apenas pasaron palabras, tardaron en llegar hasta el despacho de Rayzar, en aquel inmenso castillo lleno de departamentos las cosas quedaban bastante distantes, principalmente el área de administración y el patio de armas.

—¿Los despachos militares no son áreas administrativas también? ¿Por qué no dejarla en el área administrativa? ¡Debían crearle una torre apartada adyacente al patio de armas! —se quejó Zaykar mientras subía las escaleras.

—Deja de ser tan quejica y terminemos de llegar —replico Zea en un tono burlón.

Zaykar se presentó ante un soldado que vigilaba la puerta quien entro a informar al general, volvió a salir y con una reverencia los invito a pasar.

—Mi bendición padre mío —hizo una reverencia ante su padre.

—Mi bendición papi —imito Zea haciendo igual una reverencia.

—Que Dios derrame bendiciones sobre ustedes hijos míos —dijo mientras se levantaba y los besaba en la frente. Dio un abrazo muy largo a Zaykar como si no lo hubiese visto en décadas —han sido tres años desde la última ve.

—Mi cumpleaños número 12.

—No viniste a mis 12 —replico Zea.

—No fuiste a mis 15 —arguyo Zaykar. Rayzar rio e invito a sentar a los jóvenes.

—¿Algo que quieras saber? —fue directo su padre.

—La verdad solo vine por cortesía y porque quería ver a mi padre —dijo con toda sinceridad. Rayzar frunció el ceño de un modo gracioso como queriendo decir "Algo más tiene que haber", Zaykar suspiro llegando dos personas a su mente a las cuales por alguna razón en todo este tiempo había tenido muy presente —Kila y Haira ¿Qué ha sido de ellas?

—¿Aun recuerdas a esas personas? —se burló de su hijo.

—ja, ja —dijo de manera irónica indicando que no le parecía gracioso.

—Escuche que hay una tal Kila entre los sirvientes de tu madre, en diversas ocasiones la asigna el cuidado de tu hermana y Haira ayuda en la biblioteca, ha estado aprendiendo el oficio.

—Quisiera encontrármelas mientras ando por aquí —interrumpió Zaykar.

—Ya sabes dónde encontrar a Haira —dio un guiño a su hijo —Y Kila, creo que tú madre me dijo que era ereolí, es decir.

—De Ereol —Dijo sorprendido Zaykar.

—¡Exacto! La verdad ella no lo sabía, al parecer sus padres no tuvieron la oportunidad de decirle, eran esclavos en algún lugar, al escapar el sello de esclavitud los asesino, escondieron la niña así que ella no poseía el sello. Supimos que era de Ereol aproximadamente un año después —Explicaba Rayzar muy metido en el tema.

—Por el despertar de las memorias, el Erevedis lla Olde —. Dijo Zaykar fascinado.

El "Erevedis lla Olde", (Memoria de origen, raíz de memoria u Origen de memoria) es un poder nato con el que nace todo ereolí, lo que le permite tener toda las memorias de sus ante pasados hasta el día se su muerte, Las leyes de Ereol establecen que todo hijo de un ereolí es un ciudadano de Ereol no importa donde nazca, todo ciudadano de Ereol despierta sus memorias en algún momento de la adolescencia, unos tardan más, otros menos. Zea escuchaba en silencio prestando suma atención, la verdad es que ella deseaba comentar algo en la conversación, pero apenas sabía de qué hablaban.

—¿Preguntaron a Kila si deseaba ir a su país? —Pregunto Zaykar. "Mi momento", pensó Zea.

—Mami pregunto a Kila si deseaba ir a su país y conocer a sus familiares, pero ella le contesto que ya estaba en su país —contesto Zea —creo que tiene que ver algo contigo hermanito —dio un golpe con el codo. "seguro que sí", pensó Zaykar pensando en el CIN, "seguro que mami la introdujo en el CIN".

Zaykar sentía que siempre alguien lo vigilaba, el abuelo en algún momento a modo de chisme le hablo del "Cuerpo Incognito de Niñeras", Zaykar pensó que al estar con Nemirs seguro no conocería a esas señora, pero al estar fuera de entrenamiento, cuidando a Drag-yl por ejemplo, sentía que alguien lo vigilaba, lo confirmo con Nemirs al expresar su inquietud, dijo que eran las niñas del CIN que solo las ignoraras. "Pensé que solo eran niñeras, pero funcionan como espías para la princesa, como su departamento personal a fin de cuentas", pensó Zaykar.

