La caballera Adara y Erika se reencuentran para hablar sobre el mago Azrael. En su máximo esplendor, Azrael es el más poderoso de todo el reino, incluso más que su rey. Sin embargo, gracias a su omnisciencia, ya sabe que están hablando de él.
Caballera Adara: "¿No crees que el rey tiene favoritismo por Azrael? Me refiero a que siempre lo manda a él a todos los combates. No es justo..."
Caballera Erika: "Mi peluche lo sabe todo… Él está ahora mismo en el trono, sentado y meditando. Aunque todavía no conocemos sus habilidades, me encantaría comprobarlas."
El mago Azrael ya sabía que iban a ir a por él, así que permaneció en su trono, esperando pacientemente a las dos caballeras, Justo cuando las dos entran, escuchan una voz que les dice que deben salir a las afueras del reino porque se avecina una guerra.
El mago Azrael ya sabía sobre la guerra. Sin decir palabra, se levanta del trono y, solo con la mirada, hace que Adara y Erika caigan al suelo inconscientes.
Azrael: "Qué molestia me causa tener compañeras tan cretinas en el reino... En fin, siempre igual."
En ese momento, el peluche de Erika se levanta y la despierta. Erika, al abrir los ojos, se atemoriza, pero intenta atacar a Azrael. Con un simple grito, Erika destruye gran parte del reino y manda a volar a Azrael.
En el aire, Azrael lanza ataques mágicos destructivos a gran escala, destrozando gran parte del reino. Mientras tanto, Adara se prepara para lanzar un hechizo de sellado eterno. Erika continúa atacando a Azrael con todo su poder.
El combate se vuelve tan intenso que el ataque enemigo se detiene por completo. Desde lejos, los enemigos observan el enfrentamiento, incapaces de intervenir. Los choques mágicos son tan devastadores que varios universos sienten temblores.
Adara, finalmente lista, lanza el hechizo de sellado hacia Azrael, pero él lo desvanece con un simple movimiento de su mano. Mientras Erika y Azrael siguen luchando a velocidad irrelevante, Adara observa aterrorizada.
Caballera Adara: "¿Es tan superior su poder que está luchando mientras se ríe?"
En ese momento, Erika cae frente a Adara con heridas graves.
Azrael: "¡JAJAJAJA! ¿En serio este es vuestro poder? Si no fuerais de este reino, te mataría a ti y a Erika. Agradece que también yo viva aquí, porque de lo contrario destruiría vuestros cuerpos, incluyendo tu existencia."
Caballera Erika: "..."
Azrael: "¿Qué pasa? ¿Te comió la lengua el gato? Esta situación me da bastante pereza. Me marcho a matar a los enemigos que están a las afueras. Tú, cuida de Erika."
Caballera Adara: "S-sí, como tú me digas."
El dios de Sombrafel observó este mini combate sin intervenir, ya que le quitó el aburrimiento.
Mientras tanto, en el reino de Aethoria...
Nevaeh: "¡Wow! ¿Me trajiste a un sabio que sabe todo lo que existe? Gracias, caballero Alexander. Y dime, sabio, ¿qué debo saber para volverme más poderosa? ¡Explícame sobre los universos o más cosas que no sepa!"
Sabio: "Bueno, para empezar, nosotros estamos habitando en el segundo dominio más alto que existe. Según algunas leyendas, hay un ser todopoderoso que no conocemos..."
Nevaeh: "¿En serio? ¡Dime más!"
Sabio: "Existen los dioses arcanos, que se encargan del tiempo y custodian la espada Drakon."
Nevaeh: "¿Drakon? ¿Y por qué custodian una simple espada?"
Sabio: "La custodian porque quien obtenga esa espada se volverá todopoderoso, y la espada nunca se separará de su portador. Incluso borra existencialmente a quien intente robársela a su dueño."
Nevaeh: "Si tan solo yo tuviera esa espada... podría hacer que Azrael venga conmigo."
Sabio: "¿Azrael? ¿Estás loca? ¿Acaso quieres morir? Solo el Sol creciente 1 podría hacerle frente."
Nevaeh: "Bueno, sigue contándome algo más."
Sabio: "No te diré nada más. Mi tiempo aquí se agota. Si me pagan más, hablaré más."
Nevaeh: "Bueno, una pena. Fue un placer hablar contigo."
El sabio se va sin siquiera decir adiós. Estaba atemorizado por lo que había dicho de Azrael y decidió abandonar incluso el reino. Huyó con una extraña ayuda al dominio humano, donde se escondió.