—Deberíamos irnos Zea —expreso Zaykar —el esclavo del trabajo de tú padre debe terminar "eso" que estaba haciendo.

—Estaré libre en unas horas, espero que no estes pensando irte hoy mismo —dijo Rayzar esperando que no sea el caso.

—Me quedaré unos días.

—Cambiaré la agenda.

Zea decidió el próximo destino, la guío al campo de entrenamiento del patio de armas, la niña quería un duelo amistoso. Zaykar tomo una espada de madera y la espero en la arena, ella tardo un poco en llegar, se había puesto una armadura ligera, parecía hecha especialmente para ella, Zaykar dudaba de que hubiera armadura de ese tamaño para el ejército.

—¿Te burlas de mí? —Pregunto Zea con un aire de molestia.

—No lo hago —respondió.

—¿Por qué no llevas armadura?

—Es un duelo amistoso, la armadura es molesta.

Zea no estaba contenta con la respuesta, tomo postura de combate y sin esperar consentimiento arremetió contra su hermano con una estocada directa hacia su abdomen "No me volverás a subestimar", pensó Zea. Zaykar bloqueo el ataque con su espada dando un leve empujón hacia tras haciéndola retroceder por la inercia. Zea siguió atacando. Sus movimientos podían ser considerados perfectos, el uso de su propio peso, la velocidad, las fintas. Veía a través de su oponente buscando posibles brechas, pero, era una niña de 12 peleando contra su hermano de 15, con más peso, más fuerza, más experiencia. Zaykar no se atrevía a atacarla, solo se limitaba a bloquearla y hacerla retroceder, sostenía la espada con ambas manos y la mantenía firme, observaba los movimiento de su hermana con cuidado para bloquear en el momento justo, aunque fuera más pequeña si fuera un combate real con un arma real subestimar a una persona con un arma no es algo que debería hacerse. Zaykar se concentró solo en la espada de Zea, ya no veía a Zea, solo veía su arma, no era que hubiera olvidado que peleaba contra ella, pero era como si no estuviera. Zea realizo un ataque vertical buscando golpear la cabeza de su hermano, Zaykar bloqueo el ataque y en un movimiento instantáneo retiro la espada bloqueada hacia su derecha, el giro provoco que el arma cayera de la mano de Zea terminando el combate.

—Tres minuto, solo dure tres minuto —dijo sea sentada en el suelo frente al arma caída.

—No me vengas con esa pendejada de si fueras niño y yo no sé qué.

—Ni loca, estoy muy feliz siendo una niña, muchas gracias —como si de una palabra mágica se tratase, se levantó con el anime restaurado, se limpió el polvo y tomo una pose algo provocativa o elegante —las mujeres tenemos nuestras cualidades, aunque la fuerza bruta no sea una de ellas.

—sí que la tienen —afirmo Zaykar —gracias a Dios, ya pensaba que tenías complejo de niña guerrera o algo así —suspiro.

—¿Insinúas algo? —pregunto con una mirada penetrante, Zea por lo que Zaykar veía podía ser bastante intensa.

—Insinuó que la mujer no debería comparar las cualidades de hombre con las suyas y viceversa, cada uno tiene sus puntos fuertes —dijo Zaykar entrando en el área de descanso y tomar algo de agua.

—Si que sabes cómo esquivar flechas —comento Zea.

Zea iba detrás de Zaykar, solo estaba a algunos centímetros del área de descanso cuando todo el polvo del patio de armas se levantó, en medio de todo ese polvo se vislumbraba una figura femenina, todos los soldados presente tomaron una arma, Zaykar aunque preparado para cualquier cosa deseaba no precipitarse, ingreso al campo de entrenamiento y antes de que alguien iniciara un conflicto abierto se proponía a interrogar a la mujer de piel avellana, pelo carmesí y ojos verde esmeralda. Zaykar estaba seguro qué todos solo veían una silueta enemiga, él estaba utilizando magia para ver a través de todo ese polvo y solo veía una joven confundida intentando apartar todo el polvo de su cara.

—Zea, ¡Espera! —. Grito Zaykar al ver que su hermana arremetía contra la pelirroja, la mujer detecto la hostilidad y saco su arma, una espada corta con el filo bien cuidado, Zea realizo un ataque vertical con la espada de madera, pero al atacar ya no solo era una espada de madera, ella había invocado algo en el arma, no tenía filo, pero podría matarla de un solo golpe con ese si lo llegar acertar, la pelirroja bloqueo la espada de madera y en cuanto hicieron contacto ambas fueron repelidas hacia atrás una fuerza externa empuje de ellas, no fue la honda de choque, no fue la inercia, no fue ninguna fuerza natural.

Los guardias dedujeron erróneamente que esta le había hecho algo a la princesa Zea, todos rodearon a la pelirroja y apuntaban con su arma, un movimiento en falso y su cuerpo saldría sin cabeza del castillo. Nemirs apareció en escena, disipo todo el polvo.

—Todos, aléjense de ella —los guardias no deseaban captar esa orden, aparte de que no tenían ninguna obligación de hacerlo, todo el tributo que se le rendía en la actualidad era únicamente ceremonial —no lo repetiré otra vez —dijo con un tono que Zaykar nunca había escuchado.

En un área bastante remota, alejada de toda civilización vivía una familia, un padre trabajador, una madre dedicada y una joven bastante traviesa, aunque debido a su edad los padres no le soportan sus travesuras.

Madre e hija realizaban sus tareas rutinarias, era día de lavado y la ropa no era poca, debían limpiar la casa y no era nada pequeña. El hombre había salido a cazar, quería evitar el viaje a la ciudad así que se fue a una zona aledaña en busca de una buena presa que le concediera bastante días de recursos alimenticios.

Era notable qué si por el gusto de la vista era, no había forma de que aquel hombre no se fijará en la exquisitez de aquella mujer de pelo carmesí, su cuerpo con una guitarra listo para tocar, su piel avellana y sus ojos azul infinito como el cielo. La joven había heredado los rasgos de su madre, pero había heredado los ojos verdes de su padre.

Madre e hija tomaban un descanso mientras esperaban al hombre para poder preparar la comida, caminaban por los alrededores de la casa contemplando la naturaleza, el pasto, las flores, aunque la verdad la verdadera distracción eran las conversaciones variadas que tenía el dúo, aquella vista era rutinaria, nada que las sorprenda.

—Ves, se los dije, míralas ahí —decía un hombre escondido a la distancia observando ambas mujeres.

—Dos por el precio de una, las cosas serán más fácil ya que el hombre no está —decía otro.

—Si el hombre viene nos lo llevamos también, pagan bien por hombre fuerte —comento el primero.

—No deberían subestimar al hombre, no conocemos que es capaz —dijo uno algo preocupado por el plan —una persona normal no viviría en estas condiciones y lo saben.

—Pues deberíamos movernos rápido antes que vuelva, rodeémosla y si todo sale bien tendremos una pura y a su madre para vender, somos seis, no deberíamos tener ningún inconveniente.

Al terminar de hablar tres de los individuos se separaron para tomar una posición más conveniente y poder acercarse por detrás de las damas, estas estaban situada al pie una colina, en la zona más llana del lugar, los individuos tomaron los 4 puntos cardinales, unos de los chicos del grupo que vendría de frente tomo la derecha y uno de los que vendrían por detrás tomo la izquierda dejando a las mujeres sin armas y rodeadas por 6 hombres. Están no tuvieron tiempo de reaccionar a tiempo, los hombre se movieron rápido y cuando notaron que ya los habían percibido apuntaron con ballestas cargada con bodoques, un movimiento en falso y "bam", aunque obvio, aquellos hombres querían evitar eso, pero ellas no tenían forma de saberlo.

—Bien señoritas ¿Haremos esto de la forma fácil o la forma difícil?

La madre movía sus labios de manera imperceptible mientras mantenía a su hija cerca de ella, los hombres sonreían de manera maniática y algunos las observaban de manera lasciva lo único que los mantenía arraya era el hecho de saber que no podían romper la mercancía.

—Abajo Kilia —dijo la madre lanzando carámbanos en todas las direcciones, la creación de estos fue casi instantánea, dos murieron en el acto los demás siguieron el ejemplo de Kilia y uno de ellos disparo atravesando el pecho de la mujer con un bodoque.

—Que haces estúpido —dijo el líder.

—Has muertos dos ¿No ves? Con la pura generaremos suficiente, pero no lo podre gastar si me muero —. El líder quiso rechistar, pero tenía razón, miraron a la joven que tenía en sus brazos a su madre muerta.

—Agar… —Una lanza atravesó la cabeza del líder y los cuerpos de los demás hicieron ignición literalmente "de la nada", se echaron a rodar en el suelo, pero no se apagaban, más bien encendían el césped adyacente, un hombre fornido de pelo negro y piel clara se acercaba corriendo mientras disparaba flechas a los cuerpos en vuelo en llamas. Agua cayó sobre ellos evitando que el fuego se siguiera propagando.

—Padre —dijo Kilia entre lágrimas. El hombre se acercó a socorrer a su esposa, usar algún método de curación, pero la mujer ya no respiraba, su corazón no latía, sus ojos no tenían luz.

—Kaela —dijo con ahogada entre lágrimas —entra a casa y has los bultos —dijo a su hija.

—¿Qué? —respondió confundida.

—Ve —dijo levantando el cuerpo de Kaela y llevándolo a la parte de atrás de la casa, tomo madera y paja le hizo un ataúd, saco el bodoque, lavó el cuerpo y vistió con el mejor vestido que consideró que tenía, la acostó con cuidado y cabo un agujero en aquel lugar, no uso magia, se tomó su tiempo cavando con una pala, su hija lo observo, cayo la tarde. El hoyo era bastante profundo, el media casi los 2 metros y el hoyo lo tapaba, era como si quisiera decir haber matados los que provocaron su muerte no era suficiente, cavar el hoyo no era suficiente y nada sería suficiente.

—Papi, debes comer —dijo su hija observándolo desde arriba, dentro de aquel hoyo, sudado, sujetando aquella pala. Inhalo, exhalo, se calmó y salió, no quiso mirar el cuerpo de su esposa otra vez, y no dejo que su hija lo viera, bajo el ataúd con suavidad usando algún tipo de magia de aire y aquella tierra que le tomo toda la tarde sacar la dejo caer toda en un solo instante.

—Me daré un baño y comeré contigo —Dijo mostrando la sonrisa más falsa que pudo haber mostrado mientras lagrimas salían de su rostro.

La noche cayo y pronto el día llego, el hombre armo a su hija con una espada corta y ropa cómoda para el combate e iniciaron su viaje.

—¿A dónde vamos? —Pregunto la joven.

—A Aqare, iremos a ver tu abuelo —Respondió.

Pasaron varias semanas, tardarían meses en llegar aun si fueran a caballo o en carruaje, el hombre tomo una desviación, totalmente contraria hacia su destino, su hija no lo cuestiono ni pregunto, aunque supiera que esa no fuera la dirección. Llegaron a un lugar donde había unas diez columna, aquellas columna formaban un círculo perfecto, en cada columna un círculo mágico dibujado escrito con el alfabeto Derayl en el centro de la columna uno más grande.

—Esto son columna de conexión, también llamadas columnas de portales, esto es parecido a la Cámara de conexión que solía haber en Aqare —explicaba el padre mientras leí las columnas —párate en el centro —ordeno activando una de las columnas, su hijo obedeció y desapareció —mi turno —dijo posicionándose en el centro del portar ya activado.

9 de rinaqiu de 1508, penúltimo día de prosperidad. Dicen que el año, mes y día en que nace una persona es una predicción de lo que serán en el futuro. Me parece irónico ya que, aunque nací en el mes de Xaluna, no me consideró una persona tierna, tal vez lo único en lo que acertó mi nacimiento fue en el año, ese año fue nombrado por el ciclo sin fin como año de dominio, otra ironía habiendo nacido como príncipe.

El cumpleaños de Zea fue hace 3 meses, el abuelo me mantuvo ocupado así que no pude asistir a la celebración, ni siquiera celebre mi cumpleaños, no le mande un regalo así que aun sigo pensando como compensarlo. Tal vez el nacimiento de Zea fue más armonioso, Flerua, el mes de la pasión, en días de alegría un año de armonía, es gracioso, pero hasta es poético